Pequeños pero matones
Todas las estaciones tienen aproximadamente los mismo días y, aunque parezca mentira, el tiempo transcurre a la misma velocidad. Sin embargo, los meses de verano además de ser para muchas personas los más deseados, son los más apropiados para sacarle el máximo partido a la casi infinita cesta de temporada, abundante en crujientes verduras y hortalizas, frutas dulzonas y carnosas y frescos pescados y mariscos. Durante estos meses el concepto de comida adquiere su significado más ambiguo, ya que a todo le llamamos “comer”. Tomarse un bocadillo en la playa es “comer”, probar unas tapas es “comer” y refrescarse con un par de piezas de fruta también es “comer”. Sin embargo, a este tipo de comida se la denomina “picoteo”. Un aperitivo es un bocado pequeño, un picoteo con el que disfrutar y calmar el hambre entre horas o “abrir” el apetito justo antes de tomar la comida principal. Por ello, la presentación en recipientes unitarios, de uso individual como mini boles, bandejas o cucharas pequeñas, o servidos sobre pequeñas tostadas, ayuda a respetar la ración y a comer con mesura. Ante las múltiples posibilidades para elegir y preparar el aperitivo previo a la comida principal o como picoteo para tomar entre horas, no hay excusa para limitarse a los fritos (croquetas, gambas y similares), los preparados con salsas grasas tipo patatas bravas o las típicas tortillas de bares, restaurantes y chiringuitos de playa. También se puede ir de “picoteo” sin poner en peligro nuestra salud.
Los encurtidos son alimentos que al mismo tiempo que sirven de picoteo, resultan tónicos y estimulantes del digestivo por su cualidad de abrir el apetito y son ligeros en su aporte calórico. Los ‘revueltos’ de encurtidos que mezclan cebolletas, pepinillos, zanahoria, coliflor y las aceitunas son una buena propuesta para tomar algo mientras se espera a tomar la comida principal. Su ingesta favorece la secreción de jugos gástricos y prepara al estómago para la digestión de la comida posterior.
El secreto para disfrutar de un buen aperitivo con productos del mar se halla en escoger los pescados y los mariscos bien frescos. Así, el gustoso sabor a mar será el preponderante y no habrá necesidad ni pretexto para acompañar el pescado con salsas grasas tipo mayonesas, salsa rosa, tártara o alioli. Este tipo de grasas, además de multiplicar las calorías y las grasas, enmascaran el sabor natural del producto.
- Un montadito compuesto de un taco de bonito o atún en aceite o escabeche sobre medio huevo duro o rodaja gruesa de patata cocida terminado con un langostino o una anchoa y una aceituna, es un buen aperitivo. El atún puede ser sustituido por sardinas o anchoas o por un enrollado de salmón o bacalao ahumado.
- Bocados de ‘frutos del mar‘: la temporada veraniega es perfecta para preparar o para escoger como aperitivo en el bar una cazuela de chipirones encebollados, de mejillones o almejas en su diversidad de preparaciones ligeras (al vapor, con salsa picante, marinera, salteadas con ajillos y perejil…), de salpicón de cangrejo o de marisco aderezado con una refrescante vinagreta.
- Anchoas, sardinas y bonito están en plena temporada. Estos pescados saben deliciosos y refrescantes si se toman fríos marinados con antelación, en escabeche o a la brasa.
- Patés para untar: los pescados desmenuzados y triturados tal cual o suavizados con tomate, berenjena o pimiento rojo, queso fresco o tofu y aderezados con limón, dan lugar a sabrosos patés para untar.
- El pulpo cocido permite preparar en poco tiempo platos fáciles como el pulpo a la gallega, salteado con verduras o a la vinagreta, que sirva de picoteo veraniego.
- Deliciosas y ligeras como aperitivo son las mini brochetas de langostinos, intercaladas con rape o con pulpo, o las de sepia con ajillos y perejil que tan bien combinan con salmón.
Las frutas de temporada que están en plena sazón son tan dulces que sirven de base para elaborar refrescantes polos naturales, granizados o helados mezclados con yogur. Estas recetas se convierten en unos frescos aperitivos veraniegos que ayudan a calmar la sed y el apetito a deshoras. Si se pretende hacer brochetas y solo se eligen frutas el resultado es un aperitivo dulce, salvo que las frutas se hayan marinado con pimientas y una vinagreta con el punto justo de ácido. De esta original forma, las frutas troceadas como las fresas, los melocotones, las peras maduras o las manzanas, sirven para intercalarse con alimentos salados. Un ejemplo es la brocheta de pollo picante con fresas marinadas o la que intercala pollo o solomillo de cerdo con hortalizas (calabacín, pimiento, tomates cherry) y se acompaña de crema de manzana.
El consejo sano es tomar, puede ser a diario, un puñado de frutos secos al natural (en peso ronda los 25 gramos). Por ello, servir como aperitivo un cóctel de frutos secos y frutas desecadas, o unos cacahuetes con cáscara, es la manera sencilla de cumplir con esta recomendación.
Mantener la costumbre de tomar algo antes de comer aunque se esté a dieta es sano para el cuerpo y la mente, más aún si se vive como un momento de encuentro entre amigos o familiares esperado y muy placentero. Los expertos en psicología aseguran que uno de los pilares para ser constante y estar convencido de seguir con un plan de alimentación saludable, preventivo o terapéutico según el caso, es mimar el espacio emocional. No obstante, como en todo, el tipo de alimentos escogidos para el picoteo, la cantidad degustada y las bebidas de acompañamiento tendrán que tener en su composición y combinación, coherencia y sentido con una alimentación saludable, rica y placentera, pero sin que reste puntos a lo saludable. Entre el picoteo, todas las propuestas planteadas encajan dentro de un plan de alimentación sano, equilibrado, gustoso y apetecible para todas las personas y todas las preferencias. Respecto a las bebidas, hay que pensar en la mejor elección. A continuación se detallan algunas propuestas:
- Agua, bien fresca, con hielo o con burbujas, al natural o aromatizada con unas rodajas de limón o naranja.
- Limonada o naranjada casera elaborada con agua fresca (puede ser agua con gas), zumo de frutas y fruta troceada o en rodajas, sin azúcar
- La tónica es una bebida que por su contenido en quinina resulta aperitiva, pero tiene el inconveniente de tener tanto azúcar y tantas calorías como cualquier refresco. Se pueden escoger las versiones light que no llevan azúcares añadidos.
- Una copa de un buen vino tinto, una mini de cerveza, un poco de sidra o una copita de cava”’ extra brut o brut nature, son las opciones escogidas entre las bebidas alcohólicas de baja graduación para acompañar al aperitivo, si no hay contraindicación médica o dietética.