¿Latas o pienso para el perro?
Parece sencillo pero no lo es. No todos los piensos ni las latas tienen la misma calidad, ni su consumo es aconsejable en todos los casos. Muchas personas mezclan el pienso del perro con comidas enlatadas porque consideran que una dieta compuesta solo de alimento seco aburrirá a su mascota, aunque no siempre es así. Conocer los detalles de la dieta del perro ayuda a elegir los alimentos más apropiados y saludables para nuestra mascota. La primera pregunta que surge cuando se trata de alimentar a un perro es si hay que alimentarle con dieta seca o húmeda. Y la respuesta es que cada caso es distinto. Hay tres tipos de alimentos para perros en función de la cantidad de agua que contienen: la dieta húmeda (latas), dieta seca (pienso) y dieta semihúmeda, con una cantidad de humedad intermedia.
Dieta húmeda para el perro
Las latas son un tipo de alimento muy consumido por perros. Sin embargo, conlleva algunos inconvenientes. Si el animal tiene una vida sedentaria, hay que evitar que la alimentación esté compuesta de forma exclusiva de latas, ya que es probable que desarrolle algún tipo de obesidad si no se controlan bien las cantidades. Hay que tener en cuenta que los alimentos enlatados tienen una densidad calórica mayor. La calidad es otro elemento que se debe valorar para elegir una lata: es fundamental leer bien la etiqueta y comprobar que el envasado de los productos que se venden con un precio muy bajo es correcto.
El pienso o la dieta seca
Frente a los riesgos de las latas, se recomienda el consumo del pienso o la dieta seca. Este tipo de alimento tiene un mayor equilibrio nutricional y ofrece ventajas para la higiene bucal: cuando el animal tritura y mastica el pienso retrasa la aparición de placas en los dientes (aunque este proceso no sustituye a un buen cuidado bucal profesional).
Hamburguesas y carne picada
Los alimentos semihúmedos se venden en el mercado en forma de hamburguesas, carne picada o trozos de ternera. Contienen algo más de humedad que el pienso seco, pero mucha menos que el enlatado (el semihúmedo tiene entre un 15 y un 30%, frente al 80% de media de humedad en los de lata). Y aunque la comida semihúmeda es más atractiva para el perro, hay que tener en cuenta que es menos energética que el alimento seco, ya que esta comida se elabora a partir de tejidos animales congelados o frescos y contiene cereales, grasas y azúcares.
En cualquier caso, si se decide mezclar la comida seca del perro con cualquiera de estos alimentos, sean húmedos o semihúmedos, conviene controlar el tiempo que quedan expuestos en el comedero. El proceso de putrefacción es mucho más rápido en la comida enlatada que en el pienso.
El perro no se aburre de su pienso
Aun así, conviene tener en cuenta que si el perro está feliz con su pienso habitual, siempre que este sea de buena calidad, no es necesario cambiarlo. La mayoría de los perros son sensibles a los cambios de pienso, incluso pueden provocar algunos efectos indeseados, como malestares de estómago o diarreas.
Por otro lado, no es aconsejable que el animal esté cerca de la cocina cuando se está cocinando en ella. No es extraño que los restos de comida caigan al suelo y acaben en el estómago de nuestro fiel amigo. Por eso, una forma de evitar que el perro pida otro alimento que no sea pienso es sacarle de la cocina cuando se prepara la comida. Otro consejo es trasladar al perro a un lugar distinto de la casa mientras se come en la mesa. Eso evitará que el animal pruebe otros sabores que más tarde pueda reclamar.
Latas para casos concretos
A pesar de las bondades del pienso, no siempre es la mejor opción: es importante
tener en cuenta el estado de salud de cada mascota, ya que hay algunas excepciones que hacen más recomendable la elección del alimento enlatado. Hay expertos que aseguran que ciertas comidas en lata ayudan a los perros con problemas en el tracto urinario, ya que el alto contenido de humedad les ayuda a orinar.
No obstante, la gama de latas para casos especiales que se comercializan en nuestro país es muy amplia. Algunas marcas de comida para perros ofrecen una extensa lista de productos especializados para los casos en los que el perro necesite un tipo de alimentación específica. La oferta de alimentos enlatados incluye comida tanto por edades, como por determinados trastornos, como alergias, sensibilidad alimentaria o enfermedades, más allá de que sean crónicas o temporales. Dada la amplia variedad de los fabricantes, una consulta sobre ese asunto con el veterinario habitual es de gran ayuda antes de tomar una decisión.
- Revisar el etiquetado del producto que se vaya a adquirir, así como su contenido en humedad y los ingredientes.
- Consultar con el veterinario cualquier decisión que se vaya a tomar al respecto.
- Tener en cuenta el estado de salud y la edad del perro.
- No permitir que la comida húmeda o semihúmeda se pudra en el comedero de la mascota.
- No acostumbrar al animal a otros sabores con comida casera o sobras.