Zonas de esparcimiento en el centro urbano de doce ciudades

Pocas y con mantenimiento mejorable en la mayoría

1 septiembre de 1998
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A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades locales, el centro de las ciudades sigue adoleciendo de importantes carencias tanto en el número y tamaño de las zonas de esparcimiento urbano (plazas, parques, paseos y calles peatonales) como en su equipamiento y estado de conservación.

Pocas y con mantenimiento mejorable en la mayoría

De cualquier modo, la vida es bastante más agradable en unas ciudades que en otras. Así lo revela el informe de CONSUMER, cuyos técnicos han visitado y analizado todas las zonas de esparcimiento de los centros urbanos de Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Santander, Logroño, Burgos, Barcelona, Valencia, Alicante, Castellón y Murcia.

Cuando una ciudad ofrece en su centro urbano amplias zonas de ocio, libres del tráfico, para el encuentro de sus vecinos y visitantes calificamos a esa ciudad como muy habitable. No en vano uno de los signos de nuestro tiempo es conceder cada vez mayor importancia a todo lo que órbita sobre el concepto de calidad de vida. Y en lo que se refiere al diseño arquitectónico de nuestras ciudades, la calidad de vida que nos ofrecen las urbes está directamente relacionada con estos espacios a salvo del automóvil que, en pleno centro de la ciudad, permiten a la gente reunirse, charlar, pasear tranquilamente, leer un libro a la sombra de un árbol, hacer footing, o relajarse contemplando cómo los patos evolucionan en el estanque del parque. En definitiva, disfrutar del tiempo de ocio, con algo de verde alrededor.

La conclusión más relevante del estudio es que el centro de nuestras ciudades dedica al esparcimiento, de media, menos del 20% de su superficie. También destaca que sólo Pamplona y San Sebastián (en gran parte, debido a algunas zonas muy amplias, como La Ciudadela y la Vuelta del Castillo en la capital navarra o el monte Urgull en Donostia) habilitan para sus vecinos y visitantes un gran espacio de solaz, con cerca de la mitad de los metros cuadrados de su centro urbano dedicado al recreo; Vitoria, aceptable, roza el 25%; Castellón y Burgos se quedan en un 21% y 20% respectivamente. Santander, con el 18% de su centro dedicado a estas zonas presenta un despliegue parecido al de Logroño (17% ); Barcelona y Murcia cerca del 13%; Bilbao ocupa una de las posiciones bajas de la tabla, con un 10% del centro dedicado al esparcimiento; y en último lugar Valencia y Alicante que no llegan al 9%.

En cuanto a la calidad de estas zonas de entretenimiento, la situación también varía de una capital a otra. En general, es satisfactoria en todas las capitales en cuanto a la existencia de zonas verdes (árboles, césped, flores o arbustos y maceteros), pero mejorable en equipamientos (la presencia de papeleras y bancos es generalizada, pero en más de la mitad de las capitales estas zonas tienen pocas cabinas telefónicas y aseos). Además, el mantenimiento de estas áreas no era adecuado -cuando se realizó la inspección, la segunda semana de junio- en Pamplona, Vitoria, Logroño, Santander, Barcelona, Alicante. Y había accesos difíciles para los minusválidos en varias zonas de ocio de Burgos, Murcia y Pamplona.

Los mayores inconvenientes se registran, sin embargo, en la seguridad y comodidad relacionadas con el tráfico de vehículos: sólo en San Sebastián y Vitoria las zonas de esparcimiento apenas se ven afectadas por el tráfico, mientras que en Pamplona, Santander y Barcelona entorno al 80% de estas zonas sufren el paso periférico o incluso interior (calzadas que atraviesan la zona) de vehículos. En Murcia y Valencia también se registra tráfico de manera considerable (67% y 64% respectivamente).

¿A cuántos metros por habitante?

Si la comparación se establece según la superficie de zona de recreo que ofrece el centro urbano a cada habitante de la ciudad, Pamplona sigue siendo la más dotada, con casi 4 metros cuadrados de estas áreas de esparcimiento en el centro urbano, para cada habitante. Le sigue San Sebastián, con cerca de 2 metros cuadrados.

