Salas de charla

'Chatear' por los codos

1 septiembre de 2004
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'Chatear' por los codos

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Una de las aplicaciones más populares de Internet, especialmente en España, son las salas de charla o chatrooms, donde los internautas pueden escribirse en tiempo real (‘chatear’) con usuarios de todo el mundo. Frente a otras formas de comunicarse a través de la Red, como el correo electrónico, los foros o las listas de correo, el chat ofrece a la vez la posibilidad de conversar de forma simultánea e instantánea con multitud de usuarios.

En el ‘chat’ basta con aplicar las precauciones habituales del mundo real

Los chats se han hecho muy populares como una forma de contactar con gente de cualquier lugar del planeta, compartir aficiones o intercambiar archivos (canciones sobre todo), aunque quizá su uso más frecuente sea el de tratar de entablar nuevas amistades o directamente ‘ligar’, lo que a veces deriva en encuentros reales.

Los programas más populares

El sistema utilizado para las conversaciones en tiempo real en Internet se conoce como IRC (Internet Relay Chat). Para participar en estos debates o tertulias sólo hace falta conectarse a Internet y acceder a alguno de los servidores de IRC (ordenadores que gestionan los chats) repartidos por todo el mundo que albergan los canales, esto es, las ‘habitaciones’ donde los usuarios departen.

Acceder a una sala para charlar con otros internautas es enormemente sencillo. Existen dos formas habituales de chatear, a través de páginas web o mediante la instalación de pequeño programa en el ordenador como mIRC (http://www.mirc.com) o Pirch (www.pirchat.com) para Windows, IRCle (www.ircle.netmug.org) para Mac e ircII (www.eterna.com.au/ircii) para Linux. Todos se pueden descargar desde Internet de manera gratuita. La diferencia entre acceder a través del web o mediante un programa específico es similar a la que existe entre acceder a una cuenta de correo electrónico como las de Yahoo! o Hotmail o hacerlo a través de una aplicación en el ordenador como Outlook o Mozilla Thunderbird: el web es más lento y ofrece menos opciones, pero resulta más sencillo.

Sea a través de una página web (muchos portales y casi todos los sitios web de las redes IRC ofrecen webchat) o un programa, para entrar en una sala de charla basta identificarse mediante un alias (nick) y elegir un canal en el que participar o simplemente leer lo que otros escriben. El nick es la identidad del usuario en IRC, por lo que no puede haber dos iguales en la misma red al mismo tiempo y, en algunos casos, se puede registrar para mantenerlo para siempre y que nadie suplante nuestra identidad.

Es relativamente fácil manejarse dentro de un chat, aunque el neófito le conviene mirar y aprender antes de participar. Para iniciarse rápido no hay nada como preguntar a los contertulios, acceder a canales para novatos (#irchelp, #beginner, #ayuda_IRC, etc.) donde interrogar sin miedo o visitar alguna de las numerosas páginas web destinadas destripar el mundo IRC, tal que www.irchelp.org o www.ayuda-irc.net.

Millones de habitaciones

Hay miles de canales (grupos o rooms, nombrados con una almohadilla delante) entre los que elegir, desde los creados para debatir un tema concreto (por ejemplo, #psicologia) o los destinados a agrupar a usuarios de la misma zona (#barcelona) o la misma edad (#Mas_de_30), hasta las simples reuniones de amigos.

Cualquiera puede crear un canal, darle el nombre que desee siempre que no exista en esa red e imponer sus condiciones: que sea público o que no aparezca en la lista de canales, que esté moderado, sólo accesible a invitados, con límite de participantes, etc. El ‘operador’ del canal, con poder para no admitir o expulsar a los contertulios, se identifica con una @ delante de su nombre. En los canales también es posible establecer conversaciones privadas con cualquiera de los participantes pinchando sobre su nombre.

Hay que tener en cuenta que existen muchas redes de chat que no están conectadas entre sí, por lo que los usuarios que entran a través de diferentes redes no pueden comunicarse, aunque entren al mismo canal (las redes pueden compartir nombres de canales). Para chatear en español, la red más popular es IRC-Hispano, con cerca de 4.000 canales a los que se conectan más de medio millón de internautas cada día.

Seguridad

Lamentablemente, las redes de chat no están exentas de los peligros que acechan en Internet. Dado que es posible intercambiar archivos a través de los chats, hay que tener el mismo cuidado que con los documentos adjuntos en el email y las descargas de archivos en la web para no ser infectado por un virus. No se debe aceptar archivos de personas desconocidas a la vez que es recomendable proteger el ordenador con un anti-virus actualizado y con un firewall (‘cortafuegos’ o programa que controla la conexión a Internet) que nos evite ataques externos.

A las amenazas comunes a cualquier aplicación conectada a la Red, en los chats habría que añadir las derivadas de su conexión con el mundo real. Sin caer en el alarmismo, sí hay que ser consciente de que no es posible saber quién se esconde realmente detrás del seudónimo, que puede no ser quien dice que es o no tener las intenciones que asegura que tiene. Por tanto, basta con contemplar las precauciones habituales que se tomarían al hablar con desconocidos (cuidar los datos personales) y andar con cuidado ante la solicitud de citas fuera de Internet.

/imgs/20040901/img.internet.02.jpgEn español
www.irc-hispano.org

La mayor red IRC en español y una de las mayores del mundo es también un sitio desde donde chatear o buscar ayuda.

La primera vez
www.ircbeginner.com

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Entre las numerosas páginas dedicadas al novato en el mundo de los chats, ésta destaca especialmente por su gran cantidad de información, muy bien ordenada.

Buscar el canal
www.searchirc.com

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Un directorio de canales agrupados por temas en el que además se pueden hacer búsquedas dentro de 2.059 redes IRC ordenadas alfabéticamente, por categoría o por actividad. Localizado el canal, basta un clic para conectarse a través de webchat o de mIRC.

Guardar las formas

La etiqueta utilizada en cualquier comunicación a través de Internet (‘netiqueta’) también sirve para los chats (www.ayuda-irc.net/netiqueta.shtml), que además cuentan con sus propias normas de conducta generalmente aceptadas. Así, todo ‘cibertertuliano’ sabe que si no quiere ser expulsado de una habitación de chat debe ceñirse al tema del canal, no enviar publicidad, no gritar (utilizar mayúsculas) ni repetir frases, no abusar de los scripts (añadidos al programa de IRC) que emborronan la conversación con colores y ventanas nuevas y, en general, cumplir las normas elementales de educación en una conversación. No hay que olvidar que detrás de cada nick hay una persona. Pero además IRC tiene un lenguaje propio donde prima la velocidad: los textos largos molestan (más de cuatro líneas es pecado) y prolifera el uso de acrónimos, las letras que hacen las veces de palabras (k en lugar de que) y los ’emoticones’ (caritas dibujadas con signos ortográficos para representar estados de ánimo). Sin embargo, los chats son un territorio abierto a los novatos, donde lo normal es encontrarse con gente dispuesta ayudar y en los que sólo prima una máxima: “¡Sé agradable, juega limpio y diviértete!”