Aceite de cocina y medicamentos: los residuos que menos se separan en casa
El principal amigo y enemigo del planeta somos nosotros mismos. Cada europeo genera 513 kilos de basura al año y solo se recicla el 24%. Y en España, la situación es aún peor: 547 kilos per cápita de los que apenas se recicla el 15%.
EROSKI CONSUMER ha querido conocer la intención o la percepción que los encuestados decían tener sobre sus propios hábitos de reciclaje, así como su nivel de conciencia ambiental. Para ello, entrevistó a un total de 1.000 personas mayores de 20 años en 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco. La conclusión principal de la encuesta es que no todos los residuos se separan en casa en igual proporción y aún queda una causa pendiente con los aceites de cocina y los medicamentos. Los valencianos destacan negativamente como los encuestados con peores niveles de reciclaje. El argumento más utilizado para justificar esta mala costumbre es que en su zona no hay un servicio de recogida de este tipo de residuos.
Además, un 96% de los entrevistados cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio. Este es el sistema mayoritariamente implantado a diferencia de los contenedores soterrados (disfrutan de él un 8% de los entrevistados), el Puerta a Puerta o PaP (un 4%) y de la recogida neumática (un 2%). Además, solo un 4% consideraba que tenía un punto limpio cerca de su domicilio. En este sentido, es importante destacar que en el caso del PaP, quienes dicen contar con este sistema no se refieren al genuino (aquel en el que el servicio municipal pasa por cada hogar un día y horario concreto para retirar las diversas fracciones de residuos), sino a la recogida de residuos voluminosos. Y es que son pocas las localidades españolas que cuentan con un sistema PaP genuino y se encuentran en Cataluña, Asturias, Mallorca, Gipuzkoa y algunos barrios en Valencia. Así, el perfil de las persona que se preocupa más por sus hábitos de reciclaje es el de una mujer de 55 años o más. Sin embargo, ello no significa que lo hagan correctamente. Son los encuestados más jóvenes quienes generalmente depositan su basura en el contenedor oportuno.
- Muestra: los 1.000 hogares se componían en una de cada tres ocasiones de dos personas y en una de cada cuatro respectivamente, de tres y cuatro miembros. Solo un 12% de los entrevistados vivía solo/a.
- Método: encuesta telefónica.
- Perfil: una de cada dos entrevistados era mujer y la edad media de entrevistado ascendía a 49 años.
- Expertos: siete expertos en materia de residuos colaboraron en el análisis de la información. Desde la administración aportaron información en el área de gestión de residuos del Ayuntamiento de Vitoria, capital española con el título de European Green Capital 2012. Desde la gestión de residuos en España, colaboraron Ecovidrio, Ecoembes y SIGRE, así como un gestor autorizado de residuos no peligrosos sin ánimo de lucro llamada Bioservice. También participaron dos ONG medioambientales, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción.
Aceite de cocina, medicinas y aparatos electrónicos, asignaturas pendientes
Durante nuestra encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos se separan: uno de cada tres encuestados reconoció no hacerlo. Esta proporción aumenta en la Comunidad Valenciana, donde la mitad de los entrevistados allí dijo no separarlos. ¿Los motivos? La supuesta ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos, la incomodidad de almacenarlo y la escasa cantidad de aceite que decían almacenar eran los principales. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Algo parecido ocurre con las medicinas: más de uno de cada cinco de los encuestados confirmó que no lo hace pese a que tirarlas a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorban cultivos o animales. De nuevo, son los valencianos quienes destacan negativamente (uno de cada tres no separa los medicamentos que no le sirven). Por sexos, son los hombres quienes menos separan, uno de cada cuatro no lo hace, frente a una de cada cinco mujeres. Y por edades, las personas con 55 años o más son las más concienciadas (solo un 12% no lleva sus medicamentos al Punto SIGRE frente al 38% de los que tienen entre 20 y 34 años que no lo hacen).
Los aparatos eléctricos y electrónicos tampoco se separan tanto como se debería: uno de cada cinco entrevistados lo confesó así. Valencianos, andaluces y manchegos son los que menos lo hacen. Por sexos, las diferencias son palpables: ellas separan más (80% de las encuestadas) que ellos (75%).