Logroño se sitúa ahora en tercera posición, con 1,2 metros cuadrados de zona recreativa por habitante y, tras ella, Castellón, con 0,78 metros cuadrados. Burgos y Vitoria (0,7 metros cuadrados). Bilbao (0,5 metros cuadrados). Murcia y Santander (0,4 metros cuadrados por habitante). Alicante y Valencia (0,3% metros cuadrados) ocupan las ?últimas posiciones, aunque la peor situada es Barcelona con 0,09 metros cuadrados de zona de esparcimiento. Veamos otro dato, en este caso absoluto: el centro urbano de Pamplona posee más de 700.000 metros cuadrados de zonas de esparcimiento, mientras que Bilbao (cuyo centro urbano es un 50% más grande que el de la capital navarra), cuenta con menos de 200.000 metros cuadrados. Y Santander dispone en su centro urbano de diez veces menos espacio para solaz del ciudadano que Pamplona, si bien el centro urbano de la capital cántabra es tres veces menor que de Pamplona. También es significativa la situación de Alicante y Valencia que a pesar de ser las capitales con más metros cuadrados de centro urbano (más de 1 millón y 2.715.250 m2, respectivamente) sus zonas de esparcimiento apenas suponen un 9% .

Muy pocas calles peatonales en Pamplona.

Los tipos de zonas de recreo más habituales son las plazas, paseos y parques: cada uno de ellos suponen una media del 25% en las doce capitales.

Las calles peatonales rondan el 15% del espacio total de esparcimiento. Pero la realidad difiere mucho en cada ciudad: en Vitoria, Logroño, Valencia y Bilbao estas calles peatonales suponen cerca del 15% de sus zonas de esparcimiento, mientras en Pamplona, San Sebastián y Santander no representan siquiera el 5%. Algo similar ocurre con las plazas: mientras en Castellón (47%), Santander (49%) y Murcia (59,1%) suponen la mitad de la superficie lúdica en su centro urbano, en San Sebastián, Valencia y Pamplona no llegan al 10%; y los parques de Bilbao son el 52% de su área urbana de ocio, mientras que Barcelona, Burgos ni Castellón disponen de ellos en el centro; los paseos en Burgos y Pamplona alcanzan el 55% del total, pero en Vitoria y en Murcia no llegan al 3%, y en Castellón ni existen. En San Sebastián, el 71% de su superficie de esparcimiento en el centro lo ocupa el monte Urgull. Esto explica que casi la mitad de aquél sea para esparcimiento (si no se incluyera el monte se quedaría en un 21%, en la media).

El informe demuestra que en más de la mitad de las zonas de esparcimiento es generalizada la presencia -significativa, no la meramente testimonial- de árboles y flores o arbustos: siempre supera el porcentaje del 70% de las zonas existentes, salvo en Burgos, Barcelona Murcia y Castellón, donde las flores sólo se pueden contemplar en la mitad de sus áreas de recreo, además en Castellón sucede lo mismo con los árboles. Por su parte, el césped no abunda en Murcia, Alicante, Castellón y Valencia, aunque es Barcelona con gran diferencia la más deficitaria en este aspecto, si bien la ciudad condal cuenta con maceteros o jardineras en el 80,5% de sus zonas. En el resto de las ciudades el césped está presente en el 70% de las zonas de esparcimiento.

Por otro lado, el equipamiento de estas áreas de esparcimiento es bien desigual. Dos elementos esenciales como las papeleras (por limpieza) y los bancos (por comodidad) son en general abundantes, con la excepción de Burgos, que dispone de bancos sólo en la mitad de sus zonas y Castellón (sólo en el 66%). Las fuentes de agua son muchas en San Sebastián, Pamplona, Bilbao Barcelona, Valencia y Logroño pero sólo las hay en la mitad de las zonas de esparcimiento de Burgos, Santander, Vitoria y Murcia. En Castellón son escasas, en el 20% y en Alicante sucede algo similar (en el 35%).

Cuando disfrutamos de nuestro escaso tiempo de ocio en la ciudad, a veces necesitamos efectuar una llamada telefónica. Y todavía somos mayoría quienes no usamos teléfono móvil. Pues bien, menos de la mitad de estas zonas de recreo ofrece cabinas telefónicas. Únicamente Logroño y Barcelona cuentan con ellas en el 90% y 84% de sus lugares de esparcimiento, respectivamente, mientras que San Sebastián, Bilbao y Burgos lo ofrecen en el 25% de ellos y en Valencia no las hay en el 87%.

Jugar también es importante.

