En unas capitales, mucha mayor insfraestructura deportiva que en otras
Esto es, promovidas y gestionadas fundamentalmente por los ayuntamientos de las ciudades en que viven estos usuarios que entienden que el deporte no se limita a un espectáculo televisivo. Y hacen bien, porque nos permite mantener la forma física y controlar un poco el peso. Además de para rescatar ese espíritu del juego y la diversión tan apropiados para encarar la vida con alegría, el deporte sirve para romper la monotonía cotidiana y liberar ese plus de agresividad que a veces no podemos canalizar; y, también muy importante, fomenta la comunicación con los demás.
Natación, fútbol, tenis, gimnasia, baloncesto, futbito, frontón, atletismo, ? son actividades en las que muchas personas invierten su tiempo de ocio sin salir de la urbe. Pero no siempre es sencillo realizarlas, ya que algunas ciudades carecen de la infraestructura necesaria para ello.
“Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio” recuerda la veinteañera Constitución española en uno de sus artículos.
CONSUMER ha realizado un estudio sobre el equipamiento deportivo de uso público en doce capitales. La primera conclusión es que ninguna puede presumir de un equipamiento completo: en todas, las autoridades municipales deben mejorar la oferta de instalaciones deportivas de su ciudad. Por ejemplo, y de media, sólo hay un vaso de piscina para adultos por cada 36.365 habitantes. O un gimnasio por cada 15.331 residentes en estas doce capitales. Ahora bien, los medios desplegados por las instituciones públicas en algunas ciudades son muy superiores a los de otras. Dicho de otro modo, los residentes de unas (por ejemplo, Logroño y Burgos) lo tienen mucho más fácil para hacer deporte que los de otras, como Murcia, Santander o Alicante.
Naturalmente, siempre queda la alternativa de recurrir a clubes deportivos privados (los hay de todo tipo, desde los elitistas hasta los más populares), pero este informe compara exclusivamente las infraestructuras deportivas de titularidad pública. Para facilitar su comprensión, se habla del número de instalaciones de cada especialidad deportiva en función de su número de habitantes de cada capital. Por tanto, se indican datos relativos, no totales. Y ello porque las 20 piscinas de Bilbao significan menor equipamiento que las 11 existentes en Logroño, ya que la capital riojana tiene tres veces menos habitantes que la vizcaina. Logroño, por cierto, es la ciudad mejor equipada en gimnasios y salas de musculación (once veces más que Alicante), canchas polideportivas (ocho veces más que Valencia), frontones (un 50% mejor que Bilbao) y la segunda mejor en campos de fútbol. Esta privilegiada situación de la capital riojana se debe a que se han contabilizado también las instalaciones de los colegios públicos, porque son gestionadas por el Ayuntamiento y están abiertas al público en general. Por su parte, Burgos es la mejor dotada en piscinas (diez veces más que en Alicante y Santander) y en pistas de atletismo y tenis. Vitoria queda como la más equipada en pistas de squash y entre las más generosas en piscinas, gimnasios y salas de musculación, frontones, pistas de tenis y campos de fútbol. San Sebastián es, junto con Bilbao, la mejor en canchas de paddle,mientras que Barcelona y Valencia se sitúan en una posición intermedia. Murcia es la mejor en campos de fútbol, aunque de las peores en pistas de tenis. Santander, es la menos dotada en piscinas, y de las más pobres en gimnasios y salas de musculación. Carece de pistas de paddle y de squash (al igual que Alicante). Pero ocupa la tercera mejor posición en campos de fútbol. Valencia es la peor en canchas y de las peores en piscinas y gimnasios y salas de muscuación. La peor de todas, Alicante. Mal en piscinas, canchas y la peor en pistas de tenis, gimnasios y salas de musculación.
Cuánto cuesta hacer deporte.
Los centros deportivos públicos ofrecen en su mayoría a sus abonados gran variedad de tarifas anuales para que accedan a las instalaciones que no requieren reserva ni pago previo para su utilización. Pero también hay tarifas más apropiadas para los usuarios ocasionales. Cada Ayuntamiento establece sus abonos, que permiten acudir a cualquiera de los polideportivos municipales, cuyos precios varían en función de varios factores, entre otros la edad del usuario y si está empadronado o no en la ciudad. El abono anual para mayores de 18 años en Vitoria es de casi 15.000 pesetas, mientras que, cualquiera que sea su edad, un bilbaíno pagará casi 14.000 pesetas. En San Sebastián, los mayores de 16 años pagan 16.000 pesetas anuales, y en Santander sólo 1.750 (si bien este abono no permite acceder a las piscinas). Los logroñeses abonarán unas 11.000 pesetas al año y los vecinos de Burgos, 9.600. En Pamplona no hay abonos. Se pueden usar las instalaciones cuando se quiera, siempre que no estén ocupadas por reservas realizadas a principio de temporada.
