Las ciudades aún no piensan lo suficiente en los turistas que las visitan
CONSUMER EROSKI ha analizado la adaptación al turismo urbano de 18 capitales de nuestro país: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Para ello ha estudiado la señalización a los principales puntos de interés turístico, la calidad en la atención de la oficina de turismo, la existencia de autobús turístico, la oferta de visitas guiadas, el estado de conservación y limpieza de los lugares visitados, así como el grado de accesibilidad de la ciudad y si se da información de interés a los visitantes que llegan a las estaciones de autobús y tren. Además de solicitar una información pormenorizada a los responsables municipales, los técnicos de la revista han acudido a capitales desconocidas para ellos y se han hecho pasar por turistas para realizar una comprobación in situ de estas variables.
La principal conclusión es que las ciudades aún no piensan lo suficiente en la comodidad del turista que transita por sus calles. La valoración global no pasa de un mediocre “aceptable”, aunque sí se registra una evolución positiva respecto a un estudio similar elaborado por esta revista en 2003, que se saldó con un rotundo “mal”. Ahora, el acceso tanto al centro de la urbe como a los principales lugares de interés (hoteles, monumentos, museos y las propias oficinas de turismo) es una tarea relativamente fácil gracias a una señalización, en líneas generales, adecuada. También merece el aprobado la atención que se brinda en las oficinas de turismo de las 18 ciudades visitadas, así como la oferta de autobuses turísticos y de visitas guiadas, pese a que en estos dos últimos casos la accesibilidad para personas con discapacidad dista de ser la deseable.
Las principales deficiencias se hallan en las estaciones de tren y, especialmente, de autobús, dos de los puntos de llegada más relevantes de las ciudades, debido a las carencias registradas en aspectos como limpieza, conservación e información turística. En este apartado suspende el 44% de las ciudades objeto de estudio, mientras que sólo el 22% logran un “bien” y el resto un mediocre “aceptable”.
Cuando se llega al destino elegido para pasar unos días de ocio a nadie le gusta sentirse perdido o desubicado y tener que abordar repetidamente a los transeúntes para encontrar el lugar deseado. Es aquí donde la presencia de señales juega un papel relevante, especialmente las que indican el centro de la ciudad, la zona en la que, por lo general, se hallan muchos de los puntos de interés turístico de una localidad. En Barcelona, Madrid y Zaragoza éstas resultaban insuficientes, si bien fue posible llegar al centro de todas las ciudades visitadas sin grandes dificultades. También se constató la dotación apropiada de las que orientan hacia puntos de interés turístico, hoteles y hospitales. Sin embargo se catalogaron como escasas las que guían hacia las oficinas de turismo, estaciones de tren y autobús, y aún son menos habituales las que señalan la dirección a aeropuertos y comisarías de Policía.
Oficinas de turismo, correctas
La oficina de turismo es un enclave básico para el visitante, pero para ello debe poder llegar a ella, lo que sólo se logra con una buena señalización porque los habitantes de la ciudad, por regla general, desconocen su ubicación. Sólo siete de las oficinas visitadas, ubicadas en Córdoba, Málaga, Oviedo, Pamplona, Valencia, Valladolid y Vitoria estaban correctamente señalizadas. En Alicante, Barcelona, Granada, Murcia, Sevilla y Zaragoza los carteles y señales eran insuficientes, mientras que en A Coruña, Bilbao, Madrid, San Sebastián y Santander los técnicos no hallaron ninguna.
La atención en las oficinas fue inmediata, excepto en las de Barcelona, Córdoba, Madrid y Sevilla, donde la espera fue de los cuatro a los siete minutos. Sólo se sufrieron colas delante del mostrador en las estudiadas en Madrid, Sevilla, Granada y Málaga. Por el contrario, únicamente en las oficinas visitadas en Alicante, Granada, San Sebastián, Sevilla y Valladolid preguntaron por los gustos del visitante, así como por las características de su viaje.
Lo que sí proporcionaron al viajero en todas las oficinas fue un mapa de la ciudad, así como datos sobre museos, monumentos y zonas emblemáticas. Además, se informó (por escrito, oralmente o de ambas formas) en ellas sobre rutas que ofrece la ciudad, excepto en Granada y Santander. Asimismo, en cuatro de cada cinco facilitaron información sobre visitas guiadas, en el 73% sobre transporte turístico y en la mitad sobre restaurantes, bares, cafeterías, ocio nocturno y zonas verdes. Tres de cada cuatro lo hicieron sobre el acceso a los diferentes lugares de interés y sus horarios, en el 61% orientaron al visitante interesado en espectáculos y en el 45% sobre zonas comerciales, precios de entradas y alojamiento. Sólo en una de cada cuatro detallaron al turista las posibilidades del transporte urbano y abonos de transporte para turista, así como de abonos para la visita de museos.
Estaciones de paso
Paradójicamente, las estaciones de tren y de autobús, una de las vías clave en la llegada de turistas, no piensan mucho en el visitante. Suspenden la prueba las ciudades de A Coruña, Murcia, Pamplona, San Sebastián, Santander, Sevilla, Valladolid y Vitoria. El resto aprueba sin alardes con calificaciones situadas entre el “aceptable” (Alicante, Bilbao, Granada, Málaga, Valencia y Zaragoza) y el “bien” (Barcelona, Córdoba, Madrid y Oviedo).
Las deficiencias fueron mayores en las estaciones de autobús. Entre las más comunes e importantes, la mala conservación y la escasa limpieza, especialmente en los aseos. Por el contrario, nueve de cada diez estaciones de tren estaban limpias y sólo en el 22% de los aseos se encontró suciedad o malos olores.
Sólo Alicante y Barcelona tienen oficinas de turismo en las estaciones de tren y de autobús, mientras que Bilbao, Granada, Málaga, Oviedo y San Sebastián disponen de un punto de información turística únicamente en la terminal de autobús. Por su parte, Córdoba, Madrid, Valencia y Zaragoza cuentan con una oficina en la estación de tren. De las trece oficinas de turismo que se encontraron durante las visitas a las diferentes estaciones de las 18 ciudades, sólo diez estaban abiertas. La de Alicante cierra los fines de semana, la de Granada sólo abre días laborales y sábados a la mañana, y en San Sebastián ni siquiera se especifica el horario de atención. Además, y especialmente en las estaciones de autobús, la información facilitada registró carencias. A ello se suma que sólo cuatro de las 18 ciudades del estudio ofrecían en sus estaciones con un panel informativo sobre los lugares de interés.
En cuanto a las nuevas tecnologías, destaca muy por encima del resto Granada, ya que en la estación de autobús hay ordenadores para consultar información sobre la ciudad, sistema de bluetooth a través del cuál se pueden hacer descargas al móvil, y también sistemas para recibir información por medio de SMS.
Diez minutos de atención
Una media de diez minutos y treinta segundos. Ésa fue la duración media de la atención dispensada al viajero en las oficinas de turismo, aunque se registraron diferencias muy significativas, que van de los cuatro minutos (en las visitadas en Bilbao, Oviedo, San Sebastián y Santander) a la media hora (en las de Alicante y Sevilla). En tres de cada cuatro de las capitales visitadas se abandonó la oficina de turismo con la sensación de haber sido informado y atendido con solicitud y de manera completa. Sólo se salió con la impresión de contar con escasa información en las oficinas de Santander, Córdoba, Málaga y Murcia. En una de cada cuatro de las estudiadas disponían de alquiler de bicicletas y realizaban gestiones de reserva de alojamiento, mientras que en una de cada tres vendían billetes para el transporte y abonos.
Uno de los puntos con mejor valoración fue el de la limpieza y conservación de las oficinas. Además, todas estaban adaptadas para personas discapacitadas.
Visita en autobús turístico
La posibilidad de disfrutar de la ciudad y conocerla siquiera someramente a bordo de un autobús turístico se extiende en las distintas capitales. En más de la mitad de las analizadas (el 61%) fue posible disfrutar de este servicio, y el resto carecía de él o no estaba en funcionamiento en la época en que se realizó la visita (en mayo). La calidad global de este servicio fue buena.
Con una duración media de una hora y 25 minutos, el precio medio ronda los 12 euros, aunque se han hallado en este aspecto grandes diferencias entre unas capitales y otras (de los 4 euros de Zaragoza a los 19 de Barcelona). En todos ellos se aplican descuentos, dirigidos principalmente a niños, jubilados y estudiantes.
En Bilbao, Málaga y Zaragoza el autobús se retrasó y la espera llegó (en el caso de la capital vizcaína) hasta los quince minutos. En todos los autobuses las explicaciones ofrecidas estaban disponibles en castellano, en el 75% también en inglés y en el 58% con la posibilidad de escucharlas en francés. La accesibilidad para discapacitados fue su principal deficiencia. Sólo uno de cada tres autobuses turísticos estaba adaptado para que pudieran acceder a él personas con movilidad reducida.
En ocho de las 18 ciudades (en todas las que fue posible) los técnicos de esta revista realizaron una visita guiada. En seis de las ocho la nota final fue de “muy bien” (Alicante, Granada, Málaga, Murcia, Pamplona y Vitoria) y en las otras dos un “bien” (Córdoba y Valencia). En las ocho ciudades se pudo hacer la visita el mismo día en el que se efectuó la reserva. La duración de cada visita varió en cada ciudad: desde las cuatro horas de Málaga hasta la hora y media de Vitoria. Más o menos extensas, todas comenzaron con puntualidad. En Murcia y Málaga las visitas eran gratuitas. No fue el caso de la realizada en Córdoba, con un precio de 14 euros, muy por encima del coste medio, fijado en 9,2 euros.
El guía, por lo general, ofrecía las explicaciones a viva voz, sin micrófono. Sólo en Málaga, en el que al guía le sustituye un reproductor de MP3 de uso individual, se incluían materiales de apoyo sobre los lugares del recorrido. El principal defecto: únicamente en tres de las ocho ciudades era posible que una persona con movilidad reducida realizara la visita (Córdoba, Murcia y Pamplona), y en cinco sólo algunos de los espacios visitados estaban adaptados para personas discapacitadas (Alicante, Málaga, Granada, Valencia y Vitoria).
Radiografía del turismo urbano, ciudad por ciudad
Barcelona
Muy bien. Es la ciudad más atenta con el turista. El servicio prestado en la oficina de turismo es bueno.
Excelente el recorrido en bus turístico por la ciudad condal, aunque caro (19 euros). Tanto la estación de ferrocarril como la de autobús cuentan con una oficina de turismo. Ambas estaban abiertas al público durante la visita.
Bilbao
Bien. Las señales que indican el centro de la ciudad son suficientes y se encuentran en buen estado. Buen servicio en la oficina de turismo. La ciudad ofrece la posibilidad de realizar visitas guiadas y recorrido en bus turístico, accesible para personas con discapacidad. Falta de limpieza en los baños de las estaciones de tren y de autobuses.
Alicante
Bien. La capital alicantina dispone de buenas, abundantes y visibles señales para ubicarse en la ciudad y localizar destinos. Muy bien la oficina de turismo, los informadores preguntan por los gustos y preferencias del visitante. El servicio de visitas guiadas, muy bueno. Sin embargo, la estación de autobuses no pasa del aceptable. El interior del edificio está sucio y además hay sensación de inseguridad para los pasajeros que esperan.
Madrid
Bien. Escasean las señales en las carreteras y además su visibilidad no es buena debido a la presencia de restos de pegatinas. El servicio prestado en la oficina de turismo no pasa del “aceptable”. Hay que esperar para ser atendido y no muestran interés por las características del viaje del turista, ni por sus gustos. No obstante, la visita por el Madrid Histórico en autobús turístico es positiva. Bien también con respecto a las estaciones de autobús y tren.
Granada
Bien. Las diferentes ofertas para recorrer la ciudad resultan muy buenas, tanto el transporte turístico, que hace paradas en los principales puntos de interés, como las visitas guiadas, hay cuatro entre las que elegir. Además, está muy bien señalizada, por lo que llegar a los lugares más emblemáticos es fácil. La atención dispensada en la oficina de turismo es buena a pesar de que en ocasiones se formen colas, y la información que se facilita se adapta a las preferencias y gustos de la persona interesada. El estado de las estaciones es mejor que en el resto de las ciudades, sobre todo la de autobús.
