Alimentación y medicina

La importancia de combinar bien la farmacia y la despensa

La interacción de medicamentos y alimentos, si no se realiza de forma adecuada, puede reducir su acción terapéutica o generar reacciones tóxicas
1 enero de 2007
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La importancia de combinar bien la farmacia y la despensa

/imgs/20070101/img.alimentacion.01.jpg Ciertos medicamentos deben tomarse sólo con agua y el estómago vacío, otros nunca se deben mezclar con leche o lácteos y algunos tienen que ingerirse junto con la comida. La razón no es arbitraria: la interacción entre alimentos y fármacos es un hecho con resultados muy dispares, y no siempre beneficiosos. En algunos casos, se traduce en un aumento de la eficacia del medicamento, pero también puede producir la anulación de su acción terapéutica o incluso la aparición de reacciones de toxicidad.

En la actualidad los prospectos incluyen recomendaciones sobre esta cuestión, tanto en el apartado de “Interacciones”, como en los de “Contraindicaciones” y de “Advertencias” y “Precauciones”. Se dispone además del consejo médico o farmacéutico para verificar que las medicinas no interactúan perjudicialmente, ni entre sí ni con los alimentos, asesoramiento especialmente aconsejable en quienes padecen alguna enfermedad crónica.

Los fármacos sin receta, como antiácidos y complementos dietéticos, también pueden crear interacciones negativas con algunos alimentos

Las interacciones son muy numerosas, pero sólo adquieren importancia clínica aquellas que comprometen el estado nutricional de la persona -por ejemplo, fármacos que producen alteraciones digestivas como náuseas, vómitos, etc., o que pueden producir carencias nutritivas-, o cuando se ve alterada la eficacia o la seguridad de los medicamentos. Las interacciones se pueden dar con medicamentos obtenidos con receta médica o sin ella, como es el caso de ciertos antiácidos y de los complementos dietéticos.

Interacciones entre dieta y medicamentos

Efectos negativos en determinados tratamientos

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  • Dieta rica en grasas. Disminuye la eficacia de medicamentos que se emplean en el tratamiento del sida -zidovudina, indinavir, didanosina-. Por este motivo se deben tomar en ayunas o una hora antes de las comidas.
  • Dieta rica en proteínas. Reduce la absorción del antiulceroso sucralfato, por lo que ha de tomarse en ayunas o dos horas antes de las comidas.
  • Alimentos ricos en vitamina K -verduras de la familia de la col, remolacha, lechuga, té verde, hígado de cerdo o de vaca y guisantes verdes-. Limitan la eficacia de los anticoagulantes orales -warfarina y acenocumarol-.
  • Dieta rica en ajo. Frena la eficacia de inhibidores de la proteasa como el saquinovir, para el tratamiento del sida y, por el contrario, aumenta la acción de los anticoagulantes orales -warfarina y acenocumarol-. Por ello se ha de evitar el consumo de ajo en cantidades elevadas y las perlas o comprimidos -concentrados de ajo-, puesto que hay riesgo de hemorragias y sangrados.
  • Alimentos ricos en tiramina -alimentos ricos en proteínas y envejecidos, madurados o fermentados como arenques, quesos curados, ciertos embutidos, etc.-. La tiramina es un aminoácido, un componente de las proteínas que interacciona con fármacos llamados inhibidores de la MAO -Mono-Amino-Oxidasa-, de acción antidepresiva. Ya en 1964 se publicaron casos de hemorragias cerebrales y crisis hipertensivas debido a la interacción de la dieta con estos fármacos. Es muy importante evitar los alimentos ricos en tiramina durante el tratamiento, e incluso tres semanas después de haberlo concluido.
  • Leche y lácteos. Alteran la absorción y reducen la eficacia de antibióticos como las tetraciclinas. Estos medicamentos no deben tomarse nunca con leche o sales de calcio o lácteos. Se aconseja espaciar la toma del antibiótico y los lácteos en al menos dos horas.
  • Aguacate. Es un alimento rico en grasa que reduce la acción de los anticoagulantes orales, de ahí que se recomiende evitar su ingesta simultánea.
  • Zumo de pomelo. Este zumo no debe tomarse nunca conjuntamente con antagonistas del calcio empleados en la hipertensión arterial ?felodipina, nifedipina…-, fármacos antirrechazo de trasplantes, antihistamínicos y otros medicamentos, ya que puede producir reacciones de toxicidad.
  • Regaliz. El regaliz se halla en gomas de mascar, bombones, cigarrillos, mezclas de tabaco y en la cerveza. Contiene ácido glicírrico, de estructura similar a la hormona aldosterona. Actúa favoreciendo la retención de líquidos y de sodio y la hipokaliemia -niveles bajos de potasio en sangre- en el organismo, y anula la acción de ciertos antihipertensivos -diuréticos tiazídicos y beta-bloqueadores-.
  • Soja. En mujeres tratadas con tamoxifeno, fármaco de acción antiestrogénica y para la prevención del cáncer de mama, la soja anula su acción, por lo que se ha de evitar su ingesta conjuntamente. También se sabe que aumenta la toxicidad de otros medicamentos como el haloperidol -indicado en alteraciones del sistema nervioso- y la warfarina, entre otros.

Efectos positivos

Zumo de naranja. Es un buen ejemplo de alimento rico en vitamina C que aumenta la absorción de los complementos de hierro para el tratamiento de la anemia, ayudando a reponer más fácilmente las reservas de hierro del organismo.

Algunos ejemplos de alteraciones producidas por medicamentos

  • Alteraciones sobre el apetito
    Algunos medicamentos pueden aumentar o disminuir el apetito. Por ejemplo, los que se utilizan para combatir el cáncer a menudo causan náuseas y vómitos; por otro lado, la insulina, los esteroides, los antidepresivos y ciertos tipos de antihistaminas pueden hacer que una persona tenga más hambre de lo normal.
  • Irritación gastrointestinal
    Ciertos fármacos pueden irritar el estómago, por lo que es mejor tomarlos con comida o con leche, como es el caso de los antiinflamatorios no esteroideos -AINES-.
  • Aumento del riesgo de carencias nutritivas
    Hay medicamentos que interfieren con la absorción de nutrientes. Por ejemplo, el aceite mineral que se usa para el estreñimiento -aceite de parafina- evita la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K, y los laxantes con sales de aluminio disminuyen la absorción de fosfatos y vitamina A. Los antiácidos aumentan el riesgo de carencia de vitamina B1 y de hierro, los anticonvulsivantes de ácido fólico, vitamina D y K, etc.
Consejos prácticos
  • Asegúrese de que su médico sabe qué medicamentos toma tanto regularmente como en ocasiones, incluyendo los que se compran sin prescripción.
  • Lea detenidamente los prospectos de fármacos y la información que acompaña a los “remedios” sin receta médica. Si necesita más información, consulte con su médico o farmacéutico.
  • Tome los medicamentos acompañados de un buen vaso de agua.
  • No mezcle los medicamentos con alimentos o tome las cápsulas por separado, a no ser que se lo recomiende su médico.
  • Nunca tome medicamentos con bebidas calientes; el calor podría anular su eficacia.
  • Nunca tome medicamentos con alcohol.
  • Las farmacias mantienen el control de medicamentos en sus ordenadores. Si usted compra sus medicamentos siempre en la misma farmacia y le indica al profesional todas las medicinas, tanto prescritas como de venta libre, así como los complementos dietéticos que usted toma, él puede verificar que no se vayan a producir interacciones negativas para su salud.