Los motivos que esgrimen para no dividir del resto de la basura este tipo de residuos tienen que ver básicamente porque en su zona no hay un servicio de recogida (se quejan especialmente los baleares y madrileños) o porque no generan suficiente como para reciclar. La chatarra electrónica es un problema cada día mayor. El volumen de este tipo de residuo crece entre un 16% y un 28% cada cinco años, el triple que la basura domiciliaria. Cuando este tipo de aparatos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
Consumidores que reciclan mal | Medicamentos | Textil y calzado | Aceites de cocina | Aparatos eléctricos y electrónicos | Pilas y baterías |
---|---|---|---|---|---|
TOTAL | 18,7% | 16,6% | 12,6% | 12,4% | 10,5% |
Consumidores que reciclan mal | Envases ligeros | Papel y cartón | Vidrio | Residuos orgánicos biodegradables |
---|---|---|---|---|
TOTAL | 9,2% | 7,3% | 6,7% | 2,5% |
BASE: Entrev. utilizan contenedores de superficie o soterrados y/o recogida neumática para separar sus residuos
Más edad, más hábitos de reciclaje
No todos los residuos se separan en los domicilios en igual proporción. Según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, mientras los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio y los envases ligeros se reciclan en más de nueve de cada diez casos; el textil y calzado lo hacen en un 85% y los aparatos eléctricos y electrónicos, los medicamentos y los aceites de cocina entre un 65% y un 77%. Por sexos, normalmente son las mujeres quienes se preocupan más por el reciclaje. En cuanto a la edad, también parece haber distinciones. Por regla general, son los entrevistados con 55 años o más quienes más hábitos de reciclaje tienen y se puede observar claramente a la hora de separar los medicamentos: mientras un 88 de los mayores lo hacen, esta proporción desciende entre los jóvenes de entre 20 y 34 años al 62%.
¿Demasiado optimistas?
Los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años. Aunque también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico y metálicos, y medicamentos; algo más de la mitad decía separar el textil y calzado, y solo en uno de cada cuatro hogares se preocupaban por el aceite de cocina.
Por el contrario, es característico el baile de cifras sobre las tasas de reciclaje(1) en función de la fuente a la que se acceda: por un lado, Ecoembes asegura que la tasa de reciclaje de envases domésticos (tanto procedentes del contenedor amarillo como del contenedor azul) en España alcanza el 68%. Por su parte, un grupo de investigadores de la Universidad Jaume I (UJI) ha evaluado la eficiencia de los cuatro modelos de recogida de residuos urbanos de las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes. Entre los resultados, se revela que en el mejor de los casos se recicla el 45% del papel y el 20% de los envases metálicos o de plástico, unos porcentajes más alejados de los objetivos mínimos legales. Y es que la legislación española plantea reciclar al menos el 60% del papel y cartón que se recoge en los contenedores, el 60% de vidrio, el 50% de los metales y el 22,5% del plástico. Sin embargo, este informe indica que sólo la recogida de vidrio supera el mínimo exigido.
Pocas dificultades
Tanto las ONG medioambientales como los gestores de los residuos consultados por EROSKI CONSUMER coinciden en que los ciudadanos realizan cada vez mejor el ejercicio de separar los residuos y depositarlos en su contenedor correspondiente. Aun así, reconocen que en ocasiones se muestran reticentes a realizar esta actividad.
En la encuesta, solo un 9% de las personas con contenedores de superficie como sistema de recogida tenía dificultades. Mencionaban las siguientes: no hay recipientes cerca de su domicilio, son incómodos porque la abertura es demasiado pequeña, no funcionan los pedales para abrir la tapa o son demasiado altos. Las mayores dificultades decían tenerlas los andaluces y valencianos (un 15% y un 12%, respectivamente, de los encuestados allí), mientras que los más satisfechos eran los madrileños (solo un 4% tenía alguna). Hubo quejas también sobre el sistema implantado: un 10% de los encuestados que utilizaban los contenedores en superficie preferiría otro tipo de sistema: dos de cada tres mencionaba los contenedores soterrados como mejor método de recogida de basura para su zona.
Un 87% de los encuestados considera que separa de forma correcta la basura que genera en su casa. Y es que la teoría es fácil: papel y cartón en el contenedor azul, vidrio en el verde, envases ligeros en el amarillo, etc. Sin embargo, existen otro tipo de residuos que nos generan más de una duda. De ahí que EROSKI CONSUMER propusiese una prueba a las 1.000 personas entrevistadas en las nueve comunidades autónomas. Esta consistía en preguntarles, sin dar ninguna pista, dónde depositarían algunos residuos concretos que generamos día a día en nuestro hogar. Estas fueron sus respuestas:
¿Dónde depositaría…?
