Un nuevo modelo de familia
El sentido de familia y su consideración como institución básica de la sociedad sigue vigente, aunque se han modificado sus estructuras y diversificado las formas de convivencia, lo que ha dado lugar a nuevos modelos. Igual que se dejó atrás la estructura que acogía bajo el mismo techo a abuelos, madre, padre e hijos, incluso hermanos o tíos solteros, la familia tradicional formada por padre, madre e hijos ha perdido su hegemonía absoluta y comparte ahora la organización de los núcleos familiares con otras fórmulas: hogares de una sola persona, de un progenitor con hijos, de parejas sin hijos o con hijos no hermanos…
De unos años a esta parte se ha ido asumiendo la existencia de las familias en las que los dos miembros de la pareja son homosexuales, pero aún no gozan del reconocimiento social y en ocasiones despiertan recelos, cuando no se encuentran con fobias y marginación. El que comiencen a ser visibles plantea preguntas a una sociedad que se obligada a proveerse de respuestas.
Qué dicen las investigaciones
Lo que más parece inquietar a la sociedad respecto de este nuevo modelo de familia no es su propia existencia o su creciente visibilidad social, sino la incidencia que este formato familiar pueda tener en los hijos e hijas que crecen en él; es decir, su desarrollo como persona, y si éste modelo incide negativamente, o no lo hace, en la psique de los pequeños. Por ello, diversas entidades, entre otras algunas dedicadas a la protección de la infancia, cuestionan la idoneidad de estas familias para proporcionar un marco adecuado de educación, desarrollo y modelo de identidad de los niños y niñas que crecen en ellas. Los interrogantes sobre el desarrollo infantil y adolescente cuando se crece en una familia homoparental han sido despejados en varios estudios realizados en diversos países, principalmente en Estados Unidos y en Reino Unido. La mayoría de ellos concluyeron que:
- Los chicos y chicas de familias homoparentales no difieren de los criados con progenitores heterosexuales en ningún área del desarrollo intelectual o de la personalidad (autoestima, ajuste personal, manejo del control, desarrollo moral, etc.)
- Tampoco difieren en identidad sexual, identidad de género u orientación sexual.
- Mantienen relaciones normales con sus compañeros y son tan populares entre ellos, como los hijos o hijas de progenitores heterosexuales.
- Cuando aparece alguna diferencia entre chicos y chicas de ambos tipos de familia, éstas son favorables a los chicos y chicas de familias homoparentales, más flexibles y dispuestos a aceptar la diversidad que los de las familias heterosexuales.
No obstante, se necesitaba saber qué ocurría en nuestro país: si podíamos hablar de los mismos resultados, teniendo en cuenta que lo que se había estudiado eran sociedades anglosajonas que han integrado y aceptado la homosexualidad en mayor medida que nosotros.
¿Y en España?
Desde organismos privados, plataformas e instituciones como el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y el departamento de Psicología de la Universidad de Sevilla se ha llevado a cabo un estudio que ha tratado de responder a la pregunta clave: ¿Cómo es el desarrollo y ajuste psicológico de los chicos y chicas que viven con madres lesbianas o padres gays? Se hicieron evaluaciones a chicos y chicas que habían vivido en ese núcleo familiar, y también a sus compañeros y compañeras, hijos de progenitores heterosexuales. Los resultados obtenidos, atendiendo a las diferentes áreas estudiadas, fueron:
COMPETENCIA ACADÉMICA: Los datos fueron proporcionados por su profesorado, como conocedor de esta materia específica. No se encontraron diferencias significativas entre los grupos estudiados.
COMPETENCIA SOCIAL: La media obtenida en cuanto a las habilidades sociales de chicos y chicas de familias homoparentales los sitúa en los niveles promedio en el baremo de la escala. De nuevo, al igual que en el apartado anterior, las diferencias no son significativas.
IDEAS RESPECTO A LA DIVERSIDAD SOCIAL: No hubo diferencias con las puntuaciones medias totales obtenidas en los otros grupos estudiados. Sin embargo, los análisis de las distintas subescalas que componían la escala total, mostraban sin lugar a dudas que los chicos y chicas de familias homoparentales obtenían medias más altas de aceptación de la diversidad de orientación sexual y de aceptación de la homosexualidad, aunque no diferían en su visión de los géneros.
AUTOESTIMA: Los valores indicativos de los hijos e hijas de progenitores homosexuales estaban situados en un lado más positivo y en niveles más altos, por encima de chicos y chicas del grupo de familias heterosexuales.
ROLES DE GÉNERO: En lo que tiene que ver con su conocimiento de lo que esta sociedad considera más apropiado de hombres o mujeres, es decir de los roles de género, no hay diferencias entre los dos grupos, ni tampoco en cuanto a sus preferencias por juegos o actividades profesionales para el futuro. Sí aparecieron diferencias significativas, en cuanto a su flexibilidad en la consideración de que determinados objetos pueden ser usados tanto por hombres como por mujeres. De los datos se desprende que los hijos e hijas de familias homoparentales parecen ser menos estereotipados, más flexibles en su consideración de lo que es apropiado para hombres o para mujeres.
AJUSTE EMOCIONAL Y COMPORTAMENTAL: Las evaluaciones efectuadas a hijos e hijas de familias homoparentales revelan que no tienen especiales problemas de ajuste emocional o de comportamiento. Las comparaciones con los otros grupos-control, evidenciaron que no se registraban diferencias estadísticamente significativas entre los distintos grupos analizados.
ACEPTACIÓN SOCIAL E INTEGRACIÓN: Los chicos y chicas de la muestra de familias homoparentales recibieron por parte de sus compañeros una calificación media, que más en concreto, les sitúa ligeramente por encima de la media en aceptación. Tampoco se anotaron diferencias significativas en la aceptación por parte de sus compañeros de clase, ni respecto a si contaban con amistades dentro y fuera de su clase ni siquiera en el grado de satisfacción que generaban en sus amigos y amigas. Ateniéndonos a los resultados obtenidos en este estudio, elaborado con una muestra de familias homoparentales residentes en Madrid y Andalucía, puede concluirse que no existen diferencias reseñables respecto de los resultados que depararon estudios similares realizados en países anglosajones como EEUU o Reino Unido.
Puede deducirse de estos estudios que el desarrollo psicológico infantil y adolescente dentro de familias homoparentales no sólo no presenta estadísticamente problemas a nivel intelectual, emocional o de relación, sino que se mantiene en parámetros similares a los hijos e hijas de familias convencionales, y que incluso presenta una mayor tolerancia y flexibilidad en lo que respecta a la aceptación de la diversidad social.