Parkings: han encarecido el doble que el IPC pero su calidad apenas mejora
Prestaciones de suspenso a precio de sobresaliente. Los aparcamientos públicos continúan arrastrando carencias en servicios (la imposibilidad de pagar con tarjeta de crédito, en un 40% de los casos, es una de las principales); en información (en uno de cada cuatro no indican sus horarios y se han constatado deficiencias en señalización) y en seguridad (en 8 de cada 10 no hay vías de seguridad para peatones), lo que no obsta para que sus tasas crezcan de forma notable. Tanto es así que en los últimos cuatro años el coste medio de una hora de estacionamiento ha subido un 33%, más del doble del aumento del IPC en el mismo periodo (un 14,1%). Así lo ha constatado CONSUMER EROSKI en el estudio realizado en 160 aparcamientos públicos de pago y de rotación (no exclusivos para residentes o abonados) de 18 capitales españolas. Los mejores se hallaron en Barcelona, Málaga, Murcia, Sevilla, Valencia y Zaragoza, y los peores en A Coruña y Córdoba. La ciudad condal también encabeza el listado con las tarifas medias más caras (2,7 euros por una hora), seguida por Valencia (2,5 euros), Bilbao y Madrid (2,2 euros). Entre los más económicos, los de Alicante (un euro por una hora), Almería (1,2 euros), A Coruña y Valladolid (1,4 euros).
Actuando como clientes, los técnicos de esta revista visitaron parkings de A Coruña, Alicante, Almería, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Tres de cada cuatro se encontraban en el centro de la ciudad y casi el 80% eran subterráneos. La prueba se realizó durante tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas) como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas). Durante la observación, se aparcó durante una hora con el fin de comprobar si la información al usuario era completa, si se cumplían las normas de seguridad y accesibilidad, y si las instalaciones se encontraban en buen estado. Además, se efectuó un estudio comparativo de las tarifas.
Uno de cada cinco aparcamientos suspendió la prueba y la nota media de los 160 analizados se quedó en un ‘regular’, que no llega al aprobado. La proporción de suspensos ha disminuido (pasa de un 40% a un 20%) respecto de los resultados del estudio realizado por CONSUMER EROSKI en 2005 y la calificación media ha mejorado (de un ‘mal’ a un ‘regular’), pero la evolución es, a todas luces, insuficiente.
Las mayores carencias se han constatado en los servicios, que reciben un ‘mal’. La información y la seguridad ofrecida al usuario superaron el examen de esta revista, pero con un pobre ‘aceptable’. Las mejores valoraciones se registraron en limpieza (un ‘muy bien’) y en accesibilidad (un ‘bien’ frente al ‘regular’ de 2005).
- No dejar el ticket dentro del vehículo y, por supuesto, intentar no perderlo.
- En el caso de que se cobre por hora o fracción, solicitar el libro de reclamaciones (de existencia obligatoria) para hacer constar la queja por el cobro de un tiempo superior al realmente utilizado.
- Para reclamar indemnizaciones por daños y perjuicios contra el propietario del aparcamiento, la Ley establece la posibilidad de solicitar la mediación de las Juntas Arbitrales de Consumo. Se trata de una medida apropiada ya que el usuario tiene la posibilidad de resolver su reclamación sin necesidad de acudir a los tribunales de justicia, con el consiguiente ahorro económico y de tiempo.
- Preguntar, si no está claramente indicado, por el horario de apertura y cierre del parking.
- No dejar objetos de valor dentro del vehículo: el aparcamiento no se hace cargo de su reposición.
- Cuidado al pagar en las máquinas de pago automáticas: no aceptan todos los billetes, de forma que hay que procurar llevar cambio en moneda o en billetes de 5 y 10 euros.
Los precios no entienden de crisis
Desde el 1 de septiembre de 2007 todos los aparcamientos, ya sean públicos o privados, deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los abusivos redondeos al alza. Sin embargo, esta nueva ley no ha impedido que los precios, en algunos casos, se hayan doblado en cuatro años, o que en otros estacionamientos se aplique el conocido como “minuto de oro”. Bajo esta expresión se esconde un precio más elevado por el primer minuto de estancia, una práctica común en los estacionamientos seleccionados en Vitoria (cuesta de media 0,50 euros). Junto a Vitoria, las instalaciones estudiadas en Valladolid, Oviedo y Valencia (0,20, 0,18 y 0,16 euros) son las más onerosas por ese primer minuto. Por el contrario, esos 60 segundos iniciales resultan más económicos en los parkings escogidos en A Coruña y Alicante, apenas dos céntimos de euro.
El precio medio por estacionar una hora ronda los dos euros (1,9). Este desembolso representa un incremento de medio euro, cerca de un 33%, respecto a la media de 2005. Los mayores incrementos respecto a 2005 se hallaron en los aparcamientos estudiados en Vitoria (0,75 más, un 79%), en Zaragoza (80 céntimos más, un 62% de incremento); en Pamplona, 0,72 euros (un 52%) y en Valencia, 77 céntimos de euro (un 45% más que en 2005). En el extremo contrario, Madrid y Almería, con subidas de 0,19 euros (9%) y 0,25 euros (26%). Sin embargo, el precio en Madrid por estacionar el coche 24 horas es el doble de caro que lo que se pagaba hace cuatro años (34,4 euros por día completo de media frente a los 17,12 de 2005). Barcelona y San Sebastián repiten los puestos más onerosos (al igual que en 2005), con 32,4 y 22,7 euros por 24 horas.
El menor desembolso medio se constató en Alicante (10,9 euros) y en Oviedo (12,8 euros), la mitad de lo que se paga por el mismo tiempo en los estacionamientos más costosos. En cuatro años, el precio por aparcar el automóvil un día completo se ha incrementado en algo menos de 5 euros: de 15,26 euros a 20 euros, un aumento similar en términos porcentuales al registrado por una hora de aparcamiento. Además de los precios por hora, en algunos aparcamientos hay que sumar la tasa de acceso. Este sobreprecio se aplica en la mitad de los aparcamientos estudiados en Pamplona (con precios entre 0,05 y 0,25 euros) y en seis de los ocho tomados en cuenta en Valladolid (el coste por acceder al garaje se sitúa en los 0,14 euros de media). Asimismo, en todos los parkings analizados en Oviedo y en seis de los ocho de Alicante se cobra entre 5 y 20 céntimos de euro aunque no se estacione el vehículo y el conductor salga apenas un par de minutos después de haber entrado.
aunque en Barcelona sube hasta los 2,7
En casi una de cada tres instalaciones visitadas se obligaba al usuario a pagar la tarifa máxima diaria en caso de pérdida del billete. Para evitar este abuso, el estacionamiento debería contar con cámaras de identificación de matrículas para conocer el tiempo exacto que ha permanecido ese automóvil aparcado y cobrar únicamente esa fracción. Ocurre en todos los garajes públicos analizados en Barcelona, Granada y Pamplona, en los que, pese a perder el ticket, el usuario no tiene que desembolsar más dinero del que debería. Cuando el conductor entra en un aparcamiento de rotación, es fundamental que conozca todos los datos sobre la instalación. De hecho, la legislación exige que se indique “por cualquier medio” y de forma “perceptible” (en lugares visibles) los precios, horarios, normas de uso y funcionamiento del aparcamiento. Obliga además a disponer de hojas de reclamaciones.
Pese a las normativas, la información ofrecida al usuario sólo obtuvo un mediocre ‘aceptable’, una nota inferior al ‘bien’ logrado en 2005. En 6 de los 160 parkings estudiados no exponen claramente sus tarifas a la vista de los usuarios. Lo más acertado es que esas señales con los precios vigentes se sitúen en la entrada al garaje, la taquilla o máquinas donde se efectúe el pago del servicio, así como en las escaleras, ascensores o entradas peatonales de acceso a las instalaciones, como ocurre en la mitad de los estacionamientos estudiados.
Los horarios no eran visibles en uno de cada cuatro aparcamientos. La señalización también era insuficiente: en casi la mitad no había una señal de ‘encienda las luces’ y en el 28% ni siquiera se limitaba la velocidad, recomendada a 10 ó 20 kilómetros por hora. En la entrada era muy común señalar la altura máxima permitida. Sólo en el 46% de los casos se vio una barrera oscilante pintada con franjas rojas y blancas o una barrera de luz que controlase la altura de los vehículos. La señalización de las plazas libres tampoco es la idónea: en un 84% de los casos no disponía de algún sistema que guiase a los conductores hacia ellas (pueden ser señales luminosas) en el interior del recinto.
Es fundamental dirigir el tráfico de vehículos y el de peatones por diferentes lugares para evitar posibles atropellos. Sin embargo, un 10% de los parkings no disponían de una señalización completa de las salidas para vehículos y peatones. En muchas ocasiones, el cliente necesita ubicarse en el parking, especialmente en aquellos que son muy grandes, pero sólo en uno de cada cuatro se vio un cartel con el plano de la instalación, y en el 18% ni siquiera guiaban a los usuarios hacia las máquinas de pago. Otra de las normas es comunicar la existencia de un libro de reclamaciones, pero en uno de cada tres casos no se hacía. Sólo un 10% indicaba un número de teléfono de atención al cliente.
- Facilitar un espacio adecuado para que el usuario pueda aparcar con total comodidad.
- Entregar un resguardo o justificante en papel u otro soporte duradero donde aparezca la fecha y hora de entrada del usuario al parking, identificación del coche y si se hace entrega de las llaves del vehículo.
- Restaurar en el mismo estado en que fue entregado el vehículo, sus componentes y accesorios. No se incluyen en esta norma los accesorios no fijos y extraíbles (aparatos de música y teléfonos móviles) de los que no se responsabilizan los dueños del aparcamiento en caso de robo o deterioro. Lo más adecuado es que sea el propio usuario el que los retire.
