Accidentes domésticos

La prevención, asignatura pendiente todavía

Aunque pudiera parecernos que nuestro hogar es un lugar seguro, el creciente número de accidentes domésticos demuestra que no siempre es así, especialmente si se trata de casas de países industrializados, en las que abundan aparatos eléctricos, sustancias tóxicas y superficies deslizantes
1 marzo de 2001
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La prevención, asignatura pendiente todavía

En 1999 se produjeron en nuestro país un total de 830.946 accidentes domésticos, la mayoría debidos a caídas y al fuego, aunque la asfixia y el envenenamiento ocupan también un lugar destacado. Los más afectados por estos percances son siempre los más indefensos: niños pequeños y ancianos.

Estos últimos se ven implicados en un 13% de los accidentes que se producen en los hogares españoles, siendo las caídas la causa mayoritaria de sus siniestros.

Los más pequeños presentan un índice de accidentes aún mayor, que alcanza el 42% de los percances totales registrados en casa. Pero dado que pasan más tiempo en el hogar, las mujeres de entre 25 y 65 años son las que más accidentes caseros sufren: protagonizan el 44% de los percances totales que ocurren en el hogar.

El escenario principal de accidentes femeninos es la cocina, que acapara el 15%, y la preparación de la comida ocasiona la mayoría de ellos, al estar las mujeres más expuestas a aceites, líquidos y materiales calientes (plancha) y a productos tóxicos (limpieza).

El cuarto de estar, los dormitorios, el WC y las escaleras interiores son, en este orden, los siguientes lugares más peligrosos de la casa.

Accidentes infantiles

Enchufes, estufas, suelos que resbalan, aparatos eléctricos, escaleras, productos tóxicos… El hogar es uno de los lugares en donde se produce un mayor número de accidentes infantiles: el 54% de los percances en niños menores de 5 años ocurren en casa.

La principal causa de siniestralidad infantil dentro del hogar son las intoxicaciones, y prácticamente todas se producen de forma accidental. Según el Instituto Nacional de Toxicología (INT), los principales productos implicados en intoxicaciones de menores son los medicamentos (38%), seguidos de cerca por los productos de limpieza (32%), y un poco más lejos por los cosméticos (9%) y los productos del hogar (9%).

Alrededor del 90% de las intoxicaciones tienen lugar por vía oral, y el resto son cutáneas, por la mucosa bucal, ocular y nasal, por las vías respiratorias o por varias vías a la vez. Según las estadísticas, son los niños de hasta 3 años los que más intoxicaciones sufren. A partir de los 3 años de edad, el número de intoxicaciones disminuye, para volver a percibirse un ligero incremento hacia los 14 años. También son motivo de importantes accidentes infantiles el transporte, las caídas y las piscinas, ocasionados por azar, descuido, distracción o imprudencia.

Con su seguridad no se juega

Los niños, por desconocimiento, pueden ocasionar serios disgustos. Es por ello que hay que procurar que siempre permanezcan bajo la vigilancia de un adulto o una persona responsable, sin olvidar adoptar algunas medidas básicas de seguridad.

En el baño

  • Disponga siempre a mano de un botiquín de primeros auxilios; vigile que los medicamentos no estén caducados y manténgalos lejos de su alcance.
  • El segundo accidente mortal infantil es el ahogamiento. Coloque una alfombra antideslizante en el fondo de la bañera, y si el niño es muy pequeño, siéntele dentro de un aro de seguridad.
  • No deje el lavabo cuchillas de afeitar, tijeras, cosméticos, etc.
  • Utilice cierres de seguridad para la tapa del inodoro. Si vierte al agua lejía o amoniaco, no deje que el niño esté cerca y tire siempre de la cisterna. Desprenden vapores tóxicos.
  • Ojo con el suelo mojado y las caídas en superficies tan duras.

