Amenorrea: ausencia de la regla

La clave está en dar con el origen del problema

La amenorrea es la ausencia de regla, pero para que pueda hablarse de un trastorno la ausencia debe mantenerse durante un periodo de al menos de 6 meses, aunque algunos especialistas consideran que tres meses sin regla son motivo suficiente para el estudio médico del caso.
1 octubre de 1998
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La clave está en dar con el origen del problema

La causa de la amenorrea es, en ocasiones, compleja y de origen múltiple dado que intervienen muchas partes del organismo y diversas hormonas. Y en cualquier nivel que falle, el ciclo puede alterarse. Cuando una mujer nunca ha tenido la regla, se habla de amenorrea primaria. Está muy relacionada con un retraso del desarrollo, puberal, y por lo general se debe a causas distintas de la amenorrea secundaria, así denominada cuando desaparece la regla habiéndola tenido anteriormente. En ocasiones, la amenorrea primaria puede deberse a una imperforación del himen que impide la salida de la sangre, que se va acumulando en la vagina, útero y trompas.

Normalmente, se acompaña de un dolor (que motiva la consulta) que aumenta cada mes, aunque también otras anomalías congénitas a nivel de vagina pueden producir amenorrea primaria.

Desde que se puso de manifiesto el concepto de “peso crítico” para el desarrollo puberal, se conoce la relación entre el peso corporal y la función menstrual. Cuando el peso es bajo y hay poca grasa, parece como si el organismo fuera capaz de detectar una situación de carencia, en la que el embarazo plantearía problemas y requerimientos supletorios. La secreción de una hormona en el hipotálamo, hace que la GnRH se inhibe y no se estimulan las células gonadotropas.

En consecuencia, no se produce ovulación, se altera el ciclo y causa la ausencia de menstruación. Situaciones de delgadez, como las típicas de la anorexia nerviosa, conllevan amenorrea e infertilidad. Pero también la sobrecarga emocional y el ejercicio físico intenso y continuado condicionan la amenorrea.

Deporte intenso y estrés, posible origen.

El deporte, especialmente el jogging y la marcha, influyen en el desarrollo del ciclo menstrual, existiendo una relación entre el grado de alteración y el número de kilómetros semanales. El mecanismo no se conoce bien, pero posiblemente la mayor secreción de endorfinas, la pérdida de peso y de electrolitos puedan influir en ello. También se ha observado que las situaciones de presión psicológica (exámenes, oposiciones, trabajos estresantes, paro, estados de tensión emocional en genera) alteran el ritmo menstrual. Por lo tanto, no debe extrañar a las pacientes que cuando se acuda al médico por un problema de amenorrea, el interrogatorio sea muy prolijo ya que hay que descartar las causas de tipo funcional.

Las secreciones del hipotálamo estimulan la hipófisis y puede haber incapacidad de ésta para responder a dichos estímulos. Es esta una amenorrea hipofisaria, poco frecuente. Y cuando surge, suele acompañar a otros síntomas que aparecen con los fallos hipofisarios.

Hormonas, medicamentos, anticonceptivos, …

Más frecuente es la amenorrea debida a una excesiva secreción de prolactina, hormona que interviene en el ciclo menstrual y es segregada por la hipófisis. Si los niveles de prolactina aumentan, aumenta también la dopamina necesaria para neutralizarla, lo que influye negativamente en la producción de GnRH por el hipotálamo, que a su vez provoca una alteración del ciclo menstrual. La causa más frecuente del incremento de dopamina es la ingesta de determinados medicamentos, como algunos utilizados para el tratamientos de afecciones digestivas y que se expenden sin receta: metoclopramida, domperidona, sulpiride, cimetidina, branutidina, u otros como las fenotiacinas, la reserpina y la alfa-metildopa.

También el hipotiroidismo puede causar amenorrea, ya que se produce una estimulación de la hipófisis para que produzca más tirotropina y al mismo tiempo se produce más prolactina. En uno de cada cinco casos de aumento de prolactina se desconoce la causa.

El aumento de prolactina ocasiona el 30% de los casos de amenorrea, por ello la determinación de esta hormona suele ser uno de los primeros pasos para estudiar la causa de las ausencias de regla.

La toma prolongada de anovulatorios puede tener como consecuencia, por sus efectos supresores, que cuando se dejan de tomar la menstruación no aparezca. Si después de suspender la toma de anticonceptivos transcurren más de tres meses sin regla, hay que efectuar un estudio médico para descartar otras posibles causas coincidentes.

Estas son los motivos más frecuentes de amenorrea, pero hay muchos más. Procesos patológicos orgánicos o funcionales, a nivel de hipotálamo, hipófisis, ovarios, útero u otras estructuras pueden tener como consecuencia una alteración hormonal que altere el ciclo. Por ello, cada caso requiere estudios completos por parte del especialista. Porque para su correcto tratamiento, es imprescindible determinar la causa concreta de cada amenorrea.

Si es, por ejemplo, un hipotoroidismo, el tratamiento restaurará los ciclos normales con rapidez.

Cuando la regla desaparece
  • Lo habitual es que para los 14 años la mujer tenga la primera regla, si bien puede retrasarse hasta los 18 años. Hay muchos factores climáticos, culturales, nutricionales, raciales, que influyen en la mayor o menor precocidad de la primera menstruación.
  • El desarrollo puberal normal (alcanzar la masa grasa crítica y el peso correcto) es la clave para una menstruación normal.
  • Una imperforación del himen u otras anomalías del canal vaginal pueden ocasionar amenorrea primaria (carecer de regla sin haberla tenido nunca). En estos casos, una simple inspección del médico puede dar con el diagnóstico.
  • La delgadez, las situaciones de estrés, el ejercicio físico intenso y las situaciones emocionales de estrés pueden alterar el ciclo menstrual y producir amenorrea e infertilidad. En estos casos, el tratamiento consiste fundamentalmente en eliminar las causas.
  • A veces, la solución a la amenorrea requiere estudios hormonales complejos y exploraciones ginecológicas, para determinar si hay un trastorno hormonal o una enfermedad orgánica a nivel de ovarios, útero, etc.
  • En otros casos, puede ser necesaria la determinación del cariotipo, ya que hay anomalías genéticas que ocasionan ausencia de regla acompañada de otros trastornos.
  • Cuando no se consigue descubrir la causa de la desaparición de la regla, puede estar indicado el tratamiento hormonal con estrógenos y progesterona para evitar la atrofia genital y la osteoporosis.