Fiestas anticrisis a la carta

Fiestas de disfraces artesanos, reuniones de trueque y concursos de recetas caseras son algunas modalidades de fiestas alternativas a las tradicionales de Navidad, cuyo coste es muy reducido, pero en las que se asegura la diversión y el ajuste presupuestario
1 diciembre de 2012
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Fiestas anticrisis a la carta

Hay quien encara la Navidad sinreparar en gastos, pero en el actual contexto de crisis económica la mayoría de ciudadanos no pueden permitirse festejar estas fechas por todo lo alto. Con una tasa de desempleo que roza los seis millones de ciudadanos, lo que está de moda en España -por imperiosa necesidad- son las fiestas anticrisis. Encuentros divertidos donde el gasto se ajusto para adaptarse a los bolsillos más austeros. Para participar en este tipo de eventos de escaso presupuesto no hay que ser especialmente “fiestero”: basta con tener espíritu de diversión y ganas de hacer maravillas con esos pocos euros de los que se dispone. Este tipo de encuentros demuestran que el ingenio puede ganar a la economía y la imaginación a la austeridad. Para los que nunca se hayan animado a organizar este tipo de encuentros o necesiten ideas nuevas, he aquí cinco sugerencias anticrisis para celebraciones navideñas que se pueden poner en práctica en momentos de ajuste económico como este.

  • Fiesta “clásica”, pero “low cost”: es la fiesta casera de toda la vida, recomendada para hacer en Nochevieja y Año Nuevo. Amigo invita a amigos a su casa. El anfitrión se encarga de comprar un pequeño abanico de comida y bebida. Para ajustar el presupuesto y ayudarle a salir airoso sin que sienta un agujero en su cartera, es aconsejable tirar de marcas blancas a la hora de preparar el menú o aperitivo. Recurrir a productos de la cesta básica de la compra, como pollo, arroz, jamón de york y queso puede ser de gran ayuda, al igual que contar con productos de temporada (más baratos que en cualquier otra época del año). Siempre se pueden adornar los platos con condimentos peculiares y de bajo coste, como aceitunas, orégano, o fideos de colores, en el caso de los postres.
  • Fiestas “compartimos crisis”: esta opción se ajusta más al perfil de fiesta anticrisis que la anterior y resulta apropiada para familias numerosas o grandes grupos de gente. En esencia, se trata de ir cambiando de anfitrión durante las fiestas, de manera que todos compartan la responsabilidad y el gasto de organizar una fiesta, pero ninguno cargue con el peso de tener siempre invitados en casa. Una idea original y socorrida es fijar en el calendario una fecha señalada, por ejemplo el último fin de semana del mes, si son amigos, o Nochebuena, si es una reunión familiar, en la que todos se juntarán en la casa de uno de ellos. Esto se hará de forma rotativa: es decir, se cambiará de casa de forma mensual. Para abaratar los encuentros, una buena idea es que cada invitado lleve un plato de comida hecho por él mismo. Será una forma original de comprobar las habilidades culinarias de cada uno de los convidados y puede dar motivo para divertidas charlas en el seno de la reunión.
  • Fiestas “padres unidos”: si se tienen niños, el “chip” de las fiestas cambia por completo y los niños y sus necesidades se convierten en protagonistas. Lo cierto es que la celebración de las navidades con los pequeños puede ser muy divertida, pero no es difícil que provoque un auténtico roto en el presupuesto mensual. Una buena alternativa puede ser ponerse de acuerdo con otros padres de amigos o compañeros de clase durante las fiestas navideñas y organizar pequeñas celebraciones en las distintas casas, de manera que se compartan los gastos. Como es normal, los pequeños pasarán con sus familias los días más señalados de Navidad, sin embargo, se pueden hacer otras fiestas alternativas durante las dos semanas festivas que disfrutarán. Estos encuentros pueden ser temáticos y adoptar motivos de moda entre los niños, como el día de Dora Exploradora o la tarde de Pepa Pig.
  • Fiesta “entre euros anda el juego”: cuando la economía ahoga, pero no se quieren dejar de lado las relaciones sociales, proponer fiestas con un componente de competición puede ser una alternativa innovadora. Por ejemplo, una fiesta en la que gane el invitado que haya cocinado el plato más sorprente y de menor presupuesto. Las facturas o tickets de caja pueden servir como garantía de lo que ha costado el plato y el premio puede consistir en acudir con las manos vacías al próximo evento que organice el grupo. Además, se puede elaborar un cartel con fotos de los participantes en el que se apunten los logros de cada uno de ellos. Servirá como divertido recordatorio de las fiestas del grupo.
  • Fiesta “del trueque”: otra innovadora forma de montar un encuentro con amigos y familiares y, además, ayudar un poco a salir del bache actual es crear la fiesta del “trueque” en la que cada uno puede llevar objetos de segunda mano que no use para cambiarlos por otros. La temática puede especificarse un poco más. Por ejemplo, en Estados Unidos se llevan mucho las “Fashion Swap Party” en las que se intercambian ropa y complementos. Pero la idea se puede extender a cualquier campo: intercambio de recetas, de libros, de complementos, de ropa de niño y accesorios de bebé, de ideas de artesanía… El objetivo es disfrutar, maximizando los recursos de los que se dispone para no dejarse amedrantar por la crisis.