Los datos, informaciones, interpretaciones y calificaciones que aparecen en esta información corresponden exclusivamente al momento en que se realizaron y tienen, por tanto, una vigencia limitada.
Menús escolares: analizados, durante dos semanas consecutivas, los menús diarios de 211 colegios de 18 provincias españolas : Mejora la calidad nutricional de los menús escolares, pero uno de cada tres son mediocres o malos
Un 17% de los centros visitados no incluye verduras como mínimo un día a la semana y los alumnos de uno de cada diez colegios no comen una ración de pescado de lunes a viernes
Se ha recabado información de colegios de Madrid, Barcelona, Asturias, Cantabria, A Coruña, Alicante, Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra, Zaragoza, Valencia, Valladolid, Murcia, Sevilla, Córdoba, Granada y Málaga. Se solicitó información a 1.100 centros. De ellos, 211 remitieron los datos requeridos (el 71% son de titularidad pública, 27% concertados y un 2% privados, una proporción similar a la del sistema escolar). Los centros escolares que no colaboraron en la elaboración de este informe apuntaron desde un primer momento falta de tiempo, otros reconocieron que no les interesaba participar en la muestra e incluso algunos señalaron que no facilitaban ese tipo de informaciones.
Entre los que sí se prestaron a participar, cada uno de ellos proporcionó dos menús semanales (primer y segundo plato y postre), con lo que se analizaron 422 menús que se sometieron a un análisis en el que se comprobó la frecuencia de consumo (recomendada por expertos) de alimentos básicos que no deben faltar en los menús: verduras, ensaladas, legumbre, pescado y fruta fresca. Asimismo, se tuvo en cuenta que no incluyesen en exceso productos precocinados (croquetas, empanadillas, salchichas…) ni postres dulces. Los requisitos mínimos que debían cumplir eran los siguientes: uso, como mínimo una vez por semana, de verdura, legumbre y pescado fresco o congelado no elaborado; limitar los precocinados y dulces a un máximo de dos veces en una misma semana y ofrecer fruta fresca, como mínimo, en dos de los días de la semana.
Por territorios, las mejores calificaciones las obtuvieron los centros estudiados en Álava, Madrid, Málaga, Sevilla y Valladolid (‘muy bien’); mientras que las peores recayeron en los colegios analizados A Coruña, Córdoba y Asturias (entre un ‘mal’ y un ‘regular’). Barcelona, Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya, Valencia y Zaragoza se situaron en la media, no muy lejos de Alicante, Cantabria, Murcia y Granada que se movían entre el ‘bien’ y el ‘aceptable’.
Si se comparan estas calificaciones con las recogidas en 2004, se puede comprobar que la evolución positiva de los menús en estos cuatro años ha sido generalizada. Dos datos avalan esta afirmación: hace cuatro años, la proporción de menús con una calificación de ‘bien’ o ‘muy bien’ se quedaba en un 41% y el de suspensos alcanzaba el 24%, mientras que en la actualidad el 68% de los centros analizados ofrecen un menú bueno o muy bueno y sólo un 14% no superan la prueba. La excepción: los centros estudiados en A Coruña, que, de nuevo, suspenden.
¿Cómo enseñar a comer bien a mi hijo?
- De 3 a 6 años
- Que prueben y coman de todo, irles presentando la mayor variedad de alimentos posible.
- Fomentar el desayuno y que sea completo, variado y equilibrado.
- Este periodo es muy importante para su desarrollo, necesitan un gran aporte de energía
- Asegurar el consumo de proteína (carne, pescado, huevos, lácteos) porque sus necesidades son mayores (proporcionalmente) que las de un adulto.
- Evitar el abuso de dulces, bollería y refrescos.
- Dedicar el tiempo necesario para que coman despacio y aprendan a disfrutar la comida
- Los alimentos, ninguno, no usarlos como premio ni castigo.
- De 7 a 12 años
- A estas edades, los niños mantienen un crecimiento acelerado y, por ello, hay que cuidar el aporte energético de la dieta, controlando el peso de los niños y su ritmo de desarrollo.
- Comienzan, en esta etapa, a consolidarse sus preferencias alimentarias y tendremos que procurar que sean las adecuadas. Tienen tendencia, los niños, a presionar para comer sólo lo que más les gusta y van adquiriendo cierta autonomía, que les permite comprar determinados alimentos y bebidas.
- Insistir en que moderen el consumo de dulces, bollería. Y también en que no abusen de los alimentos muy grasos o muy salados.
- De 13 a 16 años
- En esta etapa se forma el cuerpo de los adolescentes y se produce el ‘estirón puberal’, un crecimiento muy rápido. Por este motivo, los jóvenes necesitan proveerse de gran cantidad de energía y deben aportar a su organismo proteínas en cantidad y calidad suficiente.
- En este periodo surgen los problemas de malnutrición: por exceso, con riesgo de sobrepeso y obesidad; por defecto, con riesgo de anorexia. Los padres debe controlar cómo comen sus hijos y, en su caso, las dietas que siguen.
- Estimularles para que lleven una vida activa y saludable, y que dediquen parte de su ocio a la práctica de algún deporte.
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