El 30% de los encuestados reclama más productos saludables para su compra diaria
Lo que comemos dice mucho de nosotros. Comer es un acto placentero y sencillo, pero hacerlo de forma equilibrada a veces no lo es tanto. La relación entre comida y salud parece estar clara para muchos consumidores, pero ¿se refleja en nuestra cesta de la compra?
Para investigar sobre los hábitos de consumo de productos alimenticios saludables de los españoles, EROSKI CONSUMER ha entrevistado a 1.900 personas de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco. En todos los hogares contactados, la persona que contestó a la entrevista siempre era la responsable de la compra (o una de ellas). En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
EROSKI CONSUMER ha comprobado que al 30% de los entrevistados le gustaría que hubiese más variedad en la oferta actual de productos más saludables o mejorados. Solo una tercera parte de los encuestados asegura adquirir de forma habitual alguno de ellos. En concreto, se eligen productos ricos en fibra, sin azúcares añadidos, bajos en calorías y sin grasas saturadas. Sin embargo, el 70% de los encuestados percibe que el precio de este tipo de producto es, en
general, más caro que los demás.
La información es clave para poder elegir los productos de forma correcta y conseguir el propósito de alimentarse de una forma equilibrada: casi cuatro de cada cinco encuestados aseguran leer la que aparece en los envases y etiquetas nutricionales de lo que van a adquirir. De ellos, un 87% centra su atención en la fecha de caducidad; un 56% en los ingredientes que contiene el producto; y un 43% en su valor nutricional. Sin embargo, el 48% de los entrevistados no entiende de manera clara la información nutricional y de ingredientes que figura en los productos alimenticios y únicamente el 10% la utiliza como fuente principal para asesorarse en su alimentación.
Gana lo rico en fibra
No existen amplias diferencias entre las 9 comunidades autónomas estudiadas, aunque es Galicia donde se adquieren con mayor asiduidad (siempre o bastantes veces) alimentos nutricionalmente mejorados (es decir, a los que se les ha reducido las grasas, la sal o los azúcares o bien han sido enriquecidos con micronutrientes como las vitaminas o los minerales), seguida muy de cerca por Andalucía, Islas Baleares y la Comunidad de Madrid. Por el contrario, es en el País Vasco donde los encuestados declaran no adquirirlos con tanta frecuencia.
Además, EROSKI CONSUMER quiso determinar con qué frecuencia se compran productos bajos en sal o sin sal, alimentos que contengan solo cereales integrales, que no contengan grasas saturadas, artículos sin azúcares añadidos, ricos en fibra, bajos en calorías enriquecidos con Omega 3 y vitaminas y minerales. Entre los entrevistados, el 48% compra habitualmente artículos ricos en fibra; y en torno al 40%, alimentos sin azúcares añadidos, sin grasas saturadas y bajos en calorías. Además, el 34% de los encuestados se lleva a casa habitualmente productos que contengan solo cereales integrales; y aproximadamente un 25%, los enriquecidos con vitaminas y minerales, así como bajos en sal o sin sal. Por último, un 23% adquiere artículos enriquecidos con Omega 3. Además, tanto las mujeres como los hombres escogen en primer lugar productos ricos en fibra (un 46% ellos y un 48% ellas). Pero si se tiene en cuenta la edad, son los entrevistados con más de 45 años los que más declaran comprar este tipo de artículos (de media, un 55% frente al 42% de los jóvenes entre 20 y 44 años).
Curiosamente, en un país con más de 10 millones de afectados por la hipertensión arterial, un 48% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 45% tampoco productos enriquecidos con Omega 3. Cataluña, Navarra y País Vasco son las comunidades donde hay más consumidores que nunca adquieren alimentos sin sal o bajos en sal (un 55% así lo asegura). Y en Islas Baleares, País Vasco y de nuevo, Navarra obvian en mayor proporción (un 33%) los enriquecidos con Omega 3. Por último, por sexos, el 50% de las mujeres nunca compran alimentos sin sal o bajos en sal, mientras que un 47% de los hombres no adquieren nunca los enriquecidos con Omega 3.
