Gestión de residuos urbanos

Basuras: poca información y gestión diferente según la ciudad

Unos ayuntamientos ignoran o prefieren no comunicar la proporción de residuos que reciclan, otros no cobran por el servicio y los equipamientos entre unos y otros difieren mucho
1 noviembre de 2005
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Basuras: poca información y gestión diferente según la ciudad

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La recogida y el posterior tratamiento de las basuras domésticas, técnicamente denominadas residuos sólidos urbanos (RSU), preocupa a las autoridades locales y a los ciudadanos. Se calcula que cerca de un euro de cada cinco que gestionan nuestros ayuntamientos se destina a esa función que, según todos los indicios, seguirá requiriendo una creciente inversión: si en 1995 cada español produjo una media de 378 kilos de residuos al año (poco más de un kilo diario), en 2003 la cifra alcanzó los 502 kilos anuales por habitante (1,4 kilos de residuos al día por persona), casi un 33% más, de modo que nos acercamos a los niveles europeos (1,5 kilos diarios por habitante).

En algunas ciudades no hay tasa específica del cobro de basuras

Para paliar esta situación se ha creado un entramado legal exigente. Y aunque la lista de normas elaboradas por las distintas Administraciones (europea, estatal, autonómica y municipal) en materia de residuos es prolija, destacan la Ley 11/97 de Envases y Residuos de Envases, la Ley 10/98 de Residuos y el Plan Nacional de Residuos Urbanos (PNRU), aplicable entre los años 2000 y 2006. Según el Plan, para finales de 2006 se deberá compostar (descomposición bioquímica en caliente de residuos orgánicos) la mitad de la materia orgánica y reciclar el 75% del papel, cartón y del vidrio, entre otros objetivos.

CONSUMER EROSKI ha estudiado los sistemas de recogida y gestión de los residuos urbanos en 17 ciudades: Alicante, A Coruña, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Logroño, Madrid, Málaga, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Aunque Murcia también figuraba en la lista, la actitud de la empresa concesionaria del servicio y del propio Ayuntamiento (se negaron a facilitar los datos requeridos) hizo imposible que Murcia figure en el estudio.

A un año vista del final de la aplicación del Plan Nacional sobre Residuos Urbanos la situación queda lejos de ser óptima. Cada vez generamos más residuos: la media de las 17 ciudades es de casi 1,3 kilos de basura al día por habitante, aunque en Barcelona llegan hasta los 1,52 kilos y en Valladolid se quedan en 1,03 kilos. Las diferencias se dan también en las infraestructuras para la recogida selectiva de residuos. Pamplona y Córdoba destacan por su amplio despliegue de contenedores (muy por encima de los mínimos exigidos por el Plan Nacional para finales de 2006), mientras Barcelona, Zaragoza y Madrid son las peor equipadas y tienen mucho que mejorar.

Llama la atención, asimismo, que los ayuntamientos de la mitad de las ciudades afirmen no disponer de datos suficientes sobre la cantidad de residuos que reciclan, por lo que el ciudadano se puede preguntar si su esfuerzo en separar los distintos tipos de basuras sirve para algo.

En los sistemas de recogida hay diferencias: en casi todas las ciudades se utilizan contenedores, aunque a menudo se cuenta con un recurso complementario: recogida neumática, la realizada puerta a puerta…

El modo de cobro de la tasa que deben pagar los ciudadanos por las basuras muestra diferencias tan importantes entre unas y otras ciudades que dificultan la comparación: en la mayoría se cobra al año (excepto en Sevilla y Granada, que lo hacen al mes), en unas la cantidad a abonar es fija y en otras variable, y en cuanto a los criterios aplicados para el cobro, son tan dispares (la categoría fiscal de la calle, el consumo de agua, el tamaño de la vivienda…) como la factura final: desde entre un mínimo de 1,79 euros al mes de Sevilla (equivale a poco más de 21 euros anuales) hasta los 148 euros que como máximo cobran al año en Bilbao.

