Discotecas y salas de fiestas: analizados 50 locales

Sobra volumen en la música y falta seguridad

Discotecas, bares, discopubs y salas de fiestas se convierten cada fin de semana en refugio de miles de jóvenes que buscan compartir unas horas de entretenimiento con amigos, tomar unas copas o bailar al ritmo de la música de moda.
1 febrero de 1999
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Sobra volumen en la música y falta seguridad

Estos locales musicales, al igual que la televisión, los viajes programados o la comida rápida, son un signo de nuestra época y un reflejo de las tendencias que nos definen como consumidores de tiempo de ocio.

La revista CONSUMER ha inspeccionado, durante noches de viernes y sábado de noviembre y diciembre del pasado año, una treintena de las más conocidas y concurridas discotecas y disco pubs de Barcelona, Valencia, Castellón, Alicante, Murcia, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Logroño, Santander y Burgos. Además de abordar las molestias que generan estos locales en quienes residen en sus inmediaciones y los problemas de seguridad de que podrían adolecer, el estudio ha determinado el volumen de la música que sonaba en ellas. Esto último, porque la música puede convertirse en contaminación acústica y repercutir de manera negativa en la salud de quienes, quizá inconscientes del riesgo, la escuchan.

Una exposición prolongada a elevados niveles de ruido puede provocar lesiones degenerativas en el órgano auditivo e incluso la pérdida de la audición, además de propiciar irritabilidad, neurosis depresivas y stress.

La primera conclusión del informe es que en casi el 90% de los establecimientos visitados la música estaba demasiado alta, ya que la intensidad sonora media en el local (media aritmética del volumen en la barra, en la pista de baile y en los reservados o zonas más tranquilas) rebasaba los 90 dB (A), límite en el que la OMS fija el umbral de peligro. La institución sanitaria mundial advierte que rebasados los 90 dB (A), los riesgos para la salud son relevantes, aunque dependan del tiempo de exposición y de la persona que se somete a este impacto sonoro.

Del estudio de CONSUMER ha surgido otra constatación no menos preocupante: el 75% de las discotecas analizadas adolecen de carencias en materia de seguridad (puertas de salida y emergencia que se abren hacia dentro o sin alumbrado de señalización, escasez o ausencia de extintores a la vista o al alcance del cliente, dificultades para una evacuación …) que podrían acrecentar el peligro ante una situación de emergencia.

Se abusa del volumen en la música.

Volviendo al riesgo que para la salud entraña someterse durante varias horas a un excesivo volumen sonoro, en el 34% de los locales se anotaron valores medios superiores a 96 dB (A), calificables como directamente peligrosos, lo que configura una realidad que obliga a una reflexión de las autoridades sanitarias y de los propios usuarios de estos lugares.

La situación difiere mucho según se trate de una u otra ciudad. De entre las analizadas, las discotecas que más abusan del volumen de su música (calificadas como “muy mal” por superar de media los 96 dB) eran las cuatro de Logroño, tres de las cuatro de San Sebastián, tres de las cinco de Bilbao, dos de las cuatro de Murcia, dos de las cinco de Barcelona, y una de las cuatro de Castellón, Vitoria y Santander. Las discotecas más respetuosas con los oídos de sus usuarios fueron las de Burgos, Vitoria y Pamplona.

No hay una normativa nacional que regule la contaminación ambiental por ruidos en el interior de discotecas o similares; sólo existe el Real Decreto 1316/1989 de 27 de octubre, sobre protección de los trabajadores frente a los riesgos de la exposición al ruido durante la actividad laboral, que establece los 90 dB (A) como máximo recomendable. Algunas directivas europeas regulan los ruidos, pero ninguna fija el máximo de decibelios al que las discotecas pueden elevar el volumen. Las ordenanzas municipales establecen los niveles sonoros admisibles en el exterior de estos locales, con el fin de evitar molestias a los vecinos; pero tampoco limitan el volumen que sufren-disfrutan los usuarios de las discotecas. Sólo 6 de las 50 discotecas (dos en Vitoria y Pamplona, una en Santander y otra en Burgos) no superaron los 90 dB(A) de media en el interior del local.