Oferta insuficiente
Cuidar la alimentación, es en ocasiones una empresa compleja. De hecho, al 28% de los consumidores le gustaría que hubiera más variedad de productos saludables o mejorados nutricionalmente; más ellas que ellos, puesto que lo piensan el 26% de los hombres y el 29% de las mujeres encuestadas. Lo aseguraron especialmente en Galicia (un 34% de los encuestados en la región) y en la Comunidad Valenciana (en un 33%). Pero además, para un 8% del total de entrevistados la oferta de este tipo de artículos saludables no es suficiente.
Los encuestados reclamaban propuestas más saludables de lácteos y derivados (así lo afirmaban en un 32% de los casos) y embutidos (en un 31%). Asimismo, desearían que se ofreciesen bebidas (a un 25% le gustaría), alimentos precocinados (a un 23%), conservas (a un 20%) y galletas (a un 19%) en una modalidad más saludable. Y en menores proporciones querrían versiones mejoradas de aperitivos, pan y cereales (para un 15%, respectivamente), y en salsas y condimentos (para un 4% de los entrevistados).
En la alimentación, el sexo también nos diferencia: ellas quieren más productos saludables relacionados con los lácteos y derivados, como leche, yogures, quesos, mantequillas, etc. (lo prefiere un 35% de las entrevistadas). A ellos, por el contrario, les gustarían más artículos que tengan que ver con los embutidos (también un 35% de hombres encuestados lo piensa). Sin embargo, en el caso de los hombres, resulta mucho más esclarecedor realizar las comparaciones por edades. Los más jóvenes de entre 20 y 44 años buscan alimentos precocinados (pizzas, tortillas, etc.) en una modalidad más saludable (lo asegura un 41% de los hombres entrevistados de esta edad), mientras que los mayores de 45 años preferirían más lácteos y derivados (un 34%).
Pese a la crisis
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 70% de los encuestados tiene la percepción de que los productos mejorados o más saludables son más caros que los demás (lo piensan sobre todo en Galicia y Cataluña). Solo un 16% cree que tienen el mismo precio (sobre todo en la Comunidad de Valencia y en Andalucía) y un 1% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha afectado a la intención de los consumidores de mantener una dieta saludable y cuidar su alimentación. Y es que un 35% de las personas encuestadas compra más productos bajos en sal, ricos en fibra, bajos en calorías, etc. respecto a hace dos años; en mayor proporción ellos que ellas, un 37% frente a un 34%, especialmente los baleares. Solo un 3% compra menos (alrededor de un 5%, eran consumidores manchegos y valencianos) y tres de cada cinco adquiere el mismo número.
Información es poder
A la hora de hacer la compra, tanto si se adquieren este tipo de productos como si no, uno de los hábitos que todos los consumidores deberían interiorizar es el de leer la información nutricional que acompaña a cada producto. El etiquetado de los alimentos es una fuente de información fundamental. Además de obtener datos sobre la fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
EROSKI CONSUMER comprobó que solo un 27% de los encuestados dice leer siempre la información que aparece en los envases. Otro 28% asegura que solo lo hace en ocasiones y un 23%, bastantes veces. En este sentido, las mujeres se detienen más que los hombres en las etiquetas nutricionales (un 79% de las entrevistadas dice hacerlo frente al 74% de hombres que también lo aseguran).
Por comunidades, son los baleares y los catalanes los que leen siempre la información de los envases y etiquetas (aproximadamente un 31% de ellos). Sin embargo, si se suman los que reconocen no interesarse nunca o muy pocas veces por este tipo de información (un 22% de los entrevistados), destacan los andaluces (un 27%), los navarros (un 26%) y los manchegos (un 25%) como los menos interesados en este sentido. Por el contrario, los que más lo están en este tipo de información son los gallegos (un 86% de los consultados dice leer las etiquetas).
Con todo, ¿en qué información nos fijamos más? Un 87% de los entrevistados centran su atención en la fecha de caducidad; un 56%, en los ingredientes que contiene el producto; y un 43% en su valor nutricional. Solo un 18% del total de consumidores encuestados aseguraban fijarse en el origen y en un 0,6%, en los conservantes.
Los consumidores cada vez valoran más lo que comen. Sin embargo, los datos demuestran que sus hábitos no son todavía del todo saludables.
- Sal: los españoles ingieren de media, el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): no más de 5 gramos por persona y día.La mayor parte proviene de productos elaborados. Se considera que el 88% de la población consume más sal de la aconsejada. El dato es preocupante, de hecho, si se redujese la ingesta de sal, se evitarían cada año unos 20.000 accidentes cerebrovasculares y unos 30.000 de carácter cardiaco.
