Un descanso plácido y seguro para los más pequeños
El correcto descanso los más pequeños de la casa repercute en su buen desarrollo y en su crecimiento. De nada sirven los trucos para que el niño se relaje y duerma de un tirón si el lugar que le ha sido asignado para conciliar el sueño es incómodo y poco funcional.
No obstante, en el mercado no se halla una cama ideal para los niños. Comodidad y seguridad son los objetivos primordiales, pero también es importante que se adapte al crecimiento del pequeño sin necesidad de afrontar un gasto desmedido.
La cuna, seguridad ante todo
/imgs/20070101/img.consejos.01.jpg Si no se dispone de mucho espacio en la habitación de los padres y madres, el bebé puede dormir durante los primeros meses -máximo hasta los cuatro o cinco- en un capazo o en un moisés, que mide unos 80×30 centímetros. Su fondo debe ser rígido y plano, con los bordes altos y acolchados, y preferiblemente de algodón.- La cuna debe ser de madera, sólida, estable y segura, y homologada según la normativa europea UNE-E 716-1.
- La largura de la cuna debe ser al menos 20 centímetros más larga que la altura del niño y el ancho debe tener un mínimo de 60 centímetros.
- La altura es modificable en función del tamaño y el crecimiento del bebé. Cuando es más pequeño, la base se eleva para que l (Debe tener una altura interna mínima de 60 centímetros en la posición más baja de la base, y de 30 centímetros en la posición más alta de la base.
- La distancia entre los barrotes debe ser mayor de 4,5 centímetros y menor de 6,5 centímetros, y deben estar colocados de modo que el niño no pueda encontrar un punto de apoyo para trepar.
- La distancia entre las láminas del somier debe ser de 6 centímetros como máximo y la mayor distancia posible entre éste y el bastidor debe ser de 2,5 centímetros por los dos lados.
- Se debe instalar en la cuna un protector o chichonera para evitar que el niño se haga daño con los laterales y el cabecero de la misma. Amortiguará los posibles golpes del bebé cuando se mueva o juegue en la cuna.
- Si tiene decoraciones o calcomanías, éstas deben estar bien pegadas, de forma que el niño no las pueda arrancar.
- Es indispensable que al menos dos de las ruedas puedan bloquearse.
- Puede ahorrar algún dinero comprando una cuna convertible que se va transformando a medida que el niño va creciendo. Puede servir como mini cuna y como corralito, y cuna grande cuando sea preciso. Las hay que llegan a transformarse en cama, en dos sillas o en un mini sofá, con lo que se puede aprovechar el espacio que queda debajo para poner un cajón ropero.
Una cama a su medida
/imgs/20070101/img.consejos.02.jpg La cama no debe tener esquinas puntiagudas que puedan hacer daño al niño.- No debe ser muy alta para evitar los riesgos de golpe por caída.
- Durante los primeros meses en los que el pequeño duerma en la cama se debe colocar una barandilla en uno o en los dos laterales. Evitará que el niño corra el riesgo de caerse.
- La cabecera debe ser lo más sencilla posible, evitando los barrotes que ofrezcan peligro al niño.
El colchón, ajustado
- El colchón debe ser más bien duro y ha de estar perfectamente ajustado a la estructura de la cuna, evitando que queden huecos por donde el niño pueda meter un brazo, una pierna o la cabeza, con el consiguiente peligro de asfixia en este último caso.
- Ha de tener un espesor mínimo de 10 centímetros y debe ajustarse bien a la cuna, de forma que como máximo queden 2 centímetros por cada lado entre éste y las barandillas laterales.
- Los fabricantes de cunas tienen la obligación de indicar las dimensiones del colchón que mejor se adapte a cada modelo.
Almohada, mejor sin ella
- Los bebés no deben utilizar almohada porque puede forzar la curvatura natural de su cuello, ya que al tenerlo pequeño y la cabeza proporcionalmente más grande que el resto del cuerpo, el hombro impide un apoyo adecuado.
- Otra razón para evitar su uso es que si el niño se voltea puede quedar tumbado boca abajo y respirar su propio anhídrido carbónico con un desenlace fatal.
- Si necesita estar reclinado es mucho mejor colocar una toalla bajo el colchón que eleve la mitad de su cuerpo y no sólo la cabeza.
- A partir de dos años ya pueden usar almohada, pero debe ser bastante fina o poco alta, que no sea muy blanda y que sea del mismo tamaño que la cama. Debe llevar una funda lavable de un tejido muy suave y los materiales han de ser de fibra porque facilitan la respiración y la oxigenación.
Ropa de cama, ligera y sin plumas
- La ropa de cama debe abrigar al niño sin darle excesivo calor. Elija prendas de tejidos suaves, que pesen poco.
- Evite los edredones y los nórdicos con relleno de pluma, pueden producir alergias, y están totalmente desaconsejados si su hijo es asmático. Decídase por uno de fibra o acrílico, que además tienen la ventaja de poder lavarse en la lavadora.