Málaga
Bien. Se distingue por ser una de las más innovadoras, ya que la visita guiada se realiza con la ayuda de una grabación en MP3, disponible en ocho idiomas, y cuyo ritmo puede controlar el propio turista. Además, es una de las pocas que es gratuita y se puede elegir entre cinco recorridos diferentes. También es posible realizar una visita en autobús turístico.
Valencia
Bien. En la oficina de turismo se ofrece una atención satisfactoria y tanto el servicio de visita guiada como el recorrido en autobús turístico resultan gratificantes, aunque en ocasiones, la grabación del autobús no está sincronizada con la ruta. Orientarse por la ciudad es fácil gracias a la señalización que se halla en las calles. En la estación de autobuses se constata sensación de inseguridad para los pasajeros que esperan.
Córdoba
Aceptable. Es una de las pocas ciudades que suspende en la atención recibida en la oficina de turismo, y es que no se dan recomendaciones para visitar lugares concretos, ni información suficiente. De hecho, se facilitan los folletos a medida que la persona interesada los va demandando. A pesar de que tanto el recorrido turístico como la visita guiada son satisfactorios, la oferta no es variada. Es una de las ciudades mejor señalizadas y con mejores calificaciones en las estaciones de transporte.
San Sebastián
Aceptable. La capital guipuzcoana está bien dotada en cuanto a señales y la atención en la oficina de turismo es correcta. La ciudad ofrece la posibilidad de conocerla mejor a través de visitas guiadas y además cuenta con bus turístico. Lo peor: la estación de autobuses, ya que no cuenta con un edificio como tal, sino con un simple apeadero.
Sevilla
Aceptable. Comunicación con el centro de la ciudad bien señalizado y correcta la atención en la oficina de turismo (es en la única ciudad en la que alertan sobre zonas peligrosas o inseguras de la ciudad). Muy positivo el recorrido en el bus turístico. Sin embargo, la estación de autobuses está sucia y deteriorada.
Murcia
Aceptable. La atención dispensada en la oficina de turismo es simplemente aceptable. La señalización al centro es muy buena, como también lo es la oferta de visitas guiadas. En concreto, la visita monumental es gratuita, y aunque se formen grupos bastante numerosos, el recorrido resulta gratificante. Las estaciones tanto de autobús como de tren presentan carencias, especialmente en información turística.
Oviedo
Aceptable. No hay posibilidad de recorrer la ciudad en ningún tipo de transporte turístico y las visitas guiadas corren a cargo de una empresa privada, por lo que es necesaria una reserva previa y que haya un mínimo de personas en el grupo. Sin embargo, la atención que se ofrece en la oficina de turismo es satisfactoria. Tanto la señalización como el equipamiento de las estaciones de transporte es buena.
Pamplona
Aceptable. No se puede recorrer la ciudad en transporte turístico y a pesar de que en la oficina de turismo se informa sobre la posibilidad de realizar visitas guiadas, la organización depende de una empresa privada. La atención dispensada en la oficina de turismo en buena, ya que el trato que se brinda es excelente, la información que se proporciona es suficiente y dispone de sistema bluetooth para descargar información al móvil. A pesar de que la señalización es muy buena, el servicio de información turística en las estaciones de transporte resulta deficiente.
Vitoria
Aceptable. La señalización que indica el centro de la ciudad es suficiente y se encuentra en buen estado. El servicio que se ofrece en la oficina de turismo, el mejor, junto con el facilitado en Alicante, que además cuenta con dispositivos alternativos de información, como bluetooth. En verano, es posible visitar la capital en un tren turístico. La capital alavesa sólo suspende en el apartado de las estaciones. Ninguna de las dos está bien señalizada y asimismo se detectan importantes deficiencias en la limpieza de la estación de autobuses.
Valladolid
Aceptable. El trato que se brinda en la oficina de turismo es excelente, se pregunta por las preferencias de la persona recién llegada así como por la duración de la estancia. La visita en autobús turístico está bien organizada, y hace paradas en los principales puntos de interés. No obstante, cabe destacar que la información disponible para los viajeros de las estaciones tanto de autobús como de tren es nula.
Zaragoza
Aceptable. La entrada a la ciudad puede resultar difícil, ya que escasea la señalización hacia el centro. En la oficina de turismo del centro de la ciudad se dispensa un trato amable y una información suficiente. El recorrido turístico que se puede hacer en autobús turístico resulta gratificante, aunque como se trata de una grabación, en ocasiones las explicaciones y la ruta no están sincronizadas.
Santander
Regular. La única que suspende, junto con A Coruña. Sólo aprueba en señalización. En la oficina de turismo se detectan importantes deficiencias. No realizan ningún tipo de recomendación y además la información que se facilita es escasa. A esto hay que sumar que únicamente los meses de julio y agosto es posible participar en visitas guiadas o realizar una visita en autobús turístico. Tampoco mejora con respecto a las dotaciones de las estaciones de ferrocarril y autobús, y es que en ambas no hay ningún punto con información turística de la ciudad y además los aseos de la estación de autobús dejan mucho que desear en limpieza.
A Coruña
Regular. La oficina de turismo sólo recibe un aceptable, ya que no está bien señalizada y se hace necesario preguntar por su ubicación. Sólo existe la posibilidad de recorrer la capital en tranvía turístico los días festivos y en verano. Las estaciones de tren y autobús suspenden. Los aseos de ésta última no reunían las condiciones básicas de higiene.
La ciudad ideal para el turista
La ciudad ideal para el turista es aquella que cubre sus necesidades desde su salida hasta el regreso a casa. Para ello debe ofrecer los siguientes servicios:
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Información:
muchos viajeros preparan sus salidas ayudándose de las nuevas tecnologías. De ahí que sea muy importante que la ciudad ofrezca una información útil a través de la red, con datos sobre alojamiento, lugares a visitar, zonas de ocio… Mayor es la relevancia de las oficinas de turismo, que deben ofrecer un servicio útil que incluya los puntos de interés turístico, dónde alojarse, la oferta cultural y de ocio y todo tipo de recomendaciones.
Conexiones: la ciudad debe contar con buenas conexiones. Las estaciones de tren y autobús, aeropuertos o puertos son el punto de llegada para muchos turistas y es allí donde buscan en un principio información sobre el destino, de ahí la utilidad de puntos de información.
Transporte urbano: una localidad turística ha de ofrecer un buen transporte metropolitano (autobuses, metro, tranvía, taxi…).
Alojamiento: una ciudad tiene que disponer de una amplia oferta de alojamiento y de calidad.
Transporte turístico y visitas guiadas: algunos turistas prefieren recorrer la ciudad por su cuenta, pero otros buscan conocer lugares de la mano de un guía que aporte una información extra.
Oferta gastronómica, lúdica y cultural: la llave del turismo urbano. Una ciudad resultará atractiva si cuenta con museos, cascos históricos rehabilitados, monumentos, centros culturales, teatros? así como con un amplio abanico de restaurantes, bares y cafeterías.
Tráfico amable: el coche es otro de los medios de transporte de los turistas. Por ello, una ciudad ganará puntos si ofrece un tráfico fluido, sin aglomeraciones ni atascos.
Señalética: que un turista no se pierda es algo fundamental, por lo que la ciudad debe contar con suficientes señales en buen estado y visibles que indiquen la dirección a lugares de interés.
Destino turístico seguro: la seguridad en las calles es un elemento clave para que el viajero se sienta tranquilo y relajado.
Ciudad limpia y sostenible: ruidos, polución, suciedad? no son platos de buen gusto para el turista.
18 ciudades, una a una
- A Coruña
/imgs/20070701/img.mapa.jpg - Alicante
- Barcelona
- Bilbao
- Córdoba
- Granada
- Madrid
- Málaga
- Murcia
- Oviedo
- Pamplona
- San Sebastián
- Santander
- Sevilla
- Valencia
- Valladolid
- Vitoria
- Zaragoza
A Coruña
/imgs/20070701/mapa-coruna.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: aceptable
- Visita guiada/Bus turístico: no procede
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: regular
La carencia de servicios turísticos y la escasa información y limpieza de la estación de autobuses y, en menor medida, de ferrocarril son las principales deficiencias de la capital coruñesa
De las 18 capitales, sólo A Coruña, junto con Santander, suspende el estudio con un mediocre “regular”. Las deficiencias observadas en las estaciones de tren y autobuses, así como las carencias en la oferta de servicios para los visitantes han influido negativamente en la valoración final de la ciudad coruñesa. Ni la estación de autobuses ni la de ferrocarril ofrecen al viajero a su llegada información turística alguna y además ninguna de las dos está bien señalizada, por lo que se hace difícil encontrar su ubicación. Asimismo, el estado de conservación y limpieza de la estación de autobuses deja bastante que desear, especialmente los aseos.
La oficina de turismo de A Coruña logra el aprobado, aunque con un mediocre “aceptable”, idéntica calificación a la media del estudio a nivel nacional. Uno de sus principales defectos es que no está bien señalizada, lo que obligó al técnico a preguntar a otros viandantes por su localización. Por otra parte, las personas encargadas de ofrecer la información no iban identificadas y no mostraron interés por las características del viaje del turista. Asimismo, sólo recomendaron la visita a la Ciudad Vieja, pese a que la capital coruñesa cuenta con muchos otros atractivos como el Paseo Marítimo, la red de museos y una rica oferta gastronómica, entre otros. En el lado positivo hay que señalar que el tiempo de atención al viajero en la visita que realizó el técnico fue de quince minutos, superior a la media nacional (11 minutos).
El recorrido turístico en autobús y las visitas guiadas son algunos de los entretenimientos que ofrecen las ciudades. Sin embargo, en el caso de A Coruña sólo se ofrece la posibilidad de conocer el Paseo Marítimo en una visita realizada en un tranvía turístico, así como visitas guiadas, exclusivamente en los meses estivales, al casco antiguo.
El apartado en el que la ciudad coruñesa consigue la mejor valoración es el de señalización, un “bien”, en la media del estudio. En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
Estas calificaciones ponen de manifiesto que A Coruña no ha mejorado en la oferta y atención al visitante respecto a los resultados obtenidos en un estudio similar realizado por CONSUMER EROSKI en 2003. Hace cuatro años la ciudad coruñesa obtenía también la nota media final de “regular”.
A lo largo del pasado año la capital gallega recibió 486.158 visitantes, de los que 422.957 eran nacionales y 63.201 extranjeros. Estas cifras representan un incremento del 2% con respecto al número de viajeros en 2005, crecimiento muy por debajo al registrado a nivel nacional (12,9%).
Actualmente el número de museos de la capital asciende a 15 (14 públicos y uno privado). En cuanto al alojamiento, A Coruña cuenta con un hotel de 5 estrellas de 168 plazas, nueve de 4 estrellas (los más abundantes) con capacidad para 2.311 personas, dos de 3 estrellas con 458 plazas, tres de 2 estrellas que acogen 354 plazas y siete de 1 estrella (370 plazas).
Los ayuntamientos de las 18 capitales analizadas destinaron el pasado año al sector turismo un presupuesto medio de algo más de 4 millones de euros. En el caso de A Coruña la inversión realizada fue muy inferior y únicamente alcanzó los dos millones de euros.
Alicante
/imgs/20070701/mapa-alicante.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: muy bien
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien
- Estaciones de transporte: aceptable
- Nota media final: bien
La oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI en la ciudad alicantina obtiene la mejor nota del estudio. Lo peor, la falta de limpieza y la sensación de inseguridad en la estación de autobuses
Alicante es una de las ciudades españolas que más se preocupan por el visitante. De hecho, la valoración global del informe alcanzó un “bien”, por encima de la media nacional, un ajustado “aceptable”. Una de las principales responsables de esta buena valoración es la oficina de turismo visitada en la capital levantina (ubicada en la rambla Méndez Núñez), que logró la mejor calificación del estudio, un “muy bien” frente al mediocre “aceptable” del conjunto del análisis. Y es que fue de las pocas en la que sus trabajadores se interesaron por las características del viaje del turista, así como por el idioma en el que quería ser atendido. Además, recomendaron la visita a los museos de Bellas Artes Gravina y Arqueológico, así como al Barrio Antiguo, al Castillo San Fernando y al Monte Benacantil, entre otros. Otro de los aspectos llamativos fue el tiempo de atención al viajero, treinta minutos, muy superior a la media nacional (11 minutos). La carencia más relevante se halló en la insuficiente dotación de señales para guiar al viajero a la oficina.
