Navidades y niños: Algo más que regalos y televisión
Los más pequeños de la casa y sus padres cuentan los días que quedan para las vacaciones de Navidad, aunque por motivos bien distintos. Los primeros sólo piensan en jugar, en los regalos y en la ausencia de clases, apuntes y profesores. Los segundos, en cómo van a mantener el ya difícil equilibrio entre la vida laboral y la familiar. La fórmula más común, al igual que en el resto del año, es el recurso a los abuelos. El 75% de los mayores de 65 años en España tiene nietos, y cerca de un millón de abuelas españolas los cuidan durante la jornada laboral de los padres, según el Instituto de la Mujer. No es extraño, por tanto, que se conviertan en los anfitriones y canguros de los más pequeños durante estas semanas.
Pero no todo el peso tiene por qué recaer en los mayores. De manera creciente, instituciones públicas y entidades privadas organizan actividades lúdicas y culturales que tienen en los más pequeños a sus destinatarios. Frente a la opción menos recomendada -ver la televisión o jugar a los videojuegos durante horas-, se instalan en ciudades y pueblos atracciones, parques de ocio, mercadillos, concursos de belenes, árboles y villancicos… A ello se suman incluso los colegios, que, cada vez en mayor número, abren por vacaciones. Todo ello con un único objetivo: garantizar la tranquilidad de los padres y la seguridad, la educación y la diversión de sus hijos.
Abierto por vacaciones
Pese a ser, en apariencia, la época de mayor tranquilidad y feliz convivencia del año, la llegada de las vacaciones escolares navideñas reavivan las reivindicaciones de los sectores que reclaman una distribución más racional y pedagógica de los periodos no lectivos. Esta demanda cobra especial relevancia cuando nuestros alumnos son los niños europeos con el horario lectivo más reducido, 175 días frente a una media de 186 en el resto de Europa, y los que disfrutan de más días de vacaciones -más de 16 semanas- al año.
Esta distribución dificulta la compatibilidad de ese horario para los dos millones de hogares con niños de nuestro país en los que trabajan los adultos -según datos de Eurostat- y para los 320.000 padres o madres que no cuentan con ayuda para encargarse de sus hijos, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaborado en 2002. Por ello, la comunidad educativa aboga por recortar, entre otros, el periodo vacacional navideño con el objeto de facilitar la convivencia entre padres e hijos.
Ante esta situación, un mayor número de ayuntamientos, organismos autónomos y asociaciones de padres habilitan centros escolares de infantil y primaria (de 3 a 12 años) en los que se organizan talleres y actividades extraescolares: desde talleres de la más diversa índole hasta excursiones, la gran mayoría gratuitos, con el objeto de atender a los niños mientras sus padres trabajan.
Durante las pasadas Navidades, las comunidades autónomas de Madrid, Aragón y Castilla y León mantuvieron abiertos durante este periodo 255 colegios para ofrecer actividades extraescolares a más de 13.000 alumnos, iniciativa que secundaron, entre otros muchos, varios centros de Cataluña o Castilla-La Mancha.
“Me lo pido”. Esta es la frase que más repiten los pequeños en casas propias y ajenas durante la Navidad. Y es que en estos días la ilusión de los niños está por encima de crisis, hipotecas y deudas. Los últimos informes de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) reflejan que la venta de regalos se concentra en un 70-75%, del 1 de diciembre al 6 de enero, lo que supone que el gasto en juguetes se dispara hasta los 200 euros por niño. No obstante, la importancia del juego no radica en el juguete en sí sino en el uso que se haga de éste.
Según un estudio del Colegio de Pedagogos de Cataluña, el juego duplica la capacidad de concentración y de memoria del niño. Además, desarrolla sus sentidos, despierta su imaginación y fantasía, estimula la capacidad perceptiva y la atención y ejercita la memoria. Gracias al juego el menor aprende a comunicarse con el mundo que le rodea, y el juguete se convierte en una fuente privilegiada de exploración y transmisión de la realidad social. Pedagogos y psicólogos reiteran, no obstante, que el mejor regalo para un hijo es que sus padres jueguen con él.