CONSUMER también ha testado la opinión de 242 personas que viven junto a discotecas y similares en Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Logroño, Burgos y Santander, Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Castellón. La encuesta confirma que la vida de los vecinos se ve profundamente alterada, especialmente los fines de semana. El 85% de los encuestados dice sufrir molestias motivadas por la discoteca. Las quejas más comunes se refieren al volumen de la música, la suciedad en las calles, los gritos de la gente y los frenazos y aceleraciones bruscas de los coches de los clientes. La mitad de los vecinos asegura que desde su hogar se oye la música de la discoteca. Y, lo que es peor, uno de cada tres afirma que el ruido le impide conciliar el sueño nocturno. O, yendo aún más lejos, uno de cada diez asegura que alguien de su familia ha padecido insomnio por culpa de la discoteca. Uno de cada cuatro ha realizado alguna reclamación o denuncia por este motivo, ya sea ante la policía, el ayuntamiento o en ambas instancias (el 12%).

Pero esta iniciativa no es muy efectiva: nueve de cada diez personas que han reclamado no han quedado satisfechas con la respuesta recibida a sus quejas.

Seguridad, muy mejorable

Si bien es cierto que las discotecas no generan habitualmente siniestros, no lo es menos que cuando ocurren pueden ocasionar muchas víctimas, dada la aglomeración de personas que se produce en momentos concretos , lo que dificulta la evacuación rápida del local ante un incendio o cualquier otra emergencia.

Como se adelantaba, tres de cada cuatro discotecas incumplen en algún aspecto la norma de seguridad (Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas) que rige para estos locales. Las carencias más relevantes afectan a las puertas de salida y de emergencia. En casi el 60% de los establecimientos no todas las puertas tienen parte transparente para facilitar la orientación del público en su salida, en el 30% había puertas de salida y de emergencia que no se abrían hacia afuera de la discoteca (“las puertas abrirán en el sentido de salida?”, recuerda la norma) y el 12% de los locales no cuenta con alumbrado de señalización en todas sus puertas. Además, en el 16% de las discotecas se echaron en falta extintores o mangueras a la vista y al alcance del público. Y en el 26% se anotaron peligros relacionados con la dificultad de desalojar el local en caso de emergencia.

En Bilbao se detectó este problema en cuatro de los cinco establecimientos visitados: “Flash” es subterráneo y tiene una escalera de unos cuarenta peldaños para salir; “Consorcio ofrece una única puerta; en “Café Antzokia” las escaleras que dan al hall de entrada desde el piso de arriba son muy estrechas y en “Congreso” la balconada superior es poco menos que una ratonera en caso de emergencia.

En Vitoria, había dos con estas dificultades de desalojo: en “Dreams” hay que descender muchas escaleras para acceder al local, ya que es subterráneo, y en “Aural” se obstaculiza una de las salidas de emergencia cuando se amplía el guardarropa.

En Castellón se detectaron problemas en tres de los cuatro establecimientos visitados: “El Desván”: discoteca laberíntica y no están señalizadas las salidas, además no hay extintores a la vista. “Jardines”: las escaleras de emergencia no tienen pasamanos.

En “Ibiza”: Vidrios rotos y un único extintor a la vista que además está obstaculizado.

En Valencia en dos de cuatro: “Kypros” y “Jardines”: gran masa de gente acumulada en el local, “resultaba muy difícil incluso moverse”. En caso de emergencia podría ser peligrosa la evacuación.

En Alicante, había una con estos problemas de desalojo: “Pachá Rambla” Una única puerta y estrecha.

Por último, en “Bataplán”, de San Sebastián, una de las puertas de emergencia estaba taponada con una valla.

La norma indica también que “en cada uno de los escalones del local se instalarán pilotos de señalización, conectados a su vez al alumbrado de emergencia?”. En 34 de los 50 locales había escaleras; sin embargo, cuatro de ellas no tenían estos pilotos obligatorios en todas sus escaleras. En relación a la prohibición de colocar espejos o superficies que reflejen la imagen que puedan perturbar la salida del local, sólo se encontraron en “Yo Qué sé”, de Logroño y en “Music Box” y “Up & Down”, de Barcelona.

A pesar de tanta irregularidad en materia de seguridad, uno de cada cuatro locales cumplen, en todo lo analizado por CONSUMER, con la normativa.

El ruido en las diversas zonas.

En el 90% de las discotecas, la intensidad media sonora que indicaron los sonómetros era excesiva. Si analizamos cada una de las tres zonas en las que se realizaron mediciones por separado (barra, pista de baile y zona más tranquila o reservados), el panorama se dibuja desalentador.

Como es lógico, el volumen más alto corresponde a las pistas de baile: sólo en “Oh”, de Santander, y “Varadero”, de Burgos, no se superaban los 90 dB en la pista. En el 82% de ellas, los sonómetros dieron mediciones por encima de los 96 dB(A). En “Yo Qué Sé”, de Logroño, se alcanzaron los 118 dB(A) y en otros tres de la misma ciudad (“Palenke”, “Área 7” y “Aural”) y una de la capital murciana (“Viva Murcia”) se llegaba a 116 dB(A) en las pistas de baile.