- Los aparcamientos que cuenten con servicio de custodia (consignas o taquillas) se responsabilizarán de la restitución de los accesorios depositados, siempre que hayan sido declarados por el usuario a la entrada del aparcamiento y que respete las medidas de seguridad que se le indiquen por parte del personal encargado del aparcamiento.
- Los aparcamientos podrán establecer precios y tarifas distintos para sus servicios de consigna, en el caso de que dispongan.
- Los aparcamientos deberán indicar claramente las tarifas de precios, horarios y normas de uso del aparcamiento y disponer de hojas de reclamaciones a disposición de los clientes.
- El propietario del aparcamiento tendrá derecho de retención sobre el vehículo como garantía de pago del precio del aparcamiento.
- También podrá proceder a la retirada del vehículo cuando esté aparcado de forma continuada durante más de seis meses en el mismo lugar del aparcamiento y por su estado se presuma el abandono de éste.
- El titular del aparcamiento responderá de los daños y perjuicios causados por el incumplimiento de la ley.
Carencias de servicios y seguridad pero mejora la limpieza
Ocho de cada diez estacionamientos permanecían abiertos 24 horas al día, el 43% indicaba que abría los domingos y festivos, un 7% señalaba que no lo hacía y en el resto no se informaba (cuando es obligatorio). De los 160 aparcamientos incluidos en el informe, en 20 no había máquinas de pago y los usuarios debían dirigirse a la taquilla. Sólo el 11% de estos dispositivos admitían todo tipo de billetes, mientras que en el resto no aceptaban los superiores a 20 euros. Además, en 2 de cada 5 aparcamientos no se podía pagar con tarjetas de crédito y en uno de cada tres ni siquiera había cobertura de telefonía móvil. En la mitad de los aparcamientos no hay espacio para las motos y sólo era posible alquilar una bicicleta en alguno de los estudiados en Madrid, Vitoria y Zaragoza.
El cliente espera en un aparcamiento limpieza y un correcto estado de mantenimiento. A tenor de los resultados de los 160 aparcamientos analizados, lo habitual es que sea así. Los mejores estacionamientos en esta materia se hallaron en Barcelona, Granada, Málaga, Murcia, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza (con un ‘muy bien’). Los peores: los de Alicante, Almería, Bilbao y Córdoba (un mediocre ‘aceptable’) y los de A Coruña (un ‘regular’).
El mantenimiento de las instalaciones era muy bueno, aunque las marcas viales del suelo necesitaban una mano de pintura en el 14% de los casos. La limpieza también era correcta y el suelo estaba sucio sólo en un 11% de los aparcamientos. En el 14%, los aseos necesitaban reparaciones y limpieza.
Las medidas para garantizar la accesibilidad de estos espacios públicos se han incrementado y mejorado, aunque todavía queda mucho que hacer. Se observaron plazas de aparcamientos específicas para personas en silla de ruedas en 3 de cada 4 garajes visitados (el 85% estaban perfectamente localizadas al lado de los accesos peatonales que dan a la calle y ascensores); la mitad de los 160 parkings contaba con aseos adaptados y, en idéntica proporción, se hallaron ascensores de dimensiones adecuadas y botones a baja altura para personas en sillas de ruedas. Sin embargo, las máquinas de pago sólo están adaptadas en uno de cada cinco aparcamientos públicos examinados.
Peatones sin protección y tabla comparativa
En ocho de cada diez estacionamientos no se vio ni rastro de carriles protegidos para el paso de peatones, en el 57% no se hallaron aceras y el 56% carecía de pasos de cebra para uso y seguridad de los transeúntes. No obstante, en el 90% las máquinas automáticas de pago estaban perfectamente protegidas del tráfico rodado.
No se hallaron cámaras de videovigilancia en el interior del 20% de los estacionamientos ni tampoco se vieron carteles avisando de su colocación. Sin embargo, la dotación es generalizada en los accesos de los parkings. Estas medidas se complementan con personal de vigilancia, aunque en seis de cada diez no se encontró a nadie.
Por último, el equipamiento de sistemas antiincendios se catalogó como satisfactorio: en el 98% se vieron extintores, detectores de humo o fuego en 3 de cada 4, mangueras en el 90% de los garajes públicos y luces de emergencia en el 78%.
18 ciudades, una a una
- A Coruña
- Alicante
- Almería
- Barcelona
- Bilbao
- Córdoba
- Granada
- Madrid
- Málaga
- Murcia
- Oviedo
- Pamplona
- San Sebastián
- Sevilla
- Valencia
- Valladolid
- Vitoria
- Zaragoza
El precio medio por sesenta minutos se queda en 1,4 euros (la media es 1,9 euros), mientras que un día cuesta 20,1 euros (en el promedio). La variedad de servicios, así como la seguridad, la accesibilidad y la limpieza son escasas
En A Coruña, se analizaron 8 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad o alrededores. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas) como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en A Coruña suspenden la prueba con la peor nota del estudio, un ‘mal’ (igual que Córdoba), una calificación inferior a la media nacional, que también suspende con un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en la escasez de servicios y seguridad, así como en mantenimiento y accesibilidad. Además, la evolución respecto a un estudio similar realizado en 2005 ha sido negativa (se ha pasado de un ‘regular’ a un ‘mal’). Sin embargo, pese a la falta de calidad de sus instalaciones, los precios se sitúan entre los más económicos: 1,4 euros de media ha de pagarse por aparcar una hora, similar a tarifas de las ciudades más baratas del informe, como Alicante (1 euro), Almería (1,2) y Valladolid (también 1,4 euros). La media del conjunto del estudio es de 1,9 euros.
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos coruñeses deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Si bien estacionar el vehículo una hora supone en la actualidad uno de los costes más económicos del estudio, también se ha producido un gran incremento respecto a 2005: un 47%, superando tres veces el IPC acumulado en ese periodo (14,1%).
Con todo, a diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), la capital coruñesa no utiliza estos métodos ilegales. Es más, el primer minuto se sitúa en los 2 céntimos, siete menos que la media y el más económico del estudio (junto a Alicante). Por otra parte, dejar el vehículo en el parking el día entero supone un coste de 20,1 euros (igual a la media nacional).
Calidad del servicio
En A Coruña, ninguno de los apartados analizados obtiene una buena valoración. El mejor parado es el referente a la información que ofrecen a los usuarios, que aprueba el examen de esta revista con un pobre ‘aceptable’. Aunque todos los aparcamientos visitados en A Coruña exponen carteles a la vista del usuario donde se indican los horarios (en uno de ellos lo indica en el resguardo del ticket) y las tarifas, se han comprobado algunas carencias como la falta de señalización que dirija al cliente hacia las plazas libres en todos los garajes visitados o la ausencia de un libro de reclamaciones en la mitad de ellos.
Las mayores deficiencias se hallaron, sin embargo, en la oferta de servicios y en la seguridad (ambas con un ‘mal’). En el interior de la mitad de las instalaciones visitadas no había plazas para motos y en ninguna se vio un punto de alquiler de bicicletas. Además, sólo 4 garajes funcionaban las 24 horas del día, en uno de ellos ni siquiera había máquinas de pago en la planta en la que aparcó el técnico, y en 7 no había teléfonos de uso público. También se observó una falta de elementos de seguridad, como vigilantes, iluminación deficiente y protecciones acolchadas en las columnas.
La accesibilidad y la limpieza se valoraron con mejores notas, pero se mantuvieron en el suspenso (un ‘regular’), y a mucha distancia de la media (un ‘muy bien’ en limpieza y un ‘bien’ en accesibilidad). Las condiciones de suelos, accesos peatonales y aseos eran malas o regulares, y se observó una falta de plazas específicas para discapacitados en la mitad de los garajes analizados.
- Lo mejor: aparcar una hora en un parking coruñés cuesta una media de 1,4 euros, lo que sitúa a esta ciudad entre las más baratas del estudio.
Lo peor: se constató una insuficiente oferta de servicios (como plazas para motocicletas, teléfonos de uso público o taquillas) y una evidente falta de elementos de seguridad (iluminación escasa, carencia de vigilantes o protecciones acolchadas en las columnas).
Los precios medios por una hora de estacionamiento (1 euro) y por un día (10,9 euros) son casi un 50% inferiores a la media del estudio (1,9 euros y 20 euros). Sin embargo, las instalaciones visitadas en la capital alicantina no superan la prueba de CONSUMER EROSKI
En Alicante, se analizaron 8 aparcamientos de pago y rotación (6 subterráneos y dos de superficie), ubicados en el centro de la ciudad (exceptuando dos que se encontraban en la periferia). Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Alicante suspenden la prueba propuesta por CONSUMER EROSKI con un ‘regular’, valoración idéntica a la media nacional. Las mayores carencias se hallaron en los servicios ofertados. Sin embargo, los aparcamientos alicantinos son los más baratos del estudio: aparcar una hora cuesta un euro, la mitad que el coste global del estudio (1,9 euros) y casi tres veces menos que la media de la ciudad más onerosa (Barcelona, 2,7 euros). Algo parecido ocurre si lo que se pretende es aparcar durante un día entero, 10,9 euros, un 46% menos que los 20 euros de la media nacional y tres veces menos que la capital más cara del informe, Madrid (34,4 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de Alicante deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Además de situarse entre las ciudades más económicas, los garajes visitados en la capital alicantina no aplican métodos ilegales como el ‘minuto de oro’ (hallado en Vitoria) o tasas de acceso (encontradas en Valladolid y Pamplona). A pesar de todo, en seis de los ocho parkings visitados en Alicante los técnicos de esta revista comprobaron que se cobra entre 5 y 20 céntimos de euro aunque no se estacione el vehículo y el conductor salga apenas un par de minutos después de haber entrado.