En el resto de la casa

  • Elimine todo acceso a ventanas. Si no es posible, bloquéelas para impedir que se asomen niños. En los balcones, las barandillas deben ser estrechas y altas.
  • Ponga barreras de protección en las escaleras. Las caídas pueden ser muy peligrosas.
  • Proteja las esquinas de los muebles con almohadillas, y utilice cierres de seguridad para cajones y armarios.
  • Coloque antideslizantes debajo de las alfombras.
  • Aleje de su alcance las estufas y braseros, no son nada recomendables en casas con niño. Si tiene chimenea, tápela con rejillas de protección.
  • Preste especial atención a los enchufes. Protéjalos con tapas especiales.
  • Cerciórese de que los juguetes no tengan piezas pequeñas que se puedan desprender.
  • Revise a fondo el sofá para asegurarse que no contiene pequeños objetos como monedas o botones que pueda llevarse a la boca.

En el jardín

  • Nunca le deje sin vigilancia cerca de la piscina. Ojo con las depuradoras, los filtros y las caídas cerca del bordillo.
  • Tenga especial cuidado con las herramientas de jardinería, ya que se pueden convertir en peligrosos juguetes.
  • No deje escombros o basuras esparcidas, y almacene a buen recaudo toda clase de productos químicos (insecticidas, fertilizantes, abonos, cloro para piscinas, etc.).
  • Recoja inmediatamente los vidrios rotos de invernaderos y ventanas, y sustitúyalos a la mayor brevedad.
  • Algunas plantas y sus atractivos frutos de color rojo pueden ser muy venenosos. Atención también a las espinas del rosal.
En la cocina
  • Mantenga lejos de su alcance las lejías y demás productos de limpieza y sustancias tóxicas.
  • Utilice cierres de seguridad en los armarios que contengan productos peligrosos.
  • No deje a su alcance tijeras, cuchillos, ni otros objetos cortantes.
  • El horno debe estar instalado en un lugar alto. Si no es así, vigile que su hijo no se acerque a la puerta mientras esté encendido.
  • Procure que los mangos y asas de sartenes y cacerolas permanezcan siempre hacia dentro, y, a ser posible, en los fogones interiores. La lavadora debe disponer de un sistema de apertura retardada. Mientras esté parada mantenga siempre la puerta cerrada. Tenga especial cuidado con la plancha. Las quemaduras son un accidente muy habitual en niños menores de 3 años.