Las áreas de juego infantil son también infrecuentes: sólo existen en una quinta parte del total de la superficie de las zonas de esparcimiento. Bilbao es la más sensible a la demanda lúdica de los niños, con la mitad de superficie dotada de estas áreas de juego infantil seguida de Valencia (46,6%) y Murcia (44%), mientras que en Burgos no hay ninguna, en Barcelona son prácticamente inexistentes, y Vitoria, Pamplona y San Sebastián no superan el 8,5% de sus zonas con este equipamiento.

En cuanto a los espacios deportivos, no existen en las zonas de recreo de Burgos, Barcelona, Murcia, Castellón, Alicante, Valencia y Santander, mientras que Pamplona y San Sebastián disponen de tres en distintas zonas. Otro elemento estudiado ha sido la existencia de obras artísticas (normalmente, esculturas) en las zonas de esparcimiento. De media, se encontraron en la mitad de las zonas. Destacan San Sebastián y Valencia, con obras artísticas en la mayor parte de la superficie total de sus zonas, mientras que en Pamplona sólo las había en el 20%.

Demasiado tráfico para cosa buena.

El tráfico viario (tanto el que atraviesa la zona de recreo como el que circula por su periferia) entraña peligro e incomodidad para los usuarios de estas áreas de descanso y entretenimiento. El tráfico de vehículos afecta, en general, a la mitad de la superficie de estas zonas y es muy frecuente en Barcelona, Santander y Pamplona, con tres cuartas partes de su superficie afectadas por la circulación rodada.

Las zonas de esparcimiento de Vitoria y San Sebastián son las mejor pensadas en este aspecto, con muy poca (6%) superficie perjudicada por el tráfico, aunque en ambos casos se trata de una circulación viaria que atraviesa la zona de recreo. Los paseos (con tráfico en un 80% de los casos) y los parques (en un 37%) son los lugares con mayor y menor afección, respectivamente.

Los técnicos de CONSUMER han anotado también las características de las áreas de esparcimiento en cuanto a la presencia de una delimitación respecto del resto del espacio urbano, y si aquella comporta peligro por la existencia de elementos de punta o zanjas. Sólo está delimitado el 37% de la superficie de recreo de las doce capitales. Santander, Pamplona, Murcia y Barcelona tienen infraestructuras de separación que comportan peligro: en el 15% de sus áreas la ciudad cántabra (en sus plazas), en el 27% de las de Pamplona (en los parques), en el 28% de las de Murcia (en las plazas) y en el 2,6% de las de Barcelona (en las plazas).

Por otro lado, los minusválidos no sufren problemas para acceder con sus sillas a casi el 90% de estas zonas de esparcimiento. La situación más criticable se da en Murcia y Burgos, con mala accesibilidad en el 35,8% y 34% respectivamente de sus espacios de recreo, debido en Murcia a sus plazas y en Burgos a sus paseos, donde casi la mitad de la superficie construida ignora a este colectivo de usuarios. Pamplona registra problemas de accesibilidad en el 22% de sus áreas, con un dato negativo: más de la mitad de sus parques presenta una deficiente accesibilidad. San Sebastián y Castellón son, por su parte, modélicas: no hay una sola zona de esparcimiento con inconvenientes para los discapacitados. Barcelona, Logroño y Vitoria se encuentran en una similar situación positiva.

Hay que cuidar mejor las zonas de recreo.

El mantenimiento de las áreas de esparcimiento no es el adecuado en Barcelona, Castellón, Murcia, Pamplona, Vitoria, Logroño y Santander. San Sebastián y Valencia son las ciudades que ofrecen zonas más cuidadas, aunque haya problemas de suciedad en las áreas infantiles en la primera y el entorno de las papeleras esté sucio en Valencia.

Volviendo a la valoración general, las flores y arbustos son los elementos mejor conservados y las papeleras los más deteriorados. El césped de las zonas verdes no presenta inconvenientes en Castellón, Burgos y Pamplona, y en Bilbao, Murcia y San Sebastián son mínimos. En cambio, se encuentra descuidado en el 66% de las áreas de Barcelona. Mejor panorama se ve en las flores y arbustos, perfectamente mantenidos -cuando se realizó la visita- en San Sebastián, Burgos, Valencia y Logroño. Los problemas se incrementan en la conservación de maceteros o jardineras. San Sebastián, Castellón, Valencia Santander y Bilbao les conceden un mantenimiento impecable, pero en Pamplona el cuidado era deficiente en el 73% de sus espacios y en Burgos se llega al 45%. En Barcelona se supera el 30%. Las papeleras, por otra parte, se encontraban en mal estado en uno de cada cuatro espacios.