Ideas para disfrutar de la Navidad en familia
Con independencia de la persona responsable en cada familia de velar para que los pequeños disfruten con actividades divertidas y educativas, la Navidad es un periodo especial, y no sólo por las vacaciones y los regalos. Las reuniones familiares, más o menos multitudinarias, las salidas al cine, la Cabalgata de Reyes o las distintas ferias infantiles componen una atractiva oferta de ocio que gusta a toda la familia.
Durante estos días se celebran diversas ferias en las que se organizan teatros, cine forum, concursos de ajedrez y fotografía, o campeonatos de diferentes disciplinas deportivas. Éstas son algunas de las más destacadas.
- Juvenalia (Madrid). Del 19 al 28 de diciembre, los Pabellones 2, 4 y 6 de IFEMA se llenan de ciencia, deporte, música de diez de la mañana a ocho de la tarde. La entrada es gratuita.
- Juveándalus (Granada). Esta feria andaluza de la infancia y de la juventud abre sus puertas del 15 al 28 de diciembre con una amplia oferta de talleres deportivos, lúdicos y educativos. El precio de la entrada para grupos (colegios, asociaciones, clubes) es de 5 euros, y las individuales cuestan 6 euros.
- PIN (Bilbao). Los niños y jóvenes que visiten el Parque Infantil de Navidad entre el 13 de diciembre y el 5 de enero podrán participar en juegos y talleres, visitar atracciones de feria, practicar el skate y jugar a minigolf, entre otras actividades. Los precios oscilan entre 5 y 7 euros. Entrada gratuita para los menores de 3 años.
- Expojove (Valencia). Entre le 24 de diciembre y el 4 de enero, los niños valencianos pueden conocer y practicar una gran cantidad de deportes, acceder a diversos talleres como los de talla de madera, de cerámica, radio, conocer un galeón vikingo o los inventos de Leonardo da Vinci. El precio oscila entre 1 y 4 euros. Los menores de cinco años tienen el acceso gratuito.
- Festival de la Infancia (Barcelona). Del 27 de diciembre de 2008 al 4 de enero de 2009 los más pequeños pueden disfrutar de una gran oferta de espectáculos musicales, talleres, manualidades y actividades deportivas. El precio de la entrada es de 8 euros para todo el día, y de 5 euros si se visita a partir de las 16.00h.
- Feria Infantil de Navidad (Zaragoza). El Espacio es el tema central de la edición de este año. Entre el 26 y el 30 de diciembre, los niños de entre 2 y 12 años podrán disfrutar de un taller de pelotas canguro, del astronauta Miranda, del marciano Mariano o de un particular cohete espacial. El precio de las entradas es de 2 euros para los adultos y 8 para los niños.
Es una forma lúdica de conocer los orígenes de la fiesta y otras tradiciones que forman parte de la memoria colectiva. Muchas ciudades y pueblos realizan representaciones teatrales que rememoran los orígenes de esta fiesta religiosa.
- Belén Viviente de Buitrago de Lozoya (Madrid). Los días 20, 21, 25 y 27 de diciembre, a las 18:30 h.
- Belén Viviente de Arcos de la Frontera (Cádiz). El día 20 de diciembre a las 18:30 h.
- Pesebre de Báscara (Girona). Los días 23, 25, 26, 29 y 30 diciembre; 1 y 6 enero, a las 19:00 h.
- Auto del Misterio de Reyes de Sangüesa (Navarra). El 5 de enero.
- Cofradía del Niño Dios en Galisteo (Cáceres). Los días 24 y 25 de diciembre.
Ludotecas, bibliotecas públicas, centros comerciales y otros centros especializados también ofrecen programas destinados a acercar las fiestas a los reyes de la casa. Lecturas de cuentos navideños y la elaboración de marionetas, dibujos o manualidades para adornar la casa son algunas de las actividades más recurrentes para entretener a pequeños y adolescentes en sus horas de ocio.