Los abonos familiares son otra alternativa. En Vitoria, los descuentos oscilan entre el 25% y el 80% según el número de miembros de la familia. En Burgos. se mueven entre unos más discretos 5% y 20%. En Bilbao, la tarifa familiar gira en torno a las 21.000 pesetas, un poco menos que en Logroño, mientras que en San Sebastián ronda las 29.000 pesetas. Como puede comprobarse, hay diferencias importantes en las tarifas. Para utilizar las instalaciones de Castellón, Valencia, Alicante y Murcia los ciudadanos pueden comprar bonos de varios usos de manera que les sale más económico que pagando la tarifa ocasional para ese mismo número de usos pero los tipos de estos varía en cada ciudad. Por otra parte se puede acceder pagando la tarifa de uso ocasional. En estas ciudades es posible abonarse a alguna instalación para toda la temporada si se pertenece a un grupo organizado ( Entidades, clubes) solicitando a principio de temporada los días y horas de la semana en que se va a utilizar la instalación. así estos grupos gozarán de importantes descuentos en las tarifas, por ejemplo en Valencia ese descuento es del 50%. En Castellón para bañarse en una piscina cubierta la tarifa de uso ocasional es de 225 pesetas y un bono de 10 baños cuesta 1700.
En Valencia el precio de un bono para piscina cubierta es de 4000 pesetas ( Con este bono se hacen 12 usos al precio de 10 ) y la tarifa de uso ocasional es de 400 pesetas/hora. En Alicante un bono para piscina de diez usos tiene un precio de 3000 pesetas para usuarios mayores de 18 años y el uso individual ocasional para este mismo colectivo es de 400 pesetas. En Murcia un bono para piscina 15 usos para mayores de 16 años tiene un precio de 2350 pesetas y el uso individual ocasional es de 410 pesetas para este mismo colectivo.
El caso de Barcelona es diferente, los usuarios se pueden abonar a un polideportivo municipal mensualmente y así hacer uso de las instalaciones durante todo el día siempre y cuando esté libre la instalación. Este precio de abono varía dependiendo del polideportivo al que quiera el ciudadano abonarse. También pueden alquilar las instalaciones los no abonados pagando una tarifa de uso ocasional. Los precios de abono mensual a los polideportivos más representativos son para mayores de edad entre 2500 y 6500 pesetas/mes, entre 1500 y 3975 pesetas/mes para un tercer familiar, y la tarifa de uso ocasional para mayores de edad oscila entre 500 y 2700 pesetas.
Por otro lado, tras la visita a 52 de las instalaciones deportivas más importantes en estas doce capitales, se concluye que la mayoría ofrecen cursos de aprendizaje de varios deportes, si bien la diversidad de estos cursos es muy distinta según las ciudades. También se ha constatado que en todos los centros visitados había botiquín, y que muchos (todos los de Bilbao, Donostia, Castellón y Murcia) cuentan con una dependencia sanitaria bien equipada.
Asimismo, había taquillas en los vestuarios de casi todos los centros deportivos (en Logroño, sólo en uno de los cuatro inspeccionados), y su estado de conservación y limpieza era correcto. Por último, y aunque con algunos problemas menores (piedras en una cancha de mini-basket y suelos resbaladizos en muchos vestuarios, entre otros), estas instalaciones no presentan elementos que puedan suponer peligro físico para sus usuarios.
Los minusválidos, por su parte, disfrutan de accesos habilitados para sillas de ruedas en la mayoría de las instalaciones deportivas visitadas, pero en una de cada cuatro faltan rampas de acceso a las diversas áreas del espacio deportivo o son menos de las necesarias. Y, excepto en San Sebastián y Murcia, en todas las capitales algún centro deportivo (siempre nos referimos a los visitados por CONSUMER) carecía de aseos adaptados para minusválidos.