- Azúcar: la población española consume unos 120 gramos (entre 15 y 20 cucharaditas de postre al día) de azúcares simples, por persona y día. Los azúcares proceden de los alimentos naturales o bien, se añaden a productos elaborados, como bebidas azucaradas, postres, bollería y derivados lácteos. Se estima que para una persona adulta sana, la dieta debe proveer unas 2.200 Kcal y los azúcares simples no deben superar el 10%.
- Grasa: la recomendación principal sobre la grasa es que no debe proporcionar más del 35% de la energía total diaria (los menores de cuatro años pueden alcanzar hasta un 40%). Existen varios tipos de grasas, conviene conocer sus diferencias, ya que consumirlas dentro de una alimentación variada y equilibrada juega un papel importante a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Fibra: existe un componente en la dieta del consumidor español que debería aumentar. Se trata de la fibra. La OMS aconseja un consumo diario de 25 gramos, pero en España se ingieren 22 gramos por persona y día. Su consumo reduce el riesgo de enfermedades de corazón, diabetes tipo 2 y permite controlar el peso. Por eso, la recomendación alimentaria para el consumo adecuado pasa por asegurar la ingesta de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Más y mejor
Los consumidores valoran cada vez más la información disponible en los envases y etiquetas nutricionales, pero cabe preguntarse en este punto si se comprende. La respuesta es que no siempre. EROSKI CONSUMER comprobó que para casi la mitad de los entrevistados no se entiende de manera clara la información nutricional y de ingredientes que figura en los productos alimenticios. Ocurre especialmente en la Comunidad de Madrid (para un 55% de los encuestados) y en Galicia (para un 53%).
Pero los consumidores no se quedan ahí. Uno de cada tres encuestados también asegura que en líneas generales la información que aparece en los envases sobre ingredientes y valor nutricional (calorías, proteínas, azúcar, vitaminas, carbohidratos, etc.) no es suficiente. Lo piensan especialmente en la Comunidad de Madrid (un 43% de los encuestados madrileños) y en Galicia (en un 41% de los entrevistados gallegos). Por el contrario, donde más consideran que es suficiente es en Cataluña y la Comunidad Valenciana (en ambos territorios, en el 63% de las entrevistas así lo pensaban).
¿A qué fuente acude el consumidor a la hora de asesorarse en materia nutricional? En la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, el 40% de los consumidores consultados confía en la información que les proporcionan los médicos y otros profesionales de la salud (en especial, en Islas Baleares) y un 31% en lo transmitido en programas televisivos y documentales sobre salud y nutrición (destacan los entrevistados en Navarra). Además, uno de cada cuatro confía en lo que le dice la familia y los amigos (sobre todo, en el País Vasco), así como en lo que lee en libros y revistas (destacan los encuestados en Cataluña y País Vasco). Por último, el 23% acude a Internet (especialmente en la Comunidad de Madrid) y solo un 20% se asesora mediante la información nutricional de los envases de los productos alimenticios.
El etiquetado y la información nutricional que acompaña a cada producto es la llave maestra con la que los consumidores saben qué adquieren y los efectos que esta decisón puede tener en su dieta. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) indica a este respecto que:
- Nunca se puede inducir a error al consumidor ni sobre la información que aparece en dicha identificación ni tampoco en la presentación de los productos y su publicidad; acerca de las características de dicho alimento y de forma más concreta sobre su naturaleza, identidad, cualidades, composición, cantidad, caducidad, origen o procedencia y modo de fabricación o de obtención.
- No se debe otorgar al producto efectos o propiedades que no tenga o bien sugiriendo que el producto alimenticio posee ciertas características particulares, cuando todos los productos similares posean estas mismas características.
- Tampoco se debe atribuir a un producto propiedades preventivas, terapéuticas o curativas.
- Salvo en el caso de las excepciones previstas en la legislación, algunas de las indicaciones que, con carácter obligatorio, deben aparecer en el etiquetado de los alimentos son las siguientes: denominación de venta del producto, lista y cantidad de ingredientes, grado alcohólico en bebidas de graduación superior, cantidad neta en caso de productos envasados, fecha de caducidad, condiciones especiales de conservación y uso, modo de empleo cuando sea necesario, identificación del fabricante o envasador, número de lote, lugar de origen o procedencia, entre otras.
