Una de cada cuatro bibliotecas suspende en calidad, debido a carencias en los servicios ofrecidos y en la seguridad
La extensión de las nuevas tecnologías ha obligado a las bibliotecas públicas a trascender su condición de lugar donde sólo se consultan, se preservan y se prestan los libros. Fonotecas, videotecas, salas de ordenadores o conectividad wifi comparten espacio y protagonismo con anaqueles repletos de novelas, ensayos, enciclopedias… Sin embargo, esa transformación no es, ni mucho menos, homogénea. Así lo ha podido comprobar CONSUMER EROSKI, que ha visitado 100 bibliotecas de 18 capitales del país. Sólo una de cada cuatro ofrece salas de estudio para grupos, el 27% carece de zona wifi y las taquillas sólo están disponibles y de forma gratuita en 22 de los 100 centros estudiados. Además, el 40% no está dotada de puestos para visionar archivos de vídeo o de audio. Estas carencias conviven, no obstante, con la buena información y atención ofrecida en estas instalaciones públicas (en el 87% de las visitadas se hallaron carteles claramente visibles con indicaciones sencillas sobre cómo y dónde encontrar las diferentes salas de la biblioteca), las correctas medidas para garantizar la accesibilidad de estos recintos y la excelente limpieza observada en las bibliotecas del estudio (en el 90% de los espacios analizados, los materiales de préstamo y consulta estaban en correcto estado y ordenados en las estanterías).
Una de cada cuatro bibliotecas no logra aprobar el examen de CONSUMER EROSKI, tal y como han comprobado sus técnicos tras realizar una visita como usuarios a mediados de diciembre a 17 bibliotecas universitarias, 14 Bibliotecas Públicas del Estado y 69 bibliotecas municipales o regionales de 18 ciudades: Barcelona, Madrid, Murcia, Bilbao, Málaga, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Alicante, Pamplona, San Sebastián, Vitoria, A Coruña, Córdoba, Valladolid, Cádiz, Granada y Oviedo. Se inspeccionaron las instalaciones para valorar el estado general de cada una de ellas en materia de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, se solicitó información sobre cómo tramitar el carné para conocer, así, el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta. La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas se queda en un ‘aceptable’, que es también la calificación que merecen los apartados de servicios y seguridad de las instalaciones Por su parte, tanto la información como la accesibilidad logran un ‘bien’, y destacan la limpieza y el mantenimiento de las bibliotecas, con un ‘muy bien’. Por ciudades, las mejores fueron las visitadas en Bilbao, que reciben un ‘muy bien’, seguidas de las de A Coruña, Barcelona, Córdoba, Granada, Madrid, Murcia, San Sebastián y Vitoria, con un ‘bien’. En ‘aceptable’ se quedan las bibliotecas analizadas en Cádiz, Málaga, Oviedo, Sevilla, Valencia y Valladolid. Los suspensos, aunque con un ‘regular’, fueron a parar a las examinadas en Alicante, Pamplona y Zaragoza.
Los tradicionales lugares de consulta y préstamo de libros han evolucionado para convertirse en modernos centros de información, cultura y educación con puntos de auto-préstamo, salas de exposiciones y consulta de Internet, aunque persisten carencias en su dotación que justifican el pobre ‘aceptable’ que han obtenido de nota media las 100 bibliotecas estudiadas. En una de cada cuatro no se encontraron salas de estudio personal y sólo tres de cada diez ofrecían salas de estudio para grupos. Además, el 27% de las bibliotecas carecía de zona wifi, el 17% no contaba con salas de ordenadores con acceso a Internet y sólo el 22% de ellas disponía de puntos de auto-préstamo, así como de servicio gratuito de taquillas a los usuarios. Además, otro servicio muy útil, el de fotocopistería, se encontró sólo en dos de cada tres bibliotecas. En el 40% no se hallaron puestos para visionar archivos de vídeo o de audio. Sin embargo, ocho de cada diez sí contaban con videoteca, fonoteca o hemeroteca.
