En Barcelona y Murcia cuesta el doble que en otras siete capitales
La calidad del suministro de agua potable y la capacidad de servicio de los embalses dependen de muchos condicionantes, que influyen también en el modelo de gestión de este recurso natural: frecuencia e intensidad de las lluvias, características geológicas de la tierra, localización y otras peculiaridades (demográficas, orográficas, económico-sociales y culturales) de los núcleos de población a abastecer.
Sin soslayar la coyuntura tan compleja que rodea a todo lo relacionado con el líquido elemento y a su transporte hasta nuestras casas, CONSUMER ha calculado lo que deberán pagar este año por el consumo de agua doméstica los habitantes de 14 ciudades peninsulares: Alicante, Barcelona, Bilbao, Burgos, Castellón, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, Santander, San Sebastián, Vitoria y Valencia.
La principal conclusión del estudio es que el precio del agua de grifo varía enormemente de unas capitales a otras. Tanto es así que el dinero a pagar (media aritmética de cuatro supuestos de consumo doméstico distintos, pero muy comunes) por una familia de Barcelona por el agua de grifo ronda las 41.000 pesetas al año, frente a las 15.000 pesetas que debería desembolsar una misma familia con idéntico consumo de agua en Vitoria. Estas abismales diferencias ha de valorarlas el usuario siempre en términos relativos, ya que cada ciudad aborda el servicio de agua con una perspectiva particular, más o menos ambiciosa (por ejemplo, en el saneamiento), y debe hacer frente a costes y dificultades bien distintos. En fin que cada urbe parte de una realidad específica que poco o nada tiene que ver con la de las demás ciudades. Pero, de todos modos, resulta espectacular la diferencia en el precio que rige para el agua en unas y otras ciudades, teniendo en cuenta que, salvo contados casos, todas incluyen en la factura por el servicio de agua los mismos conceptos: el propio agua, el tratamiento de aguas residuales, el saneamiento, el alcantarillado, el alquiler de contadores, …
Continuando con las cifras, además de Barcelona, las ciudades más caras (cobran por encima de las 30.000 pesetas de media al año) son Murcia y Valencia. Ya en un término medio, entre 29.000 y 19.000 pesetas, se sitúan -de más a menos caras- Bilbao, Alicante, Málaga, Madrid, Castellón y Pamplona. Y, por último, destacan por sus precios económicos -menores a 19.000 pesetas al año, de media- San Sebastián, Santander, Burgos, Logroño y la capital alavesa.
Otras conclusiones
De la comparación de las tarifas de este año con las de 1998, se deduce que el mayor incremento se produjo en Málaga (6%), Bilbao (4%) y Murcia (3%). Llama la atención que la ciudad que menos ha encarecido el agua este año (las tarifas decrecieron un 3%) sea Vitoria, precisamente la que más barata la ofrece. Por otro lado, se constata que las ciudades caras lo son en todos los tipos de consumo (moderado, normal, elevado y muy elevado) y que lo propio ocurre con las que ofrecen el servicio más barato. Además, se comprueba que salvo Málaga y Alicante las ciudades no propician con sus tarifas el consumo moderado. Podrían hacerlo (como hacen las dos ciudades mencionadas) cobrando más barata el agua a las familias que menos la utilizan o penalizando su gasto excesivo. Al contrario, la mayoría de las ciudades incluso abaratan el metro cúbico de agua (incluyendo todos los conceptos cobrados en la factura) cuando aumenta el consumo. Es el caso de Bilbao (con 120 metros cúbicos de consumo anual, cada metro sale a 180 pesetas, mientras que si se consumen 280 metros cúbicos, cada uno cuesta sólo 138 pesetas) y Valencia (en los mismos casos, los precios son de 195 y 144 pesetas). Otras ciudades que siguen esta política de precios tan discutible desde una perspectiva de ahorro en el consumo de agua (que no lo olvidemos, es un bien escaso en casi todo el país) pero de modo menos acentuado, son Murcia, Castellón, Pamplona, San Sebastián, Burgos Logroño y Santander. Vitoria, por su parte, no varía el precio del agua (muy barato, por cierto, a 81 pesetas el metro cúbico) en función del consumo. En Barcelona y Madrid, tampoco varía mucho el precio del agua en función de la cantidad que se consuma.
También se confirma que el precio del agua no influye en la cantidad que se consume. Ejemplos elocuentes de ello son Vitoria, con el agua más barata y el menor índice de consumo (41 metros cúbicos de agua al año por habitante) y Murcia, que sirve el agua muy cara y, sin embargo, registra el mayor consumo: 68,5 metros cúbicos por habitante y año.
