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Comercio Justo : Una forma de consumo que beneficia a todos
España se halla a la cola de la Unión Europea en la compra de productos de Comercio Justo, aunque esta práctica solidaria gana adeptos
El comercio justo es una manera productiva de erradicar la pobreza de los países del Sur, estableciendo un sistema comercial que ofrece a los productores acceso directo a los mercados del Norte y unas condiciones laborales y comerciales justas e igualitarias. Se garantiza además a los consumidores que los productos que compran han sido elaborados en condiciones dignas. Para alcanzar estos objetivos los productos se adquieren directamente a los campesinos y artesanos, eliminando los intermediarios, y se ofrece a los productores una retribución adecuada a sus esfuerzos con un salario justo.
Una historia reciente
El movimiento de Comercio Justo nació en Europa en los años sesenta, tras la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo-UNCTAD celebrada en Ginebra en el año 1964. Los países pobres reclamaban entonces a los países más ricos la apertura de las fronteras a sus productos agrícolas y alternativas al injusto desequilibrio comercial entre el Norte y el Sur.
En 1969 se inauguraba en Holanda la primera tienda de comercio justo en Europa, y en dos años el número de worldshops (tiendas del mundo) ya ascendía a 120. A partir de entonces, los establecimientos de Comercio Justo se extienden por Países Bajos, Alemania, Suiza, Austria, Francia, Suecia, Gran Bretaña y Bélgica.
En 1986, casi 20 años después de su instauración en Europa, el movimiento del Comercio Justo llega a España, y lo hace a través del País Vasco. En 1996 nace la Coordinadora Estatal de Organizaciones de Comercio Justo con la finalidad de potenciar la venta de este tipo de productos. En estos momentos aglutina a 34 organizaciones con más de 60 puntos de venta en todo el territorio nacional. Entre su oferta destacan alimentos de consumo habitual como el café, el té, el chocolate o el azúcar, y otras especialidades como la miel, mermeladas tropicales, especias, galletas, frutos secos o licores.
Las cifras del Comercio justo
Datos recientes de la Organización Internacional del Sello de Comercio Justo (FLO) revelan que las ventas globales de productos de comercio justo ascendieron a 1.100 millones de euros en 2005, lo que representa un aumento del 37% respecto a los datos de 2004. En nuestro país, el comercio justo ha crecido un 16,9% anual en los últimos cinco años, según se desvela en el anuario “El Comercio Justo en España 2006”, de la Federación Setem. Se constata que el 80% de las ventas de Comercio Justo de España se reparten entre cuatro comunidades: Cataluña (35,5%), Madrid (20,3%), Galicia (15,5%) y Andalucía (9,3%). A pesar de los avances, los españoles sólo nos gastamos en Comercio Justo 348 euros por cada 1.000 habitantes, la cifra más baja de la Unión Europea -donde se concentra del 60 al 70% de las ventas mundiales- a excepción de Portugal (36 euros). Las diferencias con nuestros vecinos europeos también son notorias en el número de tiendas que ofrecen estos productos y que en España son 80, frente a las más de 400 de Holanda.
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