Vivienda

Imitaciones muy convincentes

Económicos, de calidad y cada vez más difíciles de distinguir del original, los revestimientos decorativos se han convertido en una opción con aceptación creciente
1 septiembre de 2006
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Imitaciones muy convincentes

Los materiales de imitación suelen ofrecer más colores y acabados, así es más fácil combinarlos con la decoración de nuestra casa

Los materiales “de pega” están de moda. Vigas vista de poliuretano, productos sintéticos que parecen madera o piedra… En el suelo, en las paredes y en el techo, los revestimientos decorativos han conquistado el interior de los hogares. Económicos, con una calidad contrastada y cada vez más difíciles de distinguir del original, estos elementos de construcción han multiplicado las opciones en el diseño de interiores para todos los gustos y para todos los bolsillos.

Suelos de láminas, parqué o corcho

/imgs/20060901/img.vivienda.01.jpg Los suelos tradicionales de madera han dejado paso a otros materiales más baratos y fáciles de colocar:

  • Suelos laminados. Se trata de revestimientos en forma de láminas compuestas de varias capas, lo que las hace más resistentes al desgaste. Suelen tener una película dura y transparente de resina especial, otra que reproduce la textura y el dibujo de la madera, una capa de soporte machihembrado (con ranuras y lengüetas que encajan entre sí para conseguir la fijación) y una más de estabilización. El resultado es una imitación casi perfecta de la madera. De hecho, estos suelos están fabricados con materiales sintéticos y derivados de la madera.
    Precio: Entre 5 y 50 euros por metro cuadrado.
  • Parqué. Este tipo de tarima está fabricada exclusivamente con madera o con varias capas de materiales diferentes. Según la composición, su grosor oscila entre 12 y 18 milímetros (la madera maciza alcanza un grosor superior a los 20 milímetros), lo que le otorga una gran resistencia.
    Precio: Entre 20 y 70 euros por metro cuadrado.
  • Corcho. Pese a que sus posibilidades decorativas han sido descubiertas hace relativamente poco, el corcho ha ganado puestos con rapidez. Se puede comprar en forma de losetas, listo para colocar en el suelo, y funciona además como un estupendo aislante acústico y térmico. Una vez colocado, puede barnizarse o pintarse.
    Precio: Unos 5 euros por metro cuadrado.

Todos estos materiales pueden ser instalados por uno mismo, con un poco de maña y siguiendo los consejos del fabricante. Los sistemas de colocación son tres:

  • Flotante. Se emplea para suelos laminados y parqués. Primero, se coloca una capa de material aislante y, sobre ella, las lamas. Admite tanto el uso de cola como el sistema clic, un método de acoplamiento a través de unas lengüetas que sobresalen de cada lama y que se incrustan en la de al lado.
  • Clavado. Válido para la madera maciza y el parqué, hay que tener en cuenta que los clavos pueden quedar visibles y estropear la decoración, aunque la fijación es más resistente.
  • Pegado. Las lamas de parqué o las losetas de corcho se pegan al suelo con cola adhesiva. Antes de aplicar la cola, hay que asegurarse de que la superficie está limpia de polvo para lograr una buena adherencia.

La elección de un material u otro depende del cometido que vayamos a dar a la estancia. En habitaciones con un uso intenso, como el cuarto de los niños o pequeños establecimientos, lo recomendable es recurrir a suelos laminados o parqués flotantes, más fáciles de instalar y cambiar una vez que se estropeen. Para habitaciones de uso más general, como el salón o los dormitorios, se pueden elegir también suelos laminados o parqués macizos, muy resistentes y duraderos.

Paredes

Diferentes estilos son posibles gracias a la variedad de revestimientos para la pared, que han sustituido a la típica pintura y al papel.

  • Frisos. Imitan acabados en madera y permiten forrar la pared con distintas terminaciones, especialmente en abeto y pino. También es posible encontrarlos en PVC, con gran resistencia al fuego y a la humedad, lo que les hace perfectos para su instalación en el baño o la cocina. Se colocan fácilmente, con rastreles, atornillados, con grapas o pegados, y las lamas pueden fijarse en posición horizontal (si se quiere dar un efecto de mayor anchura a la estancia) o vertical (para dar mayor sensación de altura).
    Precio: Entre 4 y 10 euros el metro cuadrado.
  • Piedra y ladrillo. Se pueden comprar en unidades o en plaquetas decorativas, que imitan con gran realismo los materiales naturales. Los ladrillos a la vista o las piedras de mampostería son empleados para recrear ambientes rústicos de forma económica. En estos casos se utiliza piedra artificial, una especie de hormigón de arena, gravilla fina o yeso, más baratos que la piedra natural. Cuando las plaquetas son pesadas se fijan con mortero-cola para evitar que se desprendan y caigan.
    Precio: Las plaquetas rondan los 22 euros por metro cuadrado.
  • Chimeneas. Los revestimientos que imitan chimeneas no incorporan paredes refractarias. Se utilizan como armazón decorativo para los sistemas de fundición e inserts (estructuras que permiten ver el fuego a través de un cristal vitrocerámico) o para leñeras, en las que se emplean colores y materiales naturales sin pulir con el fin de dar un aire austero.
    Precio: Entre 350 y 1.500 euros.
  • Otros. El corcho, además de emplearse en el suelo, está disponible en rollos para su colocación en las paredes. También los paneles de vidrio de plástico permiten revestir estos espacios con colores y medidas variadas.

Techos

Las últimas tendencias apuntan a decoraciones en escayola para recrear arcos, columnas, cornisas o falsos techos, y a las vigas, que en madera o poliuretano completan un estilo muy personal.

  • Vigas. Se fabrican en diferentes materiales, colores y acabados. Se puedan colocar tanto para crear ambientes rústicos como modernos, en formatos macizos o huecos -estos últimos permiten introducir cableado en su interior-. Pueden ser de madera o de imitación. Las más empleadas, por ser también más baratas, son las de poliuretano. Las vigas permiten tapar fisuras o las uniones de techo visibles tras haber eliminado tabiques. En cuanto a la fijación, las de poliuretano se pueden pegar con una silicona especial, puesto que son más ligeras, mientras que las de madera requieren tacos. En concreto, se recomienda utilizar tres tacos de madera por cada dos metros de longitud de la viga. En buhardillas o espacios abovedados, son muy útiles para acoger focos u objetos decorativos. Además, a las de madera se puede dar el acabado que se desee antes de colocarlas en el techo.
    Precio: Entre 30 y 70 euros (poliuretano). A partir de 60 euros (madera).