Evitar contratiempos en vacaciones
Vacaciones y verano son dos términos indisolubles. Aunque algunas estadísticas aseguran que cada vez nos decantamos más por viajar “fuera de temporada”, los meses de julio a septiembre son aún los reyes del relax, el sol y la playa. Según el Instituto de Estudios Turísticos (IET), más de la mitad de los casi 120 millones de viajes realizados por los españoles en 2005 se produjeron, precisamente, durante el verano.
DESTINO
No escoja su destino sólo a partir de las fotos paradisíacas de algunos folletos, a veces esa realidad se encuentra a muchos kilómetros de distancia de nuestro hotel. Además, recuerde que en agosto será difícil encontrar tranquilidad y que si dispone de pocos días para recorrer su destino, será mejor que tenga claro qué lugares quiere visitar. Si la opción son los parques temáticos, no olvide que para poderse montar en algunas atracciones se exige una altura mínima que no todos los niños cumplen y, en cuanto a países, no se deja llevar por la oferta.
Aunque el Caribe sea muy atractivo, la temporada de huracanes va del 1 de junio al 30 de noviembre, y para 2006 están previstos 21. Ninguno predecible.En Chile o Argentina, encontrará las temperaturas más frías porque allí en estas fechas es invierno, mientras que en los países nórdicos habrá de tener cuidado con la luz: el verano en el norte de Noruega y en parte de Suecia carece de sol, en Islandia se oculta sólo un par de horas en la capital y en Finlandia, en junio y julio, no se esconde nunca.
HOTELES
Ojo con las categorías en el extranjero: las tres estrellas de España poco tienen que ver con las de Italia, Londres, Marruecos o Túnez, por citar sólo algunos ejemplos, donde la exigencia para las categorías inferiores es menor. Si viaja con niños o personas discapacitadas, asegúrese de que las instalaciones y los servicios están preparados para ellos, y si necesita conectarse a Internet, infórmese antes de su disponibilidad y, sobre todo, de su precio (a menudo abusivo: mejor acudir aun ciber-café). No escoja un hotel junto a una “zona de marcha” si busca relajarse y sepa que si se decanta por una opción “todo incluido” pagará de una vez los gastos de habitación, comidas, bebidas y ocio, pero aprovéchela, porque a menudo encarece el viaje y excluye los servicios a la habitación o el consumo del minibar.
DOCUMENTACIÓN
Antes de partir, asegúrese de que porta su documentación y no la de otra persona. Puede resultar engorroso mostrar el pasaporte de su hijo en la aduana, le ha ocurrido a más de uno y viaje se tuvo posponer. En el caso de que viaje al extranjero y requiera visado, podrá tramitarlo a través de la agencia de viajes (pregunte cuánto tardará y si supondrá un coste adicional) o en el consulado correspondiente, pero pídalo, al menos, con dos semanas de antelación, especialmente en temporada alta. Si ya lo tiene, confirme que no caducará durante sus vacaciones y que tampoco lo harán su DNI y su pasaporte, que deberá ser de lectura mecánica si viaja a Estados Unidos. Tramite el permiso de conducir internacional si piensa manejar, valore las ventajas de contratar un seguro de asistencia en viaje y solicite la Tarjeta Sanitaria Europea para recibir prestación en la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
GUÍAS DE VIAJE
Elija la que mejor se adapte a sus intereses y asegúrese de que incluye datos actualizados. Hay quien ha perdido hasta una hora buscando un restaurante “coqueto y de exquisita cocina” cerrado muchos meses antes. Hay guías culturales, si le interesa el arte y la historia del lugar de destino; gastronómicas, si prefiere dejarse conquistar por el estómago; de bolsillo, si va a llevarla siempre consigo; de idiomas, si se anima a practicar otras lenguas y necesita vocabulario básico para principiantes… Tampoco menosprecie un buen mapa de carreteras si se va a desplazar por la red viaria, y de nuevo cerciórese de que está actualizado. Las discusiones al volante, especialmente de pareja, pueden hundir el mejor plan.
