Descongelar alimentos de forma segura
¡Hasta un niño podría hacerlo! Desde luego que sí. Las fórmulas para descongelar alimentos son tan variadas que cada uno tiene su preferida. Sin embargo, no todas están exentas de peligro. Si este proceso se hace de forma errónea, aumenta el riesgo de exposición a bacterias patógenas. Durante la descongelación, los alimentos deben mantenerse a temperaturas adecuadas, ya que cualquier bacteria que pudiera estar presente antes de la congelación puede multiplicarse con el calor.
Cuando los alimentos están congelados las posibles bacterias que albergan en su interior se mantienen latentes y, con una cocción adecuada, se destruyen. Sin embargo, si la comida no se ha descongelado de forma correcta, el tiempo de cocción recomendado puede no ser suficiente para destruir estas baterias. Por tanto, no descongelar de forma correcta puede causar una intoxicación alimentaria.
Así, si en el momento de cocinar el alimento todavía está un poco congelado, necesitará más tiempo de cocción ya que el exterior podría estar cocido, pero el centro no. Además, debe tenerse en cuenta que los alimentos deben descongelarse siempre por separado, a fin de evitar contaminaciones cruzadas. En los casos en los que no haya tiempo suficiente para descongelar y haya que cocinar los alimentos directamente se debe emplear el doble de tiempo de cocción, especialmente con todo tipo de carnes. Según los expertos en seguridad alimentaria las tres formas de descongelar alimentos de forma más segura son: en la nevera, con agua fría o en el microondas.
Descongelar en la nevera
La descongelación en la nevera requiere una planificación previa, sobre todo para alimentos de gran tamaño, para los que el tiempo de descongelación será mayor que para los pequeños. Unas 24 horas, más o menos. Cuando se coloca el alimento congelado en la nevera, debe verificarse que la temperatura del interior sea de unos 4ºC; si es menor, el producto tardará más tiempo en descongelarse. Es recomendable utilizar un plato para evitar que los jugos de unos platos goteen sobre otros.
Cuando el alimento ya se ha descongelado, debe prepararse y ser consumico de forma inmediata para prevenir el crecimiento de bacterias. El alimento podría volver a congelarse siempre y cuando no se supere el plazo de tiempo en el que debería haberse comido. Por ejemplo, la carne picada, los mariscos y las aves pueden consumirse hasta uno o dos días después de haberse descongelado, y la carne de cordero, de cerdo o de res hasta tres y cinco días tras la descongelación. El pescado es uno de los alimentos para los que más se recomienda utilizar la nevera para descongelar. Aunque es el método más lento, es uno de los más seguros.
En agua fría
Esta forma de descongelación es más rápida que la anterior, pero necesita que se preste más atención. Los alimentos deben estar envueltos o envasados de forma hermética para evitar que sus tejidos absorban agua y, por tanto, se reduzca su calidad, y para prevenir la contaminación de las posibles bacterias que pudieran albergar. El alimento se sumerge bien cerrado en agua fría, y esta se cambia cada cierto tiempo (unos 30 minutos) para que continúe la descongelación.
Los paquetes de menos de un kilo pueden tardar una hora en descongelarse, mientras que los más grandes, de uno o más kilos, necesitarán más tiempo, al menos dos horas.
Si por algún motivo no se cocinan de forma inmediata y se desea congelarlos de nuevo, los alimentos descongelados mediante este proceso deberán cocinarse primero.
En el microondas
Es otra opción muy rápida pero deben tomarse precauciones para evitar que se cocinen solo los extremos de los alimentos mientras que el centro queda congelado. Tras seleccionar la opción de descongelación del microondas, se introduce el alimento de manera que quede espacio entre este y el interior del electrodoméstico y el aire caliente pueda circular sin problemas. Puede ayudar también cortar los alimentos en trozos pequeños (si es posible) para que la descongelación sea más uniforme. Además, puede girarse el alimento varias veces mientras dura el proceso. Una vez descongelado, debe cocinarse de forma inmediata.
Principales errores detectados en el proceso de descongelación
- No deben descongelarse los alimentos a temperatura ambiente o en agua caliente. El riesgo de contaminación es mucho mayor (el crecimiento de bacterias se produce sobre todo entre los 4º C y los 60º C).
- Una vez descongelados, los alimentos no deben volver a congelarse a menos que se cocinen a más de 70º C durante al menos dos minutos.
- Debe evitarse el contacto directo entre alimentos que se vayan a descongelar con otros que ya estén cocinados para evitar contaminaciones cruzadas.
- Conviene comprobar el estado del congelador, que no se formen capas gruesas de hielo en sus paredes o cristales de hielo en los envases.
Las temperaturas de congelación no destruyen los microorganismos que deterioran los alimentos y causan las toxiinfecciones alimentarias, sino que detienen su crecimiento y desarrollo (dependiendo del tipo de microorganismo y de las condiciones ambientales). Tampoco eliminan las enzimas -sustancias químicas que degradan progresivamente los alimentos-, simplemente detienen su actividad. Así, cuando cesa el frío intenso, a temperaturas intermedias (desde la descongelación al cocinado), los microorganismos comienzan a multiplicarse rápidamente, y los procesos de deterioro de los alimentos vuelven a reactivarse.
Si en ese momento, en vez de consumir el alimento se recongela de nuevo, pondremos en riesgo su seguridad, ya que albergará un mayor número de microorganismos, que se volverán a desarrollar la próxima vez que se descongele. Existe una excepción a salvo de riesgos: recongelar un alimento cocinado que ya había estado congelado en crudo.