Intereses, desde pequeños
Bancos y cajas no escatiman medios, publicidad e imaginación para atraer la atención de niños y jóvenes. Y, por supuesto, la de sus progenitores.
Intereses muy modestamente superiores (cuando lo son, que no siempre) a los de los productos financieros para adultos, promociones (concursos, regalos y descuentos) y algunos servicios complementarios (tarjeta específica universitaria, créditos blandos, …) son los recursos que articulan las entidades bancarias para captar a la clientela infantil y adolescente. Quizá lo hagan más pensando en el mañana que en los nada rumbosos capitales que pueden depositar los jóvenes (o sus padres) en estas cuentas de ahorro u otros productos financieros a ellos destinados. CONSUMER ha dirigido este informe a la oferta que bancos y cajas hacen a los menores de 18 años, aunque la de las 17 entidades incluidas en el estudio se extiende en ocasiones a jóvenes de hasta 30 años.
El producto más clásico y popular son las cuentas o libretas de ahorro. Con intereses anuales que varían entre el paupérrimo 0,01% de Banesto y el más aceptable 2,1% que alcanza el Plan Gaztedi de la BBK, las cajas de ahorro se llevan el gato al agua en cuestión de rentabilidad. Las cajas, asimismo, amplían su oferta a los más jóvenes con productos más propios de adultos, como planes de ahorro y fondos de inversión.
La rentabilidad del Plan de Ahorro Infantil de la Kutxa es del 2,5% anual, mientras que el Topeplan de Caja Pamplona alcanza el 4,65%. La época de las tan añoradas como improductivas huchas toca a su fin, y al cerdito de barro le queda poco para engrosar la lista de animales en peligro de extinción. Caja Cantabria tiene en el mercado Paga 0-15/15-30, que no es sino la domiciliación bancaria de la asignación periódica, “la paga” de los padres y otros familiares, cuyo titular es el niño o joven. Y para poder facilitar la comprobación o incremento del capital depositado, algunas cajas facilitan tarjetas con las que se permite operar en los cajeros automáticos incluso a los menores de 14 años. Eso sí, en vez de la Visa, Master Card, … convencionales, los más pequeños cuentan con la Topetarjeta, o la TeleCaja de Colores.
Un ahorro con no mucho interés y tabla comparativa
La Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) ofrece a sus pequeños clientes hasta un 2,1% de interés anual por sus ahorros. Bancaja, la Caixa, la CAM, Ibercaja, Caja de Burgos y Caja de Ahorros del Círculo Católico llegan a un 2% anual. Sin embargo, los dividendos no son siempre tan “atractivos” (estos intereses no llegan siquiera al IPC previsto hoy para 1998). En el otro extremo, el de la menor productividad de los ahorros, la Extra Libreta que Banesto dirige a titulares menores de 21 años, ofrece beneficios del 0,01% TAE. Algunas entidades, por su parte, penalizan que las cuentas para jóvenes no registren ingresos de una cierta cuantía: en Kutxa y BBK, con saldos inferiores a 15.000 pesetas, y en la Cuenta Joven de Bancaja, con los menores de 25.000 pesetas, los intereses se quedan en un corto 0,1% anual. Central Hispano y Banco Santander, por su parte, tampoco se muestran muy espléndidos en sus cuentas de ahorro infantil: 0,5% de interés. Los clientes de Caja Cantabria, Vital y Caja Pamplona, sin límite de edad, pueden realizar ingresos y comprobar el estado de sus cuentas en los cajeros automáticos.
En Caja Cantabria, las operaciones se pueden realizar en cualquier cajero de la entidad, mientras que los niños navarros y alaveses disponen de cajeros especiales: Topecajeros y TeleCaja de Colores, respectivamente. Los clientes mayores de 14 años de Bancaja y la CAM, y los que hayan cumplido los 16 y tengan sus ahorros en la Caja de Navarra, pueden operar en cualquier cajero de su entidad. Pero obtener dinero de los mismos queda reservado a los que han alcanzado la mayoría de edad.