- La mayoría de los consumidores puede comer cualquier tipo de alimento, pero una pequeña parte de la población (en aumento cada año) tiene intolerancia o alergia a ciertos alimentos o componentes; de ahí la importancia de conocer con detalle, gracias al etiquetado, los nutrientes así como los alérgenos que puedan contener. Las alergias alimentarias más comunes se circunscriben a la leche de vaca, el huevo, la soja, el trigo, los crustáceos, algunas frutas, cacahuetes y frutos secos como las nueces. Por ello, la legislación europea exige que las etiquetas incluyan las sustancias alérgicas más conocidas y que puedan contener estos alimentos.
La información nutricional que proporciona el etiquetado resulta esencial para a elegir los productos más saludables y conocer la cantidad de grasas, azúcares, proteínas… que contienen esos alimentos. En este sentido, desde septiembre de 2007, todos los productos de marca propia EROSKI incluyen un semáforo nutricional; una iniciativa que permite conocer la información nutricional por cada ración del alimento.
9 comunidades autónomas, una a una
- Andalucía
- Castilla La Mancha
- Cataluña
- Madrid
- Comunidad Valenciana
- Galicia
- Islas Baleares
- Navarra
- País Vasco
Andalucía
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en Andalucía
Solo uno de cada tres encuestados en Andalucía afirma comprar de manera habitual productos ricos en fibra, sin grasas saturadas y sin azúcares añadidos, entre otros
En Andalucía, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, uno de cada cuatro andaluces encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios saludables (sobre todo las mujeres, un 28% de las de más de 45 años). Además, para un 10% del total de encuestados en Andalucía la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en Andalucía reclaman lácteos y derivados (35% de las encuestadas) y bebidas como batidos refrescos y zumos (24%) saludables, mientras que los hombres desearían encontrar alimentos precocinados, conservas y embutidos (en un 33% de los encuestados en los tres casos) más saludables o mejorados nutricionalmente.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo uno de cada tres responsables de compra encuestados en Andalucía asegura adquirir algún tipo de alimento saludable o mejorado nutricionalmente. Son los productos ricos en fibra los que en mayor medida adquieren de forma habitual, en concreto un 50% del total. Este porcentaje es sensiblemente mayor entre las mujeres encuestadas de más edad: alcanza un 57%.
Además de los ricos en fibra, los encuestados andaluces adquieren de manera habitual alimentos bajos en calorías (44% del total) y los sin grasas saturadas y sin azúcares añadidos (42% y 43% respectivamente). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Andalucía un 46% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y en similar proporción tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de ?apretarse el cinturón? es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 68% de los encuestados en Andalucía tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 19% cree que tienen el mismo precio y un 0,5% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores andaluces de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. Un 34% de los encuestados afirman que compran más alimentos saludables que hace dos años, un 61% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 4% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, uno de cada cuatro encuestados andaluces dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo destaca el hecho de que un 27% aseguran no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Un 86% de los encuestados andaluces se detienen en la fecha de caducidad; un 62% se fijan también en los ingredientes, y un 36%.en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 47% de las personas entrevistadas en Andalucía.
Castilla La Mancha
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en Castilla La Mancha
Solo uno de cada tres encuestados en Castilla La Mancha afirma comprar de manera habitual ricos en fibra, sin azúcares añadidos y sin grasas saturadas, entre otros
En Castilla La Mancha, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, tres de cada diez manchegos encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios saludables (sobre todo las mujeres, un 37% de las de entre 20 y 44 años). Además, para un 9% del total de encuestados en Castilla La Mancha la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en Castilla La Mancha reclaman embutidos (37% de las encuestadas) y lácteos y derivados y cereales (25%) saludables, mientras que los hombres desearían encontrar alimentos precocinados (en un 38% de los encuestados) más saludables o mejorados nutricionalmente.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo uno de cada tres responsables de compra encuestados en Castilla La Mancha asegura adquirir algún tipo de alimento saludable. Son los productos ricos en fibra los que en mayor medida adquieren de forma habitual, en concreto un 43% del total. Este porcentaje es sensiblemente mayor entre las mujeres encuestadas de entre 20 y 44 años: alcanza un 51%.
