Páginas en blanco con un destinatario global
Entre el exhibicionismo y el discurso público
Un blog, o bitácora, es lo más parecido a una página en blanco en formato digital. Se trata de páginas web muy sencillas de crear y mantener que sirven para publicar textos, imágenes o vídeos periódicamente. En estas páginas web se muestran los contenidos en orden cronológico inverso: los últimos textos aparecen en primer lugar. Así, los lectores asiduos pueden seguir a sus autores preferidos con comodidad.
Plataformas como “Blogger” ponen al alcance de cualquier persona con ganas de sacar adelante su blog las plantillas y los programas para escribir y publicar en Internet de manera completamente gratuita. No son más difíciles de usar que el correo electrónico.
Para los autores: sencillo y económico
Con este sistema el usuario adquiere una dirección de Internet en la que estará su blog. Esta dirección es del tipo “www.usuario.blogspot.com” aunque ahora “Blogger” ofrece también direcciones personalizadas si el usuario paga el dominio, unos 9 euros al año). Esto quiere decir que a los demás usuarios les bastará con teclear esta dirección en su navegador para acceder a las páginas del usuario, a no ser que éste indique expresamente que son privadas. ¿Y para escribir una nueva entrada en blog? El proceso es tan sencillo como enviar un email.
Con el tiempo, y si el entusiasmo no se ha perdido, se puede acceder a plataformas más complejas de edición de blogs, como WorldPress o MovableType, que tienen muchas más posibilidades creativas que “Blogger”, pero que requieren de un servidor propio y conocimientos bastante más avanzados.
Los adolescentes plasman sus sentimientos en las páginas en blanco de sus diarios y los adultos mantienen correspondencia por carta, por correo electrónico… Pero, a diferencia de la correspondencia escrita a tinta, o de los diarios íntimos guardados en cuadernos, el destinatario de estos nuevos escritos digitales ha pasado de ser una sola persona (o unas pocas) a convertirse en la comunidad global. El blog es un punto intermedio entre el exhibicionismo y el discurso público, ya que es un individuo el que habla a todos los demás y les cuenta su vida o sus pensamientos. Y el lector es libre de entrar en esa página web concreta o de irse a otra.
Dependencia de quien lo crea y de quienes lo leen
Sin embargo, y a pesar de ser un fenómeno que se desarrolla en un entorno sumamente mecanizado, un blog depende por entero del esfuerzo humano, de la voluntad de escribir en él permanentemente; de mostrar vídeos o imágenes digitales captadas con una cámara. El blog es un organismo vivo que se alimenta de la comunidad; depende tanto del que lo crea y actualiza como de los que lo leen o miran, y que se hacen a la vez eco de su existencia en sus respectivos blogs. El blog nace en una sola persona, pero su objetivo es trascender a toda una comunidad.
Explicada la esencia de los blogs, tal vez sea más fácil entender la razón por la que se prevé que para mediados de 2007 los blogs alcancen su máximo y luego comiencen a decaer: simplemente cuando pase la moda la mitad de los “bloggers” (escritores de blogs) dejarán de escribir, por lo que sus “creaciones” se perderán en la inmensidad de la “blogosfera” (la comunidad de todo los blogs). Eso sí, la otra mitad continuará adelante.
El usuario es el protagonista
Entre los internautas que no se desaniman se está creando una verdadera sociedad digital en la que los usuarios no dependen exclusivamente de los periódicos, las revistas o las editoriales para informarse, entretenerse o disfrutar de buena literatura. En la “blogosfera” no hay directores de periódico que digan qué noticia vale más que otra ni críticos literarios que señalen el nuevo genio.
En el mundo de los blogs, es la comunidad de “bloggers” y lectores (cientos de millones de personas) los que al alimón, y casi sin pretenderlo, ensalzan un determinado blog porque contiene las noticias más interesantes, los mejores poemas, las fotografías digitales más bellas, las reflexiones más acertadas o los comentarios más ingeniosos. Esto es así hasta tal punto que en 2006 la revista Time designo como protagonista del año (el rostro que ocupa su portada de diciembre) a… ¡todos los usuarios de Internet!
Es tal la cantidad de blogs que hay en Internet y son tantos los miles que se crean cada día, los que dejan de actualizarse o los que sencillamente apenas contienen información, que lo recomendable es utilizar los buscadores de blogs, de gran importancia para los lectores (novatos o avezados) y también para los propios creadores de blogs (los “bloggers”) porque suelen incluir mediciones de popularidad que alimenta el combustible que mueve a la mayoría de estas webs: el ego de sus autores.
El primer buscador especializado fue Technorati, que se basa en las etiquetas que les ponen los bloggers a los comentarios que escriben (“tags”) para ordenar la “blogosfera”. Después Google contraatacó con Google Blog Search, que ofrece información más “fresca” (actualizada) que la versión convencional del buscador. En cualquier caso, en muchas ocasiones todo se resume en encontrar un buen punto de partida: los blogs suelen recomendar en una columna en su parte izquierda o derecha a otros blogs. Si damos con un blog que nos apasione, podremos ir saltando de blog en blog para tejer una red de nuevos medios que acabaremos por consultar a diario.