Al parecer, son mayoría los usuarios que no relacionan el derroche de agua con el sobregasto para la economía familiar. Y, a tenor del precio que tiene hoy el líquido elemento, deberían hacerlo. Porque disminuir el consumo de agua en un 30% (esos grifos abiertos sin ton ni son, esas lavadoras con poca ropa, esas averías que no se arreglan, esos lavavajillas con cuatro platos, esas bañeras hasta el borde, esos generosos riegos del jardín cuando más aprieta el sol,…) es un empeño muy factible y supone el ahorro de varios miles de pesetas al año en cada hogar. Además de un uso más sensato y sostenible de un bien natural que, especialmente en un año seco como 1999, escasea en muchas zonas de nuestro país.
Tarifa anual en cuatro supuestos de consumo
CONSUMER ha partido de un sistema de cálculo que consiste en obtener, para cada una de las 14 ciudades comparadas, el precio a abonar anualmente por una familia en cuatro supuestos: un consumo modesto de agua (120 metros cúbicos al año), normal (160 metros cúbicos), elevado (200 metros cúbicos) y muy elevado (280 metros cúbicos). Estas tasas incluyen las cuotas pagadas, además, por las diversas prestaciones relacionadas con el abastecimiento de agua, como el tratamiento de aguas residuales, alcantarillado, saneamiento o el alquiler de contenedores, entre otros aspectos.
Se estima que el consumo racional de agua por persona y año es de entre 40 y 50 metros cúbicos. Las cuatro hipótesis de este informe pueden entenderse como una familia compuestas por tres miembros con un gasto de agua medio, de 120 ó 160 metros cúbicos al año; una segunda familia, ya de cuatro o cinco personas, que usa al año 200 metros cúbicos; y un último hogar de seis o siete miembros, cuyo contador registra anualmente el paso de 280 metros cúbicos de agua.
El hecho de que los diversos organismos que gestionan el abastecimiento del agua apliquen sistemas muy distintos para fijar las tasas de consumo de agua podría haber provocado que, al cotejar los precios de cada una de las cuatro franjas de consumo, las ciudades ocuparan lugares distintos en este ranking de carestía del agua. Sin embargo, se comprueba que las capitales más caras en la media general del precio del agua (Barcelona, Murcia y Valencia) y las más baratas (Vitoria, Logroño, Burgos, Santander y San Sebastián), lo son prácticamente en los cuatro supuestos testados. Las excepciones son muy pocas.
Barcelona y Murcia, el agua más cara
Barcelona y Murcia constituyen, en materia de precios del agua, un caso aparte, porque superan holgadamente los del resto de las ciudades. Ateniéndonos al supuesto más común, de un consumo de 160 metros cúbicos de agua al año (una familia de tres o cuatro personas), en Barcelona y Murcia habrían de pagarse unas 34.000 pesetas anuales, mientras que la siguiente ciudad más cara sería Valencia, con menos de 28.000 pesetas. Le seguiría Bilbao, con menos de 27.000 pesetas. Y si buscamos las ciudades que menos dinero exigen a sus vecinos por el agua del grifo y todos los servicios con él relacionados, hemos de ir hasta Vitoria, que cobra a esta misma familia 13.000 pesetas, casi la mitad que Barcelona o Murcia.
Y si se comparan las tarifas que deben pagar los hogares que más agua consumen (280 metros cúbicos anuales, un nivel de uso habitual en familias de seis o más miembros), se disparan en Barcelona hasta las 61.500 pesetas anuales. Le sigue en carestía, pero a distancia, Murcia, que exige 53.500 pesetas. En el otro extremo, Vitoria, Logroño y Burgos exigen menos de 25.000 pesetas anuales.
El precio no influye en la cantidad de agua que se consume
El consumo doméstico de agua, en contra de lo que pudiera pensarse, no depende de su precio. También, tras estudiar los datos oficiales de consumo de agua de las diversas ciudades y las tarifas vigentes en cada una de ellas, se puede concluir que los usuarios no utilizan este servicio con los criterios comunes a cualquier otro: “cuanto más consumo, más pago; por tanto, consumo sólo lo que necesito, ya que si me excedo, estoy tirando el dinero”.