- Aceite usado de cocina: nunca debe tirarse por el fregadero. Conviene guardarlo en un bote de plástico y llevarlo a un punto limpio o al contenedor específico de aceite en el caso de que dispongan de este servicio. En la encuesta, un 14% no sabía responder a la pregunta, otro 12% dijo que había que tirarlo por el fregadero y un 1% mencionó erróneamente el contenedor de envases.
- Juguete electrónico con pilas: si el juguete está inservible, en primer lugar hay que quitarle las pilas y llevarlas a un punto limpio. Pero si todavía se puede usar, puede donarse. En la encuesta, la mitad de los entrevistados lo llevarían a un punto limpio y otro 17% lo donaría. Sin embargo, un 21% reconoció que no sabría qué hacer con él y un 7% lo tiraría erróneamente al contenedor de envases.
- Papel de aluminio: Puede depositarse en el contenedor amarillo siempre que no esté muy sucio, pero si contienen residuos orgánicos, deben ir a la basura normal. En la encuesta, EROSKI CONSUMER comprobó que un 37% lo tiraría al contenedor amarillo, un 35% al destinado a residuos orgánicos o a la basura normal y un 4% al punto limpio. Sin embargo, un 15% no sabe dónde tirarlo y otro 4% lo tiraría en el contenedor incorrecto.
- CD viejo: Suelen recoger este tipo de residuo en muchas tiendas de informática, pero también pueden llevarse al punto limpio. Nunca deben tirarse en el contenedor amarillo, pero en la encuesta, uno de cada cinco entrevistados lo tiraría allí. Es más, un 37% reconoció no saber dónde depositarlo.
- Bombilla de bajo consumo: Son muy contaminantes, así que deben llevarse a un punto limpio. Sin embargo, solo uno de cada tres encuestados lo haría de la forma correcta. El resto lo depositaría erróneamente en un contenedor destinado a otro tipo de residuos (un 57%) o no sabría dónde dejarlo (un 15%).
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales coinciden en que los ciudadanos son ahora más concientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer.
EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental. En este sentido, el 93% de los encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública.
Además, el 88% de los encuestados piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto. Por comunidades, son más conscientes de ello en Andalucía, con la mayor proporción de personas de acuerdo con esta afirmación (94%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche. En definitiva, hay que recordar que un consumo sostenible debe basarse en la reducción y la prevención de los residuos, así como en la reutilización más que en el reciclaje. Separar los residuos que generamos es una actividad a la que la mayoría está acostumbrada. De hecho, la mayoría de los entrevistados está en desacuerdo con la idea de que separar la basura en casa no sirve de nada. Por edades, son las personas de entre 20 y 34 años los que en mayor proporción piensan que esta afirmación es correcta: mientras un 14% de los jóvenes encuestados de entre 20 y 34 años opinan que separar no sirve de nada, solo un 4% de las personas de entre 35 y 54 años lo creen y un 7% de los que tienen 55 o más años.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños. En este sentido, tres de cada cuatro entrevistados considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión. Además, un 84% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos.
En la actualidad, existe un fuerte debate sobre la mejor forma de recoger las basuras domésticas. Para el Ayuntamiento de Vitoria, ciudad española con el título de European Green Capital 2012 (capital verde europea), no existe el mejor sistema, ya que asegura que su buen funcionamiento depende de muchos factores, entre ellos, del ciudadano.
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea para más de la mitad de los encuestados.
Las 9 comunidades, una a una
- Andalucía
- Castilla la Mancha
- Cataluña
- Comunidad Valenciana
- Galicia
- Islas Baleares
- Madrid
- Navarra
- País Vasco
Andalucía
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 91% de los andaluces encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En Andalucía, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, el 51% eran mujeres con una edad media de 48 años. El 94% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en Andalucía: uno de cada tres reconoció no hacerlo. De hecho, esta proporción es similar a la media del estudio, un 35%. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan uno mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos.
