Seguros Multirriesgos del Hogar

Para acertar, hay que comparar bien

Los seguros Multirriesgo del Hogar aparecen en el mercado español a finales de los años 60. Hasta esa fecha, las pólizas para propietarios de vivienda cubrían sólo ante incendios. Unos años más tarde, lo haría también contra robos.
1 marzo de 1999
Img informe listado

Para acertar, hay que comparar bien

Hoy, en nuestro país, más de 11,5 millones de hogares están cubiertos ante posibles incidentes por un “seguro multirriesgo”. Casi todas las pólizas que compiten actualmente en el mercado se basan en coberturas de daños a las cosas, básicamente incendio, robo, daños por agua, cristales y responsabilidad civil. El usuario ajusta a sus necesidades y posibilidades económicas el valor asegurado para el riesgo de incendio. Las demás coberturas son, habitualmente, porcentajes sobre este valor o cantidades máximas para cada riesgo, o ambas a la vez. La variedad de garantías y coberturas de los seguros multirriesgo es tan amplia que muchos asegurados, por simple desconocimiento de la letra pequeña de las pólizas que pagan, no reclaman prestaciones a las que tienen derecho, con el consiguiente perjuicio para su bolsillo.

Pero la falta de información, en materia de estos seguros, no se limita al alcance de las coberturas. Gran parte de los titulares de un seguro de hogar ignora las exclusiones y limitaciones que imponen las cláusulas de su contrato. Esta es una de las causas que hacen que el ramo del hogar sea el más problemático del sector del seguro. Los conflictos entre aseguradoras y titulares de las pólizas multirriesgo son la causa de la tercera parte de las reclamaciones recibidas en la Dirección General de Seguros, órgano competente en esta materia.

La comparación inteligible entre precios y coberturas de las 9 entidades de seguros multirriesgo del hogar estudiadas por CONSUMER demuestra que, ante un mismo supuesto de cobertura de capitales, las compañías establecen diferencias y no sólo en las primas anuales a pagar: cada una fija su baremo de indemnizaciones, así como sus límites, cláusulas específicas, franquicias y exclusiones. Por eso, lo más conveniente es que cada usuario estudie su caso concreto, determine sus necesidades y después compare entre las entidades. El objetivo, una vez más, es el de elegir la mejor opción para nuestros intereses.

En los precios, la cobertura marca las diferencias

Los precios de las pólizas multirriesgo dependen, por supuesto, del valor de lo que se asegure; sin embargo, intervienen a su vez otras cuestiones aparentemente menores como las medidas de seguridad del hogar -puerta blindada, caja fuerte, …- y la propia ubicación de la vivienda: las compañías aseguradoras, a la hora de establecer sus tarifas, tienen muy en cuenta la siniestralidad de la ciudad o zona geográfica en que se encuentra la casa.

Ante un mismo supuesto (continente de 7 millones y contenido de 4 millones), las aseguradoras establecen primas bien distintas, que oscilan entre las 18.130 pesetas anuales de Seguros Vitalicio y las 26.714 pesetas de Génesis. Sin embargo, es difícil establecer un ranking de pólizas según su precio sin estimar y valorar las coberturas de cada seguro. La póliza de Santa Lucía, con una prima anual de 26.660 pesetas, es una de las más caras pero ofrece la indemnización más alta, hasta 250.000 pesetas, en casos de recomposición estética, o lo que es lo mismo, dejar la casa con el mismo aspecto que tenía antes del siniestro, y de bienes desplazados temporalmente. Y cubre, por la totalidad del capital asegurado, riesgos para los que otras compañías establecen límites.

La inhabitabilidad de la vivienda, la pérdida de alquileres, los daños producidos por la electricidad o la rotura de loza sanitaria o elementos vitrocerámicos son algunas de las garantías amparadas al 100% por esta compañía.

Allianz Ras, por su parte, no establece una indemnización por daños estéticos pero, con una de las pólizas más baratas, 21.192 pesetas, tampoco pone más límites que los del capital asegurado a la hora de indemnizar por siniestros como rotura de vidrios, podredumbre de alimentos en frigoríficos o los ya mencionados de inhabitabilidad y pérdida de alquileres. Y es, junto a Catalana Occidente, la única compañía que cubre el 100% de los bienes sustraídos (salvo joyas, dinero y objetos de valor) por hurto.