Pese a que las tarifas de los aparcamientos alicantinos son las más económicas, se han registrado carencias importantes. Así sucede en el apartado de servicios, con un ‘mal’ como nota media, igual que la media nacional. Aunque tres de cada cuatro parkings analizados funcionaban las 24 horas del día, sólo en uno se vieron plazas para motocicletas y en ninguno había un punto de alquiler de bicicletas. Además, en uno de los garajes no había máquinas de pago, y en la mitad de las que sí contaban con ellas, no se podía pagar con tarjeta de crédito. Como en casi todas las ciudades incluidas en el estudio, no se hallaron taquillas o consignas donde los usuarios pudiesen guardar sus pertenencias (maletas o radios extraíbles, por ejemplo).
La situación mejora en información, limpieza y seguridad de las instalaciones visitadas, todas ellas con un ‘aceptable’. Sin embargo, se observaron algunas deficiencias: a pesar de que había carteles a la vista de los usuarios en los que se indicaban las tarifas del parking (es obligatorio), en tres no se exponían los horarios mediante carteles ni se limitaba la velocidad (recomendada a 10 ó 20 kilómetros por hora), y en dos ni siquiera había señal de ‘encienda las luces’. Además, en 7 de los 8 parkings analizados, el mantenimiento era, cuando menos, mejorable por contar con suelos o aseos sucios; y se observó falta de iluminación en algunas dependencias de 2 aparcamientos, así como pasos de cebra y aceras.
La accesibilidad es el apartado mejor valorado con un ‘bien’ (igual que la media nacional), gracias a las espaciosas plazas de aparcamiento, a la correcta anchura de la entrada y a la situación de las plazas específicas para discapacitados, junto a las salidas peatonales y/o ascensores.
- Lo mejor: buena accesibilidad. Aparcar durante una hora es más barato que en el resto de ciudades del estudio (un euro frente a una media de 1,9).
- Lo peor: escasez de servicios, como falta de plazas para motocicletas y de carteles con los horarios de funcionamiento de las instalaciones.
Los precios medios por una hora de estacionamiento (1,2 euros) y por un día (14,6 euros) están muy por debajo de los promedios del conjunto del estudio (1,9 euros y 20 euros). Sin embargo, la información al usuario, la variedad de servicios, la accesibilidad y la seguridad es muy escasa
En Almería se analizaron 6 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados en el centro de la ciudad o alrededores. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Almería suspenden con un ‘regular’, igual que la media nacional. Las mayores carencias se hallaron en materia información al usuario, servicios, accesibilidad y seguridad. Además, la evolución de los estacionamientos de Almería ha sido negativa, ya que la calificación es inferior a la obtenida en un estudio similar realizado en 2005 (del ‘aceptable’ de entonces al ‘regular’ de la actualidad). Sin embargo, los aparcamientos almerienses se encuentran entre los más económicos del estudio: aparcar una hora supone un desembolso de 1,2 euros, 70 céntimos más barato, un 37% menos, que la media del estudio (1,9 euros). La diferencia también es notoria en el pago por un día de estacionamiento: 14,6 euros frente a los 20 euros de la media del estudio (un 27% más barato).
Pese a todo, al igual que la mayor parte de las ciudades incluidas en el estudio, las tarifas de los parkings de Almería han registrado un importante aumento respecto a 2005, cuando por una hora de estacionamiento no llegaba a pagarse un euro. Pese a que el IPC acumulado durante ese periodo era de 14%, las tarifas se han incrementado el doble, un 26%.
Pese a que las tarifas de los parkings almerienses se hallan entre las más económicas, la calidad del servicio cuenta con carencias importantes. De hecho, la mejor nota alcanzada, la del apartado de limpieza, no pasa de un ‘aceptable’. Además, se observaron algunas deficiencias: la mitad de los aparcamientos disponían de accesos peatonales en mal estado de mantenimiento y en uno de ellos los aseos dejaban mucho que desear en este aspecto.
Sin duda, el peor parado es el apartado de información al usuario, que obtuvo un ‘mal’, peor que la media (un ‘aceptable’). Y es que en 2 de las instalaciones visitadas no se vieron paneles a la vista en los que se identificasen las tarifas ni los horarios (cuando es obligatorio). Tampoco la señalización era la adecuada, puesto que en 5 no se limitaba la velocidad (recomendada en 10 ó 20 kilómetros por hora), ni había señalización que dirigiese a los clientes a las plazas libres; y en 3 no contaban con la señal de ‘encienda las luces’.
La situación mejora muy poco en materia de servicios, accesibilidad y seguridad. Aunque cinco de los aparcamientos visitados abrían las 24 horas del día, en dos garajes no había máquinas de pago en la planta donde el técnico aparcó y había que pagar en taquilla, y en ninguno de ellos se podía pagar con tarjeta de crédito. En accesibilidad, en 4 de los 6 estacionamientos analizados se encontraron dificultades para maniobrar en el parking y en dos, ni siquiera había plazas específicas para discapacitados. Por último, en seguridad, se observó una carencia de carriles protegidos para peatones, así como vigilantes en el interior de las instalaciones.
- Lo mejor: el precio (uno de los más económicos del informe).
- Lo peor: la información al usuario y la señalización es escasa.
El precio medio por una hora de estacionamiento asciende a 2,7 euros, un 43% por encima de la media, mientras que un día cuesta 32,4 euros, más de un 60% superior a la media. La calidad del servicio se encuentra entre las mejores del estudio
En Barcelona, se analizaron 15 aparcamientos (1 de superficie y el resto, subterráneos) de pago y rotación, ubicados en el centro y periferia de la ciudad. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de esta revista los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas) como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Barcelona aprueban con un holgado ‘bien’, muy superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Se sitúa de este modo entre las mejores ciudades del estudio, junto con Málaga, Murcia, Valencia, Sevilla y Zaragoza (todas con un ‘bien’). La evolución respecto a los resultados de un estudio similar realizado en 2005 ha sido positiva (se ha pasado de un ‘regular’ a un ‘bien’). Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios, aunque la principal deficiencia tiene que ver con los precios: los aparcamientos barceloneses se sitúan entre los más caros. A los 2,7 euros de media por aparcar una hora, sólo le siguen de cerca Valencia (2,5 euros), Bilbao y Madrid (ambos con 2,2 euros). El precio de la ciudad condal es un 43% superior a la media del conjunto del estudio (1,9 euros).
El incremento sube hasta el 62% si se toma como referencia el precio de estacionar el vehículo durante 24 horas. Los 32,4 euros de Barcelona se hallan muy por encima de los 20 del promedio de las 18 capitales. Si se comparan estas tarifas con las registradas en un estudio similar elaborado en 2005, se comprueba que han subido en cuatro años un 30%, más del doble que el IPC acumulado en ese mismo periodo.
Sin embargo, a diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), la capital catalana no utiliza estos métodos ilegales. Es más, el primer minuto se sitúa en los 4 céntimos, cinco menos que la media.
Calidad del servicio
Pese al aumento de las tarifas percibido en cuatro años en los parkings barceloneses, la calidad del servicio también ha aumentado de manera perceptible. Es el caso de la limpieza y la accesibilidad, apartados que se han valorado con un ‘muy bien’: las instalaciones de los aparcamientos visitados se encontraban en un buen estado de mantenimiento general (marcas viales, señales, funcionamiento de las máquinas de pago y aseos), a lo que se añadían la buena maniobrabilidad de la infraestructura y la buena disposición de plazas de discapacitados correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y/o a los ascensores.
En contraposición, la oferta de servicios suspendió la evaluación con un ‘regular’. Aunque todos los aparcamientos visitados disponían de plazas para motocicletas y se informaba a través de paneles a la vista del usuario de las tarifas (es obligatorio), en uno no había máquinas de pago en la planta en la que aparcó el técnico y en otro, éstas no se podían encontrar fácilmente. Además, en seis de los garajes estudiados no había cobertura de telefonía móvil y sólo en 2 existían los teléfonos de uso público. También faltaban taquillas o consignas donde dejar las pertenencias de los usuarios en 9 aparcamientos.
La evaluación mejora en materia de seguridad (con un ‘bien’), puesto que en 14 de las instalaciones analizadas se observó un detector de matrículas a la entrada y en la mayoría se vieron sistemas antiincendios (extintores, detectores de humo, mangueras, bocas de incendio y luces de emergencia).
En materia de información y señalización, los aparcamientos barceloneses aprobaron, pero sólo lograron un ajustado ‘aceptable’. Entre otras carencias, sólo aparecía el número de matrícula en el billete entregado a los técnicos de esta revista en tres de los garajes visitados. Además, en 10 de ellos faltaba señalización que dirigiese a los clientes hacia las plazas que estaban libres y en 9, no había carteles que anunciasen la existencia de un teléfono de atención al cliente.
- Lo mejor: la limpieza y el estado de conservación de las instalaciones de los parkings de la capital catalana, así como su accesibilidad, se hallan entre las mejores del estudio.
- Lo peor: aparcar durante 60 minutos en un garaje de Barcelona supone un coste 80 céntimos superior a la media (1,9 euros).
El precio medio por una hora de estacionamiento asciende a 2,2 euros, mientras que un día cuesta 14 euros. La calidad de la información y la variedad de servicios que ofrecen a los usuarios son escasas
En Bilbao, se analizaron 10 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad o alrededores. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de esta revista los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Bilbao aprueban con un insatisfactorio ‘aceptable’, superior, eso sí, a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en materia de información al usuario y en la escasez de servicios. La evolución respecto a un estudio similar realizado por CONSUMER EROSKI en 2005 ha sido, en cualquier caso, positiva (se ha pasado de un ‘regular’ a un ‘aceptable’).
