Fotografiar la naturaleza, pero respetándola
Retratos de paisajes, polluelos, flores, amaneceres, etc. constituyen el sueño de cualquier amante de la fotografía. Si usted se considera uno de ellos, recuerde que es un intruso en ese mundo que admira y cuyas imágenes desea llevarse como recuerdo. Debe respetar, por tanto, los seres vivos y su ecosistema, y esto implica conocer y entender los aspectos técnicos de la fotografía y saber adaptarlos de modo que afecten en la menor medida a la naturaleza.
Parques naturales, fotos en silencio
La conducción por estas zonas debe ceñirse más estrictamente, si cabe, a las normas de circulación. Al ver un vehículo parado desde donde se están tomando fotografías, deténgase a una distancia prudencial. Encienda de nuevo el motor cuando esté seguro de que no le estropeará la instantánea a su ocupante. No se acerque a animales peligrosos con el coche, y si transporta pasajeros, asegúrese de que cumplan las normas de seguridad y cortesía con el entorno. Apague radios, walkmans y disc mans… Si cualquier criatura salvaje se alterase por su presencia, márchese de allí antes de forzarla a ella a moverse, ya que es peligroso que abandone su hábitat.
Nidos, sin molestar a las crias
Todo fotógrafo ansía obtener la instantánea donde se aprecia a los polluelos de cualquier ave siendo alimentados por sus padres. Para ello, lo primero es informarse sobre cómo se realiza esa manutención y cuál es el comportamiento de los animales durante su crianza.
Lea libros que describen esa situación y consulte con grupos de estudio de la naturaleza antes de procurar ese tipo de fotografía. Lo idóneo será esconderse en un refugio (hide), que se vende al efecto, para no perturbar a las criaturas.
Ahora bien, no erija el escondite a ojos del gran público, para evitar que se sientan atraídos y perturben al animal. Procure no ser visto (ni el equipo) a través o fuera del refugio levantado, y no se acerque demasiado al nido o guarida. Desmantele el campamento si los padres de las criaturas no regresan en un tiempo prudencial para seguir alimentando a sus pequeños, especialmente en días muy fríos o calurosos.
Debe instalar el refugio antes de que las crías nazcan y los padres se hayan establecido firmemente en el lugar, para que no perciban nada extraño y no aborrezcan el nido.
Insectos y reptiles, cuando estén más inactivos
Lo ideal es fotografiar a estos animales en pleno campo, donde se reflejaría exactamente su vida, aunque también es aceptable capturar a estas especies para fotografiarlas en el estudio, siempre que se devuelvan a su hábitat original tan pronto como sea posible.
Antes, habrá de solicitar el permiso oportuno ante las autoridades medioambientales de la zona. Eso sí, el fotógrafo no debe poner nunca en peligro la vida de ninguna especie.
Lo mejor es fotografiarlas por la mañana temprano, a última hora de la tarde o cuando el tiempo es más fresco y ellas se encuentran más inactivas.
Mareas, geología y Botánica
Los animales que habitan y se desarrollan en el mar, tanto encima como debajo de las rocas, a merced de las mareas, desempeñan un papel definido en el ecosistema, y morirían si, tras retratarlos, no los dejamos tal y como los encontramos. En cuanto a las rocas, nunca debemos alterarlas aplicando sustancias para lograr una foto más espectacular o con mayor colorido. Las formaciones y los cristales de las cuevas tampoco se deben arrancar, romper o tomar del lugar donde se encuentran, ya que jamás volverían a ser restablecidas.
A la hora de retratar flores y plantas, evite pisotear su entorno, esos daños afectan a todas las especies del ecosistema. Nunca recoja flores salvajes o endémicas para fotografiarlas en el estudio: saque la instantánea en el entorno natural de la planta, aunque el resultado no sea perfecto en cuanto a luz.
Normas del fotógrafo Spook Skelton para promover la conservación y el conocimiento de la naturaleza, a través de la fotografía, la observación y la exposición:
- El bienestar del sujeto es siempre más importante que la obtención de su fotografía.
- Documéntese ampliamente sobre la biología y el comportamiento de las especies a fotografiar, con el fin de prevenir actuaciones improcedentes.
- Adquiera conocimientos técnicos para abordar con seguridad la fotografía de seres vivos.
- Solicite a las autoridades, así como a los propietarios de terrenos privados, los permisos necesarios para fotografiar especies y enclaves naturales protegidos por la ley.
- Para fotografiar fauna lo adecuado es trabajar con ejemplares libres y salvajes en su medio natural, sin alterar su normal comportamiento y evitando situaciones delicadas, como animales incubando o con crías recién nacidas.
- Los retratos de flora se tomarán también en el campo, sin arrancar las especies protegidas.
- Evite cortar ramas para camuflar los escondites o hides que se emplean para la fotografía de fauna salvaje. Utilice redes de camuflaje artificiales.
- Hágase ver por la noche. Además del dinamo en la delantera de la bici, conviene colocar detrás un reflectante y una luz roja intermitente, a pilas, que no se apague cuando pare en los semáforos.
- Devuelva a su lugar de origen, sin daño alguno y en el plazo más breve posible, los especímenes de fauna y flora que hayan sido tomados del campo para su fotografía en estudio. Jamás mueva de su entorno especies protegidas por la ley o en peligro de extinción.
- No altere la integridad de una formación geológica o paleontológica.
- Pase desapercibido durante el trabajo de campo, sin atraer la atención del público o de un depredador. No revele la localización de especies raras o amenazadas, salvo a investigadores acreditados que contribuyan a su protección.
- Mantenga siempre limpio el lugar del trabajo de campo.
- Informe a las autoridades de cualquier infracción que observe contra la naturaleza.
- Colabore con otros compañeros para mejorar las condiciones de trabajo en la naturaleza, divulgando este código ético entre todos aquellos que lo desconozcan.
Prácticamente cualquier equipo servirá para esta especialidad fotográfica. Las prestaciones técnicas requeridas dependerán de la calidad que se desee obtener en las reproducciones y de lo que se pretenda plasmar en ellas.
- Cámara: Valdrán tanto las manuales como las automáticas, aunque las más adecuadas son las reflex autofoco de 35 mm (versátiles, fáciles de manejar y con variedad de objetivos y accesorios). Es importante conocer sus cualidades y limitaciones.
- Objetivos: Las mejores ópticas resultan caras. Una buena combinación: un objetivo angular (24 mm), un teleobjetivo medio (70-200 mm) y otro largo (300-800 mm). No debería faltar un objetivo macro para fotografías de plantas y animales pequeños. La opción más económica, sin embargo, la constituyen los zoom: por un precio razonable dispondremos de varios objetivos en uno.
- Trípode: Debe ser compacto, estable y con una altura mínima de 150 cm. Los trípodes más adecuados son, por su ligereza, los de fibra de carbono, pero conllevan un desembolso considerable.
- Bolsa de fotógrafo: Las mochilas son las que mejor se adaptan a este tipo de fotografía. Conviene estudiar si su capacidad y distribución interior se adaptan al equipo, si dispone de bolsillos auxiliares (para guías, prismáticos…) y es cómoda de llevar.
- Hide: Armazón metálico recubierto de tela (1 a 1,5 m2) y de altura suficiente para permanecer sentado, donde el fotógrafo se esconde para tomar instantáneas.