Todas las ciudades presentan problemas, desde mínimos en Valencia (en el 1% de las zonas) hasta el 91% de espacios en Vitoria con papeleras deterioradas. También se ha comprobado la suciedad en el entorno de las papeleras. En Barcelona, el 79% de sus zonas presentaban estos alrededores sucios.

Podemos sentarnos tranquilamente.

Con los bancos, mejora mucho la situación. Sólo Logroño, Santander, Murcia y Castellón los tenían descuidados, y únicamente en una de cada cinco zonas. Junto a las papeleras, las áreas de juego infantil son las que peor mantenimiento sufren. El panorama es negativo en Pamplona, con cerca del 60% de zonas en las que las áreas infantiles están mal conservadas y sucias; en Vitoria, estos problemas se detectaron en casi el 80% de las áreas de recreo, y la limpieza era deficiente en el 22% de ellas; Barcelona es la ciudad que lidera la tabla con el 100% de sus zonas en mal estado; Logroño registra inconvenientes de limpieza (en el 65%) y el mantenimiento no es el adecuado en la tercera parte.

Llama la atención que San Sebastián no tenga problemas de conservación de estas instalaciones, y que, a su vez, la mayoría de las áreas infantiles estaban sucias. En Alicante en un 86% hay suciedad y en el 43,3% están mal conservadas. Castellón, Santander y Bilbao son modélicas en este apartado. Valencia por su parte presenta problemas de conservación en el 11,3% de las zonas.

Los aseos públicos también deben mejorar.

Hay pocos (Vitoria -cerrados por obras en el Parque de La Florida- y Santander y Barcelona no ofrecen ninguno en sus zonas de esparcimiento; Bilbao sólo dispone de ellos en el parque de Doña Casilda, Burgos, en la plaza del Rey San Fernando, Castellón en la Plaza de la Paz además están sucios y mal conservados, Valencia en el jardín Botánico y Alicante, en la plaza Calvo Sotelo pero están cerrados) y en ciudades como Logroño presentan carencias de conservación y limpieza en el 33% de la superficie de esparcimiento si bien en Murcia es en el 100%.

En contra de lo que pudiera pensarse, las cabinas telefónicas se encontraban en una situación aceptable. Bilbao y Castellón son las ciudades que peor las tratan: la mitad de sus cabinas no ofrecen las adecuadas condiciones. En Alicante en el 40,5% de sus zonas están en mal estado. Santander y Valencia también registran problemas en sus cabinas en el 26% de las zonas de recreo. En el resto de las capitales, el mal estado de los teléfonos públicos es inferior al 6% del total. En Vitoria, Barcelona, Murcia y Burgos la situación es óptima.

Lo mejor y lo peor de cada ciudad

Pamplona:

  • 700.000 m2 de zonas de esparcimiento, el 53% del centro urbano. Buena dotación en zonas verdes (árboles, césped y flores o arbustos en la mayoría de las zonas, aunque sólo hay maceteros o jardineras en el 7%).
  • Equipamiento completo (muchas papeleras, bancos y fuentes), pero frecuentes problemas de mantenimiento y conservación en sus áreas infantiles y papeleras. Es la tercera ciudad cuyas zonas de ocio están más afectadas (el 75%) por el tráfico viario.
  • Y la segunda de mayor peligro en la delimitación de las zonas de esparcimiento (el 27% de ellas). Malos accesos para minusválidos en el 22% de las zonas de ocio.

San Sebastián:

  • 330.000 m2 para el esparcimiento, el 46% del centro urbano. Bien en zonas verdes y equipamiento (muchas papeleras, bancos y fuentes).
  • Pero pocas áreas de juego infantil y cabinas telefónicas (sólo en el 25% de las zonas). Mantenimiento adecuado, en especial en las zonas verdes y aseos públicos, pero suciedad en la mayoría de las áreas infantiles.
  • Es la ciudad con zonas de esparcimiento menos afectadas por el tráfico viario, y la única con accesibilidad óptima para los minusválidos junto con Castellón.