Unas capitales, mucho mejor que otras
Tal y como se adelantaba, ninguna ciudad puede presumir de un equipamiento completo. En Valencia, sin ir más lejos, parece necesitarse más canchas polideportivas para practicar el futbito, baloncesto, balonmano, … tiene ocho veces menos canchas que Logroño, donde no se tiene constancia de que sobren. En Bilbao y Pamplona hay muy pocos campos de fútbol. Valencia, por su parte, adolece de una escasa oferta de piscinas (es la tercera ciudad peor equipada en piscinas, aunque mejor que Santander y Alicante). En Burgos, las carencias más evidentes afectan a los gimnasios y salas de musculación: ocho veces menos que en Logroño. En Barcelona se deberían aumentar las canchas polideportivas y las de paddle. En Murcia, las pistas de tenis y los frontones.
De las doce comparadas, la capital alicantina es la peor equipada en instalaciones deportivas públicas. Ofrece, por ejemplo, sólo tres piscinas. Y el número de pistas de tenis, gimnasios y salas de musculación es, comparando con sus capitales vecinas, muy escaso. Sólo Bilbao (con seis), San Sebastián (con tres), Barcelona (con 4), Castellón y Valencia (ambas con 2) y Murcia disponen de pistas de paddle, lo que parece disculpable ya que todavía la práctica de este “tenis en miniatura” no está muy extendida entre nosotros. Pero parece más difícil de asumir que en Santander, Logroño, San Sebastián, Castellón, Alicante y Pamplona no haya una sola pista pública de squash, un deporte que lleva más de una década afianzándose en nuestro país.
Qué deportes nos gustan y qué opciones tenemos de practicarlos
Según revela un estudio de hace dos años del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), los deportes que gozan de más adeptos en nuestro país son la natación (un 33% de quienes hacen deporte dice practicarla), ciclismo (27%), fútbol (21%), gimnasia de mantenimiento (16%), baloncesto (14%), jogging (13%) y el tenis (12%). El informe de CONSUMER revela que en las doce capitales sólo hay, de media, un vaso de piscina grande (sin incluir las de chapoteo para niños) por cada 36.300 habitantes. Los gimnasios y las salas de musculación tampoco abundan: uno por cada 15.000 habitantes. Lo que más hay es canchas polideportivas, una por cada 7.500 habitantes.
Practicar el tenis en instalaciones públicas sigue siendo poco más que un sueño: sólo hay una pista por cada 22.600 habitantes. Y por no hablar del atletismo (una pista por cada 142.000 habitantes), el squash o el paddle, con equipamientos todavía más escasos. En cuanto a frontones para jugar a pelota, no forman parte del paisaje habitual de nuestras capitales: sólo hay uno para cada 34.000 habitantes. Como tampoco abundan los campos de fútbol de uso público: uno por cada 27.000 personas.
Barcelona, a pesar de no ser la ciudad con más piscinas en relación al número de habitantes, es la que cuenta con mayor número de vasos en recintos cubiertos, con 37. En Vitoria se puede nadar en 13 piscinas cubiertas. En Bilbao en 12 piscinas cubiertas, aunque en relación al número de habitantes se sitúa bastante por debajo de la capital alavesa. Burgos, con 5 vasos cubiertos, se sitúa en una situación intermedia. Con escaso equipamiento en piscinas cubiertas quedan Castellón, Murcia, Valencia y Pamplona, aunque la situación más deficitaria se registra en Alicante y Santander (ésta última carece de ellas). La circunstancia de que Alicante y Santander cuenten con playas no es óbice para que las instituciones se planteen construir piscinas cubiertas en las que se puede nadar durante todo el año. Las pistas de atletismo, a pesar de constituir el escenario más adecuado y seguro para correr, son difíciles de encontrar. Por ejemplo, Santander, Logroño, Pamplona, Vitoria, Murcia y Castellón cuentan con una única pista de atletismo de acceso público. Burgos, Alicante y San Sebastián disponen de dos, Valencia de tres, Bilbao cuenta con una más. Barcelona, por su parte, tiene doce pistas y rectas de atletismo.
El deporte también se aprende
La tradición de nuestro entorno humano más cercano, la comodidad o cualquier otra circunstancia pueden orientarnos hacia un deporte, cuando quizá nuestras preferencias o habilidades apuntan a otro. Es el caso de quien queda cada fin de semana con sus amigos a jugar al futbito o fútbol sala cuando lo que le encanta es el tenis o la natación. Pero nunca es tarde para aprender: hay cursos para casi todo, pero no en todas las capitales la oferta es igualmente variada. Vitoria se erige como la capital más ambiciosa en materia de educación deportiva: las instalaciones públicas ofrecen cursos sobre más de 50 especialidades. La oferta de Logroño también es muy diversa, con 41 modalidades distintas. En las demás capitales, los vecinos se encuentran con una gama de opciones muy inferior: en Valencia, Murcia, Bilbao, Castellón, Alicante y Pamplona disponen de cursos de aproximadamente una veintena de deportes.