En cuanto a la tramitación del carné de usuario de las bibliotecas, se constató que en 99 de los 100 centros comparados la tarjeta de identificación era gratuita. Sin embargo, sólo en la mitad de los centros el carné se entregaba en el momento. En dos de cada tres bibliotecas no es necesario renovar ese documento (entre las que sí lo solicitan, lo más común es que el periodo de validez sea de cinco años). Ya con el carné en la mano, el usuario puede, entre otras posibilidades, reservar unos minutos para navegar en Internet en los puntos habilitados para ello. Así ocurre en casi la mitad de las bibliotecas que contaban con esta opción. También se pueden reservar las salas de trabajo en grupo, aunque sólo ocurría en cuatro de las 30 que disponían de este servicio.
El préstamo es uno de los principales cometidos de las bibliotecas. En todas las visitadas se prestan libros, en el 40% se prestan revistas y en el 6% incluso periódicos. Salvo en una de las estudiadas en Bilbao, era posible obtener al mismo tiempo libros, CD, DVD, periódicos o revistas, aunque en ninguna de las visitadas en Granada, Cádiz y Valencia se permite utilizar fuera del recinto publicaciones periódicas. Los usuarios que visitan las bibliotecas de Barcelona son los que pueden llevarse a casa el mayor número de materiales de una sola vez, una docena (la media se halla entre cinco y seis) por un plazo de 3 semanas (lo más común son 15 días); por el contrario, en la mayoría de las analizadas en Zaragoza esa cantidad se reduce a dos materiales (así era cuando se realizó el estudio, aunque esa cantidad ha aumentado hasta cinco y el plazo de préstamo se ha alargado una semana más). Cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo: Madrid y San Sebastián son las que ofrecen más facilidades en este aspecto (hasta un mes complementario). Una modificación del préstamo que puede hacerse de forma presencial (91%), a través de un correo electrónico (42%), llamando por teléfono y facilitando los datos del carné de usuario (63%) o a través de Internet (un 9%).
Si el libro que desea el usuario no se encuentra en las estanterías de la biblioteca, el centro dispone de un servicio de préstamo interbibliotecario. Ocho de cada diez bibliotecas ofrecen esta posibilidad, lo que no ocurre en la gran mayoría de las examinadas en Madrid y Pamplona. Por otra parte, sólo había que pagar en concepto de traslado de material (entre 1 y 23 euros) en 14 bibliotecas de Alicante, Barcelona, Cádiz, Málaga y Vitoria.
Las bibliotecas también tienen que responder a la demanda creciente de libros en idiomas distintos al castellano o a las lenguas autonómicas. Los usuarios del 92% de los centros visitados cuentan con esta posibilidad, aunque la cantidad y variedad de los títulos difiere mucho de unos centros a otros. La oferta más completa se halló en Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia, San Sebastián, Vitoria, A Coruña y Granada. Los idiomas más comunes son el inglés y el francés, y en menor medida el alemán, italiano y portugués. No obstante, en algunas bibliotecas se pueden encontrar libros escritos en árabe, chino, ruso, rumano, croata o japonés.
Seguridad, horarios y servicios digitales
Seguridad y horarios mejorables
El edificio de la biblioteca debe contar con sistemas que garanticen la seguridad de los usuarios, tal y como lo exige la normativa. Sin embargo, se anotaron carencias en la mayor parte de las instalaciones. En el 75% de ellas no se vieron cámaras de seguridad dentro del edificio y casi en el 70% de las bibliotecas, ni siquiera fuera. Sólo había vigilantes en las entradas de un 28% de las bibliotecas y en una cuarta parte del centenar de edificios visitados no se hallaron salidas de emergencia. Y entre las que contaban con estas salidas, casi la mitad se encontraban cerradas, si bien casi ninguna presentaba obstáculos. En lo positivo, cabe indicar que el 90% de las bibliotecas estaban dotadas con iluminación de emergencia y con extintores en todas sus dependencias. Con todo, se percibió una falta de puertas cortafuegos (en un 76% no la había), bocas de incendio (en un 70% de carecía de ellas), rociadores de agua (en un 62%), mangueras (en un 35%) y detectores de fuego (en un 18%).
De las cien bibliotecas visitadas, sólo abren de manera ininterrumpida (mañana y tarde) los cinco días de la semana las visitadas en Cádiz, A Coruña, Córdoba y Madrid. La gran mayoría cierra sus puertas entre las 19.00 y 22.00 horas, mientras que 37 de los 100 centros cierran el sábado y sólo una abre sus puertas en domingo. Por bibliotecas, una de las dos universitarias de Barcelona permanece en activo unas 87 horas semanales (de 8.00 de la mañana a 1.30 de la madrugada), lo que contrasta con una municipal de Valladolid que sólo abre 12 horas de lunes a domingo y otra de San Sebastián que lo hace 15 horas a la semana.
