¿Mazapanes o polvorones? | Polvorones con menos grasas | Menú para compensar los excesos | Consejos para una buena digestión navideña | Turrones sin azúcar | Las calorías de las aceitunas

1 diciembre de 2008
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¿Mazapanes o polvorones? | Polvorones con menos grasas | Menú para compensar los excesos | Consejos para una buena digestión navideña | Turrones sin azúcar | Las calorías de las aceitunas

Mazapanes o polvorones

La diferencia nutricional más importante entre el mazapán y el polvorón no es tanto su valor energético, que en ambos es considerable (entre 450-500 cal/100 gramos), sino la calidad nutricional de las grasas empleadas. Para elaborar el polvorón se usa manteca de cerdo como ingrediente base que, si bien concentra abundantes ácidos grasos monoinsaturados -y más si se trata de manteca de cerdo ibérico-, también contiene ácidos grasos saturados y colesterol, cuyo exceso se ha de evitar como medida de prevención cardiovascular. Por el contrario, en el mazapán, los ingredientes grasos esenciales son las almendras como ingrediente elemental, lo que hace de este dulce una fuente excelente de ácidos grasos insaturados y ausencia de colesterol, características beneficiosas para la salud cardiovascular.

En ambos productos, la gran concentración de azúcares y su destacado contenido graso los convierten en alimentos muy energéticos, aspecto a considerar en el mantenimiento de la dieta equilibrada en general, y ante casos de obesidad, diabetes y dislipemias en particular.

Además, el polvorón, a diferencia del mazapán, contiene harina, de manera que el primero se desaconseja en caso de celiaquía o intolerancia al gluten. El mazapán original se elabora sólo con una mezcla de almendras y azúcares; a excepción de los denominados “mazapanes con fécula” que, por la adición de fécula o harinas, se desaconsejan ante esta intolerancia alimentaria.

Polvorones con menos grasas

El polvorón se considera un tipo de mantecado que, además de manteca de cerdo, añade almendra en distintas proporciones, aunque se les suele denominar a ambos productos de manera indistinta. De un tiempo a esta parte la industria alimentaria ofrece al consumidor polvorones con una composición nutritiva más cuidada y saludable: mejor perfil de grasas, menos azúcares y menos calorías.

La diferencia de los nuevos productos respecto a los tradicionales se halla en su lista de ingredientes. En los nuevos polvorones se ha sustituido parte de la manteca de cerdo habitual por aceites vegetales como el de girasol o el de oliva, por lo que mejora de manera sustancial la calidad de la grasa, si bien no deja de ser un producto graso. También se comercializan polvorones elaborados con más proporción de harina integral, que se traduce en un producto con más fibra. Con el fin de reducir las calorías de estos productos, la industria ha optado por sustituir el azúcar por edulcorantes menos energéticos como el maltitol, por ejemplo, que permite obtener un producto menos calórico, pero con un aspecto y una textura parecida al original.

Menú para compensar los excesos

El día antes

  • Desayuno: Té verde. Yogur bífidus mezclado con muesli y trozos de pera.
  • Comida: Caldo de borraja. Borraja con almejas al vapor. Lomos de dorada encebollada al horno. Pan integral e infusión digestiva (manzanilla y menta poleo o regaliz).
  • Merienda: Mandarinas. Yogur bífidus.
  • Cena: Caldo de borraja. Crema de berenjena. Pan integral con queso fresco, hilos de miel y nueces.

El día después

  • Desayuno: Té verde. Macedonia de fruta natural: piña, papaya, plátano, pera, manzana y zumo de naranja. Yogur bífidus.
  • Comida: Caldo de verduras. Cardo con alcachofas, guisantes y espárragos. Pan integral y yogur bífidus.
  • Merienda: Uvas. Infusión de regaliz.
  • Cena: Caldo de verduras del mediodía. Ensalada completa: escarola, endibias, aguacate, manzana troceada, queso suave y nueces. Pan integral e infusión relajante.