El recorrido turístico en autobús es uno de los entretenimientos que ofrecen las ciudades. Sin embargo, Alicante es una de las pocas ciudades visitadas que no ofrece esta posibilidad al viajero, aunque sí es posible realizar visitas guiadas al Castillo de Santa Bárbara y al Centro Histórico. El precio es ocho euros y el recorrido tiene una duración de dos horas y media. La visita está disponible tanto en inglés como en castellano e incluye las explicaciones de un guía, que mostró una excelente profesionalidad.
El apartado en el que Alicante sale peor parado es el referente a las estaciones de transporte. Pese a que tanto la estación de ferrocarril como la de autobús cuentan con oficinas de turismo, la ubicada en la estación de autobuses se encontraba cerrada en el momento de la visita. Además, el edifico estaba sucio y se detectó sensación de inseguridad entre los pasajeros que se hallaban esperando.
En lo concerniente a la señalización, la ciudad alicantina recibe la valoración de “bien”, idéntica calificación a la media nacional. Se constató la buena dotación de señales que indicaban el centro a la ciudad, puntos turísticos, estaciones de autobús y ferrocarril, aeropuerto y puerto, entre otros. En esta ocasión se ha tenido además en cuenta la facilidad para localizar los principales destinos de interés para los viajeros, así como la cantidad de señales que indican la dirección a hoteles, etc. y su estado de conservación.
En alojamiento, la ciudad alicantina cuenta con tres hoteles de 5 estrellas con capacidad para 500 personas, siete de 4 estrellas para 1.200 clientes, trece de 3 estrellas (los más abundantes) que suman 1.540 plazas en total, cuatro de 2 estrellas que acogen 186 plazas y seis de 1 estrella (167 plazas).
Barcelona
/imgs/20070701/mapa-barcelona.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: excelente
- Estaciones de transporte: bien
- Nota media final: muy bien
De las 18 capitales, Barcelona es la que, a tenor de los resultados del estudio, más se preocupa por el visitante. Por ello, obtiene la mejor nota del informe, un “muy bien”, frente a la nota media a nivel nacional de “aceptable”. El servicio recibido en la visita que se realizó en una de las oficinas de turismo de la ciudad condal logró un “bien”, por encima también de la mediocre calificación media del estudio de “aceptable”. Pese a ello, las personas que atendían a los visitantes no preguntaron por sus gustos y preferencias y el técnico de la revista tuvo que esperar siete minutos para recibir información. El tiempo de atención al viajero fue de diez minutos, ligeramente inferior a la media nacional (11 minutos). Asimismo, la oficina ofreció diversos servicios para facilitar la visita a los turistas, entre ellos el alquiler de bicicletas o el servicio de guías turísticos.
Además de la posibilidad de realizar visitas guiadas, Barcelona cuenta con un excelente servicio de autobús turístico. Lo peor fue el precio: el billete para la Ruta Sur tiene un coste de 19 euros, el mayor de todo el estudio. Su duración sin paradas es de dos horas y diez minutos aproximadamente, si bien es posible apearse del autobús para visitar los puntos de interés para el viajero. Durante el recorrido, un guía fue el encargado de ofrecer información que los pasajeros escuchaban por auriculares. Las explicaciones están disponibles en un gran número de idiomas: castellano, catalán, inglés, francés, alemán, italiano, japonés, portugués, chino y ruso. A diferencia de los servicios similares ofertados en otras capitales, el autobús estaba adaptado para personas con discapacidad.
En lo concerniente a las estaciones de transporte, su valoración está de nuevo por encima de la media (un “bien” frente a un “regular”). Tanto la estación de autobús como la de tren disponen de oficinas de información turística, en las que se ofrecen folletos escritos en varias lenguas (castellano, catalán e inglés) sobre los principales puntos de interés de la ciudad. Sin embargo, el edificio que acoge la estación de autobús no cumplía con las condiciones de limpieza adecuadas en su interior, en especial los aseos, que se encontraban muy sucios y despedían olores desagradables.
Respecto a la señalización, Barcelona recibe también un “bien”, idéntica calificación a la media del estudio. En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
En cuanto al alojamiento, Barcelona cuenta con una amplia oferta que incluye once hoteles de 5 estrellas, que suman un total de 6.801 plazas. Los más abundantes son los hoteles de 4 y 3 estrellas (74 y 73, respectivamente), con capacidad para 25.788 personas. Además, tiene treinta y cuatro hoteles de 2 estrellas, que acogen 2.933 plazas y treinta y uno más de 1 estrella (1.633 plazas).
Las calificaciones de la adaptación al turismo urbano de la ciudad condal ponen de manifiesto que éste ha experimentado una más que significativa mejora en la oferta y atención al visitante, especialmente si se comparan con las obtenidas hace cuatro años en un estudio similar realizado por esta revista. Entonces, la valoración final fue un rotundo “mal”.
Bilbao
/imgs/20070701/mapa-bilbao.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: bien
- Estaciones de transporte: aceptable
- Nota media final: bien
La falta de limpieza en la estación de autobuses y la ausencia de una oficina con información turística en la de ferrocarril son las principales deficiencias de la capital vizcaína
Bilbao se halla entre las capitales más amables para el turista. La valoración final que recibe, un “bien”, la coloca por encima de la media del estudio, un mediocre “aceptable”. Buena fue también la calificación que obtuvo la atención dispensada en la oficina de turismo visitada en la capital vizcaína (en la media del estudio), aunque se constataron elementos mejorables. Así, el personal de la oficina, situada junto al museo Guggenheim, no mostró interés por los gustos y preferencias del viajero, aunque sí recomendaron visitar el Museo Guggenheim, el Casco Antiguo, el Palacio Euskalduna, el Puente Calatrava y el Funicular. Tampoco se prodigaron en el tiempo de atención al turista, que no superó los cuatro minutos, muy inferior a la media nacional (11 minutos).
Bilbao ofrece al viajero la posibilidad de conocer mejor la ciudad a través de visitas guiadas y de realizar un recorrido en autobús turístico. En este último caso, el trayecto tiene una duración de hora y media y el precio asciende a los 12 euros. Como aspecto positivo, la información mediante servicio de auriculares, disponible en castellano, euskera, inglés y francés, así como la accesibilidad para personas con discapacidad. Como incidencia negativa, el recorrido no empezó puntualmente durante la visita del técnico y se retrasó hasta doce minutos.
El apartado en el que la capital vizcaína recibe la peor calificación es en las estaciones de autobús y tren. Si bien obtiene un “aceptable”, por encima de la nota media del estudio del “regular”, son varias las deficiencias que se observaron en ambas estaciones. Entre éstas se encuentra el muy mejorable estado de conservación y limpieza de la estación de autobuses. En el momento de la visita del técnico de CONSUMER EROSKI, el suelo del edificio se encontraba sucio, con colillas de cigarros, papeles y cáscaras de pipas. Aún peor era la situación que se registró en los baños, ya que los suelos también estaban sucios, encharcados y despedían mal olor. Como dato positivo, la estación de autobuses dispone de una oficina con información turística abierta todos los días de la semana, servicio con el que, por el contrario, no cuenta la estación de ferrocarril.
Bilbao recibe un “bien” en la señalización, la misma valoración a la media del estudio. En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
Estas calificaciones ponen de manifiesto que Bilbao ha experimentado una significativa mejora en cuanto a la oferta y atención al visitante frente a los resultados obtenidos hace cuatro años en un estudio similar realizado por CONSUMER EROSKI. Entonces, la capital vizcaína suspendía la prueba planteada por esta revista con un “regular” frente al actual “bien”.
A lo largo de 2006 Bilbao recibió 605.512 visitantes, de los que 407.219 eran nacionales y 198.293 extranjeros. Estos datos representan un incremento del 10% frente al número de turistas de 2005, crecimiento, no obstante, inferior a la media del estudio (12,9%).
Respecto al alojamiento, Bilbao cuenta con cuatro hoteles de 5 estrellas que suman 1.043 plazas, diez de 4 estrellas (los más abundantes) con capacidad para 2.668 personas, cinco de 3 estrellas con 1.269 plazas, siete de 2 estrellas que acogen 372 plazas y tres de 1 estrella (175 plazas).
Los ayuntamientos de las 18 capitales analizadas destinaron el pasado año al sector turismo un presupuesto medio de algo más de 4 millones de euros. En el caso de Bilbao la inversión realizada fue inferior y rondó los tres millones de euros.
Córdoba
/imgs/20070701/mapa-cordoba.jpg
Señalización: muy bien- Oficina de Turismo: regular
- Visita guiada/Bus turístico: aceptable-bien
- Estaciones de transporte: bien
- Nota media final: aceptable
La mejorable atención de la oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI fue una de las principales carencias detectadas. Sin embargo, sus estaciones de transporte y la señalización de los puntos de interés se hallan entre las mejores
La adaptación al turismo urbano de Córdoba es aceptable pero insuficiente, tal y como refleja el mediocre “aceptable” que obtiene esta capital (en la media del estudio). Las deficiencias detectadas en la visita a la oficina de turismo situada en la calle Torrijos han influido negativamente en la valoración final de la ciudad cordobesa. Así, el personal de la oficina no mostró interés por los gustos y preferencias del turista, ni por las características de su viaje. Tampoco recomendaron la visita a ningún emplazamiento de la ciudad, aunque la capital cordobesa cuenta con numerosos atractivos turísticos, como la Mezquita, el Alcázar de los Reyes Cristianos, Medina Azahara, los Baños Califales, la Sinagoga, la Puerta del Puente y el Palacio de Viana, así como el Museo Julio Romero de Torres y sus iglesias fernandinas. El tiempo de atención al viajero fue de diez minutos, muy similar a la media nacional (11 minutos).
Córdoba ofrece al visitante en el apartado de entretenimiento diversas alternativas, ya que cuenta con un programa de visitas nocturnas guiadas, denominadas “Paseos por Córdoba”. El precio es de 14 euros para los adultos y de 7 euros para los niños. Todos los lugares que se visitan son accesibles. Además, la ciudad dispone de un autobús turístico, que diariamente acude a las ruinas arqueológicas Medina Azahara. El recorrido tiene una duración de dos horas y el precio es de 6 euros. Los turistas pueden disfrutar de un vídeo explicativo de los puntos del trayecto, mientras que las explicaciones durante la visita se realizan mediante una grabación, disponible sólo en castellano.
La ciudad andaluza se sitúa, además, como una de las mejores en el apartado que analiza las estaciones de transporte, con una calificación de “bien”, frente a la nota media del estudio de “regular”. Entre los aspectos positivos destaca que la estación de ferrocarriles cuenta con una oficina de información turística, que permanece abierta todos los días de la semana en horario de nueve de la mañana a diez de la noche. En ella el viajero puede encontrar información en castellano, inglés y francés sobre museos, monumentos y zonas emblemáticas de la ciudad. Una situación muy diferente a la que se constató en la estación de autobús, donde no hay una oficina de información para el turista, aunque acoge un panel con un mapa de la ciudad para que el viajero pueda ubicarse.
Pero es en la señalización donde la capital andaluza recibe la mejor valoración. La ciudad cordobesa logra un “muy bien”, mientras que la nota media del estudio es de “bien”. En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección de los hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
En 2006 la capital cordobesa recibió 989.180 visitantes, de los que 467.591 eran nacionales y 521.589 extranjeros. Estas cantidades representan un modesto incremento del 3,5% respecto al número de viajeros en 2005, crecimiento casi cuatro veces inferior al registrado en el estudio (12,9%).
Actualmente el número de museos de Córdoba asciende a siete (cuatro públicos y tres privados). En cuanto al alojamiento, la capital cuenta con un hotel de 5 estrellas de 105 plazas, once de 4 estrellas con capacidad para 2.210 personas, y nueve de 3 estrellas con 959 plazas. Los más abundantes son los de 2 estrellas, un total de quince, aunque el número de plazas que ofertan en su conjunto sólo asciende a las 694. Además, la ciudad cordobesa acoge un hotel de 1 estrella (371 plazas).
Los ayuntamientos de las 18 capitales analizadas destinaron el pasado año al turismo un presupuesto medio de algo más de 4 millones de euros. En el caso de Córdoba la inversión realizada fue muy inferior y únicamente alcanzó los 946.000 euros, la más reducida de las 18 capitales analizadas.