En cuanto a los precios, se registraron grandes diferencias en función del tiempo de estacionamiento. Así, los aparcamientos bilbaínos analizados se sitúan entre los más caros para periodos cortos de tiempo. Los 2,2 euros de media por aparcar una hora sólo los superan Barcelona (2,7 euros) y Valencia (2,5 euros). Por el contrario, dejar el vehículo en el parking un día entero supone uno de los costes más económicos del estudio (14 euros frente a los 20 de la media nacional). Además, y a diferencia de lo ocurrido en la mayoría de las capitales del país, el aumento de precio respecto a las tarifas recogidas en 2005 (un 17%) es apenas superior al del IPC acumulado en este periodo (un 14%), cuando la subida media del estudio ha sido de un 33%.
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos bilbaínos deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción. Frente a otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona), los aparcamientos analizados en la capital vizcaína no recurren a estas prácticas abusivas. Es más, el primer minuto se sitúa en los 7 céntimos, dos menos que la media,
Calidad del servicio
La accesibilidad de los aparcamientos estudiados en Bilbao recibió una valoración de ‘muy bien’ (mejor que la media, un ‘bien’) gracias a la buena maniobrabilidad que permiten las instalaciones y a las plazas de discapacitados correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y a los ascensores.
Sin embargo, en información, señalización y servicios se hallaron multitud de carencias que dejaron la nota en un ‘regular’. Y es que a pesar de que se observaron carteles a la vista de los usuarios en los que se indicaba el horario y las tarifas del parking (es obligatorio), en 7 de ellos no había señal de ‘encienda las luces’, en 9 ni siquiera había señalización que guiara hacia las plazas libres, y en la mayoría no había paneles con el plano del parking, ni anunciando la existencia de un libro de reclamaciones o de un teléfono de atención al cliente.
En la oferta de servicios, 4 de los 10 aparcamientos no funcionaban las 24 horas del día (uno no lo indicaba), y en uno de ellos ni siquiera había máquinas de pago. Además, no se vieron teléfonos de uso público ni taquillas donde dejar las pertenencias.
La evaluación mejora en limpieza y seguridad. Se encontraron, sin embargo, algunas carencias: las instalaciones generales y los accesos peatonales de 5 de los parkings se encontraban en un estado de mantenimiento malo o regular. Además, en 2 de los 10 aparcamientos no se vio un detector de matrículas a la entrada, en 8 no había carriles protegidos para peatones, y en 7 los pasos de cebra ni siquiera existían.
- Lo mejor: la accesibilidad en los garajes.
- Lo peor: aparcar durante una hora en la capital vizcaína supone uno de los mayores desembolsos del estudio, 2,2 euros (igual que en Madrid), además de encontrar una información al usuario y una oferta de servicios insuficientes.
El precio medio por estacionar el vehículo un día entero asciende a 14,1 euros (un 30% menos que la media del estudio, 20 euros), mientras que una hora cuesta 1,9 euros, en la media. La variedad de servicios, así como la información que ofrecen al usuario son escasas
En Córdoba, se analizaron 8 aparcamientos de pago y rotación (5 subterráneos y 3 de superficie), ubicados todos ellos en el centro de la ciudad. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Córdoba suspenden la prueba con un rotundo ‘mal’ (igual que A Coruña), calificación inferior a la media nacional, un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en la escasez de servicios y la información, así como en la seguridad y la accesibilidad. Sin embargo, pese a la falta de calidad de sus instalaciones, los precios se sitúan entre los más económicos: 14,1 euros de media ha de pagarse por aparcar un día entero, un 30% inferior a la media del estudio (20 euros) y menos de la mitad que ciudades más onerosas como Madrid (34,4 euros) y Barcelona (32,4 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos cordobeses deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Estacionar el vehículo una hora supone un coste de 1,9 euros (justo en la media del estudio), a una distancia similar tanto de la capital más barata, Alicante (sólo un euro), como de la más cara, Barcelona (2,7 euros).
A diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), los aparcamientos analizados en la ciudad andaluza no utilizan estas prácticas abusivas. Es más, el primer minuto se sitúa en los 5 céntimos, cuatro menos que la media y entre los más económico del estudio (junto a A Coruña, Alicante, Almería, Barcelona, Madrid, Málaga, San Sebastián, Sevilla, Murcia y Zaragoza).
En los parkings de Córdoba estudiados, ninguno de los apartados analizados obtiene una buena valoración. El único que aprueba, con un mediocre ‘aceptable’, es el de la limpieza de las instalaciones (muy lejos, sin embargo, del ‘muy bien’ de la media). No obstante, se observaron algunas deficiencias: en 6 de los 8 garajes visitados el estado de mantenimiento general era sólo correcto o regular, y en dos, los accesos peatonales se encontraban en mal estado y las marcas viales necesitaban una mano de pintura.
Las peores calificaciones recayeron en la información y la variedad de servicios que ofrecían a los usuarios (ambos valorados con un ‘mal’). En 3 de los 8 parkings no se informaba de los horarios (cuando es obligatorio) o los carteles se leían con dificultad, en dos tampoco se vieron paneles con las tarifas y en ninguno se encontró señalización que dirigiese al cliente a las plazas libres. Además, las prestaciones también eran escasas, puesto que en el interior de 6 del total de instalaciones visitadas no había plazas para motos. En tres de ellas ni siquiera había máquinas de pago en la planta en la que aparcó el técnico de la revista y en cinco no aceptaban tarjetas de crédito.
La situación mejora muy poco en materia de seguridad y accesibilidad, puesto que se quedan en el suspenso, con un ‘regular’ (a diferencia de la media del estudio, un ‘bien’ y un ‘aceptable’, respectivamente). En 3 de los 8 aparcamientos cordobeses incluidos en el estudio había zonas poco iluminadas e inseguras y se observó una falta de elementos de seguridad como vigilantes, mangueras y luces de emergencia. Además, en accesibilidad, faltaban plazas específicas para discapacitados en 5 estacionamientos analizados.
- Lo mejor: aparcar durante un día entero en un parking cordobés es hasta un 42% más barato que la media (14,1 euros frente a 20).
- Lo peor: la información al usuario, la señalización y la variedad de servicios que oferta son claramente insuficientes.
La calidad de los aparcamientos públicos de Granada, por encima de la media
El precio medio por estacionar el vehículo una hora asciende a 1,7 euros (un 10% menos que la media) y todo un día, 19,9 euros (en el promedio del estudio, 20 euros). La variedad de servicios que ofrecen a los usuarios es muy escasa
En Granada, se analizaron 6 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad o alrededores. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Granada aprueban con un ajustado ‘aceptable’, superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en la variedad de servicios que ofrecen al usuario, aunque también se encontraron deficiencias en materia de información y seguridad. Los parkings granadinos se encuentran en la media de las 18 capitales en precios: por aparcar una hora se paga 1,7 euros (20 céntimos menos que la media) y por todo un día, 19,9 euros (el promedio del estudio es de 20 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos granadinos deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). En la actualidad y a diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), los estacionamientos analizados en la ciudad andaluza no utilizan prácticas abusivas.
No obstante, la calidad del servicio aún es mejorable. Aunque la limpieza se valoró con un ‘muy bien’, gracias al buen estado general de las instalaciones (escaleras, accesos peatonales y aseos), la oferta de servicios suspendió con un rotundo ‘mal’, igual a la media nacional. Pese a que 4 de los 6 parkings analizados funcionaban las 24 horas del día, en uno no había máquinas de pago en la planta donde aparcó el técnico y en cuatro de ellos éstas no permitían pagar con tarjeta de crédito. Además, las operaciones sólo podían realizarse en castellano (en ningún otro idioma extranjero) y en casi todas había que esperar una larga cola de gente antes de pagar. Además, en cinco de los seis aparcamientos estudiados no había plazas para motocicletas.
En materia de información y seguridad, la situación mejora, ya que en ambos apartados obtienen un ‘aceptable’. Aun así, se hallaron carencias. Por una parte, aunque en todos los parkings se indicaba mediante paneles los horarios y las tarifas (es obligatorio), en ninguno había señalización que guiase a los usuarios hacia las plazas libres, ni tampoco disponían de la señal de ‘encienda las luces’. En la mitad de ellos, no se limitaba la velocidad (recomendada a 10 ó 20 kilómetros por hora) y no se vio ningún cartel que anunciase la existencia de un libro de reclamaciones.
Por último, la accesibilidad se valoró con un ‘bien’ (igual que la media): la maniobrabilidad en las instalaciones era buena, las plazas eran amplias para entrar y salir con comodidad del vehículo y la situación de las plazas específicas para discapacitados, ubicadas siempre cerca de las salidas peatonales, era correcta.
- Lo mejor: la limpieza y el estado de conservación de las instalaciones.
- Lo peor: la oferta de servicios: sólo en un parking se hallaron plazas para motocicletas y los estacionamientos no contaban con cobertura de telefonía móvil.
El precio medio por estacionar 24 horas asciende a 34,4 euros, el doble que hace cuatro años. La variedad de servicios se valoró como muy escasa
En Madrid, se analizaron 15 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad. Actuando como clientes, los técnicos de
CONSUMER EROSKI los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Madrid aprueban con un ajustado ‘aceptable’, superior en cualquier caso a la media nacional, un suspenso con un ‘regular’. La evolución respecto a un estudio similar realizado en 2005 ha sido positiva (se ha pasado de un ‘regular’ a un ‘aceptable’). Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios, aunque la principal deficiencia tiene que ver con los precios: los aparcamientos madrileños se sitúan entre los más caros. A los 34,4 euros de media por aparcar un día completo, sólo le siguen y no muy de cerca Barcelona (32,4 euros) y San Sebastián (22,7 euros).