En la zona del mostrador, el ruido era algo menor, con doce discotecas, de las 50 analizadas, por debajo de 90 dB(A), pero con quince locales que rebasaban los 96 dB(A), es decir, con un nítido exceso de volumen musical en un espacio más pensado para la conversación y el disfrute de la música que para el baile. Hay clientes de estos locales que prefieren los rincones más tranquilos. La mayoría de las discotecas ofrecen estas zonas donde conversar no obliga a gritar.

Sin embargo, estas zonas no son tan acogedoras: sólo en el 45% no se superaban los 90 dB(A) en estos “espacios protegidos”. Los establecimientos visitados en Burgos fueron los más compasivos: en los cuatro había una zona que no alcanzaba los 90 dB(A). No existían estos espacios tranquilos en “Discóbolo”, de San Sebastián, y en “El Cairo”, de Santander.

Uno de cada cuatro no cumple el horario de cierre

Uno de los más habituales motivos de queja de los vecinos es que las discotecas no respetan los horarios de cierre que las normas les imponen en función de su categoría. Técnicos de CONSUMER se informaron del horario de cierre de los 50 locales, y comprobaron que en uno de cada cuatro se incumplía este límite (entre las tres y las ocho de la mañana) de apertura al público; “seguía entrando gente” aseveran. En Vitoria, Logroño, Valencia sólo lo incumplía uno, mientras que en Alicante, Bilbao y Pamplona fueron dos. En Burgos, los cuatro incumplieron el horario, sin embargo, en todos los de San Sebastián, Barcelona, Castellón, Murcia y Santander se respetó. Cuando no figuraba en carteles específicos, se consideró como límite horario el facilitado por el personal de los establecimientos.

Por otro lado, el informe demuestra que estas discotecas no informan bien a sus usuarios. En el 80% no había carteles que explican los pasos a seguir en caso de emergencia, en el 70% no advierten de la edad mínima para acceder al establecimiento y un 88% no indican al público el horario de apertura y cierre del local.

¿De qué se quejan los vecinos?
  • El 85% de los vecinos sufre molestias motivadas por la cercanía de la discoteca.
  • Más de la mitad asegura que desde su hogar oye la música de estos locales.
  • A uno de cada tres vecinos, el alto volumen de la música le impide dormir por la noche.
  • Uno de cada diez subraya que alguien de su familia ha padecido problemas de salud motivados por la discoteca (mayoritariamente, insomnio)
  • Otras quejas son la suciedad en las calles (el 79%), gritos de la gente (78%) y frenazos y aceleraciones de los coches (53%). También (el 42%) se lamentan de la música a alto volumen de los coches y de las peleas en las inmediaciones (el 40%).
  • Las reclamaciones: uno de cada cuatro vecinos ha realizado reclamación o denuncia por problemas relacionados con estos locales. Mayoritariamente, por ruidos y alborotos.
  • Ante quién se reclama: El 42% de quienes reclamaron lo hicieron ante la policía, el 22% ante el ayuntamiento y el 12% ante ambas instancias. Casi uno de cada diez vecinos se ha quejado incluso al personal de la propia discoteca.
  • Sirve de poco reclamar: el 87% de quienes lo han hecho no ha quedado satisfecho con la respuesta recibida.
  • ¿Y hacer obras en casa para atajar las molestias? Un 15% de los vecinos ha realizado reformas en su hogar para aislarlo del ruido. Lo más común es el cambio de ventanas por otras con mejor aislamiento acústico y la insonorización del suelo de la vivienda. Y sale caro.
  • Problemas de delincuencia: uno de cada tres cree que la discoteca o disco-pub cercano sí genera estas consecuencias. El 16% se refiere a robos, otro tanto al tráfico de drogas, y un 15% al gamberrismo. El 11% entiende que estos locales favorecen las peleas entre jóvenes.