Varios seguros en una sola póliza

No todas las aseguradoras cubren los mismos riesgos en las pólizas multihogar. Los riesgos básicos cubren el 100% del capital asegurado. A los riesgos complementarios se les aplican otros porcentajes o cantidades fijas, según la cuota que se desee pagar. En una póliza multihogar hay tres apartados que se aseguran por separado: Continente, Contenido y Responsabilidad Civil. El Continente es el soporte físico de la vivienda.

Junto a suelos paredes, techos y ventanas, incluye también los elementos fijos incorporados (armarios empotrados, calefacción, antenas de televisión, etc.) y la parte proporcional del edificio que corresponda al propietario. Muebles, electrodomésticos, ropa, obras de arte y otros elementos forman el Contenido. Dependiendo de la entidad aseguradora, en ocasiones hay que excluir de este apartado los objetos de valor o joyas, pieles, antigüedades…, y declararlos aparte.

Por último, la Responsabilidad Civil cubre los daños corporales o materiales que el asegurado o su familia causen a terceras personas.

Atención a la cobertura de daños por agua e incendio

Una de las garantías más importantes de un seguro multirriesgo es la de daños causados por agua. Los siniestros originados por el líquido elemento (inundaciones por incidencias fluviales o de la red de agua, o humedades originadas por un vecino, …) son muy frecuentes y, normalmente, representan un gran coste de reparación, por lo que es fundamental que no se hallen limitados en la póliza. Sin embargo, no en todas las pólizas la cobertura es total en este apartado de daños por agua; prueba de ello es que tres de las nueve compañías incluidas en este informe establecen límites. Génesis y Vitalicio, por ejemplo, sólo cubren una pequeña parte de los gastos de localización y reparación de las averías causadas por el agua, el 20% y el 10%, respectivamente. La primera limita, además, a 50.000 pesetas la indemnización en caso de atascos o filtraciones.

Finisterre, por su parte, establece un máximo de un millón de pesetas, que incluye los daños causados y la búsqueda, localización y reparación de la avería.

El incendio es otro siniestro que, por sus gravosas consecuencias, se indemniza normalmente con el 100% del continente y del contenido. La excepción, en forma de limitaciones, se encontró en Vitalicio, Mapfre y Seguros Bilbao. La póliza de Vitalicio sólo cubre el 10% de los costes de bomberos, mientras que para el mismo concepto, las otras dos aseguradoras establecen un límite máximo de un millón de pesetas cada una.

Un seguro problemático

En 1997, la Dirección General de Seguros recibió 957 reclamaciones de usuarios insatisfechos con sus pólizas multirriesgo. El total de quejas atendidas en todos los ramos de los seguros en dicho año fue de 3.035, lo que supone que los de Hogar originaron el 32% de las protestas, por delante de los seguros de Vehículos (29%), Vida (14%) y Salud (7%). El seguro multirriesgo es, por tanto, el que origina un mayor número de conflictos entre aseguradoras y clientes, especialmente a la hora de determinar la responsabilidad de los siniestros. En la mayoría de los casos, el origen de las discrepancias es el desconocimiento por parte del asegurado de los límites y exclusiones de la póliza que tiene contratada. Casi todas las coberturas están limitadas por máximos, mínimos o franquicias, en función de las características de los riesgos.

Dentro de las exclusiones, es habitual que las pólizas no cubran daños producidos por negligencia del asegurado, o por desgaste natural de los elementos asegurados, o los originados por humedad, condensación o acción lenta del humo, entre otros. Asimismo, hay garantías sujetas a interpretación, como los daños en aparatos eléctricos. Algunas compañías cubren estos siniestros bajo cualquier circunstancia, mientras que otras sólo se hacen cargo si el desperfecto ha sido producido por un rayo, o si los aparatos tienen menos de 5 años. Algo similar ocurre con los cambios de cerradura.

Hay aseguradoras que pagan al cliente la sustitución de la cerradura sólo si ésta ha sido forzada, mientras que otras incluyen la sustracción o el extravío de llaves entre las causas de indemnización.

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Todo el mundo sabe que al contratar un seguro multirriesgo del hogar, está asegurando su vivienda contra incendios e inundaciones. Sin embargo, la letra pequeña de las pólizas recoge una amplia lista de garantías, que en caso de siniestro quedan muchas veces sin ser reclamadas.