En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Además, uno de cada cuatro de los encuestados andaluces confirmó que no separa en su domicilio los aparatos eléctricos y electrónicos. El motivo principal que esgrimen para no hacerlo es que no se ha dado el caso. La chatarra electrónica es un problema cada día mayor. El volumen de este tipo de residuo crece entre un 16% y un 28% cada cinco años, el triple que la basura domiciliaria. Cuando este tipo de aparatos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
Algo parecido ocurre con las medicinas: más de uno de cada cinco de los encuestados andaluces confirmó que no las separa en casa pese a que tirarlas a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorben cultivos o animales. En este caso, la proporción media del estudio es similar, un 23%. Asimismo, la razón principal que esgrimen para no separarlas es porque no generan suficientes.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros y las pilas y baterías los reciclan entre un 89% y un 96% de las personas consultadas en Andalucía (cerca de las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases ligeros, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 94% de los andaluces encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era del 93%). Además, el 94% de los andaluces que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (por encima de la media nacional, un 88%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, un 88% de los entrevistados en Andalucía considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (la proporción nacional es de tres de cada cuatro). Además, un 91% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (superior a la media del estudio, un 84%).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea para casi la mitad de los encuestados en Andalucía (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
Castilla la Mancha
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 88% de los manchegos encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En Castilla La Mancha, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, poco más del 50% eran hombres con una edad media de 48 años. El 87% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aparatos eléctricos y electrónicos son los que menos separan los entrevistados en Castilla La Mancha: cerca de uno de cada cuatro reconoció no hacerlo. Aun así, esta proporción es similar a la media del estudio, un 23%. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no los separan? Mencionan dos mayoritariamente: no generan suficientes y por la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos.
La chatarra electrónica es un problema cada día mayor. El volumen de este tipo de residuo crece entre un 16% y un 28% cada cinco años, el triple que la basura domiciliaria. Cuando este tipo de aparatos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
Además, más de uno de cada cinco de los encuestados manchegos confirmó que no separa el aceite de cocina (muy por debajo de la media del estudio, un 35%). El motivo principal que esgrimen para no hacerlo tiene que ver básicamente porque en su zona no hay un servicio de recogida. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Algo parecido ocurre con las medicinas: uno de cada seis de los encuestados manchegos confirmó que no las separa pese a que tirarlas a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorban cultivos o animales. En este caso, la proporción media del estudio es superior, un 23%. Asimismo, la razón principal que esgrimen para no separarlos es porque no generan suficientes.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros, las pilas y baterías, y el textil y calzado los reciclan más de nueve de cada diez personas consultadas en Castilla La Mancha (por encima de las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 98% de los manchegos encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era también del 93%). Además, el 92% de los manchegos que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (por encima de la media nacional). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, siete de cada diez entrevistados en Castilla La Mancha considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (la proporción nacional es de tres de cada cuatro). Además, un 88% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (superior a la media del estudio, un 84%).
Cataluña
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 82% de los catalanes encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En Cataluña, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, el 51% eran mujeres con una edad media de 49 años. El 92% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en Cataluña: uno de cada cuatro reconoció no hacerlo. Aun así, esta proporción es menor que la media del estudio, uno de cada tres. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan dos mayoritariamente: porque es incómodo almacenarlo en casa y también por la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Algo parecido ocurre con las medicinas: cerca de uno de cada cuatro de los encuestados catalanes confirmó que no las separa en su hogar pese a que tirarlas a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorban cultivos o animales. En este caso, la proporción media del estudio es similar, un 23%. Asimismo, la razón principal que esgrimen para no separarlos es porque no generan suficientes.
El textil y el calzado tampoco lo separan uno de cada cinco entrevistados en Cataluña, una proporción que supera la media del estudio, de un 15%. El motivo principal es que es incómodo almacenarlo en casa. En España, cada persona consume al año entre 7 y 10 kilos de ropa o de residuo textil, sin tener en cuenta la cantidad que genera la industria del textil. Una vez se desechan, los canales para dar salida a este tipo de productos son: tiendas y mercados de segunda mano, venta al por mayor, exportación a otros países o donaciones a través de servicios sociales, fundaciones, etc.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros y las pilas y baterías se reciclan en más de nueve de cada diez casos consultados en Cataluña (muy similar a las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 88% de los catalanes encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era del 93%). Además, el 84% de los catalanes que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (similar a la media nacional). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, dos de cada tres entrevistados en Cataluña considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (la proporción nacional es de tres de cada cuatro). Además, un 82% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (muy parecido a la media del estudio).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea para más tres de cada cinco encuestados en Cataluña (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
Comunidad Valenciana
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 81% de los valencianos encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En la Comunidad Valenciana, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, el 51% eran mujeres con una edad media de 51 años. El 99% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en la Comunidad Valenciana: más de la mitad reconoció no hacerlo. Esta proporción es muy superior a la media del estudio, un 35%. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan uno mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Algo parecido ocurre con las medicinas y los aparatos eléctricos y electrónicos: en ambos casos, uno de cada tres de los encuestados valencianos confirmó que no separa este tipo de residuos (una proporción superior a la media nacional, un 23%). Indican que no lo hacen por dos motivos principales: no creen que sirva de nada y por la falta de un servicio de recogida en la zona.