Granada
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Señalización: muy bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien
- Estaciones de transporte: aceptable
- Nota media final: bien
La atención que se ofrece en la oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI fue buena y la oferta de visitas guiadas y autobús turístico está entre las mejores del estudio
Granada es una de las ciudades más atentas con los turistas que la visitan. La valoración final que recibe, un “bien”, la coloca por encima de la media del estudio, un mediocre aceptable”. El servicio ofertado por la oficina de turismo visitada en la capital granadina, situada en la calle Santa Ana, fue bueno (por encima de la media del estudio, un “aceptable”). El personal de la oficina proporcionó un trato excelente y se facilitó una información muy completa para conocer la capital. Además, la persona que atendió al visitante se interesó por sus preferencias y gustos (sólo se hizo en una de cada cuatro oficinas) y le proporcionaron un mapa completo de la ciudad donde están señalados los principales puntos de interés. Los turistas también tenían a su disposición folletos (en castellano, inglés, francés y alemán) sobre museos (se recomienda el parque de las ciencias), visitas guiadas y transporte turístico, y se ofrecían consejos acerca de los monumentos, zonas emblemáticas (la Alhambra), horarios y transporte urbano. Sin embargo, no se informó sobre restaurantes y cafeterías, alojamientos, espectáculos, zona comercial, ocio, etc.
Frente a estos resultados positivos, se apreció una deficiencia: durante la visita sólo había un informador en la oficina, por lo que se pueden llegar a formar colas (algo que sucedió en cuatro de las 18 ciudades estudiadas). El horario de la oficina de turismo de la capital granadina es continuo, de lunes a sábado (igual que el 70% de las oficinas analizadas), aunque los domingos sólo se atiende por la mañana. No se prodigaron, sin embargo, en el tiempo de atención al turista, que no superó los cinco minutos, muy inferior a la media nacional (11 minutos). Otros elementos a tener en cuenta son la limpieza de la oficina y que ésta se encontraba adaptada a personas con movilidad reducida.
Granada se puede conocer a través de visitas guiadas o mediante un recorrido en autobús turístico. Si se escoge esta última opción el itinerario es de una hora y media (igual que la media del estudio) y consta de un recorrido por la Granada monumental y romántica. El precio asciende a 12,40 euros, cifra cercana al coste medio nacional (11,60 euros), se facilita información escrita sobre los lugares que se visitan y unos auriculares que permiten escuchar la grabación (disponible en castellano, inglés, francés, alemán e italiano). No hay ningún guía, aunque el autobús realiza paradas y los viajeros se pueden apear para visitar la zona de interés. Para realizar una visita guiada por la ciudad el turista puede elegir entre cuatro recorridos: “Viajeros románticos”, “Albaicín alto y bajo”, “Huella renacentista” y “Centro histórico y Albaicín”. Su coste es de 10 euros (la media del estudio es de 6,6 euros) y una duración media de dos horas y treinta minutos. El grupo de turistas sigue a un guía que habla en castellano y en inglés, realiza las explicaciones a viva voz y no facilita información escrita. En este apartado, Granada obtiene una calificación de “muy bien”, por encima de la media del estudio (un “bien”). Ahora bien, hay que advertir que algunos puntos de la visita guiada no son accesibles para personas discapacitadas.
Granada logra un “aceptable” en el apartado que estudia las estaciones de autobús y tren, superando así el suspenso de la media nacional, “un regular”. No obstante, se observan claras diferencias entre la terminal de autobús y la de tren. La primera cuenta con una oficina de turismo (se encontró cerrada porque no atienden los sábados por la tarde), stands y dispositivos de información alternativos, como ordenadores de consulta, sistema bluetooth, y descarga de información mediante SMS. En la estación de tren, sin embargo, no se halló ninguno de estos elementos. Ambas estaciones disponían de megafonía y pantallas para anunciar las llegadas y las salidas. Otros aspectos valorados positivamente fueron el buen estado de limpieza y la accesibilidad para personas con movilidad reducida, no así para invidentes
En Granada la señalización es especialmente buena, obtiene un “muy bien” frente al “bien” de la media del estudio. La señalización que indica el camino hacia las estaciones de transporte y el centro es clara. Una vez que se llega allí son numerosas las indicaciones con las que se encuentra el viajero para dirigirse a los principales puntos de interés (oficina de turismo, museos, monumentos, zonas emblemáticas, teatros, centros culturales, hoteles, hospitales, policía y las estaciones de tren y autobús).
Granada experimentó un incremento de turistas del 5,9% (menos de la mitad de la media nacional con un 12,9%) a lo largo del último año, con 1.429.282 visitantes. El presupuesto anual en 2006 asciende a un millón de euros, tres menos que el promedio del estudio, y el segundo más bajo después del de Córdoba.
La capital granadina cuenta con veinte museos en total, once de los cuales son de titularidad pública y los nueve restantes son privados. En cuanto al alojamiento, en Granada hay tres hoteles de cinco estrellas (723 plazas), hay 25 de cuatro (6.039 plazas), 34 hoteles de tres estrellas (2.887 plazas), trece de dos (609 plazas) y siete de una (261 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a 87 (1.117plazas).
Madrid
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Señalización: aceptable- Oficina de Turismo: aceptable
- Visita guiada/Bus turístico: bien
- Estaciones de transporte: bien
- Nota media final: bien
La insuficiente señalización, la escasa atención ofrecida al visitante en la oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI y la falta de limpieza en las estaciones de transporte son las principales deficiencias de la ciudad madrileña
Madrid se coloca entre las capitales más amables para el turista y prueba de ello es que recibe una valoración final de “bien”, por encima de la media del estudio, un mediocre “aceptable”, aunque por debajo de la de Barcelona (un “muy bien”, la mejor nota del estudio). No obstante, no son pocos los aspectos mejorables en la capital del país. Entre ellos, la atención recibida en la visita a una de las principales oficinas de turismo de la ciudad, la ubicada en la plaza de El Callao. El personal de oficina no mostró ningún interés por los gustos y preferencias del turista, ni por las características de su viaje. Tampoco recomendaron visitar lugares concretos, aunque la capital española cuenta con atractivos turísticos como los tres museos del Paseo del Arte (Prado, Thyssen-Bornemisza y Reina Sofía), el Palacio Real, el Madrid de los Austrias y el Parque del Retiro, entre otros. Tampoco se prodigaron en el tiempo de atención al turista, dedicándole sólo cinco minutos, casi la mitad de la media nacional (11 minutos). En lo positivo, cabe señalar que fue en la única oficina visitada en la que facilitaron información sobre actividades dirigidas a los niños.
La ciudad de Madrid ofrece diversas actividades para el entretenimiento de sus visitantes, entre ellas un programa de visitas guiadas denominado “Descubre Madrid”, con información disponible en seis idiomas. Además se organizan visitas adaptadas dirigidas a discapacitados físicos y sensoriales. El precio de las visitas a pie es de 3,25 euros. Asimismo, durante los meses estivales se puede participar en visitas teatralizadas, como la de “El Madrid de Alatriste”.
La capital del país cuenta con servicio de autobús turístico (Madrid Visión) y la posibilidad de elegir entre dos rutas diferentes: el Madrid Histórico y el Moderno. El coste asciende a 15 euros y cada una de ellas tiene una duración aproximada de una hora y cuarto. La información se ofrece a través del servicio de auriculares y está disponible en castellano, inglés, francés, alemán, italiano, portugués y japonés. Además, una vez que se llega a los puntos de mayor interés del recorrido también se ofrecen datos por megafonía. Los turistas pueden subir y bajar del autobús en diferentes puntos.
En lo positivo, Madrid destaca por las estaciones de transporte, con una nota de “bien”, frente al mediocre “regular” de la media del estudio. La estación Atocha de ferrocarril cuenta con una oficina de información turística que ofrece servicio todos los días de la semana, con información en castellano e inglés sobre los diferentes enclaves turísticos de la ciudad. Además dispone de un stand especializado en información hotelera y alquiler de vehículos. Sin embargo, en la estación sur de autobuses no hay ninguna oficina con información turística para los visitantes. En el lado negativo también llama la atención la falta de limpieza en los baños de ambas estaciones citadas.
Uno de los apartados en los que peor parada sale la capital madrileña es el relativo a la señalización. Las señales que indican el centro de la ciudad resultan insuficientes para los conductores y tampoco mejora la situación para los peatones, que en numerosas ocasiones se encuentran en la necesitad de preguntar por los principales atractivos de la ciudad para dar con su ubicación. En este aspecto también se ha tenido en cuenta la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte, hospitales, etc.
Estas calificaciones ponen de manifiesto que Madrid no ha mejorado en la oferta y atención al visitante respecto a los resultados obtenidos en un estudio similar realizado por CONSUMER EROSKI en 2003. De hecho, la valoración final es la misma, un “bien”.
Madrid fue en 2006 la capital española del estudio que más visitantes recibió, casi siete millones, de los que 3.709.369 eran nacionales y 3.035.754 extranjeros. Estas cifras representan un incremento del 5,2% con respecto al número de viajeros en 2005, crecimiento muy por debajo al registrado a nivel nacional (12,9%). En cuanto al alojamiento, Madrid cuenta con veinte hoteles de 5 estrellas con un total de 8.920 plazas. Los más abundantes son los de 4 y 3 estrellas (110 y 71, respectivamente) con una capacidad para acoger a 47.010 clientes. Además dispone de otros veinte hoteles de 2 estrellas, que ofertan 2.771 plazas, y cuatro de 1 estrella (310 plazas). Los ayuntamientos de las 18 capitales analizadas destinaron el pasado año al sector turismo un presupuesto medio de algo más de 4 millones de euros. En el caso de la capital del país la inversión realizada fue casi cinco veces superior y rondó los 20 millones de euros.
Málaga
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Señalización: bien - Oficina de Turismo: aceptable
- Visita guiada/Bus turístico:bien-muy bien
- Estaciones de transporte: aceptable
- Nota media final: bien
La visita guiada de la oficina de turismo municipal es gratuita y la información al servicio del visitante en la estación de autobús es una de las mejores del país
Málaga se halla entre las capitales más amables con el turista que las visita. La valoración final que recibe, un “bien”, la coloca por encima de la media del estudio, un mediocre “aceptable”. Entre las razones de esta calificación se halla la buena atención dispensada al visitante en la oficina de turismo y en la estación de autobús de la capital malagueña. En la oficina situada en la Plaza de la Marina, una de las más concurridas, el trato que se ofreció en la visita realizada fue bueno y la información aportada, suficiente para conocer la ciudad. A pesar de que no se preguntó por las preferencias y gustos del visitante (sólo se hizo en una de cada cuatro ciudades), sí se proporcionó un mapa completo de la ciudad en el que se señalan los principales puntos de interés turístico. También se facilitaron folletos sobre museos, monumentos (donde se recomienda la “Alcazaba”, con entrada gratuita los domingos a partir de las 14:00h.), zonas emblemáticas, rutas, visitas guiadas, transporte turístico, espectáculos y alojamiento. Además de la información, en la oficina también se alquilaban bicicletas y se realizaban visitas guiadas. Sin embargo, no se informó acerca de restaurantes, bares, cafeterías, la zona comercial, el ocio nocturno o el transporte urbano. El horario de la oficina de turismo de la capital malagueña es continuo y se amplia en los meses de verano. El tiempo de atención al visitante fue de más de 10 minutos (la media está en casi 11) y el estado de conservación de la oficina, adaptada a personas con movilidad reducida, era bueno.
Málaga se puede conocer a través de visitas guiadas o mediante un recorrido en autobús turístico. Si se escoge esta última opción el itinerario es de hora y media (casi una hora menos que la duración media del estudio) y no es necesario hacer una reserva con antelación. El precio del recorrido asciende a quince euros (tres euros y medio más caro que el coste medio del estudio). En el autobús no hay un guía turístico, de modo que la visita se sigue a través de una grabación (disponible en castellano, inglés, francés, alemán, italiano, japonés, sueco y ruso) y se escucha gracias a unos auriculares. Durante el trayecto los viajeros tienen la posibilidad de apearse del autobús para visitar los lugares de mayor interés y poder consultar también la información escrita que se les proporciona.