Los 34,4 euros por aparcar todo un día superan en un 72% la media del informe (20 euros) y doblan el precio que se pagaba en 2005 por el mismo tiempo de estacionamiento (teniendo en cuenta que el IPC acumulado en ese periodo es de un 14%). Algo similar ocurre si se aparca una hora el vehículo: cuesta 2,2 euros, lo que sitúa a Madrid entre las cuatro ciudades más onerosas después de Barcelona (2,7 euros) y Valencia (2,5 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de la capital del país deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Sin embargo y a diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), en los aparcamientos analizados en Madrid no se observaron prácticas abusivas.
La calidad de los aparcamientos también ha aumentado, aunque en menor medida que el precio. La limpieza y la accesibilidad han obtenido una valoración de ‘bien’, debido en gran parte al buen estado general de las instalaciones (suelo, aseos y funcionamiento de máquinas de pago), la buena maniobrabilidad del parking y la correcta disposición de las plazas específicas para discapacitados junto a los accesos peatonales y/o ascensores.
En la oferta de servicios, los aparcamientos visitados en Madrid suspenden con un ‘regular’ (aun así, por encima de la media nacional de ‘mal’). Aunque prácticamente todos los parkings visitados funcionaban las 24 horas del día, en 10 no disponían de plazas para motos, en uno ni siquiera había máquinas de pago y en tres de las 14 donde sí se encontraron, éstas no permitían el pago con tarjeta de crédito. Además, en cuatro de los garajes analizados no había cobertura de telefonía móvil y en ninguno se hallaron teléfonos de uso público. Entre otras cosas, también faltaban taquillas o consignas donde dejar las pertenencias de los usuarios en todos los aparcamientos.
La evaluación mejora en materia de seguridad e información, dos apartados valorados con un ‘aceptable’. Pese a ello, algunas carencias eran evidentes: en 13 de los 15 estacionamientos estudiados no había carriles protegidos para peatones, y aunque la mayoría contaba con un detector de matrículas, faltaban sistemas antiincendios como bocas de riego y luces de emergencia. Por su parte, en materia de información, dos de los parkings incluidos en el estudio no informaban de los horarios a través de paneles a la vista del usuario, y uno ni siquiera de las tarifas (cuando es obligatorio). Es más, sólo en uno se vio señalización que dirigiese hacia las plazas libres y en 5 faltaba el número de matrícula en el billete entregado a la entrada.
- Lo mejor: el buen estado de mantenimiento y de limpieza, así como la accesibilidad.
- Lo peor: aparcar durante un día completo en un parking madrileño supone el coste más caro del estudio, 34,4 euros. El incremento del precio ha sido el mayor del análisis, un 101% desde 2005 (teniendo en cuenta que en ese periodo el IPC aumentó un 14,1%).
El precio medio por un día completo de estacionamiento asciende a 17,5 euros, lo que sitúa a la capital malagueña como la única ciudad del estudio que disminuye sus tarifas en cuatro años
En Málaga, se analizaron 10 aparcamientos de pago y rotación (3 de superficie y el resto, subterráneos), ubicados en el centro y periferia de la ciudad. Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Málaga aprueban con un holgado ‘bien’, superior al suspenso de la media nacional, un ‘regular’. Se mantiene así la valoración obtenida por un estudio similar realizado en 2005. Málaga se halla entre las mejores ciudades del informe, junto con Barcelona, Murcia, Sevilla, Valencia y Zaragoza (todas con un ‘bien’). Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios e información. En precios, los aparcamientos malagueños se sitúan en la media, aunque se diferencian del resto por el hecho de que el precio por estacionar un día completo ha disminuido un 12% respecto a 2005 (se ha pasado de cobrar 19,8 euros a 17,5).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de la capital malagueña deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Si bien en la actualidad se cobra menos por estacionar un día completo, no ocurre lo mismo cuando se aparca una hora: los 1,7 euros se encuentran en la media del estudio (1,9 euros), pero han registrado un incremento respecto a 2005 del 16%, poco más que el IPC acumulado en ese periodo (un 14%) y muy por debajo de la media del informe (un 33%).
Tampoco se han hallado prácticas abusivas en el cobro, como el llamado ‘minuto de oro’ (observado en Vitoria) o la tasa de acceso (en Pamplona y Valladolid).
Los parkings visitados en la capital malagueña están entre los que mejor servicio ofrecen a los ciudadanos, algo que queda demostrado en los apartados de limpieza y accesibilidad, valorados ambos con un ‘muy bien’. Una nota obtenida en gran parte por al buen estado general de las instalaciones (señales, marcas viales, accesos peatonales y aseos) y por la buena maniobrabilidad de los aparcamientos y las plazas de discapacitados correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y/o a los ascensores.
En contraposición, la oferta de servicios se valoró con un ‘mal’ (igual que la media). En 4 de los 10 estacionamientos estudiados no había plazas para motocicletas y en ninguno de ellos existía un punto de alquiler de bicicletas. Además, aunque la mitad abrían las 24 horas del día, sólo uno indicaba que lo hacía los domingos y festivos (en ocho no lo señalaban, cuando es obligatorio), y en tres de los 9 parkings donde había máquinas de pago, éstas no permitían pagar con tarjeta de crédito.
En materia de información y señalización, la evaluación mejoraba hasta un ‘aceptable’. Aun así, en tres garajes no había paneles a la vista del usuario con los horarios de las instalaciones (cuando es obligatorio), aunque sí con las tarifas. Además, en 4 de los 10 parkings incluidos en el informe no había señalización que dirigiese a los clientes hacia las plazas libres y sólo en uno había un plano de las instalaciones.
Por último, la situación mejora y mucho en el apartado de seguridad (con un ‘bien’, mejor que la media de ‘aceptable’), puesto que en la mitad de las instalaciones analizadas había carriles protegidos para peatones, las dependencias se hallaban bien iluminadas y en la mayoría se vieron sistemas antiincendios (extintores, detectores de humo, mangueras, bocas de incendio y luces de emergencia).
- Lo mejor: el estado de conservación, la limpieza y la accesibilidad.
- Lo peor: oferta de servicios para el cliente insuficiente.
El precio medio por una hora de estacionamiento es de 1,7 euros (un 10% más barato que la media del informe), mientras que el día completo cuesta 19,2 euros (la media es de 20 euros)
En Murcia, se analizaron 10 aparcamientos (3 de superficie y el resto, subterráneos) de pago y rotación, ubicados en el centro de la ciudad o alrededores. Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Murcia aprueban con un holgado ‘bien’, superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Se sitúa de este modo entre las mejores ciudades del estudio, junto con Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza (todas con un ‘bien’). Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios e información. Con todo, no se ha producido evolución alguna respecto a los resultados de un estudio similar realizado en 2005, ya que la capital murciana se ha mantenido en el ‘bien’. En precios, los aparcamientos murcianos se hallan en la media: por aparcar una hora cobran 1,7 euros (un 10% menos que la media, 1,9 euros) y un día completo de estacionamiento cuesta 19,2 euros (80 céntimos menos que la media).
Al igual que ha sucedido en otras ciudades, estos precios han sufrido un fuerte incremento, un 48% respecto a los precios registrados en un informe similar realizado en 2005, aumento que triplica el del IPC acumulado en ese periodo (un 14%). Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de Murcia deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). A diferencia de otras capitales donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), en los aparcamientos estudiados en Murcia no se han hallado estas prácticas abusivas. Es más, el primer minuto se sitúa en los 3 céntimos, seis menos que la media y sólo a uno del más económico.
Los parkings visitados en la capital murciana se engloban entre los que mejor servicio ofrecen a los ciudadanos. Destacan los apartados de limpieza y accesibilidad, que han sido valorados con un ‘muy bien’. Una nota obtenida en gran parte por el buen estado general de las instalaciones (señales, marcas viales, funcionamiento de las máquinas de pago, accesos peatonales y aseos), por la buena maniobrabilidad de los aparcamientos y porque las plazas de discapacitados se encontraban correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y/o a los ascensores.
En contraposición, la oferta de servicios se valoró con un ‘mal’ (igual que la media). En 5 de los 10 estacionamientos estudiados no había plazas para motocicletas. Además, aunque nueve abrían las 24 horas del día, sólo dos informaban de que también lo hacían los domingos y festivos (en ocho ni siquiera lo indicaban, cuando es obligatorio), y en siete de los 10 parkings las máquinas de pago no permitían pagar con tarjeta de crédito.
En materia de información y señalización, la evaluación mejoraba hasta un ‘aceptable’. Aun así, los técnicos de esta revista observaron que aunque en todos los garajes había paneles a la vista del usuario con los horarios y las tarifas de las instalaciones (es obligatorio), en 9 de los 10 parkings incluidos en el informe no había señalización que dirigiese a los clientes hacia las plazas libres y sólo en cuatro había un plano de las instalaciones.
Por último, la situación mejora y mucho en el apartado de seguridad (con un ‘bien’, mejor que la media del estudio que fue únicamente ‘aceptable’), puesto que en la gran mayoría de los estacionamientos estudiados las dependencias se hallaban bien iluminadas y se vieron sistemas antiincendios (extintores, detectores de humo, mangueras, bocas de incendio y luces de emergencia).
- Lo mejor: el estado de conservación, la limpieza y la accesibilidad.
- Lo peor: la oferta de servicios. Entre otras cosas, faltaban plazas para motocicletas en la mitad de los parkings.