Vitoria:

  • 140.000 m2 de zonas de esparcimiento, el 23% del centro urbano. Buena dotación de zonas verdes (si bien hay césped sólo en el 70% de los casos) y equipamiento aceptable, pero escasas áreas de juego infantil.
  • Nivel medio-bajo de fuentes y cabinas telefónicas. Buen mantenimiento de bancos y excelente en cabinas telefónicas, pero mejorable en césped y en papeleras (deterioradas en el 90% de las zonas) y áreas infantiles.
  • La segunda ciudad menos afectada por el tráfico viario en sus zonas de ocio. Mínimos problemas de accesibilidad para minusválidos.

Castellón:

  • 104.585 m2 de zonas de esparcimiento, el 21% del centro urbano. Poca dotación de zonas verdes (árboles sólo en el 54% de los casos) y también mejorable en equipamiento, aunque mayoritaria presencia de papeleras.
  • Nivel medio-bajo en áreas de juego infantil y fuentes. Buen mantenimiento de áreas de juego infantil, pero pésimo el de los aseos públicos. Mejorable las cabinas (deterioradas en el 44% de las zonas) y las papeleras.
  • No hay problemas de accesibilidad para minusválidos en las zonas analizadas.

Burgos:

  • 110.000 m2 de zonas de esparcimiento, el 20% del centro urbano. Desigual dotación en zonas verdes: notable en árboles y césped, pero la tercera peor en flores y arbustos y la última en maceteros o jardineras.
  • Equipamiento deficiente: sólo excelente en papeleras; en casi la mitad de las zonas no hay bancos, sin áreas infantiles ni espacios deportivos. Además, sólo dispone de aseos en una plaza.
  • Buen mantenimiento de sus aseos, cabinas, bancos, césped y flores; el único problema, en las jardineras, descuidadas. Tráfico viario en el 22% de sus zonas. La que segunda ciudad que peor accesibilidad a los minusválidos ofrece (en el 34%, mala) en sus zonas de ocio.

Santander:

  • 70.000 m2 en zonas de esparcimiento, el 18% del centro urbano. Buena dotación en zonas verdes (aunque pocos maceteros), pero equipamiento desigual: excelente en papeleras y bancos, pero no hay aseos ni espacios deportivos y tiene pocas fuentes y cabinas telefónicas.
  • Mantenimiento deficiente: la mitad de las papeleras, deterioradas o con su entorno cercano sucio. Uno de cada cinco bancos, descuidados y una de cada cuatro cabinas telefónicas, en mal estado; sólo maceteros o jardineras y áreas infantiles están bien conservadas.
  • La segunda ciudad cuyas zonas de esparcimiento se ven más afectadas por el tráfico (el 79% de ellas). En el 15% de las zonas, entrañan peligro sus delimitaciones. Mala accesibilidad para los minusválidos en el 15% de las zonas.

Logroño:

  • 150.000 m2 en zonas de esparcimiento, el 17% del centro urbano. Dotación desigual en zonas verdes: buena en árboles y notable en flores y arbustos, pero deficiente en césped en sus zonas de esparcimiento.
  • Buen equipamiento, muchas papeleras y bancos, cabinas telefónicas y fuentes. Pero el mantenimiento es deficiente: césped (20%), bancos (21%) y aseos públicos (33%) y áreas infantiles (31%), descuidados.
  • El 29% de las zonas, afectadas por el tráfico viario. Mínimos problemas de accesibilidad para los minusválidos.

Barcelona:

  • 153.796 m2 de zonas de esparcimiento, el 13í4% del centro urbano. Desigual dotación en zonas verdes: notable en árboles y maceteros o jardineras, pero la peor en flores y césped, que está deteriorado en la mayor parte de los casos.
  • Desigual dotación también en equipamiento. Abundancia de cabinas y papeleras pero presencia testimonial de áreas infantiles (sólo el 2%), que además se encuentran en su totalidad en mal estado.
  • Deficiente conservación de las papeleras, deterioradas en más de la mitad de las zonas visitadas y ubicadas en entornos sucios. Es la ciudad más afectada por el tráfico viario y se han hallado algunos problemas de accesibilidad para minusválidos en sus zonas de ocio.