Si se elige la visita guiada es indispensable realizar una reserva previa en la oficina de turismo malagueña. Hay cinco recorridos entre los que el turista puede elegir, lo que sitúa a Málaga como la ciudad que ofrece la mayor variedad de visitas de todo el estudio (“Málaga monumental”, “Picasiana”, “Tradicional y del s.XIX”, “Sacra” y “Botánica”). Llama la atención que esta visita sea gratuita, la única de todas las realizadas junto con la de Murcia. La oficina dispone además de dispositivos de mp3 (se pagan 30 euros de fianza que posteriormente se devuelven) disponibles para que los turistas realicen el recorrido que más deseen. Se trata de una grabación (en castellano, inglés, francés, alemán, italiano, japonés, ruso o sueco) que puede durar de dos a cuatro horas, en función de la visita que se elija. Este sistema permite que el mismo usuario pueda detenerla o reanudarla para que no haya problemas de sincronización. No hay un guía turístico pero, al menos, se facilita información impresa sobre los principales lugares de interés (en la única visita de las realizadas que se proporciona documentación). Como único elemento negativo, el hecho de que algunos lugares de la visita no son accesibles para personas discapacitadas.
Málaga logra un “aceptable” en el apartado que estudia las estaciones de autobús y de tren y supera así el suspenso de la media nacional, “un regular”. No obstante, se detectaron claras diferencias entre la terminal de tren y la de autobús: mientras que en la primera no se ofrecía ningún tipo de información turística, la segunda contaba con una oficina de turismo (en la que se informa sobre museos, monumentos, transporte turístico y ocio nocturno), así como con otros elementos: mapa de la ciudad, paneles informativos y fotografías de la capital. Además, en la misma terminal también se ubicaba una oficina de información para jóvenes. Al margen de la información turística, ambas estaciones disponían de pantallas y megafonía para anunciar las llegadas y las salidas, y las dos estaban adaptadas para personas discapacitadas. El estado de limpieza de la estación de tren es mejor que la de autobús. En esta última se detectó suciedad, especialmente en los aseos.
La señalización con la que cuenta Málaga es parecida a la del resto de las ciudades, donde logra una nota de “bien” en este apartado. La dirección hacia el centro de la ciudad está bien indicada, pero algunas de las señales hacia distintos puntos de interés presentan problemas de visibilidad. En el centro la orientación es más sencilla, a pesar de que ciertas direcciones (hacia museos, monumentos, etc.) no estén del todo bien indicadas.
Málaga ha experimentado una notable mejora respecto a un estudio similar que realizó esta revista en 2003. En la actualidad obtiene un “bien” frente al “mal” de hace cuatro años. Sobresale especialmente el apartado de la oficina de turismo, que de un “muy mal” ha pasado a un “aceptable”.
Málaga registró en 2006 un incremento de turistas del 35,6%, uno de los mayores de las capitales estudiadas (la media nacional es de un 12,9%). Y es que a lo largo del último año recibió cerca de 670.000 visitantes. El presupuesto anual en 2006 asciende a cuatro millones y medio de euros, casi medio millón más que el promedio del estudio.
La capital malagueña cuenta con 20 museos en total, la mitad de titularidad pública y la otra mitad son de carácter privado. En cuanto al alojamiento, Málaga dispone de 16 hoteles de cuatro estrellas (3.430 plazas), 15 de tres estrellas (1.392 plazas), once de dos (888 plazas) y cuatro de una (142 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a 32 (710 plazas).
Murcia
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Señalización: muy bien- Oficina de Turismo: aceptable
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: aceptable
La visita guiada que se ofrece en la oficina de turismo municipal es gratuita, pero apenas se proporciona información turística en las estaciones de transporte
La adaptación al turismo urbano de Murcia es aceptable (en la media del estudio), pero insuficiente. “Aceptable” es también la valoración que merece la atención recibida en la visita a la oficina de turismo (la situada al lado del Museo de Santa Clara). El personal de la oficina entregó al visitante, nada más cruzar la puerta del local, varios folletos, y lo hizo sin interesarse por sus preferencias y gustos. La información documental aportada consistió en un mapa de toda la ciudad, otro de la zona turística y una guía completa de Murcia. También se distribuía documentación sobre museos (se recomienda los de “Santa Clara”, “Bellas Artes”, “Arqueológico” y “Salzillo”), monumentos (se ensalza el “Palacio Almudí” y la catedral), zonas emblemáticas (casino, palacio episcopal y el teatro Romea), rutas, restaurantes, bares y cafeterías. Del mismo modo, los folletos incluían indicaciones sobre la zona comercial (calles Platería y Trapería) y sobre alternativas de ocio nocturno. Sin embargo, no se informaba sobre el alojamiento, visitas guiadas, precios, horarios, transporte urbano y abonos especiales para turistas. Como servicios complementarios, la oficina sólo ofrecía la contratación de guías turísticos, pero no se vendían souvenirs, catálogos, billetes ni abonos de transporte. Pese a todo, el trato que se brindó fue excelente, el estado de conservación y limpieza del local era bueno y la oficina estaba adaptada para personas con movilidad reducida. El tiempo de atención al visitante fue de siete minutos, frente a los casi once de la media. El horario es de mañana y tarde, aunque durante los meses de verano se amplía y pasa a ser continuo.
Murcia no tiene oferta de transporte turístico, pero sí visita guiada. De hecho, es la única de las capitales analizadas, junto con la de Málaga, que ofrece una visita guiada gratuita. Por esto, la capital murciana obtiene un “muy bien” de nota media en este apartado, por encima de la media nacional que sólo alcanza el “bien”. La visita guiada realiza un recorrido de la historia de la ciudad a través de sus monumentos y dura una hora y tres cuartos, treinta minutos menos que la duración media del estudio. Está dirigida por un guía que a pesar de no repartir información escrita demostró, en la visita en la que se inscribió como un turista más uno de los técnicos de CONSUMER EROSKI, una gran profesionalidad. Además, el recorrido es accesible para personas con problemas de movilidad. Sin embargo, hay un inconveniente: como es gratuita el número de personas que completa el grupo puede ser elevado e incluso superar la treintena. Con el fin de controlar cada visita, ésta se realiza cada media hora o cada hora, en función del número de personas interesadas en realizarla. Otra visita guiada es la que narra la vida del escultor religioso Francisco Salzillo, pero su precio es de dos euros y es necesario reservarla con una semana de antelación.
En Murcia las estaciones de tren y autobús suspenden con un “regular”, calificación idéntica a la media nacional. Ninguna de las dos terminales cuenta con una oficina de turismo u otro tipo de elementos informativos como mapas, paneles, stands o fotografías. A esto hay que añadir la ausencia de sistemas de información alternativos, ordenadores o dispositivo de bluetooth entre otros. Como elemento positivo destaca que, al menos, las dos estaciones murcianas cuentan con un servicio de información para los usuarios y sistema de megafonía para anunciar las llegadas y las salidas; en la terminal de tren, además, hay pantallas. Las dos estaciones se encontraron, en el momento de la visita, en un buen estado de conservación y limpieza y están adaptadas para personas discapacitadas, no así para invidentes.
La ciudad de Murcia vuelve a destacar por sus buenos resultados en el apartado de señalización, con una nota de “muy bien”, por encima de la media, “bien”. Se encontraron suficientes señales para llegar tanto al centro de la ciudad, como a los principales lugares de interés turístico, así como a hospitales, comisarías de policía, estaciones, etc.
Murcia ha mejorado la adaptación al turismo urbano frente a un estudio similar realizado por esta misma revista en 2003. Así, después de cuatro años ha logrado superar el suspenso y obtiene un “aceptable” de calificación media. También el servicio de la oficina de turismo ha experimentado un avance sustancial, ya que ha pasado del “muy mal” al “aprobado”.
Murcia recibió en 2006 364.530 visitantes, de los que 307.668 eran nacionales y tan sólo 56.862 extranjeros. Estas cifras representan un incremento del 14% con respecto al número de turistas en 2005, crecimiento superior al de la media del estudio (12,9%).
Actualmente el número de museos de Murcia asciende a 13 (12 públicos y uno privado). En cuanto al alojamiento, llama la atención que la capital murciana no cuente con ningún hotel de 5 estrellas. Sin embargo, acoge ocho hoteles en cada una de las categorías de 4, 3 y 2 estrellas (24 en total), que ofertan en su conjunto 3.978 plazas. Además, dispone de tres hoteles de 1 estrella (156 plazas).
Los ayuntamientos de las 18 capitales analizadas destinaron el pasado año al turismo un presupuesto medio de algo más de 4 millones de euros. En el caso de la ciudad murciana la inversión realizada fue inferior y alcanzó los 3.096.961 euros.
Oviedo
/imgs/20070701/mapa-oviedo.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: no hay
- Estaciones de transporte: bien
- Nota media final: aceptable
Destaca la ausencia de oferta municipal tanto de visitas guiadas como de transporte turístico, aunque cuenta con uno de los mejores servicios de información turística en la estación de autobuses
La adaptación al turismo urbano de Oviedo es aceptable, pero insuficiente. Su principal carencia: no cuenta con una oferta municipal de visitas guiadas ni de transporte turístico. No obstante, la atención recibida en la visita a la oficina de turismo situada al lado de la Plaza del Ayuntamiento de la capital ovetense fue buena (por encima de la media del estudio, un “aceptable”). El trato que se dispensó al turista también fue muy bueno y le proporcionaron la información suficiente para conocer la ciudad, aunque el tiempo de atención al visitante no superó los cuatro minutos, muy inferior a la media nacional (11 minutos). Además, el personal de la oficina no mostró interés por los gustos y preferencias del turista (sólo se hizo en una de cada cuatro oficinas). Junto al mapa de la ciudad donde aparecen los puntos de interés señalados, también se facilitó al visitante folletos sobre museos (aconsejaron el de “Bellas Artes de Asturias”), monumentos (ensalzaron la catedral de San Salvador), zonas emblemáticas (se recomendó Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y San Juan de los Prados), espectáculos y horarios de los lugares a visitar.
Del mismo modo se informó acerca de las visitas guiadas que se pueden contratar, los diferentes eventos (feria del ganado y mercado artesanal), los restaurantes, los bares y las cafeterías más conocidas de la capital ovetense. A esto hay que añadir que en dicha oficina de turismo se ofrecían servicios como la venta de billetes de transporte, de abonos, catálogos, souvenirs y la posibilidad de contratar un guía turístico. En lo negativo hay que subrayar que no se facilitó información sobre la zona comercial, el alojamiento, el ocio nocturno, los precios de las entradas y el transporte urbano. La parte positiva es que el horario de la oficina ovetense es de diez de la mañana a siete de la tarde, y los meses de julio, agosto y septiembre es continuo. Otros aspectos a valorar fueron la limpieza de la oficina y la adaptación a personas con movilidad reducida.
Oviedo no dispone de una oferta municipal para realizar itinerarios en transporte turístico, ni para realizar visitas guiadas. La única opción que tiene el visitante es contratar estos servicios a través de una empresa privada. Para ello se requiere hacer una reserva previa y reunir un mínimo de personas que completen el grupo. En la oficina de turismo informaron de la posibilidad de realizar un solo recorrido que incluía una visita a la catedral y al casco antiguo. El coste asciende a seis euros por persona, un gasto bastante moderado si lo comparamos con el resto de ciudades del país (precio medio 6,59 euros).
Las estaciones tanto de tren como de autobús son dos de los puntos más relevantes de la ciudad para la acogida del turista. En Oviedo obtienen un “bien”, la nota más alta del estudio en este apartado, obtenida sólo en cuatro de las 18 ciudades del estudio. Es especialmente buena la situación de la estación de autobús ovetense, ya que cuenta con una oficina de turismo en horario continuo todos los días, en la que se informa (en castellano e inglés) sobre museos, monumentos, zonas emblemáticas, restaurantes, bares, cafeterías, zona comercial, espectáculos y ocio nocturno. En cuanto a elementos informativos es la mejor dotada del país junto con la de Málaga: cuenta con mapas, paneles, stands e incluso con fotografías de la ciudad. Sin embargo, en la estación de tren sólo hay un panel y un ordenador de consulta. Otro elemento negativo es que en ninguna de las dos terminales hay un departamento para atender a los viajeros, aunque ambas tienen pantallas y megafonía para anunciar las llegadas y las salidas. Destaca también que las dos se encuentran en buen estado de limpieza, y cuentan con parada de autobús urbano y de taxis.
Oviedo recibe un “bien” en el apartado de señalización, la misma valoración que la media del estudio. Pero puede mejorar: a la entrada de la ciudad sólo hay indicaciones para llegar al centro y a algunos de los puntos de más interés, hay muy pocas que indiquen la dirección de la oficina de turismo, hoteles, estaciones, aeropuerto y comisarías de policía. Sólo cuando el visitante llega al centro encuentra una señalización más concreta, donde se pueden ver las indicaciones a museos, monumentos, oficina de turismo, zonas emblemáticas, etc.