Planes de ahorro, también para niños.
Los menores de 18 años también pueden organizarse un Plan de Ahorro que les garantice un capital o una renta mensual. Ocho de las 17 entidades consultadas ofrecen este producto a sus clientes menudos, con una rentabilidad que oscila entre el 2,5% de la Kutxa y el 4,65% del Topeplan de Caja Pamplona.
La cuantía de las aportaciones es libre en Caja de Ahorros del Círculo Católico, Caja de Burgos y Caja Pamplona; el resto establece cuotas mensuales mínimas, que oscilan entre las 2.000 pesetas de la Kutxa e Ibercaja y las 5.000 pesetas exigidas por Bancaja. El capital ahorrado se puede recuperar en su totalidad en cualquier momento, habiendo de esperar, por lo general, tres años para su rescate parcial. Sólo la Caja del Círculo Católico y Caja Pamplona exigen haber cumplido 18 años.
Un objetivo común: captar clientes.
Para conquistar su fidelidad y reafirmar las expectativas lúdicas de sus clientes más menudos, bancos y cajas lanzan promociones y ofrecen regalos y descuentos siempre relacionados con sus productos financieros. Los beneficios reales que dichas promociones suponen para los clientes no son significativos, pero sirven de reclamo y ponen en contacto a la entidad con el posible futuro cliente. Concursos, exposiciones, sorteos, campamentos, regalos diversos (mochilas, material escolar, entradas de cine), descuentos en viajes, cursos, e incluso en balnearios… atraen a padres y niños a bancos y cajas de ahorro. De las entidades incluidas en el estudio sólo Cajarioja declaró no incentivar al ahorro de sus pequeños clientes mediante promociones.
Una campaña clásica de captación de clientes es la oferta a recién nacidos. Bancos y cajas realizan una aportación inicial que suele ser de 1.000 pesetas, por la apertura de una cuenta infantil. La CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo), Ibercaja y Caja de Burgos incrementan su cartera de clientes con dicha oferta, que en el caso de la Caja burgalesa se amplia a 3.000 pesetas si el neonato “contrata” un Plan Horizonte. Otro sistema adoptado por varias entidades para promover el ahorro en los más pequeños es la acumulación de puntos, canjeables por regalos. Las formas de sumar puntos es muy dispar, y así, la Kutxa guipuzcoana lleva 25 años haciendo ahorrar a los más pequeños mediante una colección de cromos, mientras que los niños alaveses acumulan Telepuntos de la Telecaja de Colores de la Caja Vital. Un sistema muy parecido es el empleado por Caja Pamplona con sus Topegallos acumulados en la Topelibreta.
Jóvenes y mayores de edad, combinación ventajosa
Una vez cumplidos los 18 años, los jóvenes pueden acceder a los productos financieros propios de los adultos, pero con unas condiciones algo (que no mucho) más ventajosas. Muchas entidades ofrecen créditos blandos (a bajo interés) para estudios, investigación, viajes, etc. El tipo de interés aplicado a clientes entre 18 y 30 años oscila entre el 5 % y el 8,5% anual, dependiendo del destino del préstamo (compra de libros, pago de matrícula, compra de coche, establecimiento profesional, …). Los universitarios disfrutan también de otras ventajas, ya que las universidades firman convenios con entidades financieras que además de gestionar el cobro de las matrículas, proporcionan a sus clientes universitarios tarjetas de uso muy variado.
La CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) emite en colaboración con las universidades de Alicante, Murcia y Elche (Miguel Hernández) una Tarjeta 6.000 que, además de para las operaciones habituales, sirve de identificación para los alumnos, facilita la adquisición de libros y material de estudio y su pago en plazos desde 5.000 pesetas, y permite acceder a las Secretarías Virtuales de las universidades.
Caja Cantabria ofrece una oficina en la Universidad de Cantabria, dotada con ordenadores con acceso gratuito a Internet a través de la web de la propia Caja.