Ficha técnica

  • Se midió el nivel sonoro de la música en 50 discotecas, disco-pubs y similares de Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Logroño, Burgos, Santander, Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Castellón. Y se comprobó el cumplimiento de la norma de seguridad recogida en el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (1982) .
  • Entre el 27 de noviembre y 18 de diciembre, técnicos provistos de un sonómetro que mide la intensidad del sonido visitaron entre cuatro y cinco de las discotecas o disco pubs de moda en cada ciudad, siempre en viernes o sábado y entre la una y las seis de la madrugada. En cada local se midió el nivel sonoro en la pista de baile, en la barra y en la zona más tranquila. .El técnico permaneció en cada una de las zonas durante 20 minutos y realizó 10 mediciones en cada zona. El valor final de cada zona del local es la media de esas 10 mediciones.
  • Para analizar la seguridad, se inspeccionaron el sentido de apertura de las puertas, la existencia de parte transparente, el alumbrado de señalización de las puertas, la existencia de extintores y/o mangueras a la vista del cliente, los inconvenientes espejos en los lugares de salida, los pilotos de señalización en las escaleras y los peligros evidentes cara a un desalojo.
  • También se comprobó el cumplimiento del horario de cierre de cada local. En ausencia de carteles indicadores sobre el horario, se preguntó al respecto a algún empleado del local.
  • Además, se realizaron 242 entrevistas personales en sus hogares a mayores de edad vecinos de discotecas y similares, en Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Logroño, Burgos, Santander, Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Castellón.
Locales visitados:
  • Vitoria: Mana, Dreams, Aural y Circulo.
  • Bilbao: Flash, Consorcio, Café Antzokia, Congreso y Distrito 9.
  • San Sebastián: Bataplan, Cabusia, Rotonda y Discóbolo.
  • Pamplona: Zona Límite, Sector, Reverendos y Más y Más.
  • Santander: Pachá, El Cairo, Amarras (del Hotel Santemar) y Oh.
  • Burgos: Trastos, Kache, Varadero y Bésame Mucho.
  • Logroño: Palenke, Área 7, Aural, y Yo Qué Sé.
  • Barcelona: Get Back, Costa Breve, Music Box, Sol y Up & Down.
  • Castellón: Ibiza, El Desván, Jardines y KKO.
  • Valencia: Kypros, Woody y 69 Monos, Jardines.
  • Alicante: Bugatti, Zoo, Pachá (discoteca) y Pachá Rambla (disco bar).
  • Murcia: De Nai Clu, Centro, Colors y Viva Murcia.

Las discotecas de moda, ciudad por ciudad y tabla comparativa

Logroño

Volumen de la música: la peor de todas. Muy mal en “Palenke”, “Área 7”, “Aural” y “Yo Que Se”.

Seguridad: ocupa una posición intermedia, junto con Vitoria. Irregularidades detectadas. En tres de cuatro locales no todas las puertas tenían parte transparente. En un local de los visitados había espejos en los lugares de salida (El “Yo Que Se”).

Cumplimiento de horario: en una de las cuatro discotecas visitadas se incumple el horario de cierre.

San Sebastián

Volumen de la música: la segunda peor, tras Logroño. Muy mal en “Bataplán”, “Cabusia” y “Rotonda”. Mal en “Discóbolo”.

Seguridad: la segunda peor, tras Santander . Irregularidades: en tres de los cuatro locales (excepto “Rotonda”), las puertas se abren hacia el interior. En tres no todas las puertas tienen parte transparente. En una de cuatro, no había extintores o mangueras a la vista. En un local, una valla de obra obstaculizaba una de las puertas de emergencia. En dos de cuatro, hay escaleras pero sólo una tiene pilotos de señalización.

Cumplimiento de horario: Ninguno de los locales incumple el horario de cierre.

Bilbao

Volumen de la música: la tercera peor. Muy mal en “Distrito 9”, “Congreso” y “Café Antzokia”. Mal en “Consorcio” y “Flash”.

Seguridad: de las peores. Irregularidades: en una, ninguna de sus puertas tiene parte transparente. En otra, sus dos puertas carecen de alumbrado de señalización. En cuatro de las cinco, hay escaleras y en la mitad, pilotos de señalización. En cuatro, peligros evidentes: “Flash” es subterráneo y tiene una escalera de unos cuarenta peldaños; “Consorcio” ofrece una única puerta; en “Café Antzokia”, las escaleras que dan al hall de entrada desde el piso de arriba son muy estrechas; En “Congreso”, la balconada superior es una ratonera en caso de emergencia.

Horario de cierre: en dos de las cinco se incumple.

Murcia

Volumen de la música: la tercera peor, junto con Bilbao. Muy mal en “Colors” y “Viva Murcia”. Mal en “De Nai Clu” y “Centro”.

Seguridad: La peor de las doce ciudades, aunque los problemas únicamente afectan a las puertas. Irregularidades detectadas: en los cuatro locales visitados, las puertas se abren hacia el interior y no hay parte transparente en todas sus puertas.

Cumplimiento de horario: En ninguno de los 4 locales se incumple el horario de cierre.