Oviedo experimentó un incremento de turistas del 19% (la media nacional es de un 12,9%) a lo largo de 2006, con casi 400.000 visitantes. El presupuesto anual en 2006 ascendió a 1.300.825 euros, muy por debajo de los más de cuatro millones de euros del promedio del estudio.
La capital ovetense cuenta sólo con tres museos, todos de titularidad pública. Es la ciudad con la menor oferta museística de todas las ciudades objeto de estudio. Respecto al alojamiento, en Oviedo hay dos hoteles de cinco estrellas (576 plazas), once de cuatro (1.453 plazas), 16 hoteles de tres estrellas (1.215 plazas), nueve de dos (347 plazas) y cuatro de una (104 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a 29 (318 plazas).
Pamplona
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Señalización: muy bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: aceptable
Ha mejorado frente a un estudio similar realizado en 2003. La atención de la oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI fue buena, pero no se ofrece ningún tipo de información turística ni en la estación de autobús ni en la de tren
La adaptación al turismo urbano de Pamplona es aceptable pero insuficiente, tal y como refleja el mediocre “aceptable” que obtiene (en la media del estudio). No obstante, Pamplona ha mejorado su atención turística respecto a un estudio similar realizado en 2003. Entonces suspendía con un “regular”.
La atención de la oficina de turismo situada en la calle Hilarión Eslava fue buena (por encima de la media del informe, un “aceptable”). Gracias a la buena señalización, resultó sencillo dar con ella y una vez allí el trato que se brindó al turista fue muy bueno. Suficiente, aunque mejorable, fue la información que se proporcionó al visitante para conocer la capital navarra. No se preguntó al turista por sus preferencias y sus gustos (sólo se hizo en una de cada cuatro ciudades analizadas) y directamente se proporcionó un mapa de toda la ciudad donde aparecían marcados los principales puntos de interés turístico. También se facilitaron folletos (disponibles en castellano, inglés, francés, alemán e italiano) sobre museos, monumentos, zonas emblemáticas, rutas, zonas verdes, visitas guiadas, restaurantes y espectáculos. Sin embargo, se observaron algunas deficiencias: no se dieron recomendaciones concretas sobre los lugares a visitar, ni información acerca del alojamiento, la zona comercial, el transporte urbano o el ocio nocturno.
Tampoco se ofrecieron servicios como la reserva de hotel, la venta de billetes de transporte, catálogos o souvenirs. La oficina de turismo de Pamplona fue una de las pocas analizadas que contaba con sistema bluetooth, un dispositivo tecnológico alternativo de información (presente en una de cada tres oficinas visitadas). El tiempo de atención dedicado al técnico de la revista fue de doce minutos, ligeramente por encima de la media del estudio (casi once). El estado de conservación y de limpieza de la oficina era buena y el local estaba adaptado a personas con movilidad reducida. Fue una de las pocas que cerraba al mediodía y los domingos y festivos sólo atendían a la mañana.
Pamplona no disponía de un servicio de transporte turístico y sólo se ofrecía el servicio de visita guiada. Además no se ofertaba desde la propia oficina de turismo, sino que el turista debía encargarse de hacer la reserva mediante una llamada telefónica a la empresa organizadora. A pesar de todo, la oferta pamplonesa logró un “muy bien” en este apartado, algo mejor que el “bien” de la media. Se podía escoger entre dos itinerarios: “monumental y medieval” y el “taurino”, ambos de dos horas de duración. La visita de la capital navarra tenía un coste de cinco euros (un ahorro de un euro y medio frente al precio medio de 6,59 euros). El grupo, que puede ser bastante reducido, incluso de tres personas, seguía a un guía que daba las explicaciones a viva voz (igual que en siete de las ocho visitas realizadas para el estudio). El guía hizo del recorrido un relato ameno y claro a pesar de no facilitar información escrita sobre los lugares del recorrido. Como dato positivo, la visita se ofrecía en castellano, inglés y francés y era accesible para personas discapacitadas.
En Pamplona recibieron la misma calificación que la media nacional y suspendieron con un “regular”. Ninguna de las dos terminales contaba con una oficina de información turística y además Pamplona es una de las cinco ciudades de las 18 analizadas en las que ninguna de las terminales disponía siquiera de mapas, paneles, stands y fotografías sobre la capital. La estación de autobús no tenía sistema alguno para informar al viajero sobre las llegadas y las salidas, mientras que en la de tren sí se detectaron pantallas y servicio de megafonía. Las dos terminales navarras estaban adaptadas para personas con movilidad reducida, no así para invidentes, y su estado de conservación y limpieza es bueno.
Respecto a la señalización, Pamplona recibe una buena calificación. A lo largo de la ciudad se encontraron indicaciones suficientes para llegar a los principales lugares de interés. Tanto para dirigirse al centro de la ciudad como a la oficina de turismo se hallaron señales, así como para llegar a los principales puntos de interés turístico, hoteles, estación de tren, aeropuerto, hospitales y comisaría de policía.
Pamplona experimentó un incremento de turistas del 16,7% (un 12,9% de media nacional) a lo largo del último año, con más de 400.000 visitantes. El presupuesto anual en 2006 ascendió a 3.639.577 euros, frente a los más de cuatro millones de euros de la media del estudio.
En cuanto al alojamiento, en Pamplona hay un hotel de cinco estrellas (74 plazas), dos de cuatro estrellas (735 plazas), diez hoteles de tres estrellas (1.435 plazas) y dos de dos (101 plazas) y uno de una (32 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a 52 (620 plazas).
San Sebastián
de San Sebastián
/imgs/20070701/mapa-sansebastian.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: bien
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: aceptable
El servicio de bus turístico, la señalización a los principales puntos de interés y la atención en la oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI reciben una valoración positiva
En el caso de San Sebastián, la capital donostiarra supera la prueba planteada por CONSUMER EROSKI con un ajustado “aceptable”, idéntica calificación a la media del estudio a nivel nacional. Las deficiencias observadas en las estaciones de transporte han influido negativamente en la valoración final de San Sebastián. La capital guipuzcoana ni tan siquiera cuenta con un edificio que acoja una estación de autobuses como tal. Respecto a la estación de ferrocarril, cabe mencionar que no cuenta con ninguna oficina de información turística, aunque sí hay diversos mapas de la ciudad.
La oficina de turismo visitada en la capital guipuzcoana, ubicada en la calle Reina Regente, recibe un “bien”, en la media del estudio. Fue una de las pocas oficinas en las que las personas que atendían a los visitantes preguntaron por sus preferencias y gustos, además de por el idioma en el que deseaba ser atendido. Asimismo, recomendaron la visita al Casco Antiguo, la Catedral del Buen Pastor y al Palacio de Congresos Kursaal. Además, destaca la presencia de nuevas tecnologías, ya que desde la oficina se ofrece servicio gratuito de bluetooth. El tiempo de atención al viajero fue sólo de cuatro minutos, muy inferior a la media nacional (11 minutos).
Entre los entretenimiento que ofrece San Sebastián se encuentra el recorrido en autobús turístico, de una hora de duración, cuyo precio es de 12 euros. Durante el trayecto los turistas reciben información sobre los distintos puntos de la visita, disponible en castellano e inglés, a través de una grabación. La capital donostiarra también ofrece la posibilidad de disfrutar de visitas guiadas por el casco antiguo, la zona marítima y la denominada área romántica.
La capital donostiarra también recibe la nota de “bien” en señalización, igual a la media del estudio. En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
Estas calificaciones ponen de manifiesto que la capital donostiarra ha experimentado una ligera mejora en la oferta y atención al visitante respecto a los resultados obtenidos en un estudio similar realizado por CONSUMER EROSKI en el año 2003. Hace cuatro años la ciudad guipuzcoana obtenía la nota mediad fina de “mal”, frente al actual “aceptable”. Entre las mejoras, sobresale un servicio de mayor calidad en la oficina de turismo.
A lo largo de 2006 San Sebastián recibió 216.403 visitantes, de los que 113.526 eran nacionales y 102.877 extranjeros. Estas cifras representan un relevante incremento del 16,7% con respecto al número de viajeros en 2005, crecimiento superior al registrado a nivel nacional (12,9%).
En alojamiento, la capital donostiarra cuenta con un hotel de 5 estrellas de 260 plazas, once de 4 estrellas (los más abundantes) con capacidad para 2.176 personas, cinco de 3 estrellas con 538 plazas, seis de 2 estrellas que acogen 289 plazas y tres de 1 estrella (171 plazas).
Los ayuntamientos de las 18 capitales analizadas destinaron el pasado año al sector turismo un presupuesto medio de algo más de 4 millones de euros. En el caso de la capital guipuzcoana la inversión realizada fue muy inferior, cerca de dos millones y medio de euros.
Santander
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Señalización: aceptable- Oficina de Turismo: regular
- Visita guiada/Bus turístico: sólo en verano
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: regular
La ausencia de información para los visitantes en las estaciones de transporte y la escasa atención en la oficina de turismo visitada por CONSUMER EROSKI son las principales deficiencias de la capital cántabra
Santander es, junto con A Coruña, la ciudad que, a tenor de los resultados del informe, menos interés muestra por los turistas que la visitan. De hecho, suspende el estudio con un “regular” (la media del informe es un “aceptable”). Las deficiencias observadas en las estaciones de tren y autobuses, así como las carencias en la oferta de servicios para los visitantes han influido negativamente en la valoración final de la ciudad santanderina. Así, en la visita realizada a la oficina de turismo ubicada en los jardines de Pereda, su personal no mostró ningún interés por los gustos y preferencias del turista. Además, no recomendaron la visita a ningún punto de la ciudad, a diferencia de lo de lo que sucede en la mayoría de las oficinas visitadas, aunque la capital cántabra cuenta con atractivos turísticos como la bahía, las playas y su red de museos, entre otros. Tampoco se prodigaron en el tiempo de atención al turista, que no superó los cuatro minutos, muy inferior a la media del estudio (11 minutos). A esto hay que añadir que el único servicio que se ofrecía en la oficina, además de información, era el de alquiler de bicicletas.
Santander tampoco ofrece muchas alternativas para el viajero, ya que únicamente se realizan visitas guiadas al casco monumental y a la zona marítima, así como recorridos en autobús turístico durante los meses de verano.
Tampoco las estaciones de transporte dan demasiadas facilidades a los visitantes (suspenden con un “regular”, en la media del estudio). Ni la estación de autobuses ni la de ferrocarril disponían de una oficina con información turística. Tan sólo en la estación de tren se halló un plano en el que se señalan los lugares de interés para el visitante.
El único aspecto en el que la ciudad cántabra consigue el aprobado con un ajustado “aceptable” es en señalización. En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
En 2006 Santander recibió 141.334 visitantes, de los que 117.464 eran nacionales y tan sólo 23.870 extranjeros. Estas cifras representan un incremento del 5% con respecto al número de viajeros en 2005, crecimiento muy inferior a la media de las capitales analizadas (12,9%).
En cuanto al alojamiento, la ciudad cuenta con un hotel de 5 estrellas de 237 plazas. Los más abundantes son los de 4 y 3 estrellas (8 y 9, respectivamente) con capacidad para 3.139 personas. Además, hay cinco hoteles de 2 estrellas con un total de 354 plazas y otros cinco de 1 estrella (226 plazas).
Sevilla
/imgs/20070701/mapa-sevilla.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: aceptable
La ausencia de oficinas con información turística en las estaciones de transporte, así como la suciedad en la de autobús, son las principales deficiencias de la capital sevillana
Sevilla supera la prueba planteada por CONSUMER EROSKI con un ajustado “aceptable” (en la media del estudio). Las deficiencias observadas en las estaciones de transporte han influido negativamente en la valoración final de la capital hispalense. Ni la estación de autobús ni la de ferrocarril disponían de oficina de información turística. No obstante, sí se observaron paneles informativos y fotos de la ciudad en la estación de autobuses. El estado de conservación y limpieza de ésta última distaba además de ser el adecuado (estaba sucia y deteriorada).
