Cómo ahorrar en calefacción

Las bajas temperaturas propias del invierno han supuesto la entrada en funcionamiento de los aparatos de calefacción en el 85% de los hogares, con el consiguiente incremento del consumo energético: electricidad, gas natural, propano, butano, fuel.
1 enero de 1999

Cómo ahorrar en calefacción

El clima del ámbito geográfico en que vivimos, el tamaño de la vivienda, el tipo y calidad del acristalamiento y la existencia de aislamiento térmico determinan en mucho el gasto en calefacción. Si adoptamos las medidas precisas, afrontaremos “cálidamente” los rigores invernales sin que nuestro bolsillo se resienta en exceso.

Así, mataremos dos pájaros de un tiro: ahorramos un poco, y reducimos el impacto ecológico que supone el consumo de energía.

Para dar con el sistema más adecuado

Si está pensando en instalar un sistema de calefacción en su vivienda, tenga en cuenta el tamaño, superficie, ubicación y orientación de la misma. Y el uso que va a dar a esa vivienda.

Tipos de sistemas

Sistemas centrales

  • Bomba de calor (electricidad). Proporciona aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. Ahorra entre un 60 y un 80% de energía respecto de un sistema eléctrico convencional. Es recomendable para climas templados. Cuesta entre 200.000 y 300.000 pesetas. Gasto anual: 19.000 – 67.000 pesetas.
  • Acumuladores (electricidad). Reducen los gastos de calefacción, ya que aprovechan las tarifas nocturnas, más baratas. Indicados para climas fríos y en habitaciones de uso diurno. Cuestan entre 274.000 y 375.000 pesetas. Gasto anual: entre 27.000 y 106.000 pesetas.
  • Caldera mural de gas con radiadores (Gas propano o gas natural). Alcanzan rápidamente la temperatura deseada. Recomendable en viviendas de más de 100 metros cuadrados, y en las unifamiliares en climas fríos. Cuesta entre 400.000 y 425.000 pesetas. Gasto anual: entre 37.000 y 58.000 pesetas.

Sistemas modulares

  • Radiador mural estanco (gas propano). Se puede instalar mediante módulos en función de las necesidades. Indicado en climas templados, en las habitaciones más frecuentadas. Desde 50.000 pesetas. Gasto anual: desde 923 pesetas la botella.
  • Estufa infrarroja y Estufa catalítica (bombona de butano o propano). No precisan instalación. Pero el calor emitido no se distribuye uniformemente. Indicadas para habitaciones de menos de 30 m2. Desde 13.000 pesetas. Gasto: entre 923 (propano) y 1.049 (butano) pesetas/botella.
  • Radiador de aceite y Convectores de aire (electricidad). Elevado consumo. Útiles como refuerzo de otros sistemas de calefacción. Desde 7.000 pesetas. Gasto anual: según potencia. Kw/h: 14,61 pesetas.
  • Controle la temperatura de la calefacción. Mantenga el termostato en 20º C durante el día. Para dormir son suficientes de 15º a 17º C. Atención: bajar un grado la temperatura de nuestro hogar supone un ahorro de hasta el 9% en el consumo energético.
  • No olvide que las superficies de cristal son el punto más vulnerable a las fugas de calor (el 40% de las pérdidas de calor se producen por las ventanas). Instale siempre que pueda doble acristalamiento en las ventanas. Ahorrará un 20% de energía.
  • Ponga burletes adhesivos en los cierres de puertas y ventanas. Ahorrará entre un 5% y un 10% de energía.
  • Instale en paredes y techos un buen aislamiento térmico. El gasto anual de calefacción puede incrementarse hasta un 70% en las viviendas que carecen del mismo, sobre todo en casas unifamiliares.
  • Si su calefacción es individual, instale un termostato. Desconectará el aparato cuando se alcance la temperatura adecuada.
  • No mantenga radiadores encendidos en zonas poco frecuentadas.
  • Si nota demasiado calor en casa, no abra las ventanas. Es mejor cerrar o reducir el nivel de alguno de los radiadores.
  • Disponga los radiadores debajo de las ventanas. El aire que entra forma corrientes y contribuye a que el calor se distribuya por toda la habitación.