En la capital murciana, que tiene una de las tarifas más caras, el pasado año se registró la mayor media en el gasto anual de agua doméstica, de 68 metros cúbicos por habitante, mientras que en Vitoria, que aplica las tarifas más asequibles, se registró el gasto más moderado, 41 metros cúbicos por habitante. El pasado ejercicio, las ciudades con un gasto anual superior a los 50 metros cúbicos de agua por habitante fueron Murcia, San Sebastián, Burgos y Madrid y Logroño, mientras que por debajo de esta media se movieron la capital alavesa, Bilbao, Barcelona, Málaga, Santander y Pamplona. En el cómputo global, Madrid y Barcelona contabilizaron el mayor gasto, que ascendió a más de 156 y 126 millones de metros cúbicos, respectivamente, mientras que el menor registro se observó en Logroño, Vitoria y Santander, que no superaron los 10 millones de metros cúbicos (véanse cuadros).
Derroche del agua
La gestión del agua preocupa porque, entre otras razones, se pretende garantizar el suministro a los hogares sin alcanzar unos niveles de consumo que pongan en peligro las reservas existentes en los embalses que surten el preciado líquido. Se trata de conjugar dos propósitos especialmente difíciles de congeniar en las ciudades donde el agua escasea.
Los grupos ecologistas alertan sobre el excesivo consumo de agua. En algunas zonas, el mal estado de las tuberías ocasiona la pérdida de más del 50% del agua que se transporta desde los embalses hasta los hogares. También se critica el uso del agua depurada en la limpieza de calles y en el regadío de los jardínes, cuando sería más sensato utilizar en estas labores un agua no apta para el consumo, por ejemplo, el agua ya consumida reciclada. El porcentaje de agua reciclada en las ciudades objeto de este estudio también es mínimo, ya que Bilbao es la única capital que, al menos en parte, apuesta por esta alternativa: en 1998, recicló hasta un 42% del agua utilizada. Así y todo, los grupos ecologistas advierten de que la primera medida en el control del consumo de este preciado líquido se debe adoptar en nuestra propia casa, utilizando el agua estrictamente necesaria, y no dejando los grifos abiertos.
Los argumentos de las cuatro ciudades más caras
Para dar respuesta a las preguntas que muchos usuarios pueden hacerse al comprobar que han de pagar el doble o el triple que los de otras ciudades por un bien de primera necesidad como el agua corriente, CONSUMER se ha dirigido, con los resultados de este informe en la mano, a los ayuntamientos y diversos organismos gestores del agua en las ciudades más caras en este servicio. Las explicaciones, como puede verse, han sido muy variadas.
El Consorcio de Aguas de Bilbao-Bizkaia explicó que las tasas en el cobro del agua están plenamente justificadas por la necesidad de sufragar en esta comarca (que incluye 47 municipios con un total de un millón de habitantes), un ambicioso Plan Integral de Saneamiento, cuya aprobación en 1980 provocó un incremento sustancial de las tarifas, que seguirán siendo elevadas hasta el término de este proyecto, en el 2005. En realidad, la mitad de lo que paga el usuario se destina a este Plan, que supone sanear las aguas de los ríos, rías y playas de todo el territorio de Vizcaya. Desde el Ayuntamiento de Valencia, se reconoció que el coste del agua es elevado, y se justificó este precio por dos razones: el tratamiento específico que debe aplicarse al agua para conseguir un nivel de calidad aceptable para el consumo, y en segundo lugar, la inversión efectuada en varios proyectos para la mejora del servicio.
Agbar, empresa privada que gestiona el servicio de agua en Barcelona, explicó a CONSUMER que la carestía de su agua se debe a los altos costes de captación y producción (el punto de abastecimiento está lejos del de suministro) y a que el medio de transporte es un río sometido a fuertes agresiones, que acaban encareciendo el proceso de depuración. Además, el suministro en la Ciudad Condal, al contrario que en otras ciudades, se realiza de manera individualizada, de forma que el consumidor de una urbanización ya no debe sufragar el gasto de individualizar los consumos de todos los vecinos a través de una empresa de mantenimiento. Por último, la misma fuente aseguró que, de acuerdo con las directrices de la Unión Europea, la factura del agua en Barcelona incorpora impuestos de diferentes administraciones relacionadas con el ciclo integral del agua, “una medida que debe tenerse en cuenta al comparar la factura que debe pagar un ciudadano con las de otras autonomías y ciudades”.