Durante estas fiestas, los espectadores de 4 a 12 años pasan una media de más de tres horas frente al televisor, mientras que los mayores de 13 años dedican una media de cuatro horas. Una práctica cada vez más extendida que precisa recordar cuáles son los principios básicos sobre la utilización responsable de la televisión en los hogares. No se trata de prohibir que se vea la tele, sino de regular su consumo y evitar el uso de la televisión como niñera.
- Evite dejar a sus hijos solos ante la pequeña pantalla -el informe anual de la empresa especializada en marketing audiovisual GECA pone de manifiesto que los niños pasan solos el 28% de su tiempo televisivo-. Hágalo sólo cuando se emitan programas que le ofrezcan todas las garantías. Ante la duda use el DVD para que vean una película de su confianza.
- Elija programas apropiados para el nivel de desarrollo de los pequeños.
- Estimule discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo mientras ven los programas juntos.
- Dosifique el tiempo que los niños pasan frente al televisor: no más que una o dos horas al día.
- Nunca deje la televisión encendida sin voz o el sonido sin imagen, como ambiente de fondo.
- Enseñe a sus hijos a conectar el aparato sólo cuando empiece el programa que les interese, y acostúmbreles a cambiar de canal cuando un programa no sea conveniente, así como apagar la tele cuando termine lo que están viendo o cuando la programación no sea adecuada para ellos.
- Apague la tele durante las horas de la comida y de los estudios.
- Propóngales actividades alternativas a la televisión en torno a las cuales organicen su tiempo libre.
Videojuegos, el regalo estrella de cada Navidad
Ni muñecas, coches de carreras, películas de DVD o libros. Los videojuegos son el producto más demandado como regalo; por estas fechas, se distribuye el 40% de las ventas anuales de todo el sector, en su mayoría de fabricación japonesa y norteamericana. En Europa, España mantiene el cuarto lugar en ventas de software interactivo y venta de consolas, por detrás de Reino Unido, Alemania y Francia, hasta el punto de que el consumo de videojuegos supone en nuestro país el 54% del total del ocio audiovisual, por encima del volumen de taquilla de las salas de cine, las ventas de grabaciones de música o de las películas de DVD. La variedad de formatos en los que se han comercializado los videojuegos, para todas las edades, gustos, circunstancias y bolsillos lo convierte en uno de los productos más utilizados y más deseados por los más pequeños.
- No los demonice. Los videojuegos tienen un alto valor pedagógico porque pueden ayudar a la asimilación de conceptos abstractos, geométricos o matemáticos. Además constituyen un estímulo para desarrollar el interés intelectual, musical o estético.
- Deben comprar aquellos que sean acordes al contenido y la edad de los niños.
- Familiarícese con las clasificaciones de los juegos y las declaraciones de privacidad, y revise los términos de uso aceptable de los sitios de juego en red.
- Controle el contenido de los videojuegos que demandan sus hijos para conocer los mensajes a los que se exponen, porque pueden ser violentos, sexistas o racistas
- Observe quiénes son sus compañeros de juego. Coloque el equipo o la consola de juegos en un lugar desde el que pueda supervisar fácilmente la actividad.
- Fomente el uso de videojuegos que permitan la participación de más de un jugador. Intente que el niño no juegue nunca solo, ya que ésta es una manera de socializarlo con los amigos, padres y hermanos.
- Limite el tiempo del uso de los videojuegos. Es recomendable que no se juegue más 30 a 60 minutos por día, descansando cada 20- 30 minutos.
- Vigile el intercambio de videojuegos entre amigos y los programas que se pueden bajar de Internet.
- En caso de alquiler, como los videojuegos se entregan sin carátulas, hay que disfrutar del juego con los hijos para poder valorarlo, puesto que todas las indicaciones acerca del contenido no se entregan con el juego.