Comprar, conservar y manipular alimentos en verano
Para evitar que los alimentos causes desagradables sorpresas, sólo debemos adquirir ciertos hábitos a la hora de comprarlos, conservarlos y manipularlos. Recuerde que:
- Los gérmenes se reproducen a una velocidad vertiginosa: en doce horas, un germen puede multiplicarse por 20 millones. Por ello, es necesario almacenar los alimentos perecederos en frigoríficos, vitrinas de refrigeración o congeladores, a menos que vayan a ser consumidos inmediatamente.
- La correcta manipulación de los alimentos resulta fundamental. Debemos esmerarnos en la higiene personal: lavarnos las manos después de ir al servicio, mantener el cabello, las uñas y la ropa limpia.
- La pulcritud de los locales donde se preparan los alimentos es también imprescindible, sin olvidar los útiles de cocina, que deberemos limpiar con agua y jabón.
- Los insectos, como moscas y mosquitos, que proliferan con el calor, son transmisores de gérmenes. Cubra con papel de aluminio o con film transparente los alimentos.
Huevos
- Cómprelos con la cáscara y membrana intacta y limpia. Si indican la fecha de envasado y de caducidad, mucho mejor.
- Guárdelos en un lugar fresco, y si la temperatura es elevada, no dude en meterlos en el frigorífico.
- No los lave, destruiría la película protectora de la cáscara.
- Cuaje bien las tortillas, y nos las deje reposar en el mismo plato en el que las ha batido.
- Los preparados a base de huevos que no se someten a la acción del calor (cremas, mayonesas, batidos…) son peligrosos si después de listos se dejan a temperatura ambiente
- Si prepara la mayonesa en casa, elabore sólo la cantidad que necesite. No guarde los restos, ni siquiera en la nevera.
Verduras y frutas
- Vigile la temperatura y la humedad a la que se encuentran y preste cuidado a su manipulación. Lávelas a conciencia antes de consumirlas. Si va a ingerir las verduras crudas, manténgalas unos minutos en agua con unas gotas de lejía de uso alimentario y aclárelas después con abundante agua.
- Consúmalas antes de que transcurra una semana desde su compra, para aprovechar sus cualidades nutritivas. En frío se mantienen mejor las vitaminas, en especial la C.
- Los vegetales y verduras para ensalada deben tener un color verde brillante, sin bordes marrones ni hojas podridas. No compre fruta con moho, puede afectar a las demás piezas.
- Las frutas de bayas (fresas, frambuesas y arándanos) se pasan rápidamente, consúmalas cuanto antes. Elija las de color intenso.
Pescado
- Compruebe que ofrezca un aspecto brillante y jugoso, y que la carne esté prieta y bien adherida a la piel y a la espina central. Las escamas no deben presentarse sueltas y las branquias han de lucir un tono rojo o rosado.
- Cómprelo muy fresco. No adquiera pescado con olor fuerte.
- Si lo va a congelar, hágalo cuanto antes, ya que se descompone fácilmente.
- Envuelva cada tipo de pescado por separado. No lo congele en contacto directo con el hielo, envuélvalo. Si no, pierde nutrientes -que pasan al hielo- y sabor.
- El peor enemigo del pescado fresco es la temperatura elevada. Su vida útil no supera los dos o tres días aun en el frigorífico.
Marisco
- Debe ser firme al tacto, de color blanco o sonrosado, pesado y con olor a mar. Los olores fuertes o desagradables son indicio de deterioro.
- No consuma marisco crudo. El olor a amoniaco es un indicio claro de que el marisco no se encuentra apto para su consumo.
- A poder ser, compre el marisco vivo. Una vez muerto, hay que cocerlo en dentro de las siguientes 24 horas.
- Asegure una correcta cocción: un minuto de ebullición por cada cien gramos de marisco. Consúmalos antes de dos o tres días.
- Desconfíe de los moluscos que no lleven etiqueta de depuración.
Carne y aves
- La carne fresca es roja, con aspecto sedoso rojizo, y no marrón. Compruebe que la grasa sea blanca, no amarillenta.
- Hay que preservar la carne de las altas temperaturas y la humedad. Consérvela en el refrigerador.
- Las aves de corral deben ser flexibles, su esternón suave al tacto y el pecho rechoncho y de color claro. Las aves frescas resisten mal la luz y las altas temperaturas. No deje que transcurran más de 6 días sin prepararlas en caso de piezas enteras y 5 días si se trata de pechugas, muslos¿
- Consérvelas en el frigorífico.
Otros
- Si toma helados, evite que se descongelen y manténgalos hasta el momento de su ingesta en el congelador.
- Los productos lácteos, una vez abiertos, deben guardarse en el frigorífico y consumirse rápidamente. Conserve los quesos frescos en el refrigerador, evitando cambios bruscos de temperatura. La temperatura ambiente acorta considerablemente su vida.
- Guarde los aperitivos (aceitunas, pepinillos, cebolletas,…) en un lugar fresco y seco, al abrigo de la humedad y la luz.
- Proteja los embutidos de la humedad y de los cambios bruscos de temperatura.