EL PC como cadena de música

Música desde las entrañas del ordenador

Los ordenadores actuales pueden usarse como sofisticadas y versátiles cadenas de alta fidelidad
1 diciembre de 2001
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Música desde las entrañas del ordenador

Un ordenador es lo más parecido a una de esas navajas con mil funciones distintas del ejército suizo. Un PC con los componentes adecuados puede usarse como televisión, libro, DVD, contestador automático o vídeo. Sin embargo, en todos estos casos las prestaciones que ofrece todavía no superan a las del objeto emulado, aunque hay ocasiones donde las posibilidades del PC son equiparables, si no superiores al original. Es el caso de cuando se desea conseguir, almacenar y reproducir música; un ordenador bien equipado y bien configurado puede ofrecer más y mejores prestaciones que una cadena de alta fidelidad.

Desde hace más de un lustro los ordenadores vienen equipados con tarjetas de sonido que, al menos, ofrecen la misma calidad que un CD convencional. Lejos quedan los machacones pitidos del vetusto PC-Speaker con el que tenían que bregar los programadores de juegos para crear melodías que no repiquetearan en el tímpano.

Con o sin cadenas

Hoy en día, en muchos casos el problema de usar el ordenador como cadena de música estriba en el último eslabón de la cadena: los altavoces. En demasiadas ocasiones son los primeros que sufren los recortes de presupuesto y calidad. Por ese motivo, muchos usuarios optan por conectar la salida de audio del ordenador a la cadena de música. De esta manera, consiguen aprovechar las posibilidades del ordenador como enorme discoteca (un disco duro corriente puede almacenar ocho meses de música ininterrumpida en formato MP3) a la par que se valen de la cadena para no depender de los altavoces del equipo que, normalmente, son de inferior calidad.

Para dar el salto y prescindir de la cadena de música, la tarjeta de sonido que incorpore el PC deberá ser suficientemente potente y los altavoces deberán estar a la altura del resto equipo, algo que, evidentemente, encarecerá el precio del ordenador. La clave para descubrir si este gasto resulta rentable estará, como es lógico, en comparar este gasto extra con el ahorro que supone no necesitar ningún otro aparato para escuchar música.

Emisoras por la Red

Para conseguir la misma calidad que una cadena de música, hay que comprar unos buenos altavoces para el ordenador

En cuanto a la radio, las diferencias de usar un ordenador conectado a Internet en vez de las emisoras convencionales por ondas son abismales. En la Red emiten centenares de radios de toda clase y condición que sólo pueden escuchadas desde el ordenador. Algunas de ellas son las mismas que emiten en onda media y frecuencia modulada, pero con la particularidad de que por Internet pueden ser escuchadas casi en todo el mundo, sin más limitación física que la presencia de un ordenador conectado a Internet. Pero, es tan sencillo crear una emisora en la Red que la inmensa mayoría sólo habitan en el espacio digital.

Hay emisoras para todos los gustos y cubren todo el espectro de intereses que pueda imaginarse: desde las religiosas a las que sólo ofrecen música infantil de los ochenta. ¿Inconvenientes? Si el usuario no dispone de tarifa plana para Internet le resultará caro escuchar la radio (le costará lo mismo que cualquier conexión a la Red). Además, sólo una conexión de banda ancha (cable-módem o ADSL), permite una conexión que se acerque a la calidad de un CD. Con un módem convencional, sin embargo, será fácil que la emisión se corte o se vea interrumpida por molestos chasquidos.

Hilo musical

Una de las grandes pegas a la hora de utilizar el ordenador como cadena de música es el emplazamiento del equipo. El PC, a diferencia de un radiocasete, no es algo que se pueda trasladar de una habitación a otra. Afortunadamente, hay una forma relativamente económica de crear una red inalámbrica que permita escuchar la música que reproduce el ordenador en cualquier habituación de la casa: montar una pequeña emisora de FM.

Hay aparatos que, conectados a la salida de audio del ordenador, emiten una señal que puede captar cualquier receptor de radio convencional que se encuentre a unos pocos metros. La calidad de escucha de este sistema será la misma que la de una emisora de frecuencia modulada convencional muy potente y permitirá escuchar desde la cadena de sonido de la sala o desde un transistor en la ducha los discos almacenados en el ordenador.

Golosinas para la vista

Hay algo hipnótico en las imágenes aleatorias que los ordenadores pueden crear al son de la música. La capacidad de cálculo de los PCs actuales ha permitido el desarrollo de programas que convierten los sonidos en imágenes. El proceso no es complicado: el usuario activa el programa con el que habitualmente escucha música, y, junto a él, otro que se vale de una galería de imágenes predefinidas para animarlas en función de la tonada. Todo un espectáculo.

No hay un estándar para este tipo de programas, por lo que cada uno funcionará sólo en combinación con un reproductor de sonido. Winamp fue uno de los primeros en incorporar esta posibilidad, aunque Apple y Microsoft, en vista del éxito del invento, también cuentan con estos añadidos en sus respectivos programas de audio (iTunes y Windows Media Player).

Una de estas aplicaciones más fascinantes es Geiss (www.geisswerks.com), que funciona en Winamp y muestra sinuosas formas que laten con cada reverberación. No obstante, su mayor virtud es que tiene unos requerimientos técnicos relativamente comedidos, lo que le permite funcionar en un número mayor de equipos. Y es que el usuario debe tener en cuenta que estos efectos sólo serán visibles en un ordenador medianamente potente, si no las imágenes irán renqueantes y apenas podrán bailar al ritmo de la música.

Navegar a la carta
  • Winamp. Uno de los programas de reproducción de música más potentes y versátiles. Admite pequeños programas (plugins) desarrollados por terceros que cambian la apariencia de la aplicación, distorsionan el sonido, generan imágenes aleatorias o mezclan el final de las canciones con el comienzo de las siguientes.
  • Shoutcast. Shoutcast es uno de los sistemas de emisión de radio por Internet más extendido. En este sitio web explican de forma pormenorizada cómo escuchar muchas de las cadenas que circulan por la Red, e, incluso, cómo montar de forma gratuita una emisora casera.
  • Cine en tu salón. Página personal de muy buena factura en la que se describe cómo instalar un sistema de cine en casa. Uno de sus puntos fuertes es el apartado de sonido, donde se describen las particularidades de varios sistemas de audio y las ventajas que reportan.
  • CNET. Una de las páginas sobre electrónica e informática más aclamadas. Su plato fuerte son los análisis comparativos de productos, entre los que el usuario podrá escoger los altavoces y la tarjeta de sonido que mejor se adapten a sus necesidades.