Consejos saludables para una buena digestión navideña:

  • Disfrute de la gastronomía propia de las fechas navideñas sin dejar de lado el aspecto saludable de los alimentos.
  • Reserve un espacio en el menú a los alimentos depurativos; alivian las molestias que acompañan a los excesos, como la pesadez, flatulencia y el dolor de cabeza, entre otros. Los alimentos que tonifican el hígado son los vegetales con un ligero sabor amargo (escarola, endibias, alcachofa, cardo, berenjena, infusiones de diente de león o cardo mariano) y los que activan la acción depurativa del riñón son toda la variedad de vegetales (apio, espárragos, borraja, manzana, pera, infusiones…).
  • Comience las comidas con ensaladas, es una buena fórmula de preparar el organismo a una mejor digestión.
  • Tome cada día yogur con bífidus; hace que el ritmo intestinal no se resienta con las comidas navideñas.
  • Una infusión de regaliz tras la comida o a las pocas horas alivia la digestión y depura el cuerpo.
  • Puede usar edulcorante para endulzar postres y cafés. De esta manera se reducirán las calorías en un menú abundante.

Consultorio

Tengo cierto sobrepeso y ante la tentación de los turrones no tengo claro si es mejor comerlos sin azúcar.

La industria alimentaria elabora una amplia variedad de turrones y otros productos dulces en distintas versiones “con fructosa” o “sin azúcar”. En ocasiones se da por sentado -aunque de manera equivocada- que los productos sin azúcar tienen menos calorías y, por tanto, son mejores en caso de sobrepeso u obesidad. Para evitar confusiones, conviene leer con atención las etiquetas y comprobar la composición del producto.

Si en lugar de azúcar, el turrón incluye edulcorantes sin calorías, como sacarina, aspartame, ciclamato, acesulfame o tipo sorbitol o maltitol, es probable que el turrón tenga menos calorías. Sin embargo, habrá que comprobar la cantidad total de grasas y de calorías, y no sólo de azúcares, y compararlo con el turrón equivalente normal. Como dato informativo, 100 gramos de turrón tipo Alicante o Jijona aporta unas 485 Kcal, 28 gramos de grasa y 45 gramos de azúcares, aproximadamente. Para que realmente se note que el turrón tiene menos calorías tendría que aportar al menos un 30% menos de calorías que el turrón normal.

Por otra parte, si al turrón se le ha añadido fructosa en lugar de sacarosa (azúcar común), puede ser más adecuado en caso de diabetes, pero no en caso de exceso de peso. La fructosa es un edulcorante que ofrece una ventaja para las personas diabéticas, ya que no da lugar a hiperglucemias tan acusadas como las producidas por el azúcar. Esto explica que quienes tienen diabetes puedan consumir dulces u otros alimentos con fructosa, aunque siempre con moderación.

Sin embargo, la fructosa aporta las mismas calorías que la sacarosa y, por tanto, los turrones u otros dulces con fructosa tienen las mismas calorías e, incluso, más que si llevaran sacarosa.

¿Es cierto que las aceitunas negras tienen más calorías que las verdes?

Las olivas o aceitunas negras contienen menos agua (un 52%) y más grasa (30%) en su composición que las aceitunas verdes (alrededor del 76% de agua y 12% de grasa), por lo que, a igualdad de peso, las aceitunas negras tienen más energía, es decir, aportan más calorías. De media, 100 gramos de aceitunas negras (unas 25 aceitunas con hueso) aportan casi 300 calorías, frente a las 110 calorías de la misma cantidad de verdes, casi tres veces más calorías.

Es sabido que el tipo de grasa de las aceitunas, con independencia del color, es saludable por su contenido en ácidos grasos monoinsaturados. De hecho, el aceite de oliva que se obtiene de estos frutos destaca por su potencial cardiosaludable dada su riqueza en el ácido oleico monoinsaturado y en vitamina E. Las aceitunas, a pesar de ser un aperitivo energético, no tienen por qué suponer un aporte exagerado de calorías, siempre que se consuman con moderación. El principal reparo nutricional es la concentración de sodio, ya que la sal (cloruro sódico) se emplea como conservante en su elaboración. Por ello, su consumo no está recomendado en caso de problemas renales o de corazón, retención de líquidos o hipertensión arterial.

Por otra parte, las olivas tienen la cualidad de abrir el apetito; de ahí que no sea casualidad que sean las reinas de los aperitivos. Esta característica es más destacada en las aceitunas impregnadas de las esencias de hierbas aromáticas digestivas como el laurel, el comino o el tomillo.