Cómo actuar ante los accidentes más frecuentes

  • Envenenamiento. Siempre que se produzca un envenenamiento, se debe identificar el veneno y pedir asistencia médica lo antes posible. Si la víctima está inconsciente averigüe qué es lo que tomó, para lo cual debe recoger cualquier botella sospechosa que se encuentre a su alrededor. Trate de fijar la hora en que se produjo la ingestión, así como la cantidad tragada. Si está consciente, procure hacerle vomitar el veneno, salvo si el mismo es un líquido corrosivo (ácido, alcalino, petróleo, etc.), porque el esófago, abrasado por el producto, resultaría quemado otra vez. Enjuáguele la boca y el contorno de los labios con agua, pero no le dé nada de beber. Si se producen vómitos, recoja una muestra para que pueda ser analizada. Vigile en todo momento el pulso y la respiración, y si fuera necesario, practíquele la respiración artificial Si la intoxicación es por gas, no entre en la habitación sin aparatos adecuados y la ayuda de alguien experto.
  • Electrocución. Es el estado que se produce como consecuencia del paso de la corriente eléctrica a través del cuerpo humano y que puede conducir a la muerte. En primer lugar debe “cortar” la corriente, procurando que no le afecte también a usted. Puede hacerlo desconectando el interruptor general del contador y, si no es posible, tirando del enchufe o del cable, teniendo en cuenta que ambos deben estar secos y que también se halle usted sobre una superficie seca. Si no puede hacerlo con la mano, puede ayudarse con cualquier objeto, siempre y cuando no sea un aparato eléctrico o metálico y esté seco. Mientras no logre desconectar la corriente, debe abstenerse de tocar a la víctima. Una vez cortado el fluido eléctrico, si la respiración y el corazón se hallan paralizados debe actuar con rapidez efectuando un masaje cardiaco y respiración boca a boca. Si la víctima respira pero se halla inconsciente, debe aflojar sus ropas y colocarle en una postura cómoda. En ambos casos, llame a una ambulancia y mantenga al accidentado tapado con una manta hasta la llegada de ésta.
  • Quemaduras. Las quemaduras pueden producirse por causas muy diversas: fuego, electricidad, líquidos o materiales muy calientes, vapor y productos químicos corrosivos. Su gravedad depende de la zona dañada y de su extensión, pudiendo observarse un ligero enrojecimiento, ampollas o capas de piel destruidas según aumente la intensidad. En el caso del fuego, si la víctima se halla envuelta en llamas, debe envolverla con una manta o ropa, siempre que no sea sintética. Una vez apagado el fuego, no quite las ropas y rocíe la parte quemada con agua fría para bajar la temperatura. Si la víctima se ha escaldado con líquidos calientes o sustancias corrosivas, es conveniente quitarle la ropa y lavar con abundante agua fría durante diez minutos. No le frote la piel, podría dañarla aún más. Si la superficie dañada es superior al tamaño de un sello de correos, debe consultar al médico, pues su gravedad puede ser mayor de lo que aparenta, sobre todo en el caso de los niños. Si la extensión de la quemadura es grande, llame urgentemente a una ambulancia.
  • Ingestión de cuerpos extraños. Es sabido que los niños, sobre todo a ciertas edades, son propensos a llevarse todo lo que tocan a la boca. Ello ocasiona numerosos accidentes, cuya gravedad depende de la naturaleza del objeto ingerido. Si es liso, pequeño y redondo, puede seguir una dieta normal, vigilando las deposiciones para asegurarse de su expulsión. Si se trata de un niño menor de dos años, lo mejor es avisar al pediatra. También debe acudir al médico, y lo más pronto posible, si el objeto es puntiagudo o si ha pasado a los pulmones en lugar de haber sido tragado. No dar nada de comer ni de beber. Si se produce sofocamiento (ahogo), y el niño es lo suficientemente pequeño, tómelo por los pies con la cabeza hacia abajo y dele palmadas entre las paletillas. Si no surte efecto, llame al médico y practíquele el boca a boca.
  • Cuerpos extraños en la nariz o las orejas. Si el objeto que ha penetrado en la nariz es pequeño y liso, bastará con que acerque un poco de pimienta a las fosas nasales para provocar un estornudo que haga expulsar el objeto extraño. Si no da resultado, acuda al médico. Si lo que se introduce en el oído es un insecto, puede intentar sacarlo poniendo unas gotas de aceite de oliva, lo que paralizará los movimientos del insecto y facilitará su expulsión. Si el aceite no da resultado o se trata de cualquier otro objeto, no intente extraerlo, pues podría dañar el oído. Avise al médico.
Cuidado con los más mayores
  • Si se sienten inseguros al caminar, no deben subir solos en el ascensor.
  • No esta de más que instalar barras en los pasillos para que se puedan agarrar.
  • También es conveniente colocar un agarradero y una base antideslizante en la ducha.
  • Hay que procurar que la casa esté bien iluminada. Los interruptores deben tener un acceso fácil y un accionado sencillo.
  • Deben tener la ropa y los objetos de primera necesidad al alcance de la mano, a un metro aproximadamente.
  • Las losetas de la terraza o del jardín habrán de ser de suelo rugoso para evitar resbalones y caídas.

