Sinusitis

Dificultades con el drenaje nasal

1 abril de 2005
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Dificultades con el drenaje nasal

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La sinusitis es sinónimo de dolor y de agudas molestias para muchas personas. Esta inflamación de las cavidades o senos que rodean las fosas nasales representa un problema sanitario importante, puesto que se calcula que aparece en un 3-5% de las infecciones respiratorias altas -aquellas en las que la parte más afectada es la nariz o la garganta-.

¿Qué es la sinusitis?

Se trata de una inflamación de los senos nasales, generalmente causada por infecciones o alergias. Los senos paranasales son huecos localizados en los huesos faciales y situados alrededor de las fosas nasales, con las que están en comunicación a través de unos orificios denominados meatos nasales. Los meatos permiten ventilar y mantener en su interior una presión similar a la atmosférica. Estas cavidades están recubiertas en su interior por una mucosa de tipo respiratorio con células ciliadas que, a modo de escobillas, efectúan la limpieza de la mucosa y drenan las fosas nasales. Si esta limpieza falla por obstrucción de los orificios que les unen con las fosas nasales -los meatos- o porque las células ciliadas no funcionan bien, se puede producir la infección del moco acumulado o una infección próxima puede propagarse al interior de los senos, lo que provoca la sinusitis.

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La sinusitis puede afectar a uno o varios senos, aunque en bebés recién nacidos se da en el único que tienen desarrollado, el etmoidal, y por encima de los 3-4 años en el maxilar. Lo habitual es la infección de un solo seno, pero también se puede dar la polisinusitis (varios senos afectados) y la pansinusitis (todos ellos).

Sinusitis aguda y crónica

La sinusitis aguda se manifiesta con dolor y obstrucción nasal con secreción mucosa o purulenta (rinorrea). El dolor suele ser sordo, a veces punzante, y aumenta con la inclinación de la cabeza, la tos y la presión sobre el seno. Según el seno afectado, varía la localización del dolor. Hay, además, alteraciones en la capacidad olfativa, además de voz nasal (rinolalia). Puede haber malestar general, fiebre, cansancio y edema o hinchazón en los tejidos blandos que recubren el seno. Algunas manifestaciones son características. Por ejemplo, la sinusitis frontal da un dolor de cabeza que empieza por la mañana y disminuye a lo largo del día. La maxilar de origen dentario produce una rinorrea maloliente, en la etmoidal el dolor aumenta con los movimientos oculares. En la sinusitis esfenoidal, más rara, el dolor se localiza en la región occipital, en el vértice craneal e incluso en el cuello.

Cuando el seno no drena y no ventila bien, el moco se retiene en su interior, se infecta y se hace más viscoso, con lo que se disminuye la actividad ciliar de las células y se obstruyen los meatos. Así, la infección se asienta y se puede pasar de la sinusitis aguda, la que evoluciona en unos días hacia la curación, a la crónica o repetitiva, es decir, más de 3 episodios de sinusitis en 6 meses o 4 ó más en 1 año. La sinusitis crónica es la variante más compleja y molesta. Se materializa en periodos agudos y en fases intermedias con cefalea, obstrucción nasal, rinorrea mucosa, trastornos del olfato y a veces epistaxis (sangrado nasal) ocasional. En personas con rinitis alérgica o rinitis vasomotora las sinusitis agudas tienden a cronificarse.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la sinusitis se basa en la historia clínica, los síntomas que presenta el paciente, la exploración física (rinoscopia) y el examen radiológico (radiografías convencionales y T.A.C.).
Una vez diagnosticada, el tratamiento a seguir se basa en facilitar el drenaje del seno y en eliminar la infección y la inflamación. Para mejorar el drenaje del seno se utilizan descongestionantes del tipo de los vasoconstrictores, pero conviene recordar que éstos no deben usarse más de cinco días seguidos por su efecto rebote y otros efectos secundarios. Su empleo genera controversia porque no sólo puede producir contracciones de las paredes de los vasos sanguíneos (vasoespasmo) nasales, sino que puede afectar también a arterias de la vecindad, en este caso las craneales. Por ello hay que tener mucha precaución con su uso y no abusar de ellos. Si hay que recurrir a ellos, se hará única y exclusivamente en los primeros días de la fase aguda, nunca de forma prolongada, para aliviar los síntomas de congestión.

Lo más adecuado es humidificar el ambiente, realizar lavados nasales con solución una salina fisiológica, vahos y la aerosolterapia. Un aparato de aerosolterapia no es caro y resulta cómodo porque se tiene en casa y permite administrar medicamentos efectivos disueltos en suero fisiológico: mucolíticos, antiinflamatorios, antibióticos, descongestionantes… o también se pueden utilizar esencias de eucalipto. Muchas sinusitis se solucionan con una o dos sesiones de aerosolterapia al día de 15 ó 20 minutos. En el caso del eucalipto, no debe administrarse en forma de vahos a niños menores de 14 años porque puede producir espasmo de glotis. La compra de este aparato no es necesaria para la sinusitis aguda, pero se convierte en una opción a considerar por quienes sufren sinusitis crónica. En cualquier caso, será el médico quien prescriba la medicación más adecuada.
En ocasiones, las menos, hay que recurrir a la cirugía para favorecer el drenaje de los senos abriendo los meatos. También pueden requerir cirugía las deformidades de tabique nasal, las hipertrofias de cornetes u otros procesos locales que favorecen la aparición y permanencia de la sinusitis.

Factores potenciales

Además de las infecciones causadas por la obstrucción de los orificios, otros factores también pueden influir en su aparición:

  • Factores locales: los pólipos nasales, la deformidad del tabique nasal, la hipertrofia de cornetes o los engrosamientos de la mucosa nasal por procesos alérgicos o infecciosos dificultan el drenaje de los senos a través de los meatos.
  • Factores ambientales: la exposición al frío, la sequedad ambiental y la contaminación atmosférica disminuyen la actividad de los filamentos de las células llamados cilios y el drenaje de los senos.
  • Factores generales: el estrés, la fatiga, la diabetes, alteraciones hormonales, y otras situaciones que disminuyen las defensas del organismo favorecen la aparición de sinusitis.

Mención aparte merecen las bacterias y virus que pueden infectar los senos nasales y acabar provocando una sinusitis. Entre las primeras, las habituales son el estreptococo neumoniae, el hemophilus influenzae y la moraxella catarralis, gérmenes responsables de las infecciones respiratorias agudas invernales. Entre los virus hay que destacar los rinovirus, adenovirus y los virus de la influenzae y parainfluenzae, también habituales en los procesos agudos respiratorios.