Los habitantes de las 17 ciudades generan, de media, casi 1,3 kilos de residuos al día por habitante. En Barcelona, Bilbao, Granada, Alicante y Córdoba cada habitante produce más de 500 kilos de basura al año, mientras que en Vitoria y Valladolid no llega a los 400 kilos anuales.

Infraestructuras

Aunque de media corresponde en las 17 ciudades un contenedor de vidrio para cada 500 personas (el mínimo exigido por la normativa de finales de 2006), en Pamplona tienen casi dos (1,93), mientras que en Barcelona (0,73), Madrid (0,77) y Zaragoza (0,85) es donde más se alejan de lo que fija la norma. Esta desigualdad se mantiene con el papel-cartón. La media del estudio es de un contenedor específico para este material por cada 500 habitantes, pero en Pamplona hay más de 3, mientras que en Barcelona (con 0,72), Zaragoza (0,79) y Madrid (0,80) se quedan lejos del mínimo exigido. Algo similar ocurre con los contenedores para envases: de media hay casi un contendor y medio por cada 500 habitantes, la mejor dotación dentro de los distintos tipos de residuos, pero en A Coruña disponen de 9 (se trata de contenedores que recogen residuos inorgánicos, incluidos envases que después se separan para ser reciclados), y en Barcelona, Alicante, Valencia, Vitoria y Málaga tienen menos de uno. En cuanto a los puntos limpios, ecoparques, deixalleries o garbigunes (instalaciones de recogida selectiva a las que los ciudadanos pueden acudir para depositar residuos para las que no existe contenedor urbano específico), en Valencia no hay ninguno, mientras que en Barcelona hay 16 fijos y 4 móviles, lo que podría explicar el menor número de contenedores en las calles de la ciudad.

En algunas ciudades se recoge hasta un 25% más de residuos por habitaante

Pero, ¿qué proporción de la basura recogida en nuestras ciudades se recicla? Lo que más llama la atención es que la mayoría de los ayuntamientos no disponen de ese dato o prefieren no facilitarlo. Así, desde los consistorios de Alicante, Barcelona, Córdoba, Granada, Logroño, Madrid, Málaga, Sevilla y Valladolid se indicó a CONSUMER EROSKI que carecían de cualquier dato sobre la cantidad de residuos recogidos que se acaban reciclando. Otro aspecto destacable es la diferencia ostensible en la proporción de vidrio, papel-cartón, envases y pilas que dicen reciclar las diversas ciudades. En San Sebastián se recupera el 58% del vidrio, muy por encima del 33% de Valencia. Diferencias similares se dan con el papel-cartón (en Pamplona se recicla el 48% del recogido, en Valencia sólo el 20%) y con los envases (el 38% de lo recogido en Pamplona frente al 10% de Valencia). Respecto a las pilas, sólo Bilbao y Pamplona conocen la proporción de las recogidas en cada urbe que acaban siendo recicladas: el 12% en Bilbao y el 79% en Pamplona. El resto de ciudades no disponen de ese dato o no lo facilitan. /imgs/20051101/basura.jpg

Las tarifas

Se dan diferencias importantes, tanto en los criterios para calcular las tarifas como en las cantidades que finalmente se cobran. En la mayoría de municipios se cobra anualmente y en general el importe es variable (excepto en San Sebastián y Oviedo, donde cuesta la cantidad fija de 57 y 60 euros, respectivamente). En el resto, las oscilaciones son casi siempre notables: en Logroño cuesta entre 17 y 109 euros, en Bilbao entre 36 y 148 euros y en Córdoba entre 36 y 126 euros, mientras en A Coruña cobran entre 52 y 59 euros y en Alicante entre 19 y 47 euros. Granada y Sevilla, son la excepción: cobran al mes, y no al año. Sevilla entre 1,79 y 21,73 euros, y Granada una cantidad fija (entre 6,1 y 9,2 euros), más otra variable (según el consumo de agua en ambas ciudades).