La oficina de turismo visitada en la capital sevillana, la ubicada en la Avenida de la Constitución, recibe una buena calificación (por encima de la media del informe, un “aceptable”). Ha sido una de las pocas en las que el personal de la oficina se interesó por los gustos y preferencias del visitante, así como por las características de su viaje. Además, alertó de las zonas inseguras de la ciudad y recomendó la visita a los Reales Alcázares, La Giralda, la Catedral y el Museo de Bellas Artes, así como los espectáculos de flamenco y la zona comercial de Sierpes. La oficina se ha sumado a las nuevas tecnologías y cuenta con un ordenador táctil, en el que el turista puede encontrar más datos sobre la ciudad. En esta oficina el tiempo de atención al viajero fue el mayor del estudio, 35 minutos, el triple que la media del estudio.
La capital andaluza también ofrece al turista la posibilidad de realizar diversas visitas guiadas. Las más demandadas son los cruceros panorámicos, cuyo coste es de 15 euros, y las rutas a pie (12 euros). Los visitantes también pueden recorrer la ciudad en el autobús turístico. El autocar consta de dos pisos con techo descubierto para que los pasajeros puedan disfrutar de vistas panorámicas. El precio asciende a 15 euros y el trayecto tiene una duración aproximada de una hora sin paradas, si bien el billete es válido para todo el día, lo que también permite al viajero descender en cualquiera de las paradas y volver a subir en otro momento del día. La Torre del Oro, la Plaza de España y el Parque de María Luisa son algunos de los populares puntos del recorrido. Durante el itinerario se ofrecen comentarios explicativos de la historia de Sevilla y sus monumentos, que los turistas pueden escuchar a través de auriculares, disponibles en castellano, inglés, francés, alemán, italiano, ruso, portugués, chino y holandés.
La ciudad hispalense también recibe un “bien” en su señalización (en la media del estudio). En este apartado se ha comprobado la facilidad para localizar los principales destinos de interés turístico, así como la cantidad y el estado de conservación de las señales que indican la dirección a hoteles, oficinas de turismo, estaciones de transporte y hospitales, etc.
En 2006 Sevilla recibió 2.667.017 visitantes, de los que 1.442.877 eran nacionales y 1.234.140 extranjeros. Estas cifras representan un incremento del 2,6% con respecto al número de viajeros en 2005, crecimiento muy por debajo del registrado en la media del informe (12,9%).
En cuanto al alojamiento, la ciudad cuenta con cuatro hoteles de 5 estrellas con 1.387 plazas. Los más abundantes son los de 4 y 3 estrellas (en conjunto 64) con capacidad para 14.373 personas. Además, dispone de dieciocho hoteles de 2 estrellas con 1.052 plazas y doce de 1 estrella (465 plazas).
Valencia
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Señalización: muy bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien-bien
- Estaciones de transporte: aceptable
- Nota media final: bien
La adaptación al turismo urbano en Valencia ha mejorado notablemente en los últimos cuatro años. La estación de tren cuenta con uno de los mejores servicios de información al viajero
Valencia es una de las ciudades analizadas que más piensa en el turista que las visita. Logra una calificación de “bien” y supera así la media del estudio, un “aceptable”. Además, la capital valenciana ha mejorado notablemente su situación en su adaptación al turismo urbano si se toma como referencia un estudio similar que realizó esta revista en 2003. Entonces, no superó la prueba y suspendió con un “regular”.
Estos resultados se deben principalmente a que, junto con la buena atención dispensada en la oficina de turismo, la estación de tren cuenta con diferentes recursos para guiar al recién llegado, algo poco habitual. La oficina de turismo de la capital valenciana situada en la Plaza de la Reina, una de las más concurridas, ofreció un buen servicio en la visita realizada. Se brindó un trato amable y se facilitó la información suficiente como para conocer la capital. Así, a pesar de que el personal de la oficina no se interesó por las preferencias y gustos del turista, sí se proporcionó un mapa completo de la ciudad con los principales puntos de interés resaltados.
Asimismo, se distribuían folletos (disponibles en castellano, inglés, francés, alemán, italiano y valenciano entre otros) sobre museos (se recomendó el “Instituto Valenciano de Arte Moderno”), monumentos (ensalzados “El Palacio del Marqués de dos aguas” y “Las Torres de Serrano”), rutas, visitas guiadas, transporte turístico, precios de las entradas, abonos de transporte y museos, y horarios. También se hizo referencia a las zonas emblemáticas de la ciudad (aconsejada la “Ciudad de las Artes y las Ciencias” y los “Jardines de Viveros”) y al ocio nocturno. Sin embargo, no se informó sobre restaurantes, cafeterías, alojamiento, zona comercial o transporte urbano. Por otro lado, en la oficina visitada también se alquilaban bicicletas, se vendían billetes de transporte, abonos y souvenirs y se podía contratar guías turísticos o visitas guiadas. A esto hay que añadir que los turistas tenían a su disposición cuatro ordenadores donde poder consultar datos acerca de la ciudad de manera gratuita (este tipo de dispositivos sólo están presentes en una de cada tres oficinas). El horario de la oficina de turismo visitada en la capital valenciana es continuo de lunes a sábados (como más del 70% de las oficinas), y los domingos sólo se atiende por las mañanas. El tiempo de atención al técnico de la revista fue de siete minutos, frente a los casi once de la media. El estado de conservación y limpieza de la oficina era buena y el local estaba adaptado para personas con movilidad reducida.
Valencia se puede conocer a través de visitas guiadas o mediante un recorrido en autobús turístico. Si se escoge esta última opción el itinerario es de dos horas y sale de la Plaza de la Reina para llegar a la “Ciudad de las Artes y las Ciencias”. El precio del recorrido ascendía a doce euros, cifra cercana al coste medio nacional (11,60 euros), se facilitó información escrita sobre los lugares que se visitaban y unos auriculares para escuchar la grabación (disponible en castellano, inglés, francés, alemán, italiano, chino, portugués), que en ocasiones no estaba sincronizada con la ruta del autobús. No contaba con ningún guía y el autobús realizaba paradas en las que los viajeros se podían apear, visitar la zona de interés, y esperar al siguiente autobús que pasa cada 25 minutos.
Si se elige la visita guiada por la ciudad, la oferta municipal se reduce al alquiler de audio-guías, es decir, un mp3, que cuesta entre diez y quince euros, en función del tiempo que se tenga. El resto de la oferta de visitas era privada. Había tres entre las que elegir (“Centro Histórico”, “Barrios Antiguos” y “Leyendas”), su duración rondaba las dos horas y su coste era de 15 euros (más del doble que la media). El grupo de turistas seguía a un guía que hablaba en castellano y en inglés, daba las explicaciones a viva voz, no facilitaba información escrita, pero relataba la historia de la ciudad a través de curiosidades y acontecimientos. Por todo, Valencia logró una nota en este apartado muy parecida a la media del estudio (un “bien”), de modo que está entre el “bien” de la visita guiada y el “muy bien” del autobús turístico.
Las estaciones tanto de tren como de autobús son dos de los puntos más relevantes de la ciudad para la acogida del turista. Valencia logra un “aceptable” en este apartado, y supera así el suspenso de la media del estudio, “un regular”. No obstante se observan claras diferencias entre la terminal de autobús y la de tren: mientras que en la primera no se ofrecía ningún tipo de información turística, la segunda contaba con oficina de turismo (abierta de manera continua de lunes a sábados, y los domingos sólo por la mañana), mapa de la ciudad, stands informativos y fotografías de la capital. En la oficina se dispensaba información en castellano y en inglés. Por otra parte, ambas terminales contaban con megafonía y pantallas para anunciar las llegadas y las salidas, así como con un punto de información para los viajeros. También tenían paradas de autobús urbano y taxis. Ambas estaban adaptadas para personas discapacitadas, sin embargo se encontró suciedad durante la visita en las dos.
Es importante, que una vez que llega el turista a la ciudad, se pueda guiar a través de la señalización. En Valencia era especialmente buena (merece un “muy bien” frente al “bien” de la media del estudio). Y es que desde la entrada de la ciudad se dispone de señalización hacia los puntos de interés más importantes como el centro, hospitales, aeropuerto, hoteles, centros turísticos o el puerto por ejemplo. Una vez en el cetro, la señalización sigue siendo detallada y se indica la dirección a museos, monumentos, estaciones, centros culturales, etc.
Valencia experimentó en 2006 un incremento de turistas del 27,6% (más del doble de la media nacional con un 12,9%), con 1.641.872 visitantes. El presupuesto destinado por el Ayuntamiento a actividades turísticas en 2006 ascendió a cinco millones de euros, con lo que supera casi en un millón el promedio del estudio.
En cuanto al alojamiento, en Valencia hay ocho hoteles de cinco estrellas (3.289 plazas), 28 de cuatro estrellas (7.731 plazas), 22 hoteles de tres estrellas (3.752 plazas), siete de dos (833 plazas) y tres de una (149 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a trece (548 plazas).
Valladolid
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Señalización: muy bien- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: bien
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: aceptable
La atención de la oficina de turismo visitada fue buena. Lo peor, no se ofrecía ningún tipo de información turística ni en la estación de autobús ni en la de tren
Valladolid no pasa del mediocre “aceptable”, valoración que coincide con la media del estudio. No obstante, la atención en la oficina de turismo visitada fue buena, por encima del “aceptable” de la media nacional. El camino hacia una de las oficinas más céntricas de la ciudad, la situada en el Paseo de Recoletos, al lado de la Plaza Zorrilla, estaba suficientemente señalizado y, una vez allí, el trato que se brindó fue excelente y la información que se proporcionó, suficiente para conocer la capital vallisoletana. La oficina pucelana fue de las pocas en las que se mostró interés por las preferencias y gustos del visitante, así como por otros detalles de su viaje, como la duración de la estancia por ejemplo (sólo se hizo en una de cada cuatro ciudades analizadas). Además, se facilitó al recién llegado un mapa de toda la ciudad, donde se marcaron los principales puntos de interés turístico, y el personal de la oficina informó (había también folletos disponibles sobre una mesa) sobre museos, monumentos, zonas emblemáticas, rutas, zonas verdes, visitas guiadas y transporte turístico.
Pese a todo, se echaron en falta recomendaciones acerca de restaurantes, bares, cafeterías, alojamiento, transporte urbano, espectáculos y abonos especiales para turistas. El tiempo de atención al visitante fue de quince minutos, cuatro más que la media nacional. En la oficina, bien conservada y adaptada para personas con movilidad reducida, se ofrecía, además de información, los siguientes servicios: visitas guiadas, reserva de alojamiento, venta de catálogos y contratación de guías turísticos. Por otra parte, es una de las pocas que cerraba al mediodía (sólo una de cada cuatro lo hacía), aunque en temporada alta (julio, agosto, puentes y fiestas patronales) el horario es continuo para dar una mayor cobertura en la atención.
Una de las alternativas para conocer la capital vallisoletana es recorrerla en autobús turístico, cuyo servicio logró una valoración de “bien”. La visita duró una hora, 25 minutos menos que el promedio nacional; su precio fue de cinco euros, el segundo más económico después de Zaragoza (más de seis euros de ahorro frente al coste medio del estudio). Entre los aspectos mejorables, el hecho de que el autobús no contara con guía y no se facilitara ningún tipo de información escrita sobre el itinerario. Todas las explicaciones provenían de una grabación (el dispositivo para auriculares estaba instalado pero no se utilizó en el momento de la visita). Los pasajeros, eso sí, tenían la oportunidad de apearse del autobús para visitar aquellos monumentos y zonas que le resultasen interesantes (en ocho de cada diez transportes lo permiten). Otra alternativa para conocer la capital vallisoletana es realizar una visita guiada a pie, aunque sólo se ofertaba en verano.
Las estaciones tanto de tren como de autobús son dos de los puntos más relevantes de la ciudad para la acogida del turista. En Valladolid, al igual que en el conjunto del estudio, suspendieron con un “regular”. Y es que ninguna de las dos terminales cuenta con una oficina de información turística ni tampoco dispone de mapas, paneles, stands y fotografías sobre la capital. Al menos, en las dos hay un departamento de información dirigido al cliente, así como pantallas y megafonía para anunciar las llegadas y las salidas. Asimismo, presentan un buen estado de conservación y limpieza, y están adaptadas para personas con movilidad reducida, no así para invidentes.
