La reforma total ronda los 6.000 euros
El cuarto de baño es, probablemente, la estancia del hogar menos sometida a reformas, a pesar del continuo uso que se hace de él. De hecho, aunque el seguro de responsabilidad civil de constructores y arquitectos se prolonga durante 10 años -que es lo que se prevé puede durar con ciertas garantías una instalación-, se calcula que la fontanería se mantiene en óptimas condiciones una media de 25 años a 30 años, o incluso más. Pero razones estéticas o el cambio de propietario adelantan en ocasiones las reformas, que en las viviendas más viejas se aprovechan para sustituir las tuberías antiguas, normalmente de plomo – material nocivo para la salud y muy sensible a las presiones del agua- por otras de cobre.
No siempre se requiere una modificación completa del baño, un simple cambio de sanitarios y de armarios puede ser suficiente. Pero cuando la reforma es completa la obra resulta cara, pues precisa del trabajo de varios gremios: fontanero, electricista, escayolista y pintor. Los sanitarios no son baratos, ya que se diseñan para que perduren al paso del tiempo y del uso, con lo que la calidad es siempre alta. Por lo tanto, al solicitar un presupuesto de obra de reforma completa que incluya cambio de cerámica, sanitarios, tuberías, y por ende, pintura y acabado, no ha de extrañarnos que la cifra total se acerque en su más modesta expresión a 6.000 euros.
Reforma parcial
Al plantear una obra en el baño, conviene reflexionar detenidamente sobre las necesidades reales de cambio. Una renovación de mobiliario, de todos o algunos sanitarios y de la grifería puede ser la solución cuando tuberías y paredes se encuentran en buen estado. El baño quedará como nuevo y además de realizarse en pocos días, trastocará menos la rutina familiar, levantará menos polvo y resultará más económico.
Si hablamos de precios a grandes rasgos, el lavabo, bidé e inodoro de primera calidad pero de gama sencilla cuestan en torno a 600 euros como mínimo, aunque el precio por arriba lo pone cada uno porque la oferta es muy amplia. Un claro ejemplo de ello es la bañera. Se pueden encontrar desde los 300 euros, pero las hay que incluyen masajes, chorros de jabón o agua e incluso radio, reproductor de Cedes y teléfono, y su precio supera los 1.800 euros. Respecto a la grifería, conviene invertir en ella pues se trata del elemento más utilizado y expuesto a averías. Hay grifos muy resistentes desde 70 euros.
Obra completa
Definido y aceptado el presupuesto, en el que se contabilizan las horas de trabajo de cada uno de los gremios, hay que estimar que las obras se prolongarán una semana y que durante unas horas el inodoro estará inutilizado. Se trabaja sobre plano y se deciden los materiales que se colocarán. El metro cuadrado por azulejos cuesta no menos de 15 euros, pero sin duda, es el elemento que más define la decoración del baño y las alternativas son tan amplias que en el mercado, fuera de extravagancias, los catálogos incluyen cerámica hasta 120 euros por metro cuadrado. Y es que se puede modificar la distribución íntegra de la estancia, ya que se organizan de nuevo las tuberías, pero conviene tener presente dónde están ubicadas las bajantes, es decir, las cañerías generales de la casa. No es impedimento alejarse de ellas, al fin y al cabo los cuartos de baño por lo general no superan los 8 metros cuadrados, pero el embellecimiento de cualquier codo o tubería añadirá euros a la factura. En casas con dos cuartos de baño o más conviene estimar la posibilidad de realizar la obra a la vez en todos, ya que el trabajo de los gremios saldrá más económico, aunque el coste de los materiales se duplique.
Orden de los gremios
El primero en entrar es el albañil, encargado de picar el alicatado y de preparar suelo y paredes. Después toman las riendas el electricista y el fontanero. Si hay cambios de distribución de ultima hora, es preferible notificarlo a estos dos profesionales antes de que comiencen su tarea, pues de lo contrario aunque todavía se podrán cambiar los puntos de luz y la posición de las tuberías (hay tiempo hasta que el albañil coloque los azulejos), el coste puede subir, pues los gremios trabajan por horas. Así que antes de comenzar la reforma conviene tener una idea muy clara sobre la posición del mobiliario, de los enchufes e interruptores y de los saneamientos.
Por razones de seguridad, los enchufes han de quedar a una distancia mínima de un metro de cualquier salida de agua. En cuanto a las tuberías, en la mayoría de las casas el agua se abre o cierra de manera individual con lo que, al tratarse de una obra de elementos particulares, no es necesario poner en conocimiento a la comunidad sobre la misma. De cualquier forma, si el fontanero estima algún riesgo, especialmente en casas viejas, conviene tener controlada la llave general del edificio. Preparada la estancia, el albañil alicata las paredes y el suelo y, por último, llega el turno de la instalación de los sanitarios y la grifería. El mobiliario, si se opta por seleccionarlo a medida, suele demorarse más de un mes en la entrega.
¿Baño o ducha?
Un reciente estudio sobre hábitos sociales concluía que el 92% de los españoles prefieren ducharse a tomar un baño. No es extraño, pues, que cada vez sea más habitual instalar platos y no bañeras. Ofrecen algunas ventajas: las duchas ocupan menos espacio, resulta más fácil acceder a ellas (fundamental para personas con movilidad reducida) y ocurren menos accidentes domésticos en ellas. El factor medioambiental también cuenta: si se realiza un buen uso de la ducha, es decir, si no pasamos bajo el agua más que el tiempo estrictamente necesario, se logra un gran ahorro de agua respecto a la bañera. Debido a su popularización, en los últimos años las duchas han despertado mayor interés en los departamentos de I+D de las industrias de baño, con lo que la oferta es altamente atractiva.
Suelos y pintura
Es fundamental que el suelo sea antideslizante y no conductor. Tradicionalmente se optaba por la cerámica, aunque cada vez más se apuntan otros materiales, como el corcho, cuya vida es larga y compatible con la humedad. En cuanto a la pintura, hay que prescindir de la plástica en las paredes de un baño, ya que no soporta la humedad y se deteriora en poco tiempo. Es preferible decidirse por el esmalte y el estucado. Aunque esté presente en techos, escayola e incluso en alguna pared del baño, la pintura nunca resiste como un azulejo, por eso deviene imprescindible revestir con ellos las zonas en contacto constante y directo con agua.
Dar un buen uso al agua
Entre la mitad y dos tercios del agua que se utiliza en una casa se gasta en el aseo, el baño y la ducha. Además, el 15% de la energía consumida en el hogar se utiliza para calentar el agua. El uso de tecnologías como mecanismos de evacuación del agua del retrete de volumen reducido y dispositivos de ahorro de agua en grifos pueden reducir el consumo de agua a la mitad para estas necesidades. Sin embargo, estos dispositivos no se utilizan de forma generalizada. Los estudios promotores del control del gasto anuncian que la reducción de sólo el 10% de nuestro consumo de agua para estos usos, supondría crear un embalse de agua ahorrada de 100 hectómetros cúbicos. Y eso se puede conseguir simplemente reduciendo en menos de un minuto el tiempo que dejamos correr el agua en la ducha.