La categoría fiscal de la calle es un criterio muy utilizado para calcular el recibo de la basura (se hace así en A Coruña, Bilbao, Córdoba, Logroño, Zaragoza), aunque en otras ciudades se combinan varios. En Alicante también se tiene en cuenta el tamaño de la vivienda, y en Granada, además de la ya categoría fiscal de la calle, se considera también el consumo de agua. Sorprende que en Madrid y Málaga no haya tasa específica para este concepto, que en Sevilla dependa sólo de la cantidad de agua consumida y en Barcelona del número de puntos de suministro de agua de cada vivienda. En Valencia y en Valladolid se incluye en el IBI y en Pamplona depende del valor catastral de la vivienda (la media en esta ciudad es de 56 euros al año).

¿Cómo es la bolsa de basura?

/imgs/20051101/gente.jpg Está compuesta mayoritariamente por materia orgánica (entre el 40% y el 50% son restos de comida y de jardinería), papel y cartón (entre el 20% y el 25% del contenido), envases (entre el 15% y el 20% son envases de metal, plástico, tetra-bricks, etc.) y vidrio (alrededor del 10% de los residuos). Estos son datos proporcionados por expertos en el sector. De los aportados por los Ayuntamientos es imposible sacar algo en limpio: sólo Valladolid, A Coruña, Sevilla, Valencia, Córdoba y Pamplona disponen de datos concretos sobre la cantidad de materia orgánica que se recoge en su ciudad, precisamente la porción más importante de la bolsa de la basura, mientras que el resto de consistorios se limitan a incluirlos dentro de la fracción llamada “resto o indeferenciada”, con lo que no hay una recogida diferenciada de la materia orgánica o se desconoce la cantidad que se recoge de esa fracción. Y, además, entre las seis ciudades citadas hay diferencias significativas: mientras que en Valladolid la materia orgánica no llega al 12% del total depositado y en A Coruña al 18%, en Sevilla, Valencia, Córdoba y Pamplona se supera el 35%.

Los residuos de cartón y papel constituyen de media en las 17 ciudades el 10,5% de la bolsa, aunque también hay diferencias: en Oviedo, Valencia, Pamplona y Sevilla la proporción es superior o cercana al 20%, mientras en Alicante, Madrid, Valladolid, Zaragoza, Córdoba, Málaga y A Coruña no llega al 5,5%.

El vidrio y los envases suponen menos de un 4% del total de residuos, y entre las diversas ciudades las proporciones son más similares que en los de otros tipos de residuos. En vidrio, las mayores proporciones de recogida se dan en Pamplona y Valencia (cerca del 8%), mientras que en Málaga representan menos del 1%. Por lo que respecta a los envases y residuos de envases, en Oviedo y en Valencia representan cerca del 12% del total de residuos recogidos, y en Alicante y Málaga menos del 1%. Unas diferencias, de todos modos y al igual que con los otros materiales, difícilmente comprensibles.

Sistemas de recogida: más que otra cosa, contenedores

Los modelos de recogida de la basura domiciliaria son similares en las diversas ciudades. Casi todas utilizan contenedores situados en las calles para que se deposite en ellos la basura, excepto en Oviedo (con un sistema propio de recogida selectiva en los portales de las viviendas) y en Vitoria. Sin embargo, muchas ciudades usan además de los clásicos contenedores otros métodos para recoger los residuos urbanos. En algunas calles de Barcelona, Bilbao, Vitoria y Sevilla se utiliza la recogida neumática (buzones en los que los ciudadanos depositan sus residuos, que son aspirados y conducidos vía subterránea hasta un centro donde se almacenan y luego se recogen), y en Vitoria, San Sebastián, Granada, Málaga y Madrid se emplea también la recogida de residuos en puntos señalizados en la acera o calzada de las calles del municipio.

/imgs/20051101/contenedores2.jpg Los horarios para depositar la basura en los contenedores son fijos y lo más habitual es que comiencen entre las ocho y las nueve de la tarde noche y finalicen entre las diez y las doce de la noche. Sólo en Bilbao y Vitoria se hace distinción en los horarios en función de la estación del año: en ambos casos el horario para depositar la basura comienza y finaliza más tarde los meses de verano.

