Objetivo: convertir el hogar en el lugar más seguro
Enchufes, repisas de la terraza, mesas de cristal, botellas de detergentes, fármacos o un sencillo dedal convierten al hogar en el espacio en el que, según datos ministeriales, se producen la gran mayoría de accidentes infantiles. Son causas ajenas a la voluntad y con gran componente fortuito, y aunque la tendencia marca un continuo descenso, sobre todo en accidentes con consecuencias graves, las cifras no son alentadoras. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, el pasado año se produjeron en total 2.016.555 accidentes que requirieron tratamiento clínico, y fallecieron 2.000 personas como consecuencia de los mismos. Los principales protagonistas de los accidentes en el hogar son, lógicamente, quienes más tiempo pasan en casa: niños y mujeres.
Cifras alarmantes
El número total de casos se incrementaría si se contabilizaran los que tan sólo requieren primeros auxilios en el propio hogar. No obstante, entre los que sí precisaron atención médica, la gravedad no es nada desdeñable: casi el 50% de los accidentes provocaron secuelas para el siniestrado y las víctimas precisaron una media de 8 días de hospitalización para sanar. El azar (50%), los descuidos o la distracción (19%), la imprudencia o temeridad (17%) y la intervención de una segunda persona (5%) son las principales causas del siniestro. Cuando el accidente sucede al utilizar un utensilio o producto de uso doméstico, algunas víctimas culpan a la construcción o diseño del producto (3%), pero muy pocas a la falta de información proporcionada por el fabricante (0,1%), y un 0,4% de ellas incluso reconoce no haber seguido las instrucciones de uso. En cuanto a las lesiones más habituales, los traumatismos leves (golpes, caías, cortes…) representan más del 90% del total; las intoxicaciones suman entre 2% y el 4% de las consultas urgentes en hospitales y ocurren fundamentalmente en los niños de entre 1 año y 5 años; las quemaduras no llegan al 2%, pero la mayoría ocurren en niños de menos de 4 años y generan muchos ingresos y secuelas, y el ahogamiento, aunque constituye una causa poco frecuente de consulta (menos del 1%), provoca una elevada mortalidad.
Cómo actuar ante accidentes domésticos infantiles
- Mantenga la calma, se ordenan mejor las ideas y se actúa mejor.
- Llame al 112. Los profesionales que le atenderán saben cómo hay que proceder en estos casos, y si fuera necesario le enviarán una ambulancia o un médico e incluso le indicarán qué hacer hasta que lleguen a su casa.
- Coloque al niño en posición cómoda; manténgalo abrigado.
- Siempre deberá dar prioridad a lesiones que pongan en peligro la vida: hemorragias, envenenamiento (aunque sea la mera sospecha)… Y en caso de ausencia de pulso y/o respiración y conmoción o shock, puede aplicar la respiración boca a boca o masaje cardíaco, pero sólo si sabe hacerlo.
- No le levante a menos que sea estrictamente necesario o si sospecha de alguna fractura.
- No le ponga alcohol en ninguna parte del cuerpo.
- Controle la hemorragia, si la hay. Una hemorragia se considera copiosa, es decir, grave, cuando dura más que de 4 a 10 minutos y empapa, aunque sea lentamente, un paño limpio colocado encima de la herida y presionándola ligeramente. Si la hemorragia es en una extremidad, elévela. No use torniquetes, pueden resultar contraproducentes si no se hacen correctamente.
- No le ofrezca líquidos.
- Cuidado con las lesiones oculares. No comprima el ojo ni le ponga gasas encima. Si han entrado en el ojo accidentalmente productos de limpieza, lávelo con agua tibia abundante y acuda al médico. No intente solventarlo por su cuenta.
- No haga más de lo que sea necesario hasta que llegue la ayuda profesional.
Ambas son las estancias más peligrosas del hogar, si se atiende a los partes de incidencias. Evitarlos se consigue adoptando medidas sencillas que han de convertirse en hábito.
En la cocina
- No deje nunca a los niños solos si está cocinando o utilizando el horno.
- Guarde todos los productos de limpieza en un cajón alto, nunca debajo de la fregadera.
- Si es posible, dote a los fuegos de un sistema de bloqueo, y no juegue nunca con los interruptores o llaves del gas.
- Oculte cuchillos, tijeras y cerillas.
- Cierre la puerta de la terraza y no guarde en ella, a la vista, nada que pudiera parecer atractivo (cubos de la playa, juguetes…).
- Coloque bloqueadores de puertas (se encuentran en el mercado por un precio aproximado de 10 euros 5 pares).
- Hornos, lavadoras, secadoras y planchas deben estar fuera de su alcance o con cierre de seguridad.
- Cuidado con la plancha, aunque esté apagada.
En el baño
- Seque siempre el suelo mojado y acostúmbreles a calzarse nada más abandonar la bañera.
- Controle la temperatura del agua.
- Si tiene algún electrodoméstico en el baño, desenchúfelo y aléjelo de su alcance.
- Guarde las maquinillas y las cuchillas después de su uso.
- Si está ahí el botiquín -aunque lo adecuado es no tenerlo en esta estancia-, ciérrelo con candado, y evite convertirlo en un lugar secreto que despierte la curiosidad de los más pequeños.
- Cierre la llave del agua del bidé, puede no resultar peligroso pero, sin duda, es un atractivo lugar de juego.
Son muchos los rincones y objetos que pueden llevar al niño a sufrir un percance, por lo que debemos tomar ciertas precauciones. No se trata de coaccionar o sobreproteger al niño e inhibir sus necesidades de exploración del medio, sino de buscar tranquilidad.
Es básico:
- Asegurarse de que disponer de un interruptor diferencial (ICP). Se trata de un mecanismo de protección de circuitos, que detecta una desviación del voltaje y corta la corriente. Su instalación es obligatoria en viviendas de nueva construcción (viene de obra), pero si se carece de ICP conviene contactar con la compañía eléctrica para solicitar su colocación (cuesta unos 100 euros pero puede ahorrar muchos disgustos y dinero).
- Instale siempre enchufes con toma de tierra, y tape el interruptor con unas placas de plástico. (un paquete de 10 unidades no supera los 10 euros).
- Guarde fuera del alcance de los niños tijeras, agujas y cajas de costura.
- Esconda la caja de herramientas y no olvide guardar las pilas.
- Coloque topes en las puertas de las salas principales para evitar que se cierren.
- No muestre dónde guarda medicamentos o productos tóxicos y recipientes de productos peligrosos, aunque estén vacíos. Deben depositarse en lugares inaccesibles para los niños.
- Una mesita de cristal en lugares de paso o de recreo puede convertirse en un objeto peligroso.
- Si posee armas, guárdelas bajo llave y nunca juegue con ellas.
- Las bolsas de plástico pueden ser peligrosas (algunos niños pequeños meten la cabeza y pueden ahogarse).
- Si hay escaleras en la vivienda, instale barras de protección.
- Si tiene piscina, coloque una malla siempre que no haya un adulto acompañando a los niños.
- Proteja los accesos a escaleras con puertas de seguridad.
- Es importante que los juguetes sean adecuados a su edad, evitará riesgos innecesarios.
- No coloque sillas cerca de ventanas o balcones.