Más aire con menos euros

Más aire con menos euros

Los sistemas de aire acondicionado han ido, poco a poco, dejando a un lado su etiqueta de “opción exclusiva de las élites económicas” hasta llegar a convertirse en un electrodoméstico más, relativamente asequible, funcional y muy útil para sobrellevar los rigurosos veranos de buena parte de nuestro país. Gracias a las innovaciones tecnológicas y a la presión del mercado, los equipos de aire acondicionado cada vez consumen menos, eso sí, siempre que se utilicen de forma adecuada y la instalación se haya realizado atendiendo a las necesidades del espacio.

Elegir y acertar en la compra

• Tenga en cuenta que, para el mismo nivel de prestaciones, hay aparatos que consumen hasta un 60% más de electricidad que otros.
• Cuando elija un aparato de este tipo debe tener en cuenta sus consumos y rendimientos. Una de las claves del ahorro o del gasto excesivo radica en este punto, que suele depender de la tecnología del sistema. Los aparatos tradicionales funcionan con picos de potencia. La máquina exige un 100% de energía a la instalación para alcanzar la temperatura requerida y, cuando la obtiene, baja la potencia al mínimo. En el momento en el que el sistema nota que la temperatura deja de ser la más adecuada, vuelve a exigir el máximo de potencia para alcanzarla, con lo que están continuamente arrancando y parando. Los sistemas ecológicos (Inverter), en lugar de parar, bajan el régimen de funcionamiento consiguiendo de este modo ahorrar hasta un 50% de energía. Son más caros, pero como reducen el gasto, a la larga se amortizan; además, gastan menos energía.
• Es importante que posea funciones complementarias como la posibilidad de programación nocturna, y el encendido y apagado a una hora determinada.
• Si además de aire acondicionado necesita calefacción, instale aparatos con bomba de calor. Tendrá las dos funciones en un solo aparato y la mitad de consumo, incluso menos, en calefacción que con un sistema normal porque la bomba de calor produce entre dos y tres veces más calor que la energía que consume debido a que recupera y aprovecha el calor del aire exterior. Recuerde que, no obstante, con temperaturas invernales muy bajas la bomba de calor pierde eficacia.
• Los sistemas de aire acondicionado multisplit permiten regular la temperatura en cada dependencia.

Acondicionar la vivienda

• La instalación de un buen aislamiento térmico en ventanas, techos y paredes le ayudará a ahorrar hasta un 30% de energía.
• En los edificios en cuyas fachadas predomina el cristal, es muy efectivo utilizar vidrios polarizados o colocar películas reflectoras que reducen la transmisión de calor y dejan pasar la luz necesaria. Esta medida proporciona ahorros del 20% en el consumo de aire acondicionado.
• Aislar los techos y paredes mantiene las habitaciones a una temperatura hasta 10º C por debajo de la que tendría una habitación no aislada. Esta medida puede representar un ahorro de energía de hasta un 30%.
• Conviene instalar toldos y persianas en el exterior y cortinas y/o visillos en el interior: impiden las radiaciones directas del sol y disminuyen, por tanto, las necesidades de refrigeración.
• Recuerde que los colores claros en techos y paredes exteriores reflejan el sol y, por tanto, evitan el calentamiento de los espacios interiores.

Temperatura, la justa

• La adaptación del cuerpo a las condiciones climáticas del verano y el hecho de llevar menos ropa y más ligera permiten que una temperatura de 25ºC sea más que suficiente para sentirse cómodo en el interior de una vivienda. En cualquier caso, una diferencia de temperatura con el exterior superior a 12ºC no es saludable.
• Cada grado que haga disminuir la temperatura de la estancia, aumentará el consumo energético de su aparato de aire acondicionado aproximadamente en un 8%.
• No reduzca en exceso la temperatura. No es tanto la baja temperatura sino el buen equilibrio entre temperatura y humedad del aire lo que elimina la molestia del bochorno.
• El grado de humedad debe ser en torno al 50%. A medida que aumenta la humedad, conviene reducir la temperatura para mantener la sensación térmica.

Termostato, imprescindible

• Instale un termostato si su aparato de aire acondicionado no lo tiene incorporado o si no proporciona información precisa sobre la temperatura. Mejor si es programable, para reducir el consumo energético cuando duerme o está fuera de casa.
• Si dispone de sensores de temperatura ambiente, aléjelos de las fuentes de calor (sol, lámparas, etc.).