En los días de recogida de la basura hay pocas cosas en común: en A Coruña, Barcelona, Logroño, Málaga, Oviedo, Sevilla y Valencia la basura se recoge todos los días del año; en Vitoria y Bilbao no se recoge los sábados noche; en Granada los domingos no hay recogida y en Vitoria y en Valladolid no se recoge la basura las vísperas de los días festivos. Además de lo dicho, en Alicante, Bilbao, Córdoba, Granada, Madrid, Pamplona, San Sebastián, Valladolid y Zaragoza no hay servicio en Navidad y Año Nuevo.

Recogida selectiva en las ciudades

La mayoría de las ciudades ha instalado contenedores específicos para facilitar la recogida selectiva de los residuos urbanos, aunque todavía en algunas no se ha alcanzado la cifra requerida por el Plan Nacional para finales de 2006, que exige la colocación de un contenedor para cada tipo de residuos (papel-cartón, vidrio y envases) por cada 500 habitantes.

Sólo en Pamplona y su Mancomunidad, San Sebastián, Córdoba y Sevilla cuentan con la dotación adecuada. El resto de municipios deberá aumentarla durante el año entrante 2006 para cumplir la normativa vigente. El mejor despliegue, con amplia diferencia sobre las demás, es el de Pamplona y los municipios de su comarca mancomunada, donde cuentan con cerca de dos contenedores para vidrio por cada 500 personas, tres para el papel y el cartón y cinco para los envases.

Por tipos de contenedor, el mayor despliegue se da entre los destinados a la recogida selectiva de envases (la media del estudio es de un contenedor por cada 367 habitantes), mientras que para la recogida selectiva de papel-cartón y vidrio es mucho menor (rozan casi los 500 habitantes por contenedor, es decir, muy cerca de la exigencia mínima de la normativa).

Los residuos domésticos peligrosos (productos de pintura, aerosoles, productos de automóvil, etc.) o especialmente voluminosos (electrodomésticos, muebles, etc.) deben llevarse a un punto limpio. Destaca que una ciudad como Valencia (la tercera más grande del país) no cuente con ninguna instalación, fija o móvil, destinada a los residuos domésticos voluminosos, especiales o peligrosos. Sin embargo, en Barcelona cuentan con 20 instalaciones (16 fijos y 4 móviles), en Madrid con 18 (13 fijos y 5 móviles) y en Bilbao con 10 (4 fijos y 6 móviles). También cuentan con un buen despliegue ciudades como Alicante, Pamplona, San Sebastián y Vitoria, ya que todas ellas cuentan tanto con puntos limpios fijos como móviles.

Cómo colaborar en la recogida y reciclaje de basuras

  • Utilice cubos de basura divididos en distintos compartimentos para echar en distintas bolsas cada tipo de residuo.
  • Colabore con la recogida selectiva de su ciudad o zona de residencia.
  • Algunos envases pueden comprimirse mucho: aplane los tetra-brick, comprima las botellas de plástico y las latas de aluminio. De esta forma ocuparán menos espacio.
  • Guarde aparte y ordenadamente los residuos de papel y cartón y de vidrio.
  • Deposite la basura en bolsas bien cerradas con el fin de que no se esparzan residuos y no se escurran líquidos.
  • Rompa y aplaste las cajas y objetos grandes antes de introducirlos en el contenedor: ocuparán menos espacio. Cierre bien el contenedor una vez se haya utilizado para que no salgan malos olores.
  • No deposite en los contenedores sustancias calientes o que estén ardiendo, ya que, además de que se puede quemar el recipiente, pueden arder los productos que están dentro y que por lo general producen gases tóxicos.
  • En caso de que en su localidad haya recogida de voluminosos, infórmese sobre qué días se realiza la recogida o avise a los servicios de limpieza del municipio para evitar que los residuos permanezcan en la vía pública demasiado tiempo.
  • A la hora de decidirse entre productos semejantes, elija el que tenga menos envase y embalaje. En bebidas y líquidos opte por envases grandes y, cuando sea posible, de vidrio, y si es retornable, mejor. Recuerde que, por regla general, los envoltorios de papel y cartón y los envases de vidrio son los menos dañinos para el medio ambiente.
  • Para realizar la compra utilice una bolsa de lona o malla. En su caso, reutilice las bolsas que le dan en la tienda.