SALUD
Algunos destinos, principalmente exóticos, exigen vacunarse contra determinadas enfermedades. No se relaje y acuda a un Centro de Vacunación Internacional cuatro o seis semanas antes del viaje, ya que no siempre bastará con un único pinchazo en el día y sin las vacunas necesarias podría quedarse en tierra. Cuando siga un tratamiento médico, lleve consigo los medicamentos necesarios porque podrá ser difícil encontrarlos en el lugar de destino y prepare un botiquín de primeros auxilios, que contenga también sales de rehidratación para diarreas (muy frecuentes en viajeros internacionales). No olvide que también en los recorridos urbanos el sol aprieta y es necesario usar crema protectora y, si viaja en barco, haga de las pastillas contra el mareo sus mejores aliadas. Un último consejo: compre un buen repelente de mosquitos. Molestan especialmente a la noche y algunos, además, transmiten enfermedades muy graves.
ROPA
No elegir la ropa o el calzado adecuados puede pasar factura. Adapte ambos al plan de viaje y, si pretende viajar a lugares calurosos, prepare su maleta con ropa transpirable, de lino y algodón. Elija también una vestimenta más elegante por si tuviera que acudir a algún evento de gala (las bermudas y las chanclas no se suelen permitir) y no olvide el bañador si aún no practica el nudismo en la playa, que además en algunos países está prohibido. En los viajes mochileros huya del “síndrome por si acaso” y lleve sólo lo estrictamente necesario. Su espalda se lo agradecerá. Para los pies, aunque seguramente habrá guardado tiritas en el botiquín, recuerde que es una trampa estrenar sandalias en días de calor y grandes caminatas. No sienta vergüenza por rescatar del olvido calzado muy usado: evitará las dolorosas ampollas y sus pies no se convertirán en protagonistas del viaje y de todas las conversaciones.
DINERO
Si no quiere vivir en sus propias carnes “la cuesta de septiembre”, elija un destino que se ajuste a su economía y estudie su nivel de vida. Tomar un café en una terraza de París puede resultar un descalabro para su bolsillo y, si decide, pagarlo con tarjeta de crédito, otro para su cuenta corriente: en el extranjero las entidades bancarias cobran comisiones por sacar dinero de un cajero y utilizarlas en sus compras. Si decide pagar en moneda y dispone de euros, pero no es la moneda oficial del país, pregunte por el cambio que le aplicarán porque no suele ser beneficioso para el turista (y menos aún en los hoteles, aunque en ellos sea más cómodo efectuar la transacción). Si opta por cambiar divisas -por lo que también pagará comisión- calcule si le compensa cambiar mucho dinero de una vez o menos en dos veces. No será fácil cambiar las monedas o billetes pequeños que le sobren. Y recuerde que a la salida de algunos países se abonan tasas. Le informarán de su cuantía en la agencia de viajes o a la llegada al país. Anote la cantidad y resérvela hacia el final de la estancia, las prisas y los agobios no son las mejores consejeras para dar con una buena comisión de cambio.
AEROPUERTOS
Tenga cuidado con las fechas más problemáticas: los días 1, 15 y 31 de los meses de temporada alta las instalaciones se masifican. Por cierto, los precios de los billetes de avión son entonces más caros, compruebe las tarifas de sólo un días antes o después y se sorprenderá. Aclare la fecha concreta del vuelo cuando el avión despegue a las doce de la noche: ¿se refiere al día anterior o al siguiente? Pero hay más: llegue con tiempo al aeropuerto para evitar el overbooking, compruebe que su nombre y apellidos son los que figuran en la reserva y, si viaja con animales de compañía, vigile su dieta porque tanto a la ida como a la vuelta deben mantener peso y talla dentro de unos límites (afortunadamente esta regla no afecta a sus propietarios?). Al preparar el equipaje, recuerde que las compañías de bajo coste suelen permitir menos kilos que las tradicionales y prepare una bolsa de mano con ropa limpia y objetos personales, por si su maleta se extraviara. También le será útil si debe hacer escalas y pierde el siguiente avión. Para conexiones de vuelos de larga distancia, tan habituales en estas fechas, se recomiendan al menos tres horas: mejor aburrirse un poco tranquilamente que desesperarse a contrarreloj. Sería una lástima que el último recuerdo de la vacaciones fuera una carrera de obstáculos para cruzar el aeropuerto de punta a punta.