Merece la pena invertir en ellas
Tipos de batería
La diversidad de modelos de este dispositivo, cuya misión es la de proporcionar la potencia necesaria para encender el motor de arranque y proteger al mismo tiempo el sistema eléctrico, es enorme.
- Baterías que necesitan mantenimiento: requieren agua destilada para funcionar. Son más económicas, hasta un 10%, pero menos cómodas por la atención que precisan. Cada vez se utilizan menos.
- Baterías que no necesitan mantenimiento: son las más usadas por su comodidad, aunque también algo más caras. Es importante que una vez al año sean revisadas por un técnico que verifique su buen estado. Dentro de este grupo destacan las de aleación de cadmio plomo y cadmio plata, que se colocan sobre todo en vehículos de gama alta por su mayor duración y rapidez de recarga, aunque son más caras que el resto.
Los fabricantes indican el amperaje que cada vehículo requiere y proporcionan este dato mediante la unidad Amper hora (Ah). Según los expertos, no se debe adquirir una batería con un amperaje inferior al indicado por la marca del coche, pero sí puede ser superior en función del número de elementos eléctricos que se deban encender. También hay otros casos en los que el amperaje recomendado por los talleres es algo superior, como en el caso de vehículos viejos o con motores castigados.
Estas indicaciones del fabricante aparecen en la batería original del coche y en el manual del usuario del vehículo.
- Para coches de gasolina y sin aire acondicionado: baterías de 45 amperios.
- Para coches de gasolina y con aire acondicionado: baterías de 55 amperios.
- Para coches de gasolina y diesel de gama media: baterías de 75 amperios.
- Para los coches de lujo: baterías de 70 a 90 amperios.
Cuidados de la batería
Los especialistas en motor aseguran que una batería bien cuidada y utilizada correctamente garantiza y alarga su buen funcionamiento. Para ello se debe tener en cuenta qué puede afectar a la buena salud de una batería:
- El mal funcionamiento del sistema de carga, debido a un fallo en el regulador de voltaje. Por eso se recomienda que se carguen en presencia de un experto.
- Secado de las celdas porque no tiene los niveles de agua suficientes.
- Una mala colocación de la batería, de manera que ésta pueda vibrar y la vibración es uno de los factores que más dañan a la batería, por lo que se recomienda que vaya bien sujeta al vehículo.
- Fallos en el sistema de arranque, por lo que le exige más fuerza a la batería.
- Nivel de agua. Es necesario verificar a menudo el nivel del agua y que el mantenimiento sea periódico, como mínimo una vez al año.
- Corriente eléctrica. Siempre que se vaya a instalar un accesorio electrónico en el coche conviene consultar con un técnico si la potencia de la batería será suficiente, porque es posible que interese sustituirla por el aumento de demanda de corriente eléctrica.
- Sistema de carga. Revisar el sistema de carga del coche, el alterador y regulador de voltaje, para evitar sobrecargas y descargas.
- Con lluvia. La lluvia obliga a limpiar a menudo el acumulador para evitar que se ensucien los conectores y se pierda el contacto e impidiendo que se recargue la batería. Además, con la suciedad se corre el peligro de que penetre alguna impureza en el electrolito y la batería dure menos. Por eso es importante que los tapones estén bien puestos.
- Con el frío y nieve. Es bastante común que en las mañanas frías, después de haber helado, el coche no arranque o tarde más en arrancar. En estos casos, y siempre que se sospeche que es debido a la batería, se recomienda acudir a un taller o un centro especializado y no tocar nada de la batería.
- Con el calor. El calor desgasta los materiales de la batería, de manera que se debe comprobar con mayor cuidado en cualquier otra época del año el nivel del agua y el limpiado de los postes.