Acceso remoto: el ordenador con mando a distancia
En estos momentos nadie se sorprende cuando observa en su oficina el movimiento de la flecha del ratón por su cuenta por una pantalla sin que el usuario necesite sentarse frente al ordenador. Este movimiento se debe, con toda probabilidad, a que en el cuarto de asistencia técnica un informático está solventando alguna eventualidad. Para ello utiliza un programa de acceso remoto que le conecta a través de la red interna de la empresa (Intranet) al ordenador que desea manipular. El informático trabaja desde su ordenador, denominado ordenador ‘cliente’, conectado con el resto de terminales de la empresa, a los que se les llama ordenadores ‘remotos’. Establece con ellos una comunicación selectiva a través canales conocidos como ‘puertos’ y así puede ver en la pantalla del ordenador ‘cliente’ los escritorios de los demás terminales, lo que permite su manejo a distancia.
Pero no sólo los informáticos pueden beneficiarse de esta tecnología. Cualquier usuario que viaje y no desee llevar como compañero toda la información del ordenador puede aprovecharse de las ventajas de este tipo de programas, ya que le permitirán acceder y reproducir los archivos del disco duro desde otros equipos sin mayores problemas. Son muchas y muy diversas las aplicaciones que ofrecen los programas de acceso remoto, algunas muy ingeniosas.
La mayoría de estos programas permiten la reproducción de los archivos multimedia del ordenador ‘remoto’ sin mayores problemas y siempre que se tenga un ancho de banda suficiente, como es, por lo general, el de la mayoría de las conexiones ADSL españolas. Esto posibilita que se puede ver una película guardada en el disco duro propio en el ordenador que unos amigos tienen en su casa. Sólo es necesario que ambos terminales tengan instalado el mismo programa de acceso remoto.
Esta capacidad de los programas de acceso remoto para crear redes de ordenadores interconectados entre sí ha dado lugar a otras aplicaciones no tan lúdicas pero sí muy interesantes. Una de ellas es la educación a distancia: algunas escuelas de Estados Unidos ya incorporan el denominado ‘Netop Schools’. Se trata de aulas virtuales donde el profesor accede a distancia a los ordenadores de sus alumnos para controlar sus progresos, reproducir vídeos educativos y, en general, impartir clases a distancia.
El acceso remoto también es útil para aquellos profesionales que desean adelantar trabajo de oficina los fines de semana sin salir de casa. Desde un portátil, y cómodamente instalados, pueden acceder al escritorio del ordenador de la oficina como si lo tuvieran delante y operar con él. Sin embargo, antes de efectuar el acceso deberán consultar esta decisión con el informático de su empresa, porque a menudo los ordenadores empresariales mantienen cerrados los puertos de acceso para evitar incursiones indeseadas.
Del mismo modo, los usuarios que deseen acceder al ordenador casero desde su empresa pueden encontrarse con el acceso cerrado. El motivo es que muchas empresas limitan el acceso a Internet de sus ordenadores para que sus empleados no utilicen programas “prohibidos” (como, por ejemplo, Emule).
La mayoría de los usuarios tienen a su alcance el acceso remoto a otro PC si usan el sistema operativo Windows XP o Vista, Mac OS X o cualquier Linux de los últimos años. Por ejemplo, Windows incorpora la posibilidad de acceder remotamente a otros ordenadores con el mismo sistema operativo. Para ello es necesario que el ordenador ‘remoto’ tenga activada la opción de ‘permitir los accesos remotos’ y definido un nombre que le identifique. Por supuesto, ambos ordenadores,
-tanto el ‘remoto’ como el ‘cliente’- deben contar con la conexión a Internet activada. El resto de sistemas operativos trabajan con sistemas similares.
Sin embargo, el mercado ofrece opciones más eficaces respecto a las ofertadas por Windows, todas ellas disponibles en numerosos programas que circulan por Internet. Los más renombrados son ‘Remote Administrator’ y ‘Real VCN’, aunque precisan instalarse en los escritorios de todos los ordenadores que establecerán la conexión remota. LogMeIn, en cambio, sólo necesita estar instalado en el ordenador al que se desea acceder, ya que se maneja desde el navegador del ordenador ‘cliente’, donde aparece el escritorio del ordenador ‘remoto’ para ser manipulado de forma muy sencilla. Este modo de funcionar contempla varias ventajas: la primera es que se puede acceder al equipo desde cualquier ordenador conectado a Internet, sin la necesidad realizar ningún tipo de instalación, pero también es importante que LogMeIn permite conectar de forma transparente ordenadores con sistemas operativos diferentes: da igual que sea de Linux a Mac OSX o de Windows a Linux, en todos los casos conectarse a otro ordenador es tan fácil como entrar en www.logmein.com y seguir las instrucciones.
Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de acceso remoto proporcionan las mismas ventajas. Los programas espía y de software maligno son pequeñas aplicaciones que se cuelan en el ordenador del usuario y abren canales de comunicación de los que se valen los delincuentes informáticos para cometer toda clase de tropelías. Usan remotamente el ordenador de los internautas para enviar anuncios basura o para intentar captar sus claves de acceso, como por ejemplo, del banco. Se calcula que uno de cada tres ordenadores personales están infectados con estos programas. Por ello es necesario que los programas antivirus y los cortafuegos se mantengn siempre activados mientras se esté conectado a la Red. Además, se debe realizar un control periódico mediante los programas detectores de espías como SpyBot y AdAware, que vigilan todas las entradas al ordenador y detectan el “software maligno”.