ITV o Inspección Técnica del Vehículo

Cita ineludible

Si un vehículo circula sin superar la ITV, su titular se expone a una multa de hasta 1.500 euros
1 abril de 2004

Cita ineludible

Un total de 7,4 millones de turismos en España pasaron en 2003 a su revisión anual, la Inspección Técnica del Vehículo (ITV). De acuerdo al Real Decreto del 24 de septiembre de 1985 número 1987/1985, vigente desde 1987, los automóviles con más de cuatro años de antigüedad -cinco para motocicletas y seis para caravanas- y de matriculación española deben superar las revisiones periódicas en las estaciones habilitadas específicamente para ello por las comunidades autónomas.

Si un vehículo circula sin pasar la ITV, su titular se expone a una multa de hasta 1.500 euros

Este chequeo, dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, tiene tres objetivos: asegurar que los vehículos en circulación mantengan unas condiciones de seguridad por encima de los mínimos exigidos, reducir el riesgo de accidentes por causas técnicas y proteger el medio ambiente a través de la reducción de las emisiones de los gases de escape. Finalizado el examen, se emite un informe.

Examen obligatorio

El dictamen puede ser favorable, desfavorable o negativo. Si es favorable, el conductor, tras abonar una media de 34 euros, puede circular con su coche con la seguridad de que funciona correctamente. Deberá colocar la pegatina que le entreguen -en la que figura la fecha de la última ITV- en una parte visible del coche. Por el contrario, si el vehículo ha superado el examen sólo a medias y el resultado es desfavorable -el 22,6% de los automóviles que visitaron la ITV obtuvieron esta nota en 2003-, se concede a su propietario un plazo no superior a dos meses para que realice los arreglos pertinentes.

Durante ese tiempo sólo podrá utilizar el automóvil para acudir al taller y volver a la ITV, quedando inutilizado para circular libremente por la vía pública. Finalmente, si en el informe figura un resultado negativo, el vehículo permanecerá temporalmente en el lugar donde se realiza la inspección hasta que una grúa lo traslade a un taller mecánico. Una vez allí, el automóvil deberá ponerse a punto de acuerdo a las anotaciones realizadas por los técnicos.

¿Qué ocurre si no estamos de acuerdo con el resultado de la ITV? Poco se puede hacer en ese caso: si el propietario del vehículo se niega a realizar los arreglos o cambios que los técnicos de la ITV le exigen, el vehículo podrá ser dado de baja de la circulación en ese mismo momento. En principio, no existe la posibilidad de reclamar contra estos resultados y pedir a otra estación una nueva revisión. En teoría sólo se puede hacer si lo autoriza expresamente el órgano competente de la comunidad donde se realizó la inspección, en la práctica es una situación que apenas ocurre.

Cuándo acudir a la cita

La primera vez que un vehículo ha de pasar la ITV su propietario debe tomar la iniciativa: habrá informarse sobre cuándo le corresponde y sobre los talleres homologados a los que puede acudir.

La primera ITV de los coches es a los cuatro años de su compra

En la página web www.aeca-ITV.com se puede encontrar toda la información necesaria. Para posteriores revisiones el taller al que fuimos tomará la iniciativa de recordarnos mediante carta que llegó el momento de presentar de nuevo el vehículo a la ITV.

Automóviles. Están obligados a pasar la primera ITV los vehículos de uso privado que tengan cuatro años de antigüedad. A partir de ese momento, la visita obligatoria deberá repetirse cada dos años hasta que cumpla los diez años. Después la revisión será anual.

Motocicletas. La ley regula que las motocicletas deben pasar la primera ITV cuando superen los cinco años de antigüedad. A partir de este momento su examen se llevará a cabo cada dos años.

Caravanas. La Dirección General de Tráfico estima que la primera ITV debe realizarse a los seis años y que a partir de ese momento, las próximas revisiones serán bienales.

Multa para coches sin ITV superada

Más de dos millones de turismos, cerca del 25% del parqué automovilístico, eluden las revisiones que periódicamente están obligados a superar, según el último informe elaborado por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), patronal que reúne a las 42 empresas que gestionan los 221 centros de ITV que existen en España. Normalmente son coches de particulares que superan los 10 años de antigüedad y que no cumplen los requisitos establecidos. En estos casos, el usuario dispone de dos opciones: acudir al taller para realizar las mejoras requeridas o dar de baja el coche.

Si las autoridades policiales sorprenden al propietario de un vehículo sin la pegatina de la ITV o con ella caducada, las consecuencias son las siguientes:

  • Intervención del permiso de conducir. Habrá un plazo de diez días para pasar el examen favorablemente.
  • Pago de una multa. La Ley de Tráfico prevé sanciones de entre 94 y 1.503 euros por circular sin haber pasado la ITV.

Precios y liberalización del sector

La liberalización de este sector, cuya facturación en España con las revisiones realizadas el pasado año alcanzó 250 millones de euros, se aprobó hace tres años con el objetivo de hacer bajar los precios y mejorar la calidad del servicio.

El pasado mes de enero se cumplió el plazo máximo que el Gobierno había fijado para que las diferentes comunidades autónomas establecieran las fechas del proceso. Sin embargo, éstas se retrasarán hasta llegar al año 2010, puesto que la mayoría de las concesiones aún estarán vigentes para esa fecha. Según la norma, cualquier taller podría realizar las inspecciones obligatorias, de esta manera se cumpliría con el objetivo de hacer bajar los precios y mejorar la calidad del servicio.

No obstante, la patronal AECA-ITV y las asociaciones de empresarios y conductores no ven con buenos ojos la liberalización del mercado. Consideran que el paso de las concesiones hacia un sistema de autorizaciones no se traducirá en una bajada de precios, ni mejora de claridad. Por el contrario, provocará efectos secundarios negativos, como que las zonas menos desarrolladas económicamente se queden sin este servicio y los automovilistas deban desplazarse a otras comunidades.

Puntos flacos

Antes de acudir a uno de estos centros de inspección, podemos asegurarnos el visto bueno oficial llevando el coche a un taller para cerciorarnos de que se encuentra en óptimas condiciones. Es lo que muchos llaman la pre-ITV. Esta son las partes del vehículo que obligatoriamente revisarán los técnicos encargados de realizar la ITV:

  • Documentación. El primer paso es comprobar que la marca del coche, su número de bastidor y matrícula coinciden con los datos que aparecen en el permiso de conducir y la tarjeta de inspección técnica entregada por el titular. Será requisito imprescindible para proceder a la inspección que todos los documentos sean originales.
  • Carrocería. Abolladuras, bajos y el bastidor.
  • Acondicionamiento exterior. Espejos retrovisores, lunas y mantenimiento de la placa de matrícula.
  • Acondicionamiento interior. Funcionamiento de puertas, ventanillas, mecanismos de cierre, cinturones de seguridad y limpiaparabrisas.
  • Señalización y alumbrado. Luces de cruce, luz de freno, intermitentes y luces largas.
  • Dirección.
  • Motor. Nivel de ruido, emisión de monóxido de carbono y grado de contaminación.
  • Catalizador. Uno de los motivos más frecuentes de rechazo en las inspecciones es el de las emisiones excesivas. No es que los automóviles contaminen más que antes, sino que los controles que se realizan son más estrictos ahora. En realidad, lo que se hace es aplicar la normativa en vigor, mientras que antes se era mucho más permisivo en este aspecto. Tal y como exige la directiva europea sobre este tema, el nivel de contaminación de estos coches debe ser muy bajo.