Lo que dice la etiqueta / 20 gramos de grasa / Pescado / Menú para después de un día de excesos / Glutamato monosódico
Claves para saber lo que dice la etiqueta
- La lista de ingredientes del alimento se ordena de manera decreciente a su peso, incluidos los aditivos. Por ejemplo, en un yogur con trozos de fresa pone: leche desnatada, fresas (10,8%)…; significa que la leche es el ingrediente más abundante seguido de las fresas. Y este yogur en concreto tiene 10,8 gramos de fresas por cada 100 gramos de producto.
/imgs/20061201/img.despiece-alimenta.01.jpg ¿Qué significa la letra E? Entre los ingredientes de los productos deben aparecer todos los aditivos empleados en su elaboración. Pueden mostrase con su nombre o con un código formado por la letra E -significa que el aditivo está autorizado por la Unión Europea-, seguida de un número. Para que el consumidor lo entienda, el aditivo tiene que ir precedido por la función para la que está autorizado, sea conservante, colorante, antioxidantes, emulgente, edulcorante, etc.- ¿Qué quiere decir en la etiqueta el siguiente mensaje: Calcio = 155 mg (19% CDR)? Significa que 100 gramos del producto contienen 155 miligramos de calcio, y esta cantidad supone el 19% de la Cantidad Diaria Recomendada de calcio.
- Cómo saber cuántas calorías estoy tomando. Algunos productos, pero no todos, incluyen la descripción nutricional: valor energético, proteínas, hidratos de carbono, azúcares, grasas, etc. En general, hacen referencia al valor nutritivo por 100 gramos, y pocas veces indican el valor nutricional de una unidad -una galleta, un yogur…- o de la ración de consumo habitual -un vaso de leche de 240 ml, o 4 galletas-, que sería lo más práctico para el consumidor. Para saber el valor nutritivo del alimento que se ingerirá, tendría que pesarse y calcular, con una sencilla regla de tres, la proporción de calorías y nutrientes que aporta.
- Cuidado con los mensajes. Hay productos que incluyen el mensaje “apto para diabéticos” o “sin azúcar añadido”, y mucha gente interpreta que se trata de un producto sin azúcar, y por tanto con menos calorías. Esto es así si en lugar de azúcar se emplean edulcorantes sin calorías -sacarina, ciclamato, aspartame- o con muy pocas -xilitol, maltitol, sorbitol-. En cambio, si el producto lleva fructosa, el alimento sigue siendo igual de calórico que si llevara azúcar (o sacarosa).
El dato:
Son los gramos de grasa que tienen 100 gramos de queso fundido, como las lonchas o porciones. Un vaso de leche entera (200 ml) aporta unos siete gramos de grasa y 65 calorías; la mitad que cuatro quesitos o cuatro lonchas y hasta ocho veces menos de sodio.
A debate:
Las saludables cualidades nutritivas del pescado se plasman en proteínas de calidad, grasas insaturadas que rebajan el colesterol y los triglicéridos, vitamina B1, B2, B3, B12, A y D -especialmente en los pescados grasos-, y minerales como el fósforo, potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro y yodo. Pero también contiene elementos nocivos en determinadas situaciones en las que su consumo estaría desaconsejado.
- Ácido úrico: Los pescados azules -que no los blancos-, tienen un contenido alto en purinas, por lo que se desaconsejan en casos de hiperuricemia y gota.
- Alergia al pescado: El pescado es uno de los alimentos que más alergias provoca. La única solución: eliminar de la dieta pescados, sus derivados y aquellos productos que puedan contener pescado como ingrediente.
- Hipertensión arterial: Las conservas y semiconservas de pescado, los ahumados, desecados y salados -también el pescado congelado en alta mar con agua marina-, el caviar, los derivados como el surimi y sucedáneos -palitos de cangrejo, colas de langosta…-, contienen mucha sal. Estos productos están desaconsejados para personas con hipertensión o problemas de retención de líquidos.
Menú para después de un día de excesos
Licuado o zumo de frutas natural. Infusión*. Pan integral o de cereales con aceite.
Fruta de temporada. Yogur desnatado.
Caldo de borraja y judía verde (reservar).
Arroz con guisantes y alcachofas.
Pan integral. Infusión*.
Macedonia de fruta fresca y frutos secos.
Caldo de verduras del medio día.
Plato único: escarola, endibias, lechuga, zanahoria, cebolla, maíz, tomate, espárragos, manzana, uvas pasas, frutos secos troceados y queso fresco o salsa de yogur.
Pan integral. Infusión*.
*Diente de león, cardo mariano, boldo y alcachofa: contienen sustancias que favorecen la recuperación del hígado, que ha trabajado mucho si ha habido excesos de grasas, proteínas y alcohol.
El truco:
Tomar frutas, verduras y hortalizas, arroz, pasta y patata, pescados blancos, carnes magras. Beber líquidos en abundancia -agua, zumos, caldos, infusiones-, para aumentar la diuresis, la eliminación de toxinas y la depuración del cuerpo.
El abc de la nutrición
es la sal de sodio del ácido glutámico, un aminoácido natural propio de lácteos, carnes y pescados a los que les da sabor. Como aditivo se reconoce con las siglas E-621 y se emplea como potenciador del sabor. Contiene mucho sodio, por lo que eleva de forma sustancial el contenido de este mineral en los alimentos que lo llevan, que son muchos: especias, conservas, precocinados -calamares, croquetas, lasañas, canelones, pizzas…-, sopas de sobre, cubitos de caldo, salchichas, aliños, pasta rellena, aceitunas rellenas, gusanitos y similares, etc.