El motivo no es otro que el desconocimiento de las mismas. Citemos algunas de las coberturas que incluyen algunos seguros multirriesgo. Lea con tranquilidad la letra pequeña de su seguro de vivienda, le vendrá muy bien en caso de siniestro. Y, de paso, sabrá con más veracidad y exactitud con qué coberturas cuenta su vivienda.

  • Atraco fuera del hogar. Si se sufre un robo, la aseguradora paga tanto por el dinero sustraído como por los objetos (ropa, joyas, etc.), aunque en ambos casos con límites: entre 25.000 y 100.000 pesetas.
  • Uso fraudulento de tarjetas de crédito. Si, como consecuencia del robo o extravío de una tarjeta se produce un fraude, la aseguradora indemniza al cliente. El límite habitual es de 50.000 pesetas.
  • Cambio de cerradura. Algunas compañías sólo pagan el cambio de cerradura cuando ésta ha sido forzada, mientras que otras incluyen la sustracción o el extravío de llaves entre las causas de indemnización.
  • Daños estéticos. En caso de siniestro, algunas pólizas dejan la casa con el mismo aspecto que tenía. El límite de la cobertura varía entre 175.000 y 250.000 pesetas, según las coberturas.
  • Rotura de lunas, cristales, loza sanitaria y vitrocerámicas. A veces, estas coberturas se ofrecen por separado.
  • Inhabitabilidad. Si, como consecuencia de un siniestro amparado por la póliza, el asegurado y su familia tienen que abandonar su casa, la aseguradora paga los gastos de hotel o de alquiler de una vivienda similar.
  • Pérdida de alimentos congelados. En caso de que un corte en el suministro de la luz o una avería en el frigorífico echen a perder los alimentos, la compañía indemniza por esa pérdida.
  • Reposición de documentos. Algunas pólizas corren con los gastos que se originan por la recuperación de documentos (DNI, permiso de conducir, pasaporte) dañados en el siniestro.
  • Traslado temporal de bienes. El asegurado puede garantizar las pertenencias que lleve consigo cuando se vaya de vacaciones o realice cualquier traslado temporal, dentro de España.

Asegúrese en la elección de su Seguro

  • Pida información en varias entidades y compare la relación “calidad-cobertura-precio” de las pólizas de cada una. Antes de firmar, solicite las condiciones generales y particulares del contrato y estudie todas las cláusulas. Preste especial atención a las limitaciones y exclusiones.
  • Pregunte por los términos del contrato que le susciten dudas y pida una explicación detellada sobre las posibles interpretaciones de cada cláusula.
  • Cerciórese de que la prima a pagar incluye la responsabilidad civil (es muy aconsejable suscribirla), posibles recargos por fraccionamiento en el pago, comisiones, tasas e impuestos.
  • Aclare cómo será la indemnización en caso de siniestro: reposición, reemplazo, prestación de un servicio o indemnización en metálico.
  • Exija que las modificaciones o adiciones del contrato sean formalizadas por escrito
  • Asegure el valor exacto de su vivienda. Si lo hace a la baja (“infraseguro”), la prima a pagar será menor, pero en caso de siniestro la indemnización también será muy menor al perjuicio sufrido. Si la tasación es superior al valor real (“sobreseguro”), pagará más, pero en algunos casos sólo le indemnizarán por lo que corresponda.
  • Pida a la compañía que le realice un peritaje de los bienes asegurados. De esta forma, quedará vinculada por dicho dictamen.
  • Guarde toda la documentación de su seguro. Contrato, cláusulas, recibos e incluso la publicidad, pueden serle muy útiles ante una hipotética reclamación.
  • Si la cobertura supone el pago de un valor “de reposición” fijado en la póliza, tenga en cuenta que normalmente está por debajo del valor de mercado.
  • Preste atención a los siniestros de robo de documentación, joyas y dinero en metálico. Para cobrar la indemnización, pueden exigirnos demostrar que existió violencia o amenaza física, lo que es muy poco deseable.
  • En caso de siniestro, respete los plazos y forma de comunicación con la compañía.
  • Facilite a la compañía toda la información que posea sobre los hechos y circunstancias del siniestro.
  • Si decide cancelar el seguro, comuníquelo a la compañía por escrito y con dos meses de antelación a la renovación del pago de la prima. Si no lo hace, se expone a que se la cobren y no le den de baja.