La empresa Aguas de Murcia asegura que esta ciudad padece una escasez de recursos hídricos que le obliga a comprar el agua a la Mancomunidad de Canales del Taibilla (Trasvase Tajo-Segura). Además, el alto contenido en sales -que dificulta la potabilización- y la propia extensión de la Comunidad murciana (890 kilómetros cuadrados, con 1.270 kilómetros de red de abastecimiento y 630 kilómetros de saneamientos), encarecen el servicio de agua.
Ficha Técnica
- Se analizó el coste del agua de grifo en 14 ciudades: Alicante, Barcelona, Bilbao, Burgos, Castellón, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, Santander, San Sebastián, Vitoria y Valencia.
- Se contactó telefónicamente, en junio de 1999, con los organismos competentes en la gestión del cobro del agua, y se les envió un fax solicitando todas las tarifas relacionadas con el servicio de agua a los hogares.
- Recibida esta información, se calcularon las cantidades a pagar en cuatro supuestos de consumo muy comunes, partiendo siempre de las normativas vigentes en cada ciudad, de las diferentes tarifas e incluyendo todas las prestaciones relacionadas con el abastecimiento de agua (tratamiento de aguas residuales, alcantarillado, saneamiento, alquiler de contenedores, …).
- Los cuatro supuestos equivalen a una familia con un consumo modesto de agua (120 metros cúbicos al año), normal (160 metros cúbicos), elevado (200 metros cúbicos) y muy elevado (280 metros cúbicos).
- Efectuados los cálculos sobre los costes a pagar en cada uno de los supuestos, se envió un fax (requiriéndose el contraste de las cifras surgidas) a los responsables de los órganos gestores del agua en cada ciudad. Se envió otro fax a las concejalías municipales relacionadas con el servicio de aguas. En su caso, se realizaron las correcciones oportunas.
- Tras la elaboración del informe, se contactó con los responsables del servicio de agua en las ciudades con precios más caros, con el propósito de que pudieran explicar las causas de esa carestía de un bien de primera necesidad como el agua corriente.
El precio del agua, ciudad por ciudad
- Vitoria Es la ciudad con el agua corriente más barata, tanto en la media (15.359 pesetas al año) como en cada uno de los cuatro supuestos analizados. Es la única ciudad que no varía el precio en función de la cantidad de agua consumida. Asimismo, es la única que abarató este año (un 3%) los precios respecto de 1998. Consumo doméstico de agua por habitante: el más bajo, 41 metros cúbicos al año.
- Logroño La segunda más barata (17.305 pesetas de media anual), aunque sólo un poco más económica que Burgos. Conforme crece el consumo, se abarata -modestamente- el precio del metro cúbico de agua. Consumo doméstico de agua por habitante: razonable, casi 53 metros cúbicos al año.
- Burgos La tercera ciudad con el agua más barata (17.984 pesetas de media anual). En el consumo de 280 metros cúbicos, es la segunda más barata. Conforme crece el consumo, se abarata el precio del metro cúbico de agua ) en un consumo de 120 metros cúbicos, cada uno sale a 107 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 88 pesetas) . Consumo doméstico de agua por habitante: bastante elevado, 64,4 metros cúbicos al año.
- Santander De las más baratas: 18.120 pesetas de media anual. Es la segunda ciudad menos cara en los consumos de 160 y 200 metros cúbicos. Encarece el metro cúbico cuando se alcanzan consumos elevados (280 metros cúbicos), pero, a pesar de todo, sigue saliendo más barato que cuando el consumo es moderado (120 metros cúbicos). Si se comparan las tarifas por tramos de consumo, el uso moderado de agua sale demasiado caro. Mantiene los precios de 1998. Consumo doméstico de agua por habitante: razonable, casi 48 metros cúbicos al año.
- San Sebastián Entre las ciudades más baratas, con 18.477 pesetas de media anual. Su mejor precio se registra en el consumo de 120 metros cúbicos, el cuarto más económico de las ciudades comparadas. Conforme crece el gasto, se abarata el precio del agua: en un consumo de 120 metros cúbicos, cada metro cúbico sale a 110 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 90 pesetas. Consumo doméstico de agua por habitante: bastante elevado, casi 65 metros cúbicos al año.
- Pamplona Entre las capitales más baratas, a 19.849 pesetas de media al año, algo más cara que San Sebastián. Conforme crece el gasto, se abarata el precio del agua: en un consumo de 120 metros cúbicos, cada metro cúbico sale a 129 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 91 pesetas. Consumo doméstico de agua por habitante: razonable, casi 50 metros cúbicos al año.