Además de los ricos en fibra, los encuestados manchegos compran de manera habitual alimentos sin azúcares añadidos y sin grasas saturadas (39% del total) y los alimentos que solo contengan cereales integrales y los bajos en calorías (35% en ambos casos). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Castilla La Mancha un 45% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y en similar proporción tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 71% de los encuestados en Castilla La Mancha tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 16% cree que tienen el mismo precio y un 2% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores manchegos de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. Un 35% de los encuestados afirman que compran más alimentos saludables que hace dos años, un 58% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 6% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, uno de cada cuatro encuestados manchegos dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo destaca el hecho de que un 25% aseguran no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? En la fecha de caducidad un 85% de los manchegos encuestados; en los ingredientes, un 52%; y en un 43% se fija en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 47% de las personas entrevistadas en Castilla La Mancha.
Cataluña
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en Cataluña
Solo uno de cada tres encuestados en Cataluña afirma comprar de manera habitual productos ricos en fibra, sin azúcares añadidos o sin grasas saturadas, entre otros
En Cataluña, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, un tercio de los catalanes encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios más saludales o mejorados (sobre todo las mujeres, un 32% de las de entre 20 a 44 años). Además, para un 8% del total de encuestados en Cataluña la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en Cataluña reclaman lácteos y derivados (47% de las encuestadas) y galletas (37%) mejorados nutricionalmente, mientras que los hombres desearían encontrar alimentos precocinados y embutidos (en un 38% de los encuestados en ambos casos) mejorados nutricionalmente.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo una tercera parte de los responsables de compra encuestados en Cataluña asegura adquirir algún tipo de alimento mejorado nutricionalmente. Se adquieren en mayor medida y de forma habitual productos ricos en fibra, en concreto en un 44% de las ocasiones. Este porcentaje es sensiblemente mayor entre los encuestados de más edad: alcanza un 61% entre los hombres de más de 45 años y un 52% entre las mujeres de la misma edad.
Además de los ricos en fibra, los encuestados catalanes adquieren habitualmente alimentos sin grasas saturadas (38% del total) y sin azúcares añadidos (38% del total) . Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Cataluña un 55% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 45% tampoco productos enriquecidos con Omega 3. Los productos enriquecidos con vitaminas y minerales solo son adquiridos por un 23% de los responsables de compra en Cataluña, fundamentalmente entre los encuestados de más de 45 años.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 74% de los encuestados en Cataluña tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 12% cree que tienen el mismo precio y un 0,5% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores catalanes de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. Un 35% de los encuestados afirma que compra más productos alimenticios saludables que hace dos años, un 60% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 2% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, de las 9 comunidades objeto de este estudio, es Cataluña en la que en mayor medida, un 32%, los encuestados dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo destaca el hecho de que un 20% dicen no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Sobre todo en la fecha de caducidad, un 88% de los encuestados en Cataluña; en los ingredientes, un 53%; y un 41% se fijan en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los productos alimenticios.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 43% de las personas entrevistadas en Cataluña.
Comunidad de Madrid
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en la Comunidad de Madrid
Solo uno de cada tres encuestados en la Comunidad de Madrid afirma comprar de manera habitual productos ricos en fibras, sin azúcares añadidos y sin grasas saturadas, entre otros
En la Comunidad de Madrid, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, casi un tercio de los madrileños encuestados, el 28%, desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios mejorados nutricionalmente (sobre todo los hombres, un 37% de los de entre 20 a 44 años). Además, para un 7% del total de encuestados en Comunidad de Madrid la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en la Comunidad de Madrid reclaman embutidos (39%) y lácteos y derivados (30% de las encuestadas) mejorados nutricionalmente, mientras que los hombres desearían encontrar bebidas (45% de los encuestados), y alimentos precocinados y embutidos (ambos en un 40% de los encuestados) mejorados nutricionalmente.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo una tercera parte de los responsables de compra encuestados en la Comunidad de Madrid asegura adquirir algún tipo de alimento mejorado nutricionalmente. Son los productos ricos en fibra los que en mayor medida adquieren de forma habitual, en concreto un 47% del total.