El precio medio por un día completo de estacionamiento es de 12,8 euros, un 36% menos que la media, y aparcar una hora cuesta 1,5 euros (un 20% menos que el promedio del estudio). La variedad de servicios se valoró como muy escasa
En Oviedo, se analizaron 6 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad. Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Oviedo aprueban con un ajustado ‘aceptable’, superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios, y también en información y seguridad. En los precios, sin embargo, la situación mejora: los aparcamientos ovetenses se sitúan entre los más económicos del estudio, sólo por detrás de Alicante. Los 12,8 euros que hay que abonar por aparcar un día completo suponen un 36% menos que el coste medio (20 euros) y una diferencia de casi 22 euros respecto al coste más oneroso (Madrid, con 34,4 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). A pesar de ello, durante el estudio se comprobó que uno de los seis parkings ovetenses analizados aplicaba el ‘minuto de oro’ (igual que todos los de Vitoria y dos de Valencia), ya que los primeros sesenta segundos multiplicaban por cinco el valor de los siguientes minutos (se pasaba de 10 céntimos de euro a 2).
Sin embargo, no se aplicaban tasas de acceso (como en Pamplona y Valladolid) y estacionar el vehículo una hora en los aparcamientos estudiados supone un precio de 1,5 euros, cuarenta céntimos menos que la media. Eso sí, se cobra entre 5 y 20 céntimos de euro aunque no se estacione el vehículo y el conductor salga apenas un par de minutos después de haber entrado.
Calidad del servicio
Aunque las tarifas no son onerosas, la calidad de los estacionamientos ovetenses visitados es mejorable. Es el caso de la oferta de servicios, calificada con un ‘mal’ (igual que la media nacional). Aunque la gran mayoría de los parkings visitados funcionaban las 24 horas del día, en la mitad de ellos no disponían de plazas para motos, ni se podía pagar con tarjeta de crédito en las máquinas de pago. Además, en la mitad de los garajes analizados no había cobertura de telefonía móvil, ni había teléfonos de uso público. Entre otras cosas, también faltaban taquillas o consignas donde dejar las pertenencias de los usuarios en todos los aparcamientos.
La evaluación mejora en materia de seguridad e información, dos apartados valorados con un ‘aceptable’. Aun así, algunas carencias eran evidentes: en 5 de los 6 estacionamientos estudiados no había carriles protegidos para peatones, y aunque todos contaban con un detector de matrículas, faltaban sistemas antiincendios como bocas de incendio y detectores de humo o fuego. Por su parte, en materia de información, todos los parkings incluidos en el estudio informaban de los horarios y las tarifas a través de paneles a la vista del usuario (es obligatorio), pero en uno no eran claramente visibles. Es más, sólo en uno se vio señalización que dirigiese hacia las plazas libres.
La limpieza y la accesibilidad han obtenido una valoración de ‘bien’, debido en gran parte al buen estado general de las instalaciones (suelo, aseos y funcionamiento de máquinas de pago), la buena maniobrabilidad del parking y la correcta disposición de las plazas específicas para discapacitados (junto a los accesos peatonales y/o ascensores); no ocurrió lo mismo en otros bloques analizados.
- Lo mejor: es la segunda ciudad más económica para estacionar el vehículo en un parking durante un día (cuesta 12,8 euros frente a una media de 20 euros).
- Lo peor: la oferta de servicios de los aparcamientos ovetenses es escasa.
El precio medio por una hora de estacionamiento asciende a 2,1 euros (un 10% superior a la media), mientras que un día cuesta 13,1 euros (un 34% inferior al promedio del estudio). La variedad de servicios y la accesibilidad de las instalaciones son escasas
En Pamplona, se analizaron 6 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados en el centro de la ciudad (excepto uno que se encontraba en la periferia). Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Pamplona suspenden con un ‘regular’, en la media de las 18 capitales analizadas. Esta valoración es inferior a la registrada en un estudio similar realizado en 2005 (entonces aprobaban con un ‘aceptable’). Las mayores carencias se hallaron en accesibilidad servicios y en los precios. Y es que los aparcamientos pamploneses se sitúan entre los más caros: los 2,1 euros de media por aparcar una hora sólo los superan Barcelona (2,7 euros), Valencia (2,5 euros), y Bilbao y Madrid (2,2 euros) y rebasan en un 10% la media del informe (1,9 euros). Como en la mayoría de capitales analizadas, el aumento respecto a 2005 (un 52%) supera con creces el IPC acumulado en ese periodo (un 14%). Por el contrario, aparcar durante todo un día en los aparcamientos de Pamplona es una de las opciones más económicas del país: 13,1 euros, un 34% más económico que la media del informe.
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de Pamplona deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Sin embargo, algunos estacionamientos mantienen prácticas abusivas, como la de aplicar una tasa de acceso que se incluye en el cómputo global que paga el cliente. Pamplona es una de las dos ciudades (junto a Valladolid) donde los técnicos de CONSUMER EROSKI comprobaron que se cobraba dicha tasa en tres de los seis garajes visitados.
Calidad del servicio
Pese al aumento de las tarifas percibido en cuatro años en los parkings pamploneses, la calidad del servicio ha disminuido. Los peor parados son los apartados de servicios y accesibilidad, ambos con una calificación de ‘regular’. Aunque todos los parkings visitados funcionaban las 24 horas del día, en la mitad no había plazas para las motos. Además, en uno de los garajes no fue sencillo encontrar las máquinas de pago, muy alejadas. Además, no aceptaban tarjetas de crédito. Como en casi todas las ciudades incluidas en el estudio, no se hallaron taquillas o consignas donde los usuarios pudiesen guardar sus pertenencias (maletas o radios extraíbles, por ejemplo).
En accesibilidad, la situación era similar: en la mitad de los parkings las plazas eran estrechas para entrar y salir del vehículo con comodidad, y en la mitad de ellos ni siquiera se encontraron plazas específicas para discapacitados.
La situación mejora con respecto a la información y a la seguridad de las instalaciones visitadas, ambas con un ‘aceptable’. Sin embargo, se observaron algunas carencias: a pesar de que había carteles a la vista de los usuarios en los que se indicaban las tarifas del parking (es obligatorio), en tres de los garajes estudiados no informaban de los horarios y en el resto éstos no eran claramente visibles. En dos no había señalización de ‘encienda las luces’ ni señal que limitase la velocidad (recomendada a 10 ó 20 kilómetros por hora). En 5 de los 6 garajes visitados no se vio señalización alguna que dirigiese hacia las plazas que estuviesen libres. Sí se observaron, sin embargo, detectores de matrículas en todos los aparcamientos que se analizaron, pero en 3 no había carriles protegidos para los peatones, y en ninguno se vieron bocas de incendio.
La limpieza se valoró como ‘buena’, gracias al correcto estado general de las instalaciones (suelo, señales, marcas viales y accesos peatonales).
- Lo mejor: el mantenimiento y la limpieza de las instalaciones.
- Lo peor: estacionar durante una hora en un aparcamiento de la capital navarra es un 10% más caro que la media (2,1 euros frente a 1,9).
El precio medio por aparcar un día entero es de 22,7 euros, mientras que la hora de estacionamiento cuesta 1,7 euros (en la media). La variedad de servicios que ofrecen a los usuarios es escasa
En San Sebastián, se analizaron 7 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad o alrededores (dos de los más céntricos de la ciudad no pudieron incluirse en el estudio por encontrarse en obras). Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en San Sebastián aprueban con un mediocre ‘aceptable’, superior, eso sí, a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. La valoración es la misma que la que recibieron en un estudio similar elaborado por CONSUMER EROSKI en 2005. Las mayores carencias se hallaron en materia la oferta de servicios y en la información al usuario, aunque la principal deficiencia tiene que ver con los precios: los aparcamientos donostiarras se sitúan entre los más caros. Los 22,7 euros de media por aparcar todo un día sólo los superan, eso sí, a una considerable distancia, Madrid (34,4 euros) y Barcelona (32,4 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de la capital guipuzcoana deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Los 1,7 euros por una hora de estacionamiento son similares a la media de las 18 capitales (1,9 euros). El precio medio en San Sebastián ha subido un 28% en cuatro años, el doble que la media del IPC acumulado en ese mismo periodo (un 14%).
A diferencia con otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona), San Sebastián no utiliza estos métodos ilegales. Es más, el primer minuto se sitúa en los 3 céntimos, seis menos que la media (9 céntimos).
Calidad del servicio
Pese al aumento de las tarifas, la calidad del servicio, no ha mejorado. Aunque la limpieza se valoró como ‘muy buena’, gracias al buen estado general de las instalaciones (señales, marcas viales y aseos), la oferta de servicios suspendió con un ‘regular’. Pese a que 5 de los 7 parkings analizados funcionaban las 24 horas del día, el resto ni siquiera indicaba sus horarios (cuando es obligatorio). En 3 de ellos no se vieron plazas para motocicletas, no había cobertura de telefonía móvil y sólo en uno se vieron teléfonos de uso público para casos de emergencia. Además, en 6 de los 7 garajes visitados no había taquillas o consignas claramente señalizadas en las que los usuarios pudiesen dejar sus pertenencias (como maletas, radios extraíbles, etc.).
La evaluación mejora en información y seguridad (obtienen un ‘aceptable’, igual a la media). Se encontraron, sin embargo, algunas carencias: aunque se hallaron carteles a la vista de los usuarios en los que se indicaban las tarifas del parking (es obligatorio), en 3 aparcamientos visitados no había señal de ‘encienda las luces’, en dos no se limitaba la velocidad (recomendada a 10 ó 20 kilómetros por hora) y sólo en uno había un cartel con el plano del parking para ubicar a los usuarios. Además, en 2 de los 7 garajes no se vio un detector de matrículas a la entrada, en 5 no había carriles protegidos para peatones y en ninguno se vieron bocas de incendio.
Por último, en accesibilidad, San Sebastián obtuvo un ‘bien’ (en la media), gracias a la buena maniobrabilidad de las instalaciones y a las plazas de discapacitados correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y a los ascensores.