Sin embargo, es importante destacar que tirar los medicamentos a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorban cultivos o animales. Asimismo, cuando los aparatos eléctricos y electrónicos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, y el vidrio los reciclan más de ocho de cada diez personas consultadas en la Comunidad Valenciana (aun así, proporciones inferiores a las nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 89% de los valencianos encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era del 93%). Además, el 85% de los valencianos que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (por debajo de la media nacional, un 88%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, un 74% de los entrevistados en la Comunidad Valenciana considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (similar a la proporción nacional). Además, un 81% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (inferior a la media del estudio, un 84%).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea el 62% de los encuestados en la Comunidad Valenciana (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
Galicia
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 84% de los gallegos encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En Galicia, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, el 52% eran mujeres con una edad media de 52 años. El 96% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en Galicia: cerca de la mitad reconoció no hacerlo. De hecho, esta proporción es mayor que la media del estudio, uno de cada tres. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan uno mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Además, más de uno de cada cinco de los encuestados gallegos confirmó que no separa en casa los aparatos eléctricos y electrónicos. El motivo principal que esgrimen para no hacerlo tiene que ver básicamente porque en su zona no hay un servicio de recogida. La chatarra electrónica es un problema cada día mayor. El volumen de este tipo de residuo crece entre un 16% y un 28% cada cinco años, el triple que la basura domiciliaria. Cuando este tipo de aparatos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
Algo parecido ocurre con las medicinas: uno de cada cinco de los encuestados gallegos confirmó que no las separa en su domicilio pese a que tirarlas a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorban cultivos o animales. En este caso, la proporción media del estudio es similar, un 23%. Asimismo, la razón principal que esgrimen para no separarlos es porque no utilizan medicamentos muy habitualmente.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros y las pilas y baterías los reciclan entre un 82% y un 96% de las personas consultadas en Galicia (cerca de las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 93% de los gallegos encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era también del 93%). Además, el 91% de los gallegos que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (por encima de la media nacional). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, más de tres de cada cinco entrevistados en Galicia considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (la proporción nacional es de tres de cada cuatro). Además, un 84% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (muy parecido a la media del estudio).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea para siete de cada diez encuestados en Galicia (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
Islas Baleares
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 81% de los baleares encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En Islas Baleares, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, más del 50% eran mujeres con una edad media de 47 años. El 94% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en Islas Baleares: casi dos de cada cinco reconoció no hacerlo. Aun así, esta proporción es superior a la media del estudio, un 35%. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan uno mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Algo parecido ocurre con las medicinas: más de uno de cada cuatro de los encuestados baleares confirmó que no las separa en su domicilio pese a que tirarlas a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorban cultivos o animales. En este caso, la proporción media del estudio es inferior, un 23%. Asimismo, las razones principales que esgrimen para no separarlos son la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos y el no generar suficientes.
El textil y el calzado tampoco lo separan más de uno de cada cinco entrevistados en Islas Baleares, una proporción que supera la media del estudio, de un 15%. El motivo principal que apuntan es, de nuevo, la falta de un servicio de recogida en su zona. En España, cada persona consume al año entre 7 y 10 kilos de ropa o de residuo textil, sin tener en cuenta la cantidad que genera la industria del textil. Una vez se desechan, los canales para dar salida a este tipo de productos son: tiendas y mercados de segunda mano, venta al por mayor, exportación a otros países o donaciones a través de servicios sociales, fundaciones, etc.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, y los envases ligeros los reciclan poco más de nueve de cada diez personas consultadas en Islas Baleares (cerca de las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 90% de los baleares encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era del 93%). Además, el 91% de los baleares que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (por encima de la media nacional, un 88%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, un 73% de los entrevistados en Islas Baleares considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (similar a la proporción nacional). Además, un 81% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (algo inferior a la media del estudio, un 84%).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea el 56% de los encuestados en Islas Baleares (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
Madrid
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 81% de los madrileños encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En la Comunidad de Madrid, se realizaron un total de 112 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, el 53% eran mujeres con una edad media de 48 años. Todos los entrevistados allí cuentan con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en la Comunidad de Madrid: más de uno de cada tres reconoció no hacerlo. Esta proporción es similar a la media del estudio, un 35%. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan dos mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos y el hecho de no generar suficiente residuo de este tipo. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Algo parecido ocurre con las medicinas y los aparatos eléctricos y electrónicos: en ambos casos, uno de cada seis de los encuestados madrileños confirmó que no separa este tipo de residuos en casa (una proporción inferior a la media nacional, un 23%). Indican que no lo hacen por dos motivos principales: no generan suficiente residuos de medicamentos y por la falta de un servicio de recogida de chatarra electrónica y eléctrica en la zona.
