Buscadores

Los puntos de partida en la Red

Internet se compara a menudo con una gran ciudad donde es posible encontrar información sobre cualquier tema. Pero, en esta urbe, faltan mapas detallados que expliquen dónde están todas y cada una de las bibliotecas. Por eso, sus habitantes se conforman con guías incompletas que les orienten en la singladura por este océano de webs. Eso son los buscadores: páginas web que analizan la Red para que los usuarios encuentren los lugares donde está la información que necesitan.
1 abril de 2001

Los puntos de partida en la Red

Los buscadores se dividen básicamente en tres tipologías distintas: índices, robots y metabuscadores. El uso de los tres sistemas no presenta grandes diferencias, por lo que es posible que los usuarios no distingan en cuál de ellos realizan habitualmente las búsquedas. Todos muestran un recuadro en el que el internauta debe introducir los términos clave que desea encontrar. Lo que varía es la forma en que se debe plantear la cuestión, ya que, en algunos casos, se puede complicar con elaboradas reglas lógicas. Pero no hay por qué preocuparse, la mayoría cuenta con puntos en común. Eso sí, no está de más leer detalladamente la ayuda que ofrece cada herramienta para sacarle todo su potencial.

Indices, los pioneros

Fueron los primeros buscadores en Internet, y aún hoy son unas de las mejores vías para encontrar webs de calidad. Su funcionamiento es muy simple: sólo añaden a su base de datos las páginas que han solicitado la inclusión de forma expresa. Además, en muchos de ellos un operario de carne y hueso debe dar el visto bueno a las nuevas incorporaciones. Este hecho limita el número de páginas entre las que se realizan las búsquedas, pero garantiza que las que aparezcan respondan a las expectativas.

Robots, cantidad sin orden

En el lado opuesto de los índices se encuadran los robots. Estos buscadores no esperan pacientemente a que los gestores de las páginas acudan a darlas de alta. Disponen de programas (arañas, en el argot internauta) que recorren la Red de cabo a rabo para incluir en sus listas de forma automática a cuanta web encuentran por el camino. En principio, pudiera parecer un sistema más avanzado, pero sufre un gran lastre: las respuestas incluirán todas las páginas que, de una forma u otra, incorporen las palabras solicitadas. Al buscador le es indiferente que aparezcan fuera de contexto o que la página muestre información desfasada y sin interés.

La única medida para ordenar los resultados y situar a una web antes que a otra consiste en que las palabras solicitadas se repitan a lo largo de la página y se sitúen cerca de la cabecera. La consecuencia más evidente de esta medida es que una búsqueda con miles de resultados será poco operativa, ya que obligará al internauta a comprobar cada respuesta para ver si se adecua a lo que esperaba encontrar. En casos concretos (encontrar la letra de una canción o todo lo referido a un personaje), se trata de un sistema válido, pero, en general, obligará al usuario a un trabajo extra para desbrozar los resultados. El robot o motor de búsqueda más clásico es Altavista, pero en la actualidad Fast Search le ha usurpado la primacía en cuanto a número de páginas enlazadas.

Metabuscadores, para búsquedas ingentes

Cuando ni con los índices ni con los robots se encuentra lo deseado, siempre queda la opción de los metabuscadores. A diferencia de los anteriores, no cuentan con ninguna base de datos propia en la que hacer su propia lista de páginas recomendadas. Se limitan a redirigir las preguntas que reciben a varios buscadores a la vez. De esta manera, consiguen un número ingente de resultados que ofrecen sin ningún tipo de orden. Suelen ser complicados de utilizar, pero cuando no se da con una página en concreto se convierten en la única salida, por lo que resulta conveniente aprender a manejarlos.

Google, caso aparte

En rigor, además de estas tres categorías, hay una cuarta que incluye a un único buscador: Google. Es aclamado por la mayoría de expertos como el mejor de todos los que habitan el espacio digital. Su logro es haber aunado las ventajas de los índices y de los robots en un sistema que incluye una gran cantidad de webs, pero que, a la vez, usa un sistema automático para jerarquizarlos. De esta manera, los que aparecen primero suelen ser los más importantes, con todo lo que ello implica.

Todo el sistema se asienta en un concepto tan simple como brillante: las webs de mayor calidad son citadas con mayor profusión que las mediocres. Así, el sistema muestra primero las que más veces aparecen en otras páginas. Y lo cierto es que funciona. Además, se trata de uno de los pocos buscadores que no ha mutado en portal. Esto es, ofrece única y exclusivamente búsquedas: ni correo electrónico, ni chat, ni decenas de canales que ralenticen la carga de las páginas. Una auténtica joya que no muestra publicidad y basa su negocio en revender su sistema de búsqueda.

La elección de buscador es básica para moverse con diligencia por Internet. Los resultados que los diferentes sistemas ofrecen pueden no parecerse en nada, ya que cada uno analiza la Red con un prisma distinto. Es importante conocer sus ventajas e inconvenientes para ser capaces de sacarles todo su jugo. Al final, el internauta creará una rutina propia en la que utilice un número limitado de buscadores que sacien su apetito de ciberespacio.

Navegar a la carta

Google El más simple y potente. Su imagen austera esconde un complejo sistema que muestra las páginas más relevantes por encima del resto.

  • Yahoo!: Fue uno de los primeros buscadores de la Red y aún hoy mantiene su primacía. Tiene ediciones especiales para la mayoría de países industrializados (en España está en yahoo.es).
  • Altavista: En su tiempo fue uno de los que más visitas congregaba, hoy permanece como uno de los más conocidos. Las diferentes versiones a lo largo y ancho del mundo repiten miméticamente lo ofrecido por su central de Palo Alto en California.
  • Terra: El portal hispano es heredero de uno de los primeros buscadores en español: Olé. En la actualidad, y desde la adquisición de otro de los grandes, Lycos, ofrece, además de las búsquedas, una enorme cantidad de contenidos.
  • El índice: Conjunto de webs españolas ordenadas temáticamente. La selección es acertada, pero el diseño resulta un tanto pobre.
  • Fast Search: Se precia de ser el más rápido, pero es también el que tiene catalogadas más páginas.
  • Ask Jeeves: Permite hacer preguntas directas en lenguaje natural, como: “¿dónde puedo encontrar información sobre perros?”. No es muy preciso, pero indica cómo serán los buscadores en el futuro.
  • Metacrawler: Una forma rápida de realizar búsquedas en mas de una página a la vez.
  • Buscopio: Recopilación de buscadores temáticos y generalistas. Navegar por sus páginas deja a las claras hasta qué punto hay herramientas para todos los gustos.
  • Webcrawler: Metabuscador que pretende acabar con la imagen de herramientas difíciles que siempre han tenido esta clase de páginas. Incluye múltiples servicios.
  • Open Directory: Amplísimo directorio mundial que delega en voluntarios de todo el orbe la inclusión de nuevas páginas. Se adapta al idioma local y ofrece peculiaridades para cada país.