Los niños frente al televisor / La depresión postparto / Parejas infértiles / Entrevista: Mercè Boada

1 septiembre de 2007
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Los niños frente al televisor / La depresión postparto / Parejas infértiles / Entrevista: Mercè Boada

El que avisa no es traidor:
Los niños frente al televisor, no más de dos horas al día

Pasar más de tres horas cada día mirando la televisión repercute en la capacidad de atención de niños y adolescentes y les crea problemas de aprendizaje. Así lo aseguran investigadores de la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico del estado de Nueva York en un estudio publicado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. Tras diez años de investigación han observado que invertir tanto tiempo en ver televisión, actividad que requiere un mínimo esfuerzo intelectual, generó en los escolares problemas de atención, distracción, imposibilidad de realizar las tareas impuestas, malas notas y rechazo generalizado a la institución escolar, así como a la obligación de cumplir rutinas. Los inconvenientes persisten en el tiempo, por lo que los investigadores consideran fundamental limitar las horas que los chicos pasan frente al televisor a un máximo de dos por día.

Noticias:

La depresión postparto también puede afectar a los hombres

El sentimiento de tristeza y angustia que acompaña a veces al nacimiento de un hijo ha dejado de ser una exclusiva femenina. La llamada depresión postparto, cuando los sentimientos negativos hacia el bebé superan las cuatro semanas, también afecta a los padres, según un estudio publicado en la revista Pediatrics. Los padres padecen los mismos síntomas que sus compañeras: angustia, tristeza, temores, disminución del apetito y pérdida de energía. Hasta ahora se pensaba que el origen de este desánimo radicaba en los cambios hormonales que se producen en el organismo femenino durante la gestación, pero la investigación no ha encontrado causas hormonales definitivas, sino antecedentes de depresión, problemas de pareja o económicos. Además, si una mujer sufre una depresión posparto aumentan las posibilidades de que su pareja desarrolle el mismo cuadro.

Sólo la mitad de las parejas infértiles acude al especialista

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Una de cada seis parejas tiene dificultades para concebir en Europa, pero sólo la mitad acude al médico para intentar solucionar el problema. Los especialistas creen que puede deberse a la imagen fría que se tiene de las técnicas de reproducción asistida o a la situación económica, ya que las listas de espera para acceder a tratamientos en un centro sanitario público puede ser de hasta dos años. Las largas listas de espera en la sanidad pública llevan a muchas parejas a centros privados, donde las técnicas y tratamientos no están subvencionados, y engendrar un hijo puede costar entre 3.000 y 6.000 euros. En España la infertilidad afecta a cerca del 20% de la población, cifra que, según la Sociedad Española de Fertilidad, va en aumento. Las principales causas obedecen al retraso de la edad de la maternidad (a partir de los 35 años la fertilidad de la mujer cae en torno a un 50%). Además, el estrés, la mala alimentación, el tabaco y el alcohol influyen notablemente en la merma de calidad y cantidad del esperma.

Entrevista

/imgs/20070901/img.salud2.02.jpgMercè Boada
Neuróloga especializada en la tercera edad. Hospital General Vall d’Hebron. Barcelona

“Los hombres viven menos, pero no quiere decir que envejezcan peor que las mujeres”

¿Cómo envejece el cerebro?

-El sistema nervioso en su conjunto pasa por múltiples cambios que afectan a las funciones más cotidianas. El cerebro, sobre todo, pierde su capacidad de reacción, su velocidad. Todo ocurre más despacio. El sueño se altera, también el apetito, la capacidad cognitiva. No hay cambios bruscos, pero sí progresivos. Pero no son iguales para todas las personas.

¿Envejecen peor los hombres que las mujeres?

Viven menos, pero no quiere decir que envejezcan peor. En los test de fluidez mental que aplicamos a nuestros pacientes registran mejor puntuación las mujeres que los hombres, pero descubrimos que era porque en los cuestionarios de actividades cotidianas figuran preguntas relativas a tareas domésticas que los hombres no han aprendido jamás?

¿Es posible una vejez saludable?

Por supuesto. Pese a los achaques de la edad, la persona anciana se da cuenta de que no tiene la misma agilidad mental o rapidez de antes, pero que continúa siendo ella misma. La persona con demencia, sin embargo, ya no es la misma; los cambios que se producen en su cerebro son más agresivos que en el envejecimiento normal, y su calidad de vida se deteriora mucho más deprisa.

¿Cómo enfrentarnos a la ancianidad, no ya la propia, sino la de los demás?

No hay fórmulas magistrales. Sin duda, es algo más arduo cuando somos nosotros quienes nos responsabilizamos de su cuidado. Se trata de fomentar las aficiones habituales del anciano, hábitos de autorrealización, hablar despacio y reforzar la comunicación no verbal, mirando a los ojos, adoptando un tono de voz de ternura o ánimo, adaptando habitaciones y baños con asideros para no caer, controlando la alimentación y el cumplimiento de las medicaciones. Son cosas que aprendemos con los bebés y que parecemos haber olvidado con los abuelos. Ellos también necesitan nuestra competencia como adultos y nuestro particular cariño.