- Lo mejor: la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones de los aparcamientos de la capital guipuzcoana se encuentran entre las mejores del estudio.
- Lo peor: la oferta de servicios no pasa de un ‘regular’. Es la tercera ciudad más cara para aparcar el coche un día completo (22,7 euros).
El precio medio por una hora (1,6 euros) y por un día entero (16,4 euros) están muy por debajo de las medias del informe (1,9 euros y 20 euros). El apartado peor valorado fue la seguridad, que obtuvo un deficiente ‘regular’
En Sevilla, se analizaron 10 aparcamientos (uno de superficie y el resto, subterráneos) de pago y rotación, ubicados en el centro y periferia de la ciudad. Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Sevilla aprueban con un holgado ‘bien’, muy superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Se sitúa de este modo entre las mejores ciudades del estudio, junto con Barcelona, Málaga, Murcia, Valencia y Zaragoza (todas con un ‘bien’). Las mayores carencias se hallaron en materia de seguridad e información. En precios, los aparcamientos sevillanos se sitúan por debajo de la media: aparcar una hora supone un desembolso de 1,6 euros (treinta céntimos de euro menos que la media, 1,9 euros) y estacionar el vehículo todo un día cuesta 16,4 euros (la media es de 20 euros).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos sevillanos deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). A diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), en los parkings de la capital andaluza no se observaron prácticas abusivas. Es más, el primer minuto se sitúa en los 3 céntimos, seis menos que la media y a sólo uno de los más económicos del estudio (encontrados en A Coruña y Alicante).
Calidad del servicio
Los parkings visitados en la capital andaluza se sitúan entre los que mejor servicio ofrecen a los ciudadanos, algo que queda demostrado en los apartados de limpieza y accesibilidad, valorados ambos con un ‘muy bien’. Esta nota se obtuvo gracias al buen estado de mantenimiento general de las instalaciones visitadas (marcas viales, señales, funcionamiento de las máquinas de pago, suelos y aseos), a la buena maniobrabilidad de la infraestructura y a que las plazas de discapacitados se encontraban por lo general correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y/o a los ascensores.
En contraposición, el peor valorado fue el apartado de seguridad, con un ‘regular’ (por debajo de la media nacional, un ‘aceptable’). Y es que en la mitad de las instalaciones analizadas no se observó un detector de matrículas a la entrada, ni tampoco vigilantes, carriles protegidos para peatones ni sistemas antiincendios (detectores de humo y bocas de incendio).
La situación mejora en la oferta de servicios y la información, aunque ambas se valoraron con un ‘aceptable’ (mejor que la media, que fue de un ‘mal’ y un ‘aceptable’, respectivamente). A pesar de que casi todos los aparcamientos funcionaban las 24 horas del día, uno ni siquiera lo indicaba (cuando es obligatorio) y en siete de ellos no se vieron plazas para motocicletas. En uno de los parkings, además, no había máquinas de pago, y en cinco de los que sí contaban con ellas no se podía pagar con tarjeta de crédito. En materia de información y señalización, entre otras carencias se observó que en tres garajes no se exponían los horarios (cuando es obligatorio), en cuatro tampoco se indicaba el número de matrícula en el billete entregado a la entrada y sólo en uno se observó señalización que dirigiese a los usuarios hacia las plazas libres.
- Lo mejor: la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones, así como su accesibilidad y maniobrabilidad.
- Lo peor: la falta de vigilantes y zonas delimitadas para facilitar el tránsito peatonal dentro del aparcamiento.
Los parkings públicos de Valencia, entre los mejores, y los más caros, del país
El precio medio por una sesenta minutos de estacionamiento asciende a 2,5 euros, un 31% más que la media del estudio. La calidad del servicio se encuentra entre las mejores del estudio
En Valencia, se analizaron 10 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados en el centro y periferia de la ciudad. Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Valencia aprueban con un holgado ‘bien’, superior a la media nacional (que no pasa de un insatisfactorio ‘regular’) y al resultado obtenido en un estudio similar realizado en 2005 (entonces la calificación se quedó en un ‘aceptable’). Se sitúa de este modo entre las mejores ciudades del estudio, junto con Barcelona, Málaga, Murcia, Sevilla y Zaragoza (todas con un ‘bien’). Las mayores carencias se hallaron en materia de información y seguridad.
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de la capital valenciana deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Los 2,5 euros que se cobran por una hora de estacionamiento es un precio un 31% más caro que la media nacional (1,9 euros). Sólo las tarifas de Barcelona (2,7 euros) superan a las registradas en Valencia. Además, y al igual que la mayor parte de las ciudades analizadas, el aumento respecto a 2005 (un 45%) supera con creces el IPC acumulado en ese periodo (un 14%). Por el contrario, aparcar durante un día completo en los aparcamientos de Valencia cuesta 19,3 euros, similar al coste global (20 euros).
Con todo, durante el estudio de las tarifas se comprobó que dos de los diez aparcamientos analizados aplicaban el llamado ‘minuto de oro’, puesto que el valor de los primeros sesenta segundos era entre 13 y 18 veces superior a los segundos (algo que también ocurría pero de forma más acentuada en todos los garajes vitorianos y en uno ovetense). Sin embargo, no se aplicaba ninguna tasa de acceso por entrar a los parkings, tal y como ocurre en Pamplona y en Valladolid.
Calidad del servicio
Los parkings visitados en la capital valenciana se sitúan entre los que mejor servicio ofrecen a los ciudadanos, algo que queda demostrado en los apartados de limpieza y accesibilidad, valorados ambos con un ‘muy bien’: las instalaciones de los aparcamientos visitados se encontraban en un buen estado de mantenimiento general (señales, funcionamiento de las máquinas de pago, suelos y aseos) y la maniobrabilidad dentro de la infraestructura era buena, como lo era también la ubicación de las plazas de discapacitados, junto a los accesos peatonales y/o a los ascensores.
En contraposición, los peores valorados fueron los apartados de seguridad e información, los dos con un ‘aceptable’ (igual que la media nacional). Sólo en cuatro estacionamientos se hallaron carriles protegidos para los peatones y, en general, faltaban sistemas de seguridad como cámaras de seguridad, vigilantes, bocas de incendio y luces de emergencia. Además, en la gran mayoría de los aparcamientos no se vio ningún sistema de señalización que dirigiese a los usuarios hacia las plazas libres, en cuatro parkings faltaba el número de matrícula en el billete que les entregaban a los técnicos, y en otros tres la señal de ‘encienda las luces’.
La situación mejora en la oferta de servicios, con un ‘bien’ (mejor que la media nacional de un ‘mal’). Y es que 9 de los 10 estacionamientos visitados abrían las 24 horas del día, 8 incluso estaban en activo los domingos y festivos, y en todos ellos había cobertura de telefonía móvil.
- Lo mejor: la limpieza y mantenimiento de las instalaciones de los garajes de pago valencianos es muy buena, así como su accesibilidad.
- Lo peor: aparcar el vehículo en un parking de la capital valenciana durante una hora supone más de un 30% más caro que la media del estudio, lo que la convierte en una de las ciudades más caras del estudio después de Barcelona.
Los parkings públicos de Valladolid, entre los más baratos del país
Los precios medios por una hora (1,4 euros) y por todo un día (14,5 euros) están muy por debajo de la media del estudio (1,9 euros y 20 euros). Las prestaciones e información de los garajes se valoraron como muy escasas
En Valladolid, se analizaron 8 aparcamientos (uno de superficie y el resto, subterráneos) de pago y rotación ubicados en el centro de la ciudad. Actuando como clientes, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Valladolid aprueban con un ajustado ‘aceptable’, superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios y en información. En los precios, sin embargo, la situación mejora: los aparcamientos vallisoletanos, en los que aparcar una hora cuesta 1,4 euros, se sitúan entre los más económicos del estudio, por detrás de Alicante (donde una hora de estacionamiento cuesta un euro) y Almería (donde cuesta 1,2 euros), y a mucha distancia de tarifas más onerosas como las de Barcelona (2,7 euros) y Valencia (2,5 euros). Si se aparca un día completo, la tarifa asciende a 14,5 euros, casi seis euros menos que la media nacional (20 euros). Tanto en el estacionamiento por una hora como por un día completo, las diferencias de los parkings de Valladolid respecto a la media del informe (1,9 euros y 20 euros) superan el 25%.
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Durante el estudio, se comprobó que el primer minuto de estacionamiento era uno de los más onerosos del país (20 céntimos de euro), únicamente por detrás de Vitoria (53 céntimos de euro). La razón: Valladolid es una de las pocas ciudades del estudio (junto a Pamplona) que impone una tasa de acceso de aproximadamente 15 céntimos de euro en algunos aparcamientos (concretamente, en seis de los ocho que se estudiaron).
Aunque las tarifas de los estacionamientos vallisoletanos no son onerosas, su calidad aún debe mejorar. Es el caso de la oferta de servicios, calificada con un ‘mal’ (igual que la media nacional), y de la información, que obtuvo una valoración ‘regular’ (la media era de ‘aceptable’). Si bien todos los parkings visitados funcionaban las 24 horas del día, seis de ellos no disponían de plazas para motos, en uno no había máquinas de pago en la planta en la que aparcaron los técnicos de CONSUMER EROSKI y en cuatro, que sí contaban con ellas, no se podía pagar con tarjeta de crédito. Además, en tres de los garajes analizados no había cobertura de telefonía móvil y ninguno disponía de teléfonos de uso público ni taquillas o consignas donde dejar las pertenencias de los usuarios en todos los aparcamientos. En cuanto a la información, en dos estacionamientos no se exponían paneles con los horarios y en uno, ni siquiera con las tarifas (cuando ambas son obligatorias). Es más, en seis de los ocho parkings no había señalización que dirigiese hacia las plazas libres, en siete faltaba la señal de ‘encienda las luces’ y en cinco no se limitaba la velocidad (recomendada a 10 ó 20 kilómetros por hora).
