Turismo Rural

Poner casas al campo

Disfrutar de la reserva de Urdaibai (Vizcaya), de la bajada de almadías (troncos) por los ríos del Roncal (Navarra), de excursiones a pie por el Maestrazgo castellonés, o ir a lomos de un caballo por las tierras altas de Murcia es muy posible si se opta por los alojamientos rurales.
1 julio de 1998
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Poner casas al campo

El Turismo Rural hace que el visitante se involucre en la vida de cada pueblo y conozca y disfrute cada una de sus singularidades, recuperando el gusto por lo auténtico. Casas, posadas, masías, hoteles, apartamentos, cabañas, albergues, e incluso carros son lugares donde el viajero puede descansar al final de la jornada. En España hay 2.900 establecimientos de turismo rural con cerca de 28.000 plazas. En su mayoría, los alojamientos son Casas Rurales (Casas de Labranza en Cantabria, y Casa de Pagés en Cataluña) en las que se comparte vivienda con los propietarios de las mismas. Una habitación doble cuesta en estos meses de verano entre 3.200 y 5.700 pesetas diarias de media. Aunque no suelen incluirse en el precio, en algunos casos los propietarios ofrecen comidas y cenas. Por unas 350 pesetas suplementarias, es posible disfrutar de un desayuno casero en muchas casas rurales.

Cataluña fue pionera en el Turismo Rural o Agroturismo, al crear por Decreto esta modalidad de alojamiento en 1983. Tres años después, se reguló en Navarra, y en 1988 en el País Vasco. Entre 1992 y 1993, nació el agroturismo en La Rioja, Cantabria y Castilla-León. La Región de Murcia dio carácter legal al agroturismo en 1995. La Comunidad Valenciana representa un caso atípico, al no disponer todavía de legislación específica sobre este tipo de turismo.

Precios para casi todas las economías

En la Comunidad Valenciana y Navarra el alojamiento en casas rurales es económico, ya que supone un desembolso medio de entre 1.600 y 1.800 pesetas por persona y noche. Hasta un 78% más caro de media resulta este tipo de hospedaje en Cantabria. Hacer noche en una Casa de Labranza cuesta unas 2.850 pesetas de media por persona.

Aunque la práctica más habitual es pagar por habitación y día de estancia, también es posible -en algunos casos, obligatorio- alquilar casas enteras en las que la estancia mínima es un fin de semana, y en la temporada de verano, entre una semana y quince días. Esta opción de viviendas enteras es aconsejable para grupos, ya que la estancia puede salir desde 1.000 pesetas diarias por persona. Aún hay una posibilidad más barata de disfrutar del medio rural, los albergues.

Desde 700 pesetas por persona y día es posible alojarse, aunque hay que valorar que las habitaciones son múltiples, compartidas por hasta 30 personas ubicadas en literas.

Las Guías, manual del turista rural

Del auge de este turismo, hasta hace poco considerado alternativo, da buena idea el interés que muestran las editoriales por las Guías de Alojamientos Rurales. Hace cinco años, la información se limitaba a modestas guías-folletos publicadas por Diputaciones y asociaciones del sector, que se podían conseguir en las oficinas de turismo. En la actualidad, hay en el mercado al menos cinco guías que recogen toda la oferta nacional, y otras con información exclusiva de cada Comunidad Autónoma.

Examinadas unas y otras, la mejor elección la constituyen los folletos antes citados. A su carácter gratuito se une una información más o menos detallada de las características y ubicación de cada una de las casas, con fotografías de las mismas. Previo desembolso de entre 1.600 y 3.300 pesetas, la información de las guías de pago, no es superior, casa por casa, a la editada por la Administración de cada comunidad autónoma.

Ahora bien, en las de pago están incluidas casas rurales de varias comunidades de España, o de casi todas. Uno de estos manuales (2.300 pesetas) ni siquiera ofrece una fotografía de las casas.

El Turismo Rural en Europa

Francia, con más de 36.000 gites d’etape repartidas por todo su territorio, es el país decano del turismo rural. Comenzaron en los años 40, llegando a tener hoy más de una decena de clases de alojamientos rurales, en los que se puede pernoctar desde 1.000 pesetas por persona y noche. Menos experiencia tienen en este campo nuestros vecinos portugueses, su oferta “rural” es cara y escasa, unos 250 alojamientos en casas y quintas. Una habitación doble cerca de Lisboa cuesta, al cambio, unas 11.500 pesetas. Eso sí, es una buena opción si se desea visitar la Expo que se está ya celebrando en la bella ciudad del Tajo. Y pasando de los Océanos a las cumbres más altas, en el Tirol austríaco la oferta rural se centra en las granjas.

Algunas agencias de turismo ofrecen paquetes desde 84.000 pesetas por persona para una semana, que incluyen viaje ida y vuelta hasta esa región, coche de alquiler y alojamiento.

A tener en cuenta en el Turismo Rural
  • Estos alojamientos están muy solicitados durante la época estival. Haga sus reservas cuanto antes.
  • Aunque hay una Central de Reservas en todas las Comunidades Autónomas, es mejor ponerse en contacto directo con el propietario de la casa e informarse, además del precio, de aspectos como: condiciones especiales para niños, posibilidad de camas supletorias, admisión de animales de compañía, prohibición de fumar, posibilidad de comer en la casa, …
  • Solicite que le faciliten un plano de situación. A veces, el acceso resulta complicado. Y otras cuestiones, como la distancia del pueblo más cercano, el servicio médico más próximo…
  • Sea respetuoso y afable con las personas que habitan la casa y con el entorno. Practique, más que nunca, el turismo sostenible. Imprégnese de la cultura local, del espíritu rural, conozca el entorno, y mímelo.
  • En el caso de viviendas enteras, calcule los precios por plaza, y compare con otras ofertas.