Barcelona

Volumen de la música: de las peores. Muy mal en “Music Box” y “Up & Down”. Mal en “Costa Breve” y “Sol”, y Regular en “Get Back”

Seguridad: de las peores. Irregularidades detectadas: las cinco discotecas no tienen parte transparente en todas sus puertas. En tres de los cinco locales, las puertas se abren hacia el interior. En dos locales de los visitados había espejos en los lugares de salida (El “Music Box” y “Up & Down”).

Horario de cierre: en las cinco se cumple.

Santander

Volumen de la música: de las peores. Bien en “Oh” pero Muy mal en “El Cairo”. Mal en “Pachá” y en “Amarras”.

Seguridad: La tercera peor. Irregularidades detectadas: en dos locales de cuatro, las puertas se abren hacia el interior. En dos de sus discotecas no hay parte transparente en todas sus puertas. En un disco pub no hay alumbrado de señalización en todas las puertas. En tres locales no había extintores y/o mangueras a la vista.

Cumplimiento de horario: En ninguno de los 4 locales se incumple el horario de cierre.

Castellón

Volumen de la música: de las peores. Regular en “El Desván” y “KKO”. Mal en “Jardines” y Muy mal en “Ibiza”

Seguridad: posición intermedia. Irregularidades: en dos, ninguna de sus puertas tiene parte transparente y no todas las puertas tienen alumbrado de señalización. En una de cuatro, no había extintores o mangueras a la vista. En tres, peligros evidentes: “El Desván”: discoteca laberíntica y no están señalizadas las salidas, además no hay extintores a la vista. “Jardines”: las escaleras de emergencia no tienen pasamanos. En “Ibiza”: Vidrios rotos y un único extintor a la vista que además está obstaculizado

Horario de cierre: en las cuatro se cumple.

Valencia

Volumen de la música: ocupa una posición intermedia. Regular en “Woody”. Mal en “Kypros”, “69 Monos” y “Jardines”.

Seguridad: la segunda mejor, tras Alicante. Irregularidades: en uno de los cuatro locales (Woody) no todas las puertas tienen parte transparente. En dos, peligros evidentes: “Kypros” y “Jardines”: gran masa de gente acumulada en el local, “muy difícil incluso moverse”. En caso de emergencia podría resultar peligrosa la evacuación.

Horario de cierre: sólo en una (Jardines) se incumple el horario.

Alicante

Volumen de la música: situación intermedia. Regular en “Zoo” y “Pachá” (discoteca). Mal en “Bugatti” y “Pachá Rambla” (disco bar)

Seguridad: La mejor de las doce ciudades. Irregularidades detectadas: Sólo había una con posibles problemas de desalojo en caso de emergencia: “Pachá Rambla” Una única puerta y estrecha. En las demás, todo correcto.

Cumplimiento de horario: en dos de cuatro locales visitados se incumple el horario de cierre.

Pamplona

Volumen de la música: la tercera mejor, tras Vitoria. Bien en “Zona Límite” y “Sector” pero mal en “Reverendos” y en “Más y Más”

Seguridad: La tercera mejor, tras Valencia. Irregularidades detectadas: en una de cuatro locales las puertas se abren hacia el interior. En dos de sus discotecas no hay parte transparente en todas sus puertas. En una sólo hay alumbrado de señalización en dos de cuatro puertas. En tres de cuatro sí hay escaleras pero en una, no hay pilotos en todas las escaleras.

Cumplimiento de horario: en la mitad de las discotecas visitadas se incumple el horario de cierre.

Vitoria

Volumen de la música: la segunda mejor ciudad, tras Burgos. Muy bien en “Aural” , bien en “Círculo”, Regular en “Maná”, y Muy mal en “Dreams”.

Seguridad: posición intermedia, junto con Logroño. Irregularidades detectadas: tres discotecas no tienen parte transparente en todas sus puertas. En una, falta alumbrado de señalización en una de sus dos puertas. En dos, peligros evidentes ante el desalojo: en “Dreams” hay que descender muchas escaleras para acceder al local. En “Aural” se tapona una de las salidas de emergencia cuando se amplía el ropero.

Horario de cierre: en una de las cuatro se incumple.

Burgos

Volumen de la música: la mejor de las doce ciudades. Muy bien en “Varadero”, Regular en “Trastos” y en “Bésame Mucho”. Mal en “Kaché”.

Seguridad: posición intermedia, aunque peor que Logroño y Castellón. Irregularidades detectadas: En dos locales de cuatro, las puertas se abren hacia el interior. En dos locales, las puertas no tenían parte transparente. En la mitad de los locales visitados no había a la vista extintores y/o mangueras.

Cumplimiento de horario: En todos los locales visitados se incumple el horario de cierre.