Nadie puede discutir que las tecnologías de la información forman parte ya de la vida cotidiana, y el conocimiento que atesoran las bibliotecas no puede ser una excepción. Desde hace unos años, instituciones educativas y organismos públicos y privados se preocupan por trasladar obras, artículos y contenidos impresos al formato digital. Los proyectos de bibliotecas digitales se perfilan como uno de los instrumentos que ayudarán a universalizar el conocimiento. Desde 2007, se puede consultar de manera gratuita y a través de Internet todos los fondos de legislación histórica española, desde las Cortes de Cádiz de 1810, custodiados en la biblioteca del Congreso de los Diputados. De esta forma se garantiza su acceso público, su preservación y cuidado, ya que se evita la manipulación física de esos valiosísimos documentos. Pero la intención de unir el conocimiento con las nuevas tecnologías no se queda aquí. La UE pretende crear una biblioteca digital, que en 2010 tendrá seis millones de libros a disposición de todos los ciudadanos. De forma paralela, y desde 2006, UNESCO está trabajando en un proyecto similar, una especie de Biblioteca Digital Mundial. Se pretende crear un depósito en Internet, libre y gratuito, de materiales culturales “frecuentes y únicos” disponibles en múltiples idiomas.
La digitalización es el segundo paso, tras la introducción de las nuevas tecnologías en la gestión y funcionamiento de las bibliotecas públicas, un fenómeno reciente. Así lo muestra el informe Las Bibliotecas Públicas en España. Dinámicas 2001-2005 de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Hace cuatro años, sólo uno de cada dos puntos de servicio de las bibliotecas públicas usaban estas herramientas para la catalogación de sus fondos bibliográficos; apenas el 37% disponía de un catálogo automatizado y disponible en formato web y la misma proporción carecían de un servicio de acceso a Internet para los usuarios de las bibliotecas.
Atención a los usuarios, limpieza, accesibilidad y tabla comparativa
Los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). En siete bibliotecas, más de la mitad de las visitadas en Alicante, dos de Zaragoza y otras dos de Murcia y Valladolid, los usuarios no podían acceder a un catálogo informatizado. Entre las que sí disponían de este servicio, en 9 de cada 10 casos los técnicos comprobaron la sencillez de su manejo y la posibilidad de saber si el libro estaba prestado a otro usuario o la localización exacta de ese material dentro de la biblioteca. Como excepciones, los únicos terminales disponibles en tres centros de Cádiz, Zaragoza y Murcia estaban estropeados. La misma prueba se repitió solicitando ayuda a los empleados. El servicio recibido fue correcto en seis de cada diez centros. Destacan de forma positiva los visitados en Bilbao, Granada y Oviedo. Por el contrario, en algunas bibliotecas de Alicante, Cádiz, Madrid, Málaga y Valladolid, el funcionario se limitó a proporcionar indicaciones sin especificar dónde se hallaba el libro ni acompañar al usuario a buscarlo.
Otra prueba práctica consistió en solicitar información para convertirse en socio de las bibliotecas. Pues bien, sólo en el 47% ofrecieron información documental sobre el funcionamiento de la biblioteca. Las que lo hacían indicaban las condiciones de uso del carné de usuario y del servicio de préstamo, así como las sanciones impuestas por el retraso en la entrega de los materiales prestados. Por otro lado, ocho de cada diez no avisan a sus socios de las nuevas adquisiciones aunque el 68% de las bibliotecas las colocan en una sección especial para que los usuarios puedan percatarse de su existencia. Todas las bibliotecas alicantinas analizadas, además de varios centros de San Sebastián, Granada, Oviedo, Vitoria, Valladolid, Sevilla y Valencia sí notificaban a sus socios la llegada de esos nuevos materiales por carta o mediante correo electrónico.
Uno de los puntos débiles de las bibliotecas españolas es la señalización. En el 79% de las estudiadas no había hojas informativas en las que se indicase la existencia de un libro de reclamaciones, en el 63% no se vio una nota que informase de la existencia de un buzón de sugerencias y en el 67% tampoco había carteles sobre qué hacer en caso de emergencia o incendio. Además, una de cada cinco carecía de paneles indicadores de la ubicación de las salidas de emergencia, y en una de cada ocho ni siquiera se anunciaban las normas de la biblioteca (apagar el móvil, no comer ni beber dentro de las instalaciones…).
Limpieza y accesibilidad, buenas
Para que una biblioteca ofrezca un buen servicio a los usuarios debe velar por la limpieza y el adecuado mantenimiento de sus instalaciones. El exterior y la fachada del 90% de las bibliotecas visitadas se encontraba en muy buen estado de conservación y el 75% de los edificios se hallaban en muy buenas condiciones de mantenimiento y limpieza (sobresalen las de Cádiz, Córdoba, Oviedo, San Sebastián y Vitoria). La comodidad de las instalaciones viene dada en parte por la climatización y la iluminación, correctas en la gran mayoría. Se observó, además, que los aseos estaban limpios en nueve de cada diez bibliotecas.
Los usuarios discapacitados, por otra parte, deben tener asegurado el disfrute, en las mismas condiciones que el resto de ciudadanos, de las iniciativas de carácter cultural, informativo o educativo. El 84% de las bibliotecas contaban con puertas interiores y exteriores con una anchura que permitiera el paso de personas en silla de ruedas. También se comprobó si las dimensiones de estas estancias eran amplias y espaciosas para que los usuarios discapacitados puedan moverse con comodidad. Se constató asimismo que uno de cada cuatro aseos no cumplía con las normas de accesibilidad. En Pamplona, ninguno de los baños de las cinco bibliotecas visitadas estaban acondicionados. Se comprobó además que sólo en el 10% de las bibliotecas había carteles escritos en braille. Menor aún, un 6%, es la proporción de bibliotecas con libros en braille. Sólo se han encontrado en alguno de los centros visitados en Sevilla, Murcia, Granada, Madrid, Bilbao y Barcelona.
18 ciudades, una a una
- A Coruña
- Alicante
- Barcelona
- Bilbao
- Córdoba
- Cádiz
- Granada
- Madrid
- Málaga
- Murcia
- Oviedo
- Pamplona
- San Sebastián
- Sevilla
- Valencia
- Valladolid
- Vitoria
- Zaragoza
La calificación media de los centros visitados en la capital coruñesa supera la del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de servicios
En A Coruña, se analizaron cuatro bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y el resto municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital coruñesa alcanza el ‘bien’, una de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global del estudio, un mediocre ‘aceptable’. Sólo le supera Bilbao (con un ‘muy bien) y en la misma nota se quedan los centros estudiados en Barcelona, Córdoba, Granada, Madrid, Murcia, San Sebastián y Vitoria. Esta buena nota se asienta en una buena accesibilidad y oferta de servicios, así como en una muy buena limpieza y mantenimiento de las instalaciones visitadas.
En todos los centros analizados en A Coruña se vieron salas de estudio, videoteca, fonoteca, espacios de consulta de Internet, zona wifi y puestos de vídeo y audio. Las salas de lectura eran menos frecuentes y se hallaron en tres de las cuatro instalaciones visitadas. Sin embargo, todos los espacios visitados tienen un horario ininterrumpido de mañana y tarde, y tres de ellos abren los sábados. Son los motivos por los que la ciudad gallega obtuvo una de las mejores notas en materia de servicios (un ‘bien’, superando el ‘aceptable’ de la media).
En los cuatro centros analizados se pueden tomar prestados libros, CDs y DVDs (en dos de ellos, incluso revistas). Los usuarios pueden llevarse a casa de una vez cinco materiales de media por un plazo de dos semanas y, cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse por un periodo de dos semanas. Además, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, todas ellas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario.
Entre las carencias, se percibió una falta de puntos de auto-préstamo y salas de grupo (ninguna biblioteca analizada las tenía) y en tres de las cuatro bibliotecas faltaban taquillas para que los usuarios pudiesen dejar sus pertenencias.
Las instalaciones visitadas en la capital coruñesa obtienen la misma calificación, un ‘bien’, en accesibilidad (en la media del estudio). Y es que las puertas de acceso e interiores de tres de los cuatro centros estudiados eran lo suficientemente anchas como para permitir a una persona en silla de ruedas desplazarse sin problemas, y sus aseos estaban adaptados. Sin embargo, uno de los centros no contaba con estos servicios (de hecho, tampoco contaba con rampas para salvar las escaleras de la entrada) y en ninguno se observaron carteles escritos en braille.
La situación empeora en seguridad e información, apartados valorados con un mediocre ‘aceptable’. En esta materia, todas las instalaciones visitadas contaban con extintores y salidas de emergencia sin obstáculos y se podían abrir con facilidad. Sin embargo, en dos bibliotecas no había iluminación de emergencia y se comprobó que en todas faltaban puertas cortafuegos, bocas de incendio y rociadores de agua.
En información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en A Coruña, pero la atención prestada por los empleados de la mitad de los centros analizados fue insuficiente. En cuanto a señalización, una de las bibliotecas visitadas no contaba con carteles a la vista del usuario donde se indicase cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca. Además, en ninguna se vieron paneles señalando la existencia de libros de reclamaciones y en dos, no se anunciaba un buzón de sugerencias a disposición de los usuarios.
Totalmente opuesta era la situación de las bibliotecas coruñesas en materia de limpieza y mantenimiento (apartados valorados con un ‘muy bien’): las instalaciones se encontraban en muy buen estado de mantenimiento general y el material (libros, CDs, DVDs y revistas), colocado ordenadamente en las estanterías. Además, la iluminación de las dependencias era muy buena en todas, así como la limpieza de los aseos.
- Lo mejor: Destaca la limpieza de las instalaciones así como el estado de orden y mantenimiento de todos los materiales de que disponen las bibliotecas estudiadas. Las medidas de accesibilidad y los servicios que se ofrecen son correctos.
- Lo peor: Las carencias más evidentes se observaron en información (faltaban carteles escritos en idioma autonómico y la ayuda prestada por el personal era deficiente en algunos casos) y seguridad (en la mitad de las instalaciones visitadas no había iluminación de emergencia).
La calificación media de los centros visitados en Alicante se queda en el ‘regular’, inferior a la del informe (un ‘aceptable’), motivada por la escasez de servicios, información al usuario, limpieza y seguridad de las instalaciones
En Alicante, se analizaron cinco bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y tres municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital alicantina mereció el suspenso, obtuvo un ‘regular’, al igual que Zaragoza y Pamplona, que se sitúan a la cola de las calificaciones. Esta nota tan pobre se debe a las carencias registradas en seguridad, limpieza y mantenimiento, información y oferta de servicios, apartados calificados con un ‘regular’ que contrasta con la única buena nota (un ‘muy bien’) lograda en materia de accesibilidad.
En cuatro de los cinco centros analizados en Alicante se vieron salas de lectura, videoteca y fonoteca. Tres contaban con salas de estudio y sólo en dos disponían de puestos de vídeo y audio (y en uno de ellos estaban estropeados), espacios para consultar Internet, zona wifi, puntos de auto-préstamo y salas de grupo. Entre otras carencias, se comprobó que en tres de las cinco bibliotecas analizadas no disponían de servicio de fotocopistería y tampoco se vieron taquillas en ninguna. Además, únicamente dos tienen un horario ininterrumpido de mañana y tarde, y tan sólo uno abre los sábados.
La evidente falta de prestaciones en algunas bibliotecas alicantinas motivó la nota media de ‘regular’, sin embargo, uno de los aspectos que más influyó en la nota fue que en tres de las cinco instalaciones visitadas no había ordenadores-catálogo disponibles para que el usuario buscase el material en el que estaba interesado (de ello, se encargaban los empleados).
Eso sí, en todos los centros analizados se prestaban libros, CDs y DVDs, (en uno de ellos, incluso revistas). Los usuarios podían llevarse a casa de una vez cuatro materiales (en la universitaria, ocho, y en la Pública del Estado, doce) por un plazo de dos semanas. Cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo 15 días. Además, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, todas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario.
Algo similar ocurrió en los apartados de seguridad y limpieza (ambos calificados con un ‘regular’). En cuatro de los cinco centros estudiados no se vieron cámaras de seguridad en el interior ni exterior de la biblioteca (o al menos, no se anunciaban en carteles), ni tampoco salidas de emergencia. También faltaba iluminación de emergencia en las dependencias de una de las bibliotecas incluidas en el informe y en dos, no se vieron extintores por ningún lado. Además, también había escasez de puertas cortafuego, rociadores de agua, bocas de incendio y detectores de humo.
En cuanto a la limpieza (que también obtuvo un ‘regular’), aunque las instalaciones se encontraban en un correcto estado de mantenimiento, uno de los centros tenía los aseos sucios y la iluminación de las salas era deficiente. Pero lo más importante es que el estado de mantenimiento en que se encontraban algunos de los materiales (libros, DVDs y CDs) era regular y además los fondos no estaban colocados en las estanterías.
En información (valorado con un ‘regular’), los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). En las dos únicas bibliotecas donde se pudo utilizar un ordenador-catálogo, se comprobó la sencillez del manejo del sistema, sin embargo, en uno la atención del personal fue muy deficiente. En cuanto a señalización, en dos de las bibliotecas visitadas no contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicase cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca, y en cuatro ni siquiera había paneles donde se señalase la existencia de un buzón de sugerencias o un libro de reclamaciones.
La situación mejora en accesibilidad (con un ‘muy bien’). Y es que las puertas de acceso e interiores de todos los centros estudiados, así como el espacio entre las estanterías eran lo suficientemente anchas como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas.
- Lo mejor: Las medidas de accesibilidad de estas cinco bibliotecas son muy destacables y positivas (rampas para salvar escaleras, salas amplias para permitir el paso de una silla de ruedas?).
- Lo peor: Alicante falla especialmente en el resto de apartados del informe: servicios (tres de los centros no disponen de un catálogo informatizado a disposición del publico), información (puestos informáticos estropeados y el trato dado por el personal de la biblioteca bastante mejorable), seguridad (no se observaron muchos extintores de emergencia) y limpieza (libros desordenados y fuera de su sitio en dos de los cinco centros visitados).
La calificación media de los centros visitados en la capital catalana supera la media del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de servicios y accesibilidad. Pese a todo, estos centros necesitan mejorar las medidas de seguridad de sus instalaciones
En Barcelona, se analizaron diez bibliotecas (dos universitarias y el resto municipales o de la Generalitat de Catalunya). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la ciudad condal alcanza el ‘bien’, una de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Obtienen la misma nota que Barcelona los centros estudiados en A Coruña, Córdoba, Granada, Madrid, Murcia, San Sebastián y Vitoria. Esta buena calificación se asienta en una excelente accesibilidad, una muy buena limpieza y una buena oferta de servicios e información para los ciudadanos. El único punto débil y que por tanto precisan mejorar estos espacios públicos de lectura y préstamo se refiere a las medidas de seguridad de sus instalaciones (logran un mediocre ‘aceptable’, igual a la media del estudio en este apartado).
En la mayoría de los centros analizados en la capital catalana se vieron salas de lectura, hemerotecas, fonotecas, espacios de consulta de Internet o fotocopiadoras (todas las bibliotecas estudiadas las tenían). Por este motivo, las bibliotecas públicas estudiadas en Barcelona obtuvieron una de las mejores notas en materia de servicios (un ‘bien’), superando el ‘aceptable’ de la media.
En las diez bibliotecas se prestaban libros, CDs y DVDs (en siete de ellas, incluso revistas, pero nada de periódicos). Los usuarios pueden llevarse a casa casi una docena de materiales de una sola vez por plazos que oscilan entre una y tres semanas (de las mejores condiciones de préstamo de todo el informe de CONSUMER EROSKI). Cuando el tiempo de préstamo resulta insuficiente, puede prorrogarse el plazo: en las bibliotecas barcelonesas, esa concesión se amplía hasta las tres semanas en la mayoría de los casos (en comparación a Madrid y San Sebastián que permiten un mes complementario). Si el libro no se encuentra en ese edificio, todas las bibliotecas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario. Entre las carencias de servicio, se percibió que no hay salas de trabajo en grupo en ocho de las diez bibliotecas o que en la misma proporción no se vieron puntos de auto-préstamo. Además, sólo cuatro bibliotecas cuentan con un horario ininterrumpido de mañana y tarde (una de las universitarias cierra incluso a la 01.30 de la mañana).
Las bibliotecas estudiadas en Barcelona obtienen una inmejorable calificación en accesibilidad, lo que las sitúa entre las mejores del informe en esta materia (junto con Bilbao, que también obtiene una nota ‘excelente’). Y es que las puertas de acceso y de las salas interiores de todos los centros estudiados eran lo suficientemente anchas como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas, los aseos y ascensores estaban adaptados y todas las escaleras de acceso que se encontraron estaban salvadas por rampas.
La limpieza de las instalaciones obtuvo un ‘muy bien’ (no se vio suciedad ni desorden de los materiales que allí se guardan) y la información que se dio a los usuarios se calificó con un ‘bien’. Para valorar este apartado los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en nueve de los diez casos analizados (en la biblioteca restante no se pudo realizar esta prueba, ya que el usuario debía ser socio para acceder a este buscador). Sin embargo, la atención de los empleados resultó algo escasa en siete de los diez centros: cuando el técnico preguntó por la localización exacta del libro que había buscado, sólo obtuvo un par de indicaciones como respuesta.
Con todo, la seguridad es el apartado que peor nota saca en la visita a estas diez instalaciones culturales (apenas un mediocre ‘aceptable’, igual que la media nacional). Faltan cámaras de seguridad en la entrada y salida de nueve de las diez bibliotecas, dos de los centros no tienen salidas de emergencia señalizadas, hay uno que no cuenta con iluminación de emergencia y, en ocho, los técnicos comprobaron que no había puertas cortafuego.
- Lo mejor: Accesibilidad y limpieza en accesos, interior y aseos de las instalaciones. Información y sistema de préstamo (tanto en número de volúmenes que uno puede llevarse a casa, como en plazo en el que se puede disponer de ellos) sobresalientes.
- Lo peor: Deficiencias en seguridad (cámaras de seguridad y salidas de emergencia).
La calificación media de los centros visitados en Bilbao supera con creces la media del informe (un ‘muy bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de servicios, seguridad y accesibilidad
En Bilbao, se analizaron seis bibliotecas (una universitaria y el resto municipales o forales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer, el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en Bilbao alcanza el ‘muy bien’, la mejor calificación del informe y muy por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Sólo le siguen de cerca con un ‘bien’ los centros estudiados en A Coruña, Córdoba, Granada, Madrid, Murcia, San Sebastián y Vitoria. Esta buena nota se asienta en una excelente accesibilidad, una muy buena información, limpieza y seguridad, y por la buena oferta de servicios que ofrecen a sus usuarios.
En todos los centros analizados en la capital vizcaína se vieron salas de lectura, de estudio y de trabajo en grupo, videotecas, fonotecas, espacios de consulta de Internet, puntos de auto-préstamo y zona wifi. Por este motivo, Bilbao obtuvo una de las mejores notas en materia de servicios (un ‘bien’), superando el ‘aceptable’ de la media.
En cinco de las seis bibliotecas se prestaban libros, CDs y DVDs (en cuatro de ellas, incluso periódicos y revistas). Los usuarios pueden llevarse a casa nueve materiales de una sola vez por un plazo de entre una y dos semanas (salvo una, que no ofrecía este servicio). Cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo tres semanas (en comparación a Madrid y San Sebastián que permiten un mes complementario). Eso sí, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, todas ellas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario.
Entre las carencias, se percibió que sólo uno de los espacios estudiados tenía servicio de fotocopistería y no se vieron taquillas para que los usuarios pudiesen dejar sus pertenencias. Además, sólo dos de los seis centros visitados cuentan con un horario ininterrumpido de mañana y tarde y abren los sábados. También se valoró como mejorable el número de máquinas de auto-préstamo o el de mostradores de información al público repartidos en las dependencias.
Las bibliotecas visitadas en Bilbao obtienen la máxima calificación, un ‘excelente’, en accesibilidad, lo que las sitúa entre las mejores del informe en esta materia, junto a Barcelona (la media del conjunto del estudio es de un ‘bien’). Y es que las puertas de acceso e interiores de todos los centros estudiados eran lo suficientemente anchas como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas y los aseos estaban adaptados.
La seguridad, la información y la limpieza también obtuvieron buenas valoraciones (las tres, un ‘muy bien’). En el primer apartado, la buena nota se explica porque todos los centros visitados están dotados con sistemas de seguridad como salidas de emergencia, extintores e iluminación de emergencia. Además, sus espacios y los materiales de préstamo estaban ordenados, limpios y bien conservados.
En información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en Bilbao, así como la buena atención de los empleados que ofrecieron toda la información necesaria para la localización del libro. Algunas deficiencias se hallaron, sin embargo, en la señalización: aunque todas las bibliotecas visitadas contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicaba el horario del centro y cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca, en dos espacios estudiados no se observaron paneles indicativos de la existencia de libro de reclamaciones, y, en ninguna, buzón de sugerencias.
- Lo mejor: a accesibilidad, la limpieza, la información para ayudar al usuario y las medidas de seguridad ante posibles emergencias.
- Lo peor: Número insuficiente de máquinas de auto-préstamo repartidas y de mostradores de información al público.
La calificación de los centros visitados en la capital gaditana no supera el mediocre ‘aceptable’ de la media del informe. Fallan en servicios y seguridad pero, especialmente, en la información y atención que ofrecen a los usuarios
En Cádiz, se analizaron cuatro bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y dos municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la ciudad andaluza no supera el mediocre ‘aceptable’, con lo que se sitúa en la media global del informe. Así, Cádiz comparte nota con los centros estudiados en Valladolid, Málaga, Oviedo, Sevilla y Valencia. Las carencias se hallaron en materia de seguridad y en la oferta de servicios (ambos apartados merecieron un ‘aceptable’) pero, especialmente, en los graves fallos observados en la información y la atención a los usuarios (suspenden con un ‘regular’). Con todo, estas cuatro bibliotecas únicamente aprueban con comodidad la limpieza y mantenimiento de las instalaciones y fondos de los centros, así como a las medidas de accesibilidad (obtienen un ‘bien’ en ambas materias).
En información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en Cádiz, excepto en una biblioteca dónde sólo había un ordenador-catálogo y estaba estropeado. A la hora de consultar cómo hacer el carné de la biblioteca, el trato dado por los trabajadores en la mitad de los centros visitados fue ‘regular’ o ‘muy malo’. Además, faltaban más señales o carteles escritos en otro idioma que no fuese el castellano.
Carencias que se repitieron, aunque en menor medida, a la hora de evaluar las medidas de seguridad de estas cuatro bibliotecas (en un centro no aparecen señalizadas las salidas de emergencia, faltan extintores en la mitad de los espacios visitados y en la misma proporción no se vieron detectores de humo o fuego en las instalaciones). Y lo mismo, en cuanto a los servicios que se ofrecen (los puestos informáticos para consultar Internet deberían estar mejor distribuidos por toda la biblioteca) en ninguno de los cuatro centros se puede reservar un punto de estudio o lectura y en la mitad de los seleccionados no existe una zona wifi).
Pero no todo es negativo en estas cuatro bibliotecas de Cádiz, ya que los horarios de atención al público son muy amplios: todos los centros públicos seleccionados abren sus puertas de lunes a viernes de 9 a 21 horas de forma ininterrumpida (dos de ellas además están operativas los sábados por la mañana).
Por último, los apartados dedicados a la limpieza y mantenimiento de las instalaciones y fondos, además del de las medidas para garantizar la accesibilidad del edificio superaron sin esfuerzos el examen de CONSUMER EROSKI: ni rastro de suciedad o desorden, y en la mayoría de bibliotecas había salas amplias para permitir el paso de usuarios en silla de ruedas y aseos adaptados.
- Lo mejor: Ni rastro de suciedad o desorden; salas amplias para permitir el paso de usuarios en silla de ruedas, aseos adaptados y amplios horarios de atención al público.
- Lo peor: El trato dado por los trabajadores en la mitad de los centros visitados fue ‘regular’ o ‘muy malo’, varios terminales de consulta del catálogo estaban estropeados, faltan puestos informáticos para hacer consultas en Internet por toda la biblioteca y hay carencias en las salidas de emergencia.
La calificación media de los centros visitados en la ciudad andaluza supera la del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de seguridad
En Córdoba, se analizaron cuatro bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y el resto municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital cordobesa alcanza el ‘bien’, una de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Sólo le supera Bilbao (con un ‘muy bien) y en la misma nota se quedan los centros estudiados en A Coruña, Barcelona, Granada, Madrid, Murcia, San Sebastián y Vitoria. Esta buena nota se asienta en una muy buena seguridad y limpieza, en una buena información, y en una aceptable accesibilidad y oferta