Peligro de extinción para las especies más consumidas
Los datos sobre la actividad pesquera actual resultan reveladores y preocupantes a la vez. El 60% de las especies comerciales más importantes del mundo están sobreexplotadas o agotadas, y sólo el 25% de los recursos pesqueros actuales se consideran constantes. Como consecuencia del crecimiento demográfico previsto, y si se mantiene el nivel mundial de consumo de pescado, se calcula que para 2010 las capturas deberán alcanzar los 120 millones de toneladas al año. Esto supone un sustancial incremento – de entre 75 y 85 millones de toneladas- respecto al decenio de 1990.
Siguiendo con este preocupante contexto, la organización conservacionista WWF/Adena señala que 40 de las 60 poblaciones de los principales peces comerciales de la zona noreste del Atlántico se encuentran sobreexplotadas. Recuerda también que la flota pesquera de la Unión Europea tiene una sobrecapacidad de al menos un 40%, y denuncia que aproximadamente un tercio del total de las capturas son arrojadas por la borda -a menudo muertas- bien porque pertenecen a una especie equivocada, bien por su pequeño tamaño o por superar las cuotas fijadas.
Merma de recursos
La pesca industrial se nutre fundamentalmente de la gran capacidad de reproducción de las especies comerciales, que se han adaptado a las elevadas tasas de mortalidad en el mar mediante la reproducción masiva. La teoría es bien simple: podemos tomar parte de este excedente de producción siempre que no pongamos en peligro la continuidad a largo plazo de la especie. El problema surge si las capturas son excesivas, dado que en ese caso las pérdidas no pueden regenerarse al mismo ritmo. Y esto es precisamente lo que ha sucedido: la sobreexplotación pesquera ha agotado muchos de los recursos existentes, hasta el punto de que algunas especies de peces se encuentran en peligro y con una capacidad de reproducción muy limitada. El problema de la sobreexplotación es que no sólo implica la desaparición de una o varias especies, sino que también constituye una drástica alteración del equilibrio ecológico, ya que cada especie cumple una función en la red trófica (los diferentes eslabones en la cadena alimenticia).
Causas de la sobreexplotación pesquera
La principal causa de la disminución de los recursos pesqueros y de su sobreexplotación reside en la ineficacia para controlar y reducir la capacidad de las flotas.
- Demasiados barcos y pocos peces: la capacidad de las flotas pesqueras es excesiva para los cada vez más escasos recursos.
- Caladeros esquilmados en poco tiempo: desde que se descubren nuevos caladeros hasta que se explotan sin contemplaciones transcurre cada vez menos tiempo.
- Política pesquera de la Unión Europea: la UE ayuda a la flota pesquera europea con una cifra anual cercana a los 1.400 millones de euros. Según el WWF, gran parte de esa cantidad se invierte en incrementar la capacidad pesquera. Y si el principal problema de la flota pesquera europea es la sobrecapacidad, no parece muy lógico -según WWF- que el mayor montón de los Fondos Estructurales de la Unión Europea para la Pesca (Fondos IFOP) vaya destinado a la modernización y construcción de buques.
Afecta al medio marino
El excesivo esfuerzo pesquero está conduciendo a la desaparición de numerosas especies de peces; pero, además, la actividad pesquera con malas prácticas es una de las causas principales de destrucción del medio marino. La pesca con pesos, plomadas y redes que se arrastran por el fondo del mar puede devastar los hábitats marinos. Un ejemplo muy ilustrativo: una red de arrastre de tamaño medio puede destruir en el Mediterráneo hasta 363.000 brotes de posidonia (planta que crece en el fondo del mar) por hora.
Un estudio de 1999 (OSPAR, 2000) sobre el Atlántico Nororiental puso de manifiesto que 40 de los 60 principales stocks comerciales estaban “fuera de límites biológicos de seguridad” o, en otras palabras, que son objeto de una gran sobreexplotación. Se ven afectadas no sólo especies bien conocidas como el bacalao, el atún rojo, el lenguado y la merluza, sino también el rape, el gallo, la raya común y el bagre manchado. Muchas de las especies que se pescan en el Mediterráneo están también sobreexplotadas, caso de la merluza, el atún rojo, el salmonete y la cigala.
Hay especies que no son objeto de pesca, como mamíferos marinos, aves marinas, tortugas u otras especies, que pueden resultar atrapadas de forma no intencionada por las artes de pesca. Tras ser capturadas se devuelven al mar, pero a menudo muertas. Algo similar ocurre con los peces demasiado pequeños como para alcanzar un precio razonable en el mercado o que están por debajo de la talla mínima legal permitida.
Los subsidios de la Unión Europea promueven que las flotas europeas salgan a pescar frente a las costas de países en vías de desarrollo, como algunos de Latinoamérica y del oeste de África. Esa pesca, que es a menudo no sostenible, representa una amenaza para las comunidades pesqueras locales que dependen de la pesca como fuente principal de alimento.
Países consumidores de pescado
Cerca del 75% de la pesca mundial se destina al consumo humano. El resto se convierte en harina y aceite de pescado, utilizados sobre todo para forrajes (inclusive como alimento en la piscicultura). Asia, donde se combina un consumo per cápita relativamente alto con poblaciones muy numerosas, es con diferencia la región más importante en el consumo de pescado. El segundo lugar lo ocupa Europa. En los países desarrollados suele consumirse más pescado que en los países en desarrollo, aunque hay excepciones llamativas.
- Maldivas: 140 Kg persona/año
- Islandia: 91 Kg persona/año
- Japón: 70 Kg persona/año
- Portugal: 59 Kg persona/año
- China: 57 Kg persona/año
- Malasia: 56 Kg persona/año
- Noruega: 47 Kg persona/año
- España: 37 Kg persona/año
- Chile: 28 Kg persona/año
* Datos de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación).
La acuicultura es el sector de producción de alimentos que está creciendo más aceleradamente en todo el mundo. Desde 1984 la producción acuícola ha aumentado a una tasa media anual de casi 10%. La acuicultura está surgiendo como importante suministro de alimentos e ingresos, y así, como una de las principales contribuciones a la seguridad alimentaria. La acuicultura, hoy por hoy, produce más de una cuarta parte de la pesca total mundial. Las principales especies cultivadas fueron la Laminaria japónica, con un volumen de más de 4 millones de toneladas. Las otras especies que figuran en la lista son diversos tipos de carpas, ostras portuguesas, vieiras japonesas, almejas finas japonesas y salmones.