Murcia:

  • 139.057 m2 en zonas de esparcimiento, el 13% del centro urbano. Desigual dotación en zonas verdes: abundancia de árboles pero sólo en la mitad hay flores o arbustos y maceteros.
  • También en equipamiento, abundancia de papeleras (cerca del 88%) pero fuentes y cabinas telefónicas en menos de la mitad de las zonas. Zonas verdes bien cuidadas y mejorable el mantenimiento del equipamiento, sobre todo el de las papeleras (31%), los bancos (24%) y los aseos públicos, en mal estado en su totalidad.
  • Afectada por el tráfico viario en el 67% y la peor en accesibilidad para los minusválidos. En el 28,1% de las zonas, entrañan peligro sus delimitaciones.

Bilbao:

  • 193.000 m2 en zonas de recreo, el 10% del centro urbano. Buena dotación en zonas verdes. Equipamiento bueno en papeleras, bancos, fuentes y áreas infantiles; pero pocas cabinas telefónicas y aseos.
  • Satisfactorio mantenimiento, salvo en cabinas telefónicas (en mal estado, el 50%) y papeleras (15%). El tráfico viario afecta a casi la mitad de las zonas. Problemas de accesibilidad para los minusválidos, en el 8% de las zonas.

Alicante:

  • 89.149 m2 en zonas de esparcimiento, el 9% del centro urbano. Buena dotación en zonas verdes. Equipamiento desigual: de las mejores en papeleras, cercana al 100% pero pocas áreas infantiles y fuentes.
  • Escaso mantenimiento de las zonas de esparcimiento urbano, sobre todo las áreas infantiles y mejorable el cuidado del césped (descuidado el 17%) y las flores y arbustos (12%).
  • El tráfico viario afecta al 32% del área de esparcimiento. Problemas para la accesibilidad de los minusválidos en el 11% de las zonas.

Valencia:

  • 237.762 m2 en zonas de esparcimiento, el 9% del centro urbano. Buena dotación en zonas verdes y equipamiento.
  • Es la ciudad que más fuentes tiene, pero la que menos cabinas telefónicas tiene, y además en mal estado el 27%. Las áreas de juego infantil mal conservadas en el 11% de los casos. Y las papeleras se ubican en un entorno sucio en el 50%.
  • Afectada por el tráfico en un 63,4% y problemas de accesibilidad para minusválidos en el 6% de los casos.

Ficha Técnica y tablas comparativas

  • Se visitó, la segunda semana de junio de 1998, el centro urbano de Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Logroño, Santander, Burgos, Barcelona, Murcia, Alicante, Valencia y Castellón. En total se analizaron 71.873.328 m2, de los cuales 1.967.700 m2 corresponden a la zona centro de Bilbao, 592.775 m2, a Vitoria; 706.775 m2 a San Sebastián; 540.517 m2 a Burgos; 885.725 m2 a Logroño; 394.200 m2 a Santander, 1.331.100 m2 a Pamplona, 489.957 m2 a Castellón, 1.147.120 m2 a Barcelona, 1.093.994 m2 a Murcia, 1.008.215 m2 a Alicante y 2.715.250 m2 a Valencia.
  • Entendiendo como zonas de esparcimiento las plazas, calles peatonales, paseos, parques y otros (monte, glorietas) ubicados en el terreno acotado como “centro urbano”, se registraron y estudiaron en las doce ciudades un total de 2.421.783 m2 de zonas de esparcimiento.
  • Tras contactar con los Ayuntamientos (Urbanismo), Oficinas de Turismo y residentes en cada capital con el fin de delimitar sobre plano para cada ciudad lo que popularmente se conoce como “centro urbano”, un técnico de CONSUMER recorrió toda la zona centro de la ciudad.
  • En cada zona de esparcimiento se analizaron 17 aspectos: tráfico en la periferia de la zona o atravesándola, árboles, césped, flores y/o arbustos, maceteros o jardineras, papeleras, bancos, áreas de juego infantil, bicicarriles, acceso para minusválidos, peligrosidad de las delimitaciones, aseos, obras artísticas, espacios deportivos, cabinas telefónicas, fuentes y zonas cubiertas. Asimismo, se comprobó y evaluó el estado de conservación y limpieza de estos elementos.
  • Una vez definidas las zonas de esparcimiento encontradas en cada ciudad, un arquitecto técnico procedió a medir, sobre plano, la superficie total del “centro” de cada capital así como la superficie (en m2) de las zonas de esparcimiento de cada ciudad.