En menor medida podrán aprender deportes los residentes en Burgos y Santander, con cerca de 15 cursos, aunque son los ciudadanos de San Sebastián los menos favorecidos: sólo hay cursos de cinco modalidades deportivas. En Barcelona no ha sido posible conocer el número de cursos ofertados.
Los vestuarios, bien.
En todos los complejos deportivos visitados de Alicante, Murcia, Bilbao, San Sebastián y Pamplona, y en dos de los tres de Santander y cuatro de cinco de Barcelona, hay taquillas en los vestuarios. Además, el estado de conservación y limpieza de las taquillas era bueno, con la excepción de las de La Albericia (Santander), Antiguo Hipódromo y Pabellón Municipal de Deportes (ambos en Alicante) en las que podría mejorarse. En el Centro Río Vena, de Burgos, no las hay. En Vitoria, los tres centros que cuentan con taquillas (se visitaron cinco), las tenían en correcto estado, al igual que los dos de Castellón que tienen taquillas (se visitaron 4).
En Valencia, sólo en dos (Pabellón Fuente San Luis y Tramo 3 del cauce del Río Turia) de los cinco había taquillas, si bien su conservación y limpieza eran adecuadas La peor preparada es Logroño. Sólo en uno (Las Norias) de los cuatro había taquillas, si bien su conservación y limpieza eran adecuadas. El estado de los vestuarios en general no presentaba deficiencias importantes. Unicamente se localizaron 8 vestuarios con deficiente aspecto: cuatro de los 14 visitados en Vitoria, dos de los 7 de Santander, uno de los 11 de Barcelona y uno de los 11 de Alicante.
De otro lado, se han detectado pocos elementos que entrañen peligro para quienes hacen uso de los complejos deportivos: en Mendizorroza (Vitoria), se vieron hierros y andamios en algunas zonas. En Txurdinaga y Artxanda (Bilbao) se debería ajustar mejor las arquetas que delimitan las piscinas. En el Varea, de Logroño, se puede uno tropezar con las canastas de baloncesto mientras hace deporte en la cancha polivalente, ya que las canastas están muy pegadas a la banda. En el Antiguo Hipódromo Monte Tossal (Alicante), se vieron taquillas oxidadas en los vestuarios y en el Pabellón Municipal de Deportes, de la misma ciudad, se estaban acometiendo algunas obras, que estaban deficientemente delimitadas.
Por lo que respecta al suelo de los vestuarios, en el Pabellón Fuente San Luis, en todos los complejos de Bilbao, salvo los del San Ignacio, eran resbaladizos. Sucede lo mismo en Mendizorroza (Vitoria), en las Piscinas Paco Yoldi y en el Bidebieta (ambos, en San Sebastián) y en Las Norias (Logroño). También se puede uno tropezar con el abundante material deportivo que se reparte por los pasillos del Polieportiu Municipal L´illa de Barcelona.
Y, cambiando de tema, en todos los centros visitados de Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Murcia, Santander y en cuatro de cinco de Alicante, había cabinas telefónicas. Nunca está de más disponer de un teléfono al que poder recurrir para dar avisos o recados personales, y, sobre todo, para casos de urgencia. La peor dotación telefónica se daba en Logroño, Barcelona y Pamplona. Sólo en uno de los cuatro polideportivos visitados en estas ciudades había cabina. En el Vena, de Burgos, en la mitad de Castellón y en tres de cinco de Valencia, tampoco había cabinas.
Pamplona, caso aparte
Pamplona tiene una infraestructura deportiva diferente a la del resto de las ciudades. Nada menos que el 40% de la población es miembro de alguna de las sociedades deportivas privadas que operan en la ciudad. En el resto de las capitales, la mayoría de la población acude a instalaciones municipales. Aunque estas coexistan, o compitan, con instalaciones y clubes deportivos privados en los que hay que pagar normalmente una elevada cantidad de dinero para hacerse socio y otra para abonarse para todo el año u otro periodo de tiempo.
Pamplona es una de las ciudades que peor equipamiento deportivo de uso público ofrece. Sin embargo, cuenta con más de una docena de clubes privados, muchos de los cuales disponen de instalaciones de calidad para la práctica de diversas especialidades deportivas. Asimismo, el coste que supone pertenecer a algunas de ellas es más asequible que el habitual en otras ciudades.