Sin embargo, es importante destacar que tirar los medicamentos a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorben cultivos o animales. Asimismo, cuando los aparatos eléctricos y electrónicos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros, pilas y baterías, y textil y calzado los reciclan más de nueve de cada diez de las personas consultadas en la Comunidad de Madrid (proporciones superiores a las nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 97% de los madrileños encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era del 93%). Además, el 86% de los madrileños que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (cerca de la media nacional, un 88%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, un 74% de los entrevistados en la Comunidad de Madrid considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (similar a la proporción nacional). Además, un 81% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (inferior a la media del estudio, un 84%).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea el 54% de los encuestados en la Comunidad de Madrid (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
Navarra
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 88% de los navarros encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En Navarra, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, más del 50% eran mujeres con una edad media de 50 años. El 97% de los entrevistados allí cuentan con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan en casa los entrevistados en Navarra: uno de cada cuatro reconoció no hacerlo. Aun así, esta proporción es inferior a la media del estudio, uno de cada tres. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan dos mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos y que no generan lo suficiente. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Además, un 17% de los encuestados navarros confirmó que no separa en su domicilio los medicamentos (en el resto del estudio la proporción era de un 23%) a pesar de que tirarlos a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y que sus principios activos los absorben cultivos o animales. El motivo principal que esgrimen para no hacerlo tiene que ver básicamente porque no generan suficientes residuos de este tipo.
Algo parecido ocurre con los aparatos eléctricos o electrónicos: un 14% de los encuestados navarros confirmó que no los separa en casa (en este caso, la proporción media del estudio es también superior, un 23%). Asimismo, la razón principal que esgrimen para no separarlos es porque no generan suficientes.
La chatarra electrónica es un problema cada día mayor. El volumen de este tipo de residuo crece entre un 16% y un 28% cada cinco años, el triple que la basura domiciliaria. Cuando este tipo de aparatos se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque contienen bromo, cadmio, fósforo o mercurio, muy dañinas para la salud y para el medio ambiente.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros, las pilas y baterías los reciclan más de nueve de cada diez de las personas consultadas en Navarra (mejor que las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 98% de los navarros encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era también del 93%). Además, el 91% de los navarros que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (superior a la media nacional, un 88%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, cuatro de cada cinco entrevistados en Navarra considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (la proporción nacional es de tres de cada cuatro). Además, un 88% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (muy parecido a la media del estudio).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea para un 57% de los encuestados en Navarra (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).
País Vasco
Reciclaje de residuos y conciencia ambiental: encuesta a 1.000 personas
El 81% de los vascos encuestados considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos
En el País Vasco, se realizaron un total de 111 entrevistas telefónicas a personas mayores de 20 años. De ellas, el 52% eran mujeres con una edad media de 51 años. El 97% de los entrevistados allí cuenta con contenedores de superficie cerca de su domicilio, el sistema mayoritariamente implantado también en el resto de comunidades del estudio, a diferencia de los contenedores soterrados, el Puerta a Puerta o PaP y de la recogida neumática.
Durante la encuesta, pocos confesaron no separar habitualmente los residuos que generan en su domicilio. Por fracciones, los aceites de cocina son los que menos separan los entrevistados en el País Vasco: cerca de uno de cada cuatro reconoció no hacerlo. Aun así, esta proporción es menor que la media del estudio, uno de cada tres. ¿Y cuáles son los motivos por los cuales estas personas no lo separan? Mencionan uno mayoritariamente: la ausencia de un servicio de recogida de este tipo de residuos. En España, se calcula que cada consumidor genera al año unos cuatro litros de aceite doméstico usado y en total, se mueven 180 millones de litros de aceite vegetal usado anuales. Más de la mitad termina en las alcantarillas y contamina ríos y suelos.