Además de los ricos en fibra, los encuestados madrileños compran de manera habitual alimentos sin azúcares añadidos (45% del total) y sin grasas saturadas (42% del total). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Comunidad de Madrid un 48% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 44% tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 71% de los encuestados en la Comunidad de Madrid tiene la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 16% cree que tienen el mismo precio y el resto, un 1%, que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores madrileños de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. De hecho, un 38% de los encuestados afirma que compran más alimentos saludables que hace dos años, un 58% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 2% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, es en la Comunidad de Madrid, donde un 14% de los encuestados afirman no leer nunca la información de los envases y etiquetas de los productos alimenticios, mientras que un 24% dice leer siempre dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Aparte de la fecha de caducidad, en la que se fijan un 87%, los madrileños encuestados se fijan sobre todo en los ingredientes, un 54%, y en el valor nutricional nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos, un 51% de los encuestados.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 55% de las personas entrevistadas en Comunidad de Madrid, el porcentaje más alto de las 9 comunidades objeto de este estudio.
Comunidad Valenciana
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en la Comunidad Valenciana
Solo uno de cada tres encuestados en la Comunidad Valenciana afirma comprar de manera habitual productos ricos en fibra, bajos en calorías y sin azúcares añadidos, entre otros
En la Comunidad Valenciana, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 71% de los casos era una mujer y en el 29% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, uno de cada tres valencianos encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios saludables (sobre todo los hombres, un 44% de los de más de 45 años). Además, para un 5% del total de encuestados en la Comunidad Valenciana la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en la Comunidad Valenciana reclaman lácteos y derivados (30% de las encuestadas) y embutidos y alimentos precocinados (25%) mejorados nutricionalmente. También los hombres desearían encontrar lácteos y derivados (en un 46% de los encuestados más saludables o mejorados.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo uno de cada tres responsables de compra encuestados en la Comunidad Valenciana asegura adquirir algún tipo de alimento saludable. Son los productos ricos en fibra los que en mayor medida adquieren de forma habitual, en concreto un 48% del total. Este porcentaje es sensiblemente mayor entre las mujeres encuestadas de más edad: alcanza un 54%.
Además de los ricos en fibra, los encuestados valencianos compran de forma habitual alimentos bajos en calorías (42% del total) y los sin grasas saturadas y sin azúcares añadidos (37% en ambos casos). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en la Comunidad Valenciana un 50% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 44% tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 63% de los encuestados en la Comunidad Valenciana tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 19% cree que tienen el mismo precio y un 1% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores valencianos de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. Un 33% de los encuestados afirman que compran más alimentos saludables que hace dos años, un 59% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 5% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, casi tres de cada diez encuestados valencianos dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo destaca el hecho de que un 23% aseguran no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Aparte de la fecha de caducidad, en la que se fijan un 86%, los valencianos entrevistados se fijan en los ingredientes, un 52% de los encuestados, y también, un 52%, en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 48% de las personas entrevistadas en la Comunidad Valenciana.
Galicia
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en Galicia
Solo uno de cada tres encuestados en Galicia afirma comprar de manera habitual alimentos ricos en fibra, sin grasas saturadas y sin azúcares añadidos, entre otros
En Galicia, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, un tercio de los gallegos encuestados desearía que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios más saludables o mejorados (sobre todo las mujeres, un 53% de las de entre 20 a 44 años). Además, solo para un 5% del total de encuestados en Galicia la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en Galicia reclaman lácteos y derivados (40% de las encuestadas) y embutidos (36%) mejorados nutricionalmente, mientras que los hombres desearían encontrar embutidos (un 47% de los encuestados) y alimentos precocinados (32% de los encuestados) más saludables.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo una tercera parte de los responsables de compra encuestados en Galicia asegura adquirir algún tipo de alimento mejorado nutricionalmente. Los productos ricos en fibra son los que en mayor medida se adquieren de forma habitual, en concreto un 53% de los encuestados, el mayor porcentaje de las 9 comunidades objeto del estudio.