Desde el Ayuntamiento pamplonés se explicó a CONSUMER que no se ha invertido en construir más instalaciones deportivas porque los clubes cubren suficientemente la demanda deportiva de los vecinos. Desde el Ayuntamiento se propician acuerdos con estas sociedades privadas por los que se les cede terreno declarado de uso público para que amplíen sus instalaciones. A cambio, los clubes entregan a la corporación municipal un determinado número de abonos de uso anual, o para la temporada de verano, para que los distribuya entre los ciudadanos.
A pesar de todo, es de suponer que no serán pocos los pamploneses que preferirían disponer de más instalaciones deportivas de titularidad pública.
Barcelona, caso aparte
Los datos que figuran en el informe corresponden a las instalaciones deportivas de propiedad municipal. No figuran las que pertenecen a la Generalitat, Puerto Autónomo, Diputación y Administración Central. El Ayuntamiento de Barcelona explota sus instalaciones deportivas cediendo la gestión de las mismas a entidades deportivas. (ninguna instalación es gestionada por el Ayuntamiento. Los gestores de las instalaciones municipales han de ser entidades sin ánimo de lucro. El órgano que controla esta gestión indirecta, os subcontratación, es el Consejo Municipal de Deportes. El Ayuntamiento no organiza una oferta de cursos, los fomenta delegando en los gestores de las instalaciones.
Así, se ofertan cursos en la medida en que haya demanda, es decir, se trata de ajustar la oferta a la demanda, hasta que se colapsan las instalaciones; entonces, se hace una lista de espera. La cesión de las instalaciones a las entidades deportivas se realiza mediante la firma de un contrato por un número de años. Estos contratos se auditan anualmente mediante un informe de ingresos y gastos. Los gestores pagarán un canon anual por gestionar esas instalaciones municipales.
En cuanto a los precios para el acceso a las instalaciones, se fijan y aprueban por el Ayuntamiento. Hay nada menos que 119 entidades gestoras de las instalaciones municipales. El canon a pagar al Ayuntamiento se compone de una parte fija y otra variable en función de los ingresos. Si la entidad ha llevado a cabo alguna inversión para la mejora de las instalaciones, este canon se reducirá. En caso de una reparación importante, o de la construcción de más instalaciones, el coste lo sufraga el Ayuntamiento.
Barcelona es la primera ciudad europea que implanta este modelo de gestión. Según fuentes municipales, la actual dimensión demográfica de la ciudad desaconseja, por su complejidad, una gestión directa de las instalaciones deportivas municipales por parte del Ayuntamiento.
Las instalaciones públicas no municipales se gestionan también indirectamente, por cesión. Al parecer, el sistema funciona bien y se amortizan más fácilmente las instalaciones.
Ficha técnica
- Se analiza y compara el equipamiento deportivo de titularidad y uso públicos con el que cuentan Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Logroño, Burgos, Santander, Barcelona, Valencia, Alicante, Castellón y Murcia.
- A partir del 1 de noviembre, CONSUMER se puso en contacto con el Area de Deportes del Ayuntamiento de cada ciudad, explicando el objeto del estudio y remitiendo un cuestionario, en el que solicita datos sobre el número de vasos de piscinas, pistas de tenis, squash, paddle, canchas, frontones, campos de fútbol?etc. También se preguntó por las tarifas de acceso a las instalaciones, y por los cursos que se ofertan a nivel público en general, y para la tercera edad y minusválidos en particular.
- Por otra parte, se visitaron, entre los días 5 y 9 de noviembre de 1998, cincuenta y dos complejos deportivos de uso público (de 3 a 5 por ciudad). En cada uno, se analizaron: estado general de conservación y limpieza, vestuarios y taquillas, elementos peligrosos, accesos y aseos para minusválidos, cabinas telefónicas y botiquín dependencia sanitaria. En total, se visitaron: 75 piscinas, 78 gimnasios y salas de musculación, 12 pistas de atletismo, 110 canchas deportivas (futbito, balonmano, baloncesto, minibasket, volleyball y badminton), 28 pistas de squash, 48 frontones, 8 pistas de paddle, 92 de tenis, 19 campos de fútbol, 7 de rugby, 6 de hockey patines, 5 rocódromos para practicar la escalada, 1 campo de golf y tres espacios para la práctica de golf.