Tejido uterino invasivo

Endometriosis

El 10% de las mujeres en edad fértil sufre una afección crónica que puede causar dolores severos
1 septiembre de 2006
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Endometriosis

/imgs/20060901/img.salud.01.jpgLa endometriosis es una enfermedad crónica, muy común, que puede afectar a cualquier mujer menstruante desde la primera regla hasta la menopausia. Es benigna -no pone en peligro la vida de la afectada- pero puede ser muy dolorosa.

Desde la identificación de esta patología en 1921, se ha podido comprobar la elevada incidencia de endometriosis en la población femenina. En la actualidad se calcula que afecta a un 9%-10% de las mujeres en edad reproductiva.

¿Qué es?

La endometriosis es la presencia de tejido endometrial fuera del endometrio -mucosa que cubre el interior del útero-, especialmente en la cavidad pelviana. Las causas de la endometriosis no están claras. Algunos estudios apuntan a un trastorno inmunológico y podría incluirse dentro de las enfermedades autoinmunes, en las que el organismo ataca a sus propias células. Se ha observado que las mujeres con endometriosis tienen más probabilidades de sufrir síndrome de fatiga crónica, síndrome de fibromialgia, asma, eczema y otras formas de alergia. Pero por el momento no hay ninguna constatación.

No es canceroso

El tejido endometrial situado fuera de su lugar originario es incapaz de crecer de forma independiente. Por tanto, es un tejido no neoplásico, no canceroso, pero mantiene unas características histológicas y la respuesta biológica a los estímulos hormonales, es decir, que sufre los mismos cambios del endometrio uterino. Este tejido puede, en principio, aparecer en cualquier parte de la cavidad pélvica y localizarse en ovarios, recto, vejiga urinaria, pero también puede diseminarse y llegar a otras partes del organismo a través de la sangre y de las vías linfáticas.

Sintomatología

Los síntomas que produce la afección son consecuencia de la proliferación del tejido endometrial, de su extensión y localización. Suelen aparecer por primera vez cuando la afectada tiene entre 20 años y 30 años.

  • El síntoma predominante es un dolor muy característico que aparece poco antes de la menstruación y desaparece una vez iniciada ésta, si bien en ocasiones puede mantenerse como un dolor pélvico crónico. El dolor puede ser de intensidad variable, desde leve a muy intenso e incapacitante.
  • El dolor se presenta también durante las relaciones sexuales (dispareunia).
  • La infertilidad o esterilidad es una situación frecuentemente asociada a la endometriosis.
  • En muchos casos la afectada sufre una alteración importante de su calidad de vida como consecuencia del dolor intenso y persistente.

Utilización de hormonas

/imgs/20060901/img.salud.02.jpgEl tratamiento con hormonas es el más utilizado para controlar las molestias de la endometriosis. Los fármacos que suprimen la actividad de los ovarios y retrasan el crecimiento del tejido endometrial comprenden anticonceptivos orales, progestágenos, danocrina y agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH).

El tratamiento farmacológico no cura la endometriosis, que habitualmente reaparece una vez finalizada la medicación

La danocrina tiene efectos secundarios como piel grasienta, acné, cefaleas, astenia, aumento de peso, senos pequeños, mareos y sofocos. Además, las mujeres que toman danocrina deben evitar quedarse embarazadas, porque este fármaco puede dañar el feto. Como se deben ingeriro con otras hormonas como las anticonceptivas, para evitar el embarazo deberán utilizar otras medidas: diafragma, preservativos u otros métodos barrera.

Los agonistas GnRH que se administran en forma de inyección o de inhalador nasal tienen también efectos secundarios: insomnio, cefaleas, sofocos, depresión, sequedad vaginal, osteoporosis…

El tratamiento farmacológico no cura la endometriosis y habitualmente reaparece una vez finalizado. Cuando el dolor es intenso e incapacitante, lo primero que hay que hacer es eliminarlo o disminuirlo. Para ello se utilizan analgésicos, pero si no son suficientes, se debe recurrir a las unidades del dolor. No obstante, cada caso, cada paciente, debe ser objeto de estudio cuidadoso para elegir el tratamiento más adecuado, que podrá ser quirúrgico, farmacológico, o bien una combinación de ambos.

Tratamiento complejo

Su tratamiento depende de la extensión de la endometriosis, del dolor que provoca, de la edad de la afectada y de su deseo de quedar embarazada, por lo que puede resultar complejo. Pero conviene aclarar cuanto antes que la endometriosis no tiene cura: mientras los ovarios están activos, la enfermedad persiste; cuando se produce la menopausia, desaparece. En los casos severos en los que la afectada no desea quedarse embarazada se puede realizar la extirpación de útero y ovarios, que tiene los mismos efectos que la menopausia. Realizada la exéresis, ése es su nombre técnico, hay que iniciar la terapia de sustitución de estrógenos, pero si queda una considerable cantidad de tejido endometrial hay que empezarla tras un periodo de 4-6 meses, tiempo que tarda en desaparecer el tejido.

Hay una cirugía más conservadora, que se aplica en mujeres con endometriosis severa que presentan adherencias e infertilidad y que desean mantener la posibilidad de embarazo. Consiste en extirpar sólo el tejido endometrial, eliminar quistes y adherencias y restaurar lo mejor posible la anatomía pélvica. Los índices de embarazo logrados tras la cirugía conservadora son variables en función de la severidad: en los casos leves aproximadamente el 75% de las afectadas logra el embarazo, en los moderados el 55% y en los severos el 35%.