Además de los ricos en fibra, los encuestados gallegos adquieren de forma habitual alimentos sin grasas saturadas (44% del total) y los bajos en calorías y sin azúcares añadidos (41% del total en ambos casos). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Galicia un 38% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 42% tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 74% de los encuestados en Galicia tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 17% cree que tienen el mismo precio y el resto, un 2%, que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores gallegos de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. De hecho, un 38% de los encuestados afirman que compran más alimentos saludables que hace dos años, un 56% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 3% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, de las 9 comunidades objeto de este estudio, es Galicia en la que es menor el porcentaje de encuestados, un 8%, que afirman no leer nunca la información de los envases y etiquetas de los productos alimenticios, mientras que un 27% dice leer siempre dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Aparte de la fecha de caducidad, en la que se detienen un 90% y en los ingredientes, el 54%, los gallegos entrevistados se fijan en un 39% en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 53% de las personas entrevistadas en Galicia.
Islas Baleares
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en Islas Baleares
Solo uno de cada tres encuestados en Islas Baleares afirma comprar de manera habitual alimentos ricos en fibra, sin azúcares añadidos y bajos en calorías, entre otros
En Islas Baleares, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, un tercio de los baleares encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios saludables (sobre todo las mujeres, un 42% de las de entre 20 a 44 años). Además, para un 10% del total de encuestados en Islas Baleares la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Tanto las mujeres como los hombres entrevistados en Islas Baleares reclaman lácteos y derivados (38% ellos y un 42% ellas) y aperitivos (un 31% ellos y un 29% ellas) más saludables o mejorados.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo una tercera parte de los responsables de compra encuestados en Islas Baleares asegura adquirir algún tipo de alimento saludable o mejorado nutricionalmente. Son los productos ricos en fibra los que en mayor medida adquieren de forma habitual, en concreto un 50% del total.
Además de los ricos en fibra, los encuestados baleares adquieren de manera habitual (siempre o bastantes veces) alimentos sin azúcares añadidos (47% del total) y los bajos en calorías (39% del total). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Islas Baleares un 43% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 50% tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 71% de los encuestados en Islas Baleares tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 12% cree que tienen el mismo precio y el resto, un 1%, que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado a la intención de los consumidores baleares de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. De hecho es la comunidad donde mayor es el porcentaje, un 40%, de encuestados que afirman compran más alimentos saludables que hace dos años, y un 56% afirma comprarlos en la misma proporción, siendo solo un 3% los que dicen adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, de las 9 comunidades objeto de este estudio, es Islas Baleares en la que en mayor medida, un 30%, los encuestados dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo destaca el hecho de que un 13% dicen no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Un 86% de los encuestados baleares se detienen en la fecha de caducidad, un 57% en los ingredientes; y un 46% en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 46% de las personas entrevistadas en Islas Baleares.
Navarra
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 212 en Navarra
Solo uno de cada tres encuestados en Navarra afirma comprar de manera habitual productos ricos en fibra, sin grasas saturadas y bajos en calorías, entre otros
En Navarra, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 3.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, casi tres de cada diez navarros encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios saludables (sobre todo las mujeres, un 32% de las de 20 a 44 años) o mejorados nutricionalmente. Además, para un 7% del total de encuestados en Navarra la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Los hombres entrevistados en Navarra reclaman aperitivos (aceitunas, snack, etc.), bebidas como refrescos, batidos y zumos; cereales y conservas (36% de las encuestadas en todos los casos) mejorados nutricionalmente, mientras que las mujeres desearían encontrar embutidos (en un 29% de las encuestadas) más saludables.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo uno de cada tres responsables de compra encuestados en Navarra asegura adquirir algún tipo de alimento saludable o mejorado. Son los productos ricos en fibra los que en mayor medida adquieren de forma habitual, en concreto un 47% del total. Este porcentaje es sensiblemente mayor entre las mujeres encuestadas de más edad: alcanza un 53%.
Además de los ricos en fibra, los navarros encuestados compran de manera habitual alimentos sin grasas saturadas (38% del total) y productos bajos en calorías (36%)
Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en Navarra un 55% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y en similar proporción tampoco productos enriquecidos con Omega 3.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 66% de los encuestados en Navarra tienen la percepción de que los productos alimenticios saludables son más caros que los demás. Solo un 15% cree que tienen el mismo precio y un 0,5% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores navarros de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. Un 33% de los encuestados afirman que compran más alimentos saludables que hace dos años, un 60% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 4% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, uno de cada cinco encuestados navarros dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo, destaca el hecho de que un 26% asegura no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Aparte de la fecha de caducidad, en la que se fijan un 85%, y en los ingredientes, el 47%, los navarros entrevistados se fijan en un 44% en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara al menos para un 46% de las personas entrevistadas en Navarra.