La evaluación mejora en materia de seguridad, apartado valorado con un ‘aceptable’. Aun así, algunas carencias eran evidentes: en siete de los ocho estacionamientos estudiados no había carriles protegidos para peatones, y aunque todos contaban con un detector de matrículas, faltaban pasos de cebra y vigilantes.
Los apartados de limpieza y accesibilidad han obtenido una valoración de ‘muy bien’ y ‘bien’ gracias al buen estado general de las instalaciones (señales, suelo y funcionamiento de máquinas de pago), la buena maniobrabilidad del parking y la correcta disposición de las plazas específicas para discapacitados (que se encuentran junto a los accesos peatonales).
- Lo mejor: la limpieza y mantenimiento de las instalaciones.
- Lo peor: la oferta de servicios.
Los estacionamientos analizados en la capital alavesa cobran una media de 53 céntimos sólo por el primer minuto. La variedad de servicios y la calidad de la información que ofrecen a los usuarios son escasas
En Vitoria, se analizaron 7 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad o alrededores. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de CONSUMER EROSKI los visitaron en dos días laborables (lunes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas), como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Vitoria aprueban con un insatisfactorio ‘aceptable’, superior, eso sí, a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Las mayores carencias se hallaron en materia de información y en la variedad de servicios que ofrecen al usuario, aunque la principal deficiencia tiene que ver con los precios. Ante la prohibición, en vigor desde 2007, de los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción), los aparcamientos vitorianos evaluados han optado por cobrar el llamado ‘minuto de oro’: los primeros sesenta segundos suponen un desembolso hasta seis veces superior a la media (53 céntimos frente a nueve). Si se compara con el precio del segundo minuto, la diferencia es abismal (de 53 céntimos a sólo dos). También aplican esta práctica abusiva en Oviedo (18 céntimos) y Valencia (16 céntimos).
Pese a todo, la evolución del servicio ofertado es positiva si se compara con el resultado de un estudio similar elaborado por CONSUMER EROSKI en 2005 (de un ‘regular’ a un ‘aceptable’). Sin embargo, tiene poco de positivo el aumento registrado en las tarifas. Los 1,7 euros por una hora de estacionamiento en los aparcamientos vitorianos, aunque están por debajo de la media del estudio (1,9 euros), han subido un 79% en cuatro años, cinco veces más que el IPC acumulado en este periodo (un 14%).
Sin embargo, a pesar de imponer un primer minuto ‘de lujo’ a los clientes, los aparcamientos de la capital alavesa no son los más onerosos si se deja el vehículo el día entero en este tipo de instalaciones: supone un desembolso casi cinco euros menos que la media (15,4 euros frente a 20).
Calidad del servicio
Pese al aumento de las tarifas percibido en cuatro años en los parkings vitorianos, la calidad del servicio todavía es mejorable. De hecho, aunque la limpieza se valoró como ‘muy buena’, gracias al buen estado general de las instalaciones (suelo, señales, marcas viales y accesos peatonales), no ocurrió lo mismo en otros bloques estudiados.
El peor parado es el bloque de servicios, con una calificación de ‘muy mal’, peor incluso que la registrada en 2005 (un ‘mal’). Y es que pese a que 4 de los 7 parkings analizados funcionaban las 24 horas del día, el resto ni siquiera indicaba sus horarios (cuando es obligatorio). En todos había máquinas de pago, pero en 3 de ellos no permitían pagar con tarjeta de crédito, y sólo en dos aparcamientos éstas permitían realizar las operaciones en inglés y en euskera, además de en castellano. Es más, en ninguno de los garajes visitados había cobertura de telefonía móvil y tampoco se hallaron teléfonos de uso público para casos de emergencias.
En materia de información, se hallaron multitud de carencias que dejaron la nota en un ‘regular’. Y es que a pesar de que había carteles a la vista de los usuarios en los que se indicaban las tarifas del parking (es obligatorio), en 6 de ellos no había señal de ‘encienda las luces’, ni tampoco señalización que guiase a los usuarios hacia las plazas libres. No sólo eso, en 2 no se limitaba la velocidad, y en 4 no se vio ningún cartel que anunciase la existencia de un libro de reclamaciones.
La evaluación mejora en accesibilidad y en seguridad, ya que en ambos apartados, los 7 parkings vitorianos obtienen un holgado ‘bien’ (similar a la media). La buena nota viene motivada por la buena maniobrabilidad de las instalaciones, las plazas amplias y las plazas de discapacitados correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y/o ascensores. Algo parecido ocurría en el apartado de seguridad: en 6 de los 7 aparcamientos visitados se vio un detector de matrículas a la entrada, buena iluminación en casi todas las dependencias y sistemas antiincendios (extintores, detectores de humo, mangueras, etc.)
- Lo mejor: a limpieza y el mantenimiento de las instalaciones.
- Lo peor: cobra el primer minuto más caro del estudio, 53 céntimos de euro de media (el ‘minuto de oro’), seis veces más oneroso que la media (nueve céntimos de euro).
El precio medio por una hora de estacionamiento asciende a 2,1 euros (un 10% por encima de la media), mientras que un día cuesta 19,1 euros (el promedio del estudio son 20 euros). Las tarifas han subido un 62% desde 2005, cuatro veces el IPC acumulado (un 14%)
En Zaragoza, se analizaron 10 aparcamientos subterráneos de pago y rotación, ubicados en el centro y periferia de la ciudad. Actuando como clientes ficticios, los técnicos de esta revista los visitaron en tres días laborables (lunes, martes y viernes) y en sábado, tanto en horas sin mucho tráfico (10.00 horas) como en horas punta (13.30, 18.00 y 20.00 horas) durante periodos de 60 minutos para comprobar su estado de mantenimiento, seguridad y accesibilidad, así como la información y las prestaciones que ofrecían a los usuarios. También se realizó un estudio comparativo de sus tarifas.
Los estacionamientos estudiados en Zaragoza aprueban con un holgado ‘bien’, muy superior a la media nacional que se encuentra en un ‘regular’. Se sitúa de este modo entre las mejores ciudades del estudio, junto con Barcelona, Málaga, Murcia, Sevilla y Valencia (todas con un ‘bien’). Las mayores carencias se hallaron en materia de servicios, aunque aun así obtiene una nota muy superior a la media (un ‘aceptable’ frente a un ‘mal’). Además, la evolución respecto a un estudio similar realizado en 2005 ha sido positiva, puesto que de un ‘regular’ ha pasado a un ‘bien’.
En precios, los aparcamientos zaragozanos se sitúan en la media: aparcar una hora supone un desembolso de 2,1 euros (un 10% más que la media, 1,9 euros) y todo un día, 19,1 euros (la media es de 20 euros). De esta forma, se sitúa en la misma línea que otras ciudades del estudio como Murcia (donde cobran 1,7 euros por estacionar sesenta minutos y 19,2 por todo un día) y Granada (donde hay que pagar 1,7 euros por una hora de estacionamiento y 19,9 euros por el día completo).
Desde el cambio en la normativa en 2007, los aparcamientos de la capital aragonesa deben cobrar por minuto de estacionamiento y renunciar a los antiguos redondeos al alza (por hora o fracción). Esta regulación no ha incidido en la rebaja de las tarifas. Al contrario. Aparcar una hora en un parking público de Zaragoza cuesta un 62% más que hace cuatro años, un incremento que cuadruplica el IPC acumulado en ese periodo (un 14%).
Sin embargo, a diferencia de otras ciudades donde se aplica el llamado ‘minuto de oro’ (como en Vitoria) o la tasa de acceso (como en Pamplona y Valladolid), en los estacionamientos analizados en Zaragoza no se han hallado estas prácticas abusivas.
Pese al fuerte aumento de las tarifas percibido en cuatro años en los parkings zaragozanos, la calidad del servicio también ha aumentado. Son los casos de la limpieza y la accesibilidad, apartados que se han valorado con un ‘muy bien’ (en 2005, obtenían un ‘aceptable’ y un ‘regular’, respectivamente): las instalaciones de los aparcamientos visitados se encontraban en un buen estado de mantenimiento general (marcas viales, señales, funcionamiento de las máquinas de pago y aseos), la maniobrabilidad era buena y las plazas de discapacitados estaban correctamente ubicadas junto a los accesos peatonales y/o a los ascensores.
En contraposición, la oferta de servicios y la información se valoraron con un ‘aceptable’ (mejor que la media, un ‘mal’ ). Aunque casi todos los aparcamientos visitados disponían de plazas para motocicletas y se informaba de las tarifas a través de paneles a la vista del usuario (es obligatorio), en dos no había máquinas de pago y en tres no se podía pagar con tarjeta de crédito. Además, en tres de los garajes estudiados no había cobertura de telefonía móvil y sólo en uno existían los teléfonos de uso público. En materia de información y señalización, entre otras carencias se observó que sólo en uno de los parkings analizados se indicaba el número de matrícula en el billete entregado, y que en 8 de los 10 garajes no había señalización que dirigiese a los usuarios hacia las plazas libres.
Por último, la evaluación mejora en materia de seguridad (con un ‘bien), puesto que en 9 de las instalaciones analizadas se observó un detector de matrículas a la entrada y en la mayoría se vieron sistemas antiincendios (extintores, detectores de humo, mangueras, bocas de incendio y luces de emergencia).
- Lo mejor: la limpieza, el mantenimiento y la accesibilidad de las instalaciones.
- Lo peor: los apartados de información al usuario, señalización y oferta de servicios.