La flexibilidad, garantía de juventud
En el proceso de envejecimiento, nuestras articulaciones se vuelven rígidas, el paso se acorta y nos cuesta girar el cuello, agacharnos para recoger algo del suelo, atarnos los cordones de los zapatos o salvar un obstáculo. Nos levantamos por la mañana algo rígidos, anquilosados. En el lugar de trabajo pasamos muchas horas de pie o sentados, realizando movimientos repetitivos, con posturas más o menos forzadas del cuello, espalda o extremidades, realizando esfuerzos o manipulando cargas. Pese a que para muchas personas no representa una prioridad, articulaciones, ligamentos, tendones y músculos son estructuras que hay que cuidar incluso más que nuestra figura y nuestro aspecto externo.
Estiramientos, una receta para todos los públicos
Los ejercicios de estiramiento son óptimos para aquellas personas que mantienen la misma postura durante mucho tiempo, como ocurre en determinados trabajos en los que hay que permanecer quieto, ya sea sentado o de pie, durante casi toda la jornada. Pero también son imprescindibles para los que hacen deporte, que en numerosas ocasiones descuidan los ejercicios de calentamiento y estiramientos previos a la actividad deportiva específica. Es muy importante preparar el cuerpo antes de correr, nadar, ir en bici o cualquier otra actividad deportiva. Hay que estirar los músculos y flexibilizar las articulaciones porque con ello se consigue un mejor rendimiento y se previenen lesiones. Pero también es muy importante realizar estos ejercicios para relajar los músculos después de un trabajo intenso.
Sin equipos ni aparatos
El problema es que en la actualidad se anda poco, se utiliza mucho el coche, se huye de las escaleras y son demasiadas las horas que se permanece sentado ante el televisor? De hecho, los pequeños esfuerzos de la vida cotidiana han quedado desterrados por el uso de máquinas que hacen casi todo.
Pautas para un ejercicio correcto
La manera correcta de realizar un estiramiento es hacerlo de forma relajada y sostenida, de manera que se sienta una tensión moderada durante un tiempo limitado, que puede ser de 10 a 30 segundos, según las zonas del cuerpo que se entrenen. Cada ejercicio tiene una duración determinada. Durante el estiramiento, la respiración tiene que ser lenta, relajada, rítmica y controlada. Es importante medir la duración del estiramiento por número de respiraciones mejor que contando segundos. Los ejercicios de estiramientos deben adaptarse a la estructura muscular, flexibilidad y grado de tensión de cada persona, individualizando en función de las circunstancias personales.
La clave del éxito está en la regularidad y la moderación. No se trata de batir marcas ni de desafío personal para ver hasta dónde se llega. Hay que hacerlo sin ánimo competitivo y sin prisas. Cuando el estiramiento es correcto la sensación es muy agradable. Los movimientos bruscos y violentos, de vaivén o muelle, así como estirarse hasta llegar a sentir dolor forzando las posiciones, es la manera incorrecta de realizar estos ejercicios, y pueden ocasionar lesiones. Hay programas de ejercicios de estiramientos para cada parte del cuerpo, grupo muscular, actividad laboral o deportiva y para los distintos grupos de edad. Para iniciarse, lo más adecuado es empezar por la mañana con algunos estiramientos relajados. Una ducha caliente previa facilita la ejecución de estos estiramientos que llevan unos 5 o 6 minutos. Por la tarde, o cuando se disponga de tiempo, se pueden realizar series de estiramientos que dan un repaso a todo los grupos musculares y que llevan de 10 a 15 minutos.
De una dedicación diaria de 15 a 20 minutos se obtiene un beneficio importante para la salud y para la calidad de vida. Y no hay excusas: sólo supone un 2% de nuestro tiempo de vigilia. Tampoco la edad es justificación. Nunca se es demasiado mayor para hacer estiramientos. Al contrario, la recomendación es más válida en las personas mayores en las que la edad y la inactividad se conjugan para convertir al organismo en débil y rígido. La capacidad de recuperación del organismo humano es sorprendente. Estirarse nos enseña a conocer nuestro cuerpo y sus necesidades, a mejorar nuestra condición física, a superar algunas limitaciones que la edad conlleva y, sobre todo, a construir una fuente de salud para toda la vida.
/imgs/20070601/img.salud.04.jpg Reducen la tensión muscular y proporcionan una agradable sensación de relajación.- Aumentan la elasticidad y flexibilidad de ligamentos y cápsulas articulares, mejorando la actividad de las articulaciones y aumentando la extensión de sus movimientos.
- Ayudan a la coordinación permitiendo movimientos más libres y fáciles, con más control y equilibrio.
- Preparan para la actividad muscular: un músculo estirado previamente trabaja mejor y rinde más, resiste mejor las tensiones.
- Previenen lesiones musculares y de los tendones.
- Desarrollan el conocimiento de nuestro propio cuerpo: mientras se estiran las diferentes partes del cuerpo vamos tomando conciencia de él.
- Los estiramientos mejoran la circulación sanguínea y la oxigenación de los músculos.
- Mejoran el equilibrio psicofísico. No hay que olvidar que las tensiones musculares se traducen en mentales y viceversa.