Consejos prácticos para evitar accidentes domésticos

  • Alfombras: Mantenga siempre las alfombras bien extendidas, incluidos los flecos y añada debajo antideslizantes. No oculte cables debajo de alfombras ni sofás.
  • Enchufes: Ante el mínimo oscurecimiento o recalentamiento, se deben cambiar. No conecte muchos aparatos en un mismo enchufe, aunque sean de poco voltaje. Apague totalmente la TV, cadena de música y vídeo.
  • Fuentes de Calor: Deben permanecer alejados, por lo menos un metro, de muebles, cortinas y tapicerías. Es recomendable utilizar fuentes de calor con termostato para que se apaguen cuando lleguen a la temperatura indicada. No use estufas de gas en zonas pequeñas (menos de 6 metros cuadrados) ni en sótanos. Deje siempre una buena ventilación y apague la estufa cada hora hasta que el aire se haya renovado. Si el cuarto está caldeado, encienda la estufa al mínimo. Es mejor apagarla y volverla a conectar cuando baje la temperatura. No deje velas ni cigarrillos encendidos en una habitación desocupada. Solicite una revisión técnica de todos los aparatos que proporcionan calor y agua caliente. En los calentadores y estufas de gas, es conveniente hacer revisiones cada tres años. En los de fuel o carbón, cada año, preferentemente en verano.
    • Baje las persianas siempre con dos manos y en movimientos sucesivos. El deslizamiento brusco de correas de persianas grandes puede provocar lesiones en las manos.
    • Nunca se debe colocar sobre aparatos eléctricos recipientes o jarrones con agua, macetas ni nada sintético.
    • Elija ceniceros amplios, a ser posible de agua. No vacíe ceniceros sin antes haber echado un poco de agua.
  • Plantas: Infórmese sobre las características de las plantas de interior, por si son tóxicas y provocan irritaciones. Use de insecticidas y plaguicidas de baja intensidad y tras pulverizar deje pasar un rato antes de entrar en la habitación.
  • Barrotes: Deben tener poca separación para que no quepa la cabeza de un niño.
  • Aire acondicionado: Respete rigurosamente las revisiones, la limpieza periódica de los filtros y del tubo de drenaje del agua del condensador. Un ambiente de climatización correcto se sitúa entre los 20 y 24 grados, con una humedad relativa del aire del 35% al 50%.
  • Elementos punzantes: Acostúmbrese a guardar tijeras, alfileres y agujas dentro de su costurero y déjelo en un rincón alejado de niños.
  • No conviene caminar descalzo por la casa, puede provocar pequeñas heridas en los pies. Es preferible que los cantos de muebles, cajoneras, etc., sean redondeados y es conveniente fijar con solidez todos los electrodomésticos y mobiliario.
  • Dormitorios: Evite acumular bajo las ventanas elementos bajos (cajas, camas, etc.), pueden ser utilizados por los niños para subirse. Eleve las barandillas de la habitación si no superan la cintura de una persona adulta. Si hay literas, la escalera debe quedar perfectamente fijada para subir a la cama superior y se deben utilizar las dos manos para subir y para bajar. La barandilla debe quedar perfectamente fijada y proteger todo el cuerpo del niño, para evitar caídas.

Si hay niños pequeños, aleje de su alcance medicamentos, joyas u objetos pequeños y, por supuesto, nunca guarde un arma de fuego cargada en casa, a pesar de poner el seguro. Todos los medicamentos del botiquín deben estar correctamente etiquetados. Y las sustancias tóxicas deben estar perfectamente identificadas.

Cuartos de baño: Coloque delante del lavabo y de la bañera una alfombra absorbente. Mantenga siempre secos los suelos. Dentro de la bañera, pise siempre sobre elementos antideslizantes e instale en la pared de la bañera o ducha una barra de sujeción para apoyarse al entrar o salir. Deje una toalla próxima a la ducha o bañera: los estiramientos desde la bañera provocan graves accidentes.

Para la limpieza de los azulejos superiores de la bañera, no se debe subir sobre ella ni colocar escaleras dentro. Es preferible el uso de una fregona que alargue el instrumento de limpieza. A la hora de la limpieza de luces, la de focos encastrados se hace a través de un paño seco y con calzado aislante. Si la iluminación del baño se estropea, sustitúyala por focos apropiados para lugares húmedos.

Está prohibido colocar enchufes y aparatos eléctricos sobre bañeras y duchas, con una distancia de prohibición de 2,25 metros. Hasta un metro de distancia de la bañera está prohibido colocar interruptores. Sólo se permiten tomas de corriente que únicamente reciban tensión cuando enchufemos un aparato de escasa potencia. Para calentar el baño usa calefactores específicos que aguantan las salpicaduras. En caso contrario pueden provocar electrificaciones.

No encienda jamás en el baño estufas de butano o de combustión líquida.

Al limpiar el baño, deje siempre cerrados los productos que se utilizan para evitar desparrames o uso no apropiado. No deje los productos de limpieza del baño detrás del baño o lavabo, porque pueden ser accesibles a los niños. No guarde productos de limpieza ni tóxicos en envases de colores, animales, etc. No se ausente del baño con el aparato de cera depilatoria encendida: es inflamable y emite gases tóxicos. Antes de la depilación, compruebe con la mano la temperatura de la cera, para evitar quemaduras. No fume mientras utiliza laca, desodorante o espuma con alcohol. Tampoco se debe encender una llama inmediatamente después de su aplicación.