Mejor es la señalización de los principales puntos de interés turístico. Así, se encontraron indicaciones suficientes para llegar a los principales lugares de interés. Por ello, recibe un “muy bien” en este apartado (la media del estudio es de un “bien”). Se hallaron señales tanto para dirigirse al centro de la ciudad como a la oficina de turismo, y también para ir a hoteles, estación de tren, aeropuerto, hospitales y comisaría de policía. Además, una vez en el centro, también se observaron indicaciones para los museos, monumentos, zonas emblemáticas, centros culturales, etc.
Valladolid experimentó un incremento de turistas del 5,5% (un 12,9% de media nacional) a lo largo del último año, con casi 700.000 visitantes. El presupuesto municipal destinado a actividades turísticas en 2006, casi cuatro millones de euros, fue ligeramente inferior a la media nacional.
En cuanto al alojamiento, en Valladolid no hay hoteles de cinco estrellas y tampoco de una, hay once de cuatro (2.007 plazas), siete hoteles de tres estrellas (816 plazas) y tres de dos (254 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a 31 (767 plazas).
Vitoria
/imgs/20070701/mapa-vitoria.jpg Señalización: bien- Oficina de Turismo: muy bien
- Visita guiada/Bus turístico: muy bien
- Estaciones de transporte: regular
- Nota media final: aceptable
Destaca la buena atención recibida en la oficina de turismo, una de las mejores del estudio. Lo peor, la falta de información turística en las estaciones de tren y de autobuses
La adaptación al turismo urbano de Vitoria es aceptable, aunque insuficiente. El aspecto mejor valorado ha sido el de la atención recibida en la visita realizada a la oficina de turismo ubicada en la plaza General Loma. Obtuvo un “muy bien”, sólo igualado en Alicante y muy por encima del “aceptable” de la media del estudio. Y es que el trato que se brindó fue muy bueno y la información que se proporcionó fue útil y detallada. Además, el personal de la oficina era suficiente, lo que evitaba la formación de colas y cada uno llevaba un distintivo con su nombre. A pesar de que no se preguntó por las preferencias y gustos del turista, se facilitó gran cantidad de documentación sobre la capital, desde un mapa completo de la ciudad donde se marcan los principales lugares de interés, hasta folletos (disponibles en castellano, inglés, francés, alemán y euskera) sobre museos (recomendados el “ARTIUM”, el “Fournier de Naipes”, y el de Arqueología”), monumentos (mención especial a las cuatro torres de la ciudad, las de “San Miguel”, “San Pedro”, “Santa María” y “San Vicente”), zonas emblemáticas (aconsejadas la Plaza de la Virgen Blanca y la Plaza de los Fueros), rutas, zonas verdes, transporte turístico, restaurantes, bares, cafeterías, zona comercial, espectáculos, ocio nocturno, alojamiento y transporte urbano.
Asimismo se proporcionó información sobre visitas guiadas, precios de las entradas y abonos para visitar museos entre otros. Del mismo modo, desde la oficina se ofrecieron diferentes servicios como el de visitas guiadas, contratación de guías turísticos, alquiler de bicicletas, y venta de billetes de transporte, abonos, catálogos o souvenirs. La oficina de turismo de Vitoria es una de las pocas que cuenta con sistema bluetooth, un dispositivo alternativo de información (presente en una de cada tres oficinas visitadas). El horario es continuo durante todo el año, y en los puentes así como en la época que va desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre se amplia para ofrecer más cobertura en la atención. Al técnico de la revista le dedicaron cinco minutos, frente a los casi once de la media. Respecto a las instalaciones, la oficina mostraba un estado de conservación y limpieza adecuados, y el local estaba adaptado para personas con movilidad reducida.
Vitoria cuenta con un servicio de transporte turístico que comienza a funcionar en junio y se mantiene hasta el 15 de octubre. Se trata de un tren denominado “Gasteiztxo” que hace un recorrido de 40 minutos por las calles de la ciudad. El precio por viaje es de cuatro euros, (supone más de siete euros de ahorro frente al coste medio nacional). Por otra parte, la posibilidad de hacer visitas guiadas a la capital alavesa está presente a lo largo de todo el año y hay dos alternativas entre las que elegir: “Casco Medieval” y la “Catedral de Santa María”. La visita tiene una duración de hora y media, la más corta de todas las realizadas en el informe, aunque también la más económica: su precio de tres euros está muy por debajo de los 6,59 euros de media del estudio. Es por esto, y por la excelente profesionalidad del guía que se encargó de la visita, por lo que Vitoria obtiene una de las mejores calificaciones en este apartado, un “muy bien”, frente al “bien” de la media. El grupo siguió al guía, que ofreció las explicaciones a viva voz, sin facilitar información escrita sobre los lugares a visitar. La única laguna: algunos puntos de la visita guiada no son accesibles para personas con movilidad reducida.
Las estaciones tanto de tren como de autobús son dos de los puntos más relevantes de la ciudad para la acogida del turista. En Vitoria reciben la misma calificación que la media nacional y suspenden con un “regular”. Y es que ninguna de las dos terminales cuenta con una oficina de turismo. De hecho, un mapa de la ciudad en la estación de autobús es el único elemento informativo útil hallado en ambas terminales. No hay ni stands, ni paneles ni fotografías de los puntos de interés turístico. Además, a pesar de que el estado de limpieza de la estación de autobús vitoriana sea bueno en general, los baños estaban sucios durante la visita y se percibían olores desagradables; por otro lado sólo hay megafonía para anunciar las llegadas y las salidas. Al menos, la estación de tren tiene tanto megafonía como pantallas y el estado de conservación es mejor que la de autobús.
Es importante, que una vez que llega el turista a la ciudad, se pueda guiar a través de la señalización. La de Vitoria, al igual que en la mayoría de ciudades, obtuvo una buena valoración. No obstante, a la entrada de la ciudad sólo hay indicaciones para llegar al centro y a los hoteles más importantes. La señalización es escasa para dirigirse a los principales puntos de interés, estaciones de transporte, hospitales y policía, y no se halló indicador alguno para ir a la oficina de turismo. No obstante, una vez en el centro de la capital sí se encontraron indicaciones más claras de museos, monumentos, zonas emblemáticas, etc.
Si se comparan los resultados de este estudio con los obtenidos en un informe similar realizado por esta revista en 2003, se constata que la adaptación al turismo urbano de Vitoria no ha registrado grandes cambios y se mantiene el “aceptable” de nota media que consiguió entonces. La variación más reseñable se ha dado en la atención de la oficina de turismo, que ha pasado de un “aceptable” en 2003 al “muy bien” en la actualidad.
Vitoria experimentó en 2006 uno de los mayores incrementos en el número de visitantes, en concreto un 46,6% (un 12,9% de media nacional), pese a que se registró el menor número de turistas de las capitales estudiadas, poco más de 120.000. El presupuesto anual en 2006 asciende a 1.130.000 euros, el más reducido después del de Córdoba y Granada (la media nacional pasa de los cuatro millones de euros).
En cuanto al alojamiento, en Vitoria hay un hotel de cinco estrellas (282 plazas), hay cuatro de cuatro estrellas (920 plazas), cuatro hoteles de tres estrellas (452 plazas), cuatro de dos (185 plazas) y seis de una (186 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a seis (329 plazas).
Zaragoza
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Señalización: aceptable- Oficina de Turismo: bien
- Visita guiada/Bus turístico: bien
- Estaciones de transporte: aceptable
- Nota media final: aceptable
La atención de la oficina de turismo fue buena, y el servicio de información al viajero de la estación de tren está entre los mejores. Además, ofrece el autobús turístico más económico de los once analizados
Zaragoza obtiene un mediocre “aceptable” al igual que la media nacional. La atención de la oficina de turismo es uno de los apartados mejor valorados en esta ciudad, un “bien” frente al “aceptable” del promedio del estudio. A pesar de que para llegar a la oficina ubicada en plena Plaza del Pilar, la de “Torreón de la Zuda”, la señalización es escasa, una vez allí, el trato que se brinda al turista es adecuado y la información que se proporciona resulta suficiente para conocer la capital aragonesa. Y es que, nada más entrar, se facilita al recién llegado un mapa de toda la ciudad, donde se marcan los principales puntos de interés turístico. Aunque no se mostró interés alguno por las preferencias del turista (sólo se hizo en una de cada cuatro ciudades analizadas), sí se informó sobre las zonas más emblemáticas de la ciudad (se aconsejó una visita a las termas públicas) y se ofrecieron folletos sobre museos (recomendados el Museo de “Cesaraugusta” y el Museo del Foro), monumentos (la Basílica del Pilar, la Plaza de España, la Catedral de la Seo y el Palacio de la Aljafería), rutas, visitas guiadas y transporte turístico.
También se detallaron los horarios de los diferentes lugares así como el modo de acceso a los diferentes puntos. Sin embargo, no se ofrecieron recomendaciones acerca de restaurantes y cafeterías, espectáculos, alojamiento o transporte urbano. El tiempo de atención al visitante en la oficina de turismo de Zaragoza fue de quince minutos, cuatro más que la media del informe. Se trata de una oficina pequeña, pero acogedora, limpia y adaptada a personas con movilidad reducida, que mantiene un horario continuado durante todo el día de nueve de la mañana a nueve de la noche.
Zaragoza se puede recorrer tanto en autobús turístico como a través de alguna de las cuatro visitas guiadas disponibles. En ambos casos, el servicio mereció una valoración positiva. En el caso del bus turístico, hay dos tipos de recorrido, al centro o a la zona de la “Expo 2008”. La visita dura una hora, 25 minutos menos que el promedio nacional, y tiene un coste de 4,20 euros, la más económica de todas las realizadas (más de siete euros de ahorro frente al coste medio del estudio). Aunque hay guías en el autobús, lo cierto es que no facilitan información escrita y las explicaciones se escuchan a través de una grabación que en ocasiones no coincidía con el recorrido por problemas de sincronización. Los turistas tenían la oportunidad de escuchar un relato de las curiosidades y los acontecimientos de la ciudad, así como detalles sobre los principales edificios. Sin embargo, no pudieron apearse del autobús en los principales puntos de interés (sólo en dos de los once recorridos realizados en el país no dejaron, en Zaragoza y Córdoba). Además, se observaron deficiencias en el estado de conservación del autobús, (suciedades en el techo y la tapicería rota). Respecto a las visitas guiadas, también con un precio de 4,2 euros, la oferta ascendía a cuatro recorridos: la de la Basílica del Pilar, la del Casco Histórico, la ruta de las iglesias y la del Teatro de Cesaraugusta.
Las estaciones tanto de tren como de autobús son dos de los puntos más relevantes de la ciudad para la acogida del turista. En Zaragoza no pasan de un mediocre “aceptable”, por encima, eso sí, del “regular” de la media del estudio. La capital aragonesa debe su aprobado al servicio de la estación de tren, en el que además de contar con una oficina de turismo (horario continuo de 9.00h. a 21.00h.) donde se proporciona información turística detallada con folletos en castellano, inglés, francés, alemán e italiano. También cuenta con servicio de atención al viajero y sistema de pantallas y megafonía para informar de las llegadas y las salidas. A esto hay que añadir que goza de un buen estado de conservación y limpieza. Todo lo contrario ocurre con la estación de autobús, donde el servicio de información tanto turística como a viajeros es más que deficiente y se constataron carencias en limpieza por encontrarse en obras.
Es importante que, una vez que llega el turista a la ciudad, se pueda guiar a través de la señalización. En Zaragoza se detectaron algunas carencias en este apartado y su calificación, un ajustado “aceptable”, quedó por debajo de la media del estudio (un “bien”). Las razones: las señales que indican el centro de la capital son escasas, y es que sólo a medida que se va llegando al casco histórico aparecen indicaciones de los principales puntos de interés, como, por ejemplo, la Basílica del Pilar. Además, no hay señales suficientes que indiquen la dirección a hospitales o comisarías de policía.
Zaragoza experimentó un incremento de turistas del 8% (por debajo del 12,9% de media nacional) a lo largo del último año, con casi 800.000 visitantes, cantidad que le sitúa en la zona media de las capitales visitadas. El presupuesto anual destinado al turismo en 2006 por el consistorio zaragozano ascendió a cuatro millones y medio de euros, ligeramente por encima de la media del informe.
Respecto a la infraestructura hotelera, en Zaragoza hay tres hoteles de cinco estrellas (1.428 plazas), ocho de cuatro (1.983), 21 hoteles de tres estrellas (2.416 plazas), nueve de dos (910 plazas) y tres hoteles de una estrella (138 plazas). El número de hostales y pensiones asciende a 52 (1.142 plazas).