- Castellón Precios medios, con un coste medio del agua al año de 20.414 pesetas por familia. Conforme crece el gasto, se abarata el precio del agua: en un consumo de 120 metros cúbicos, cada metro cúbico sale a 124 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 98 pesetas. Consumo doméstico de agua por habitante: no facilitado por el organismo competente.
- Madrid Una ciudad de gran tamaño, pero con precios medios para el agua: 24.855 pesetas de media al año. Apenas varía el coste del agua según la cantidad que se consuma. Y este año mantiene las tarifas de 1998. Consumo doméstico de agua por habitante: razonable, 54,5 metros cúbicos al año.
- Málaga También precios medios: 26.343 pesetas de media al año. Es una de las dos ciudades incluidas en este informe que encarece el coste del agua conforme aumenta el consumo: en hogares con gasto moderado (120 metros cúbicos), el metro cúbico sale a 129 pesetas, y en los de muy elevado consumo (280 metros cúbicos), sale a 149 pesetas. Es la ciudad que más ha aumentado (un 6%) el precio del agua respecto de 1988. Consumo doméstico de agua por habitante: razonable, 47 metros cúbicos al año.
- Alicante Con 27.863 pesetas de media al año, es una ciudad con precios relativamente caros. El coste del agua es oneroso en los cuatro tramos de consumo contemplados. Es, junto con Málaga, una de las dos ciudades que encarece el coste conforme aumenta el consumo: en hogares con gasto moderado (120 metros cúbicos), el metro cúbico sale a 136 pesetas, y en los de muy elevado consumo (280 metros cúbicos), sale a 153 pesetas. Consumo doméstico de agua por habitante: no facilitado por el organismo competente.
- Bilbao Entre las caras, con un gasto medio al año de 29.128 pesetas. Conforme crece el consumo, se abarata notablemente el precio del agua: en un gasto de 120 metros cúbicos, cada metro cúbico sale a 180 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 138 pesetas. Es la segunda ciudad incluida en el informe que más ha aumentado este año (un 4%) el precio del agua respecto de 1988. Es la única que recicla el agua ya usada, un 42% del total. Consumo de agua por habitante: bien, el segundo más bajo, 42,5 metros cúbicos al año.
- Valencia Precios elevados. La tercera ciudad más cara, con 30.849 pesetas de media anual. Su mejor precio lo ofrece para el consumo muy elevado (280 metros cúbicos); y aún en este caso, es la quinta ciudad más cara. Conforme crece el gasto, se abarata notablemente el precio del agua: en un consumo de 120 metros cúbicos, cada metro cúbico sale a 195 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 144 pesetas. Consumo doméstico de agua por habitante: no facilitado por el organismo competente.
- Murcia Es la segunda ciudad con el agua más cara: 38.815 pesetas de media al año. Además, es la más onerosa para hogares con consumo moderado (120 metros cúbicos), que pagan casi el triple que en Vitoria. Y conforme crece el gasto, se abarata el precio del agua: en un consumo de 120 metros cúbicos, cada metro cúbico sale a 229 pesetas, y en el de 280 metros cúbicos, se queda en 191 pesetas. Las tarifas por agua aumentaron un 3% respecto de 1998. Consumo doméstico de agua por habitante: elevado, 68.5 metros cúbicos al año.
- Barcelona El agua más cara (41.207 pesetas de media anual) de las catorce ciudades estudiadas. Casi triplica las tarifas de Vitoria. Es la más cara en todos los tramos de consumo, salvo en de 120 metros cúbicos, donde ocupa el segundo lugar. El precio del metro cúbico (muy caro en todos los casos) apenas sufre variaciones en función de la cantidad consumida. Consumo doméstico de agua por habitante: razonable, 47 metros cúbicos al año.
Incremento de los precios este año y tabla comparativa
Salvo en Vitoria, Madrid y Santander, el coste del abastecimiento del agua se ha encarecido en 1999 respecto al año anterior si bien esta subida se ha producido en muy distintas proporciones. Los incrementos más importantes se han registrado en Murcia, Bilbao y Málaga, con un 3%, 4% y 6% de aumento en el precio, respectivamente, cuando se da la circunstancia de que las capitales murciana y vizcaína se encuentran entre las cuatro ciudades más caras de este estudio. Vitoria representa una tendencia completamente opuesta, ya que, siendo la ciudad con el agua más barata, en 1999 ha rebajado sus precios en casi un 3%. Por último, Madrid y Santander han mantenido invariables sus tarifas este año.