País Vasco
Encuesta a 1.900 consumidores de 9 comunidades autónomas para conocer sus hábitos de compra de productos alimenticios más saludables, 211 en País Vasco
Solo tres de cada diez encuestados en el País Vasco afirma comprarlos de manera habitual
En el País Vasco, se realizaron un total de 211 entrevistas telefónicas a responsables de la compra del hogar. En un 70% de los casos era una mujer y en el 30% se trataba de un hombre. Por edades, todos eran mayores de 20 años y el número de personas que vivían en los domicilios consultados era, de media, 4.
Cuidar la alimentación no siempre es una tarea fácil. De hecho, uno de cada cuatro vascos encuestados desearían que hubiera más variedad en la oferta de productos alimenticios saludables o mejorados (sobre todo las mujeres, un 35% de las de entre 20 y 44 años). Además, para un 6% del total de encuestados en el País Vasco la oferta de este tipo de productos no es suficiente.
Las mujeres entrevistadas en el País Vasco reclaman embutidos (42% de las encuestadas) y lácteos y derivados (26%) más saludables, mientras que los hombres desearían encontrar bebidas como refrescos, batidos y zumos (un 50% de los encuestados) mejoradas nutricionalmente.
EROSKI CONSUMER ha comprobado, en líneas generales, que solo tres de cada diez responsables de compra encuestados en el País Vasco asegura adquirir algún tipo de alimento bajo en sal, grasa, azúcar o con más fibra. En concreto, son estos últimos los que en mayor medida se adquieren de forma habitual, lo hacen el 46% de los entrevistados. Este porcentaje es sensiblemente mayor entre las mujeres encuestadas de más edad (a partir de 45 años): alcanza un 63%.
Además de los ricos en fibra, los encuestados vascos afirman adquirir de manera habitual (siempre o bastantes veces) los alimentos que contienen solo cereales integrales (38% del total) y los sin grasas saturadas y sin azúcares añadidos (36% en ambos casos). Por el contrario, a pesar del alto índice de afectados por hipertensión arterial a nivel nacional, en el País Vasco un 54% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y en la misma proporción tampoco productos enriquecidos con Omega 3. Los productos enriquecidos con vitaminas y minerales solo son adquiridos por un 19% de los responsables de compra en el País Vasco, fundamentalmente entre los encuestados de más de 45 años.
Desde 2008, la crisis económica y social por la que atravesamos está influyendo mucho en el consumo. En muchos hogares en los que el presupuesto doméstico ha disminuido, la máxima de “apretarse el cinturón” es un mantra que se repite a diario. En este sentido, un 68% de los encuestados en el País Vasco tienen la percepción de que los productos alimenticios más saludables o mejorados son más caros que los demás. Solo un 15% cree que tienen el mismo precio y un 0,5% que son más baratos.
A pesar de ello, EROSKI CONSUMER comprobó que la crisis económica no ha alterado la intención de los consumidores vascos de mantener una dieta saludable y cuidar de su alimentación. Un 31% de los encuestados afirma que compra más alimentos saludables que hace dos años, un 66% afirma comprarlos en la misma proporción y solo un 1% dice adquirir ahora menos.
A la hora de hacer la compra, leer la información nutricional que acompaña a cada producto es fundamental. Así, además de obtener datos sobre las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias; permite obtener referencias de las Cantidades Diarias Orientativas (CDO), de la energía (en Kilocalorías y Kilojulios) y de los nutrientes de los alimentos (como proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas).
En este sentido, uno de cada cuatro encuestados vascos dicen leer siempre la información que aparece en los envases y etiquetas de los productos alimenticios que va a adquirir. Sin embargo destaca el hecho de que un 23% aseguran no leer nunca o casi nunca dicha información.
Y ¿en qué información nos fijamos más? Aparte de la fecha de caducidad, en la que se detienen un 85%,y en los ingredientes, un 55%, los vascos entrevistados se fijan en un 41% en el valor nutricional que aparece en las etiquetas o envases de los alimentos.
Pero, a pesar de su importancia, la información sobre ingredientes y valor nutricional no se entiende de manera clara; al menos para un 48% de las personas entrevistadas en el País Vasco.