Además, uno de cada siete vascos encuestados reconoce no separar en casa los aparatos eléctricos y electrónicos, las medicinas y el textil y el calzado, por debajo de la media nacional. En el primer caso, aseguran que no lo hacen porque no generan suficiente chatarra electrónica y eléctrica, mientras que en los dos últimos, argumentan que no hay en su zona un servicio de recogida.
Con todo, es importante saber que cada familia española consume 567 millones de kilos anuales de nuevos aparatos eléctricos y electrónicos de todo tipo. Cuando se desechan, se convierten en residuos muy contaminantes porque la mayoría contiene sustancias como el bromo, cadmio, fósforo o mercurio que son dañinos para la salud y para el medio ambiente. Asimismo, tirar los medicamentos a la basura o al desagüe genera contaminación de ríos y los cultivos y animales absorben sus principios. En cuanto al textil y el calzado, cada español consume al año entre 7 y 10 kilos de ropa o de residuo textil, sin tener en cuenta la cantidad que genera la industria del textil. Una vez se desechan, los canales para dar salida a este tipo de productos son: tiendas y mercados de segunda mano, venta al por mayor, exportación a otros países o donaciones a través de servicios sociales, fundaciones, etc.
¿Demasiado optimistas?
Por otro lado, según los resultados de la encuesta realizada por EROSKI CONSUMER, los residuos orgánicos biodegradables, el papel y cartón, el vidrio, los envases ligeros y las pilas y baterías se reciclan en más de nueve de cada diez casos consultados en el País Vasco (muy similar a las proporciones nacionales).
En este sentido, hay que destacar que si bien los hábitos de reciclaje en nuestro país han mejorado en los últimos años, también es cierto que a la vista de algunos resultados de nuestra encuesta, la percepción de los ciudadanos respecto a los residuos que separan en casa es más optimista que la que muestran los datos oficiales de reciclaje. Así, también en la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 elaborada por el INE, las proporciones son elevadas en algunos tipos de residuos: tres de cada cuatro hogares españoles aseguraron separar el papel, cartón y vidrio para llevarlo a un punto de recogida específico, siete de cada diez lo hacían con las pilas y baterías, envases de plástico, y medicamentos.
Crece la conciencia
Tanto los gestores de residuos como las ONG medioambientales consultados por la revista coinciden en que los ciudadanos son ahora más conscientes de que sus hábitos influyen en la conservación del entorno que les rodea. Pero también apuntan a que aún queda mucho por hacer. EROSKI CONSUMER realizó una serie de afirmaciones para conocer su grado de concienciación ambiental.
En este sentido, el 96% de los vascos encuestados está de acuerdo con que la eliminación ineficaz de los residuos contamina el medioambiente y también con que es un peligro para la salud pública (en la encuesta general esta proporción era del 93%). Además, el 86% de los vascos que contestaron a las preguntas piensa que se generarían menos residuos si no se derrochase tanto (similar a la media nacional, un 88%). Y es que todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se tira a la basura. Para las ONG medioambientales consultados por EROSKI CONSUMER, la tendencia general es que a la hora de hacer la compra, por ejemplo, no nos planteamos el impacto de nuestro consumo sobre el planeta. Por eso, es fundamental consumir racionalmente y evitar el derroche.
Más campañas
En este sentido, los expertos consultados por EROSKI CONSUMER consideran que la labor de sensibilización y prevención continúa siendo fundamental para que cada día se recicle más y mejor. Aseguran que es necesario que los ciudadanos sean conscientes del papel protagonista que juegan en la cadena de reciclado y hacen hincapié en la educación medioambiental de los más pequeños.
En este sentido, tres de cada cinco entrevistados en el País Vasco considera que son necesarias más campañas de información sobre los residuos urbanos y su gestión (la proporción nacional es de tres de cada cuatro). Además, un 81% considera que las instituciones son capaces de mejorar la gestión de los residuos urbanos (muy parecido a la media del estudio, un 84%).
Por último, sancionar a las personas que no separen de forma correcta sus residuos no es buena idea para más siete de cada diez encuestados en el País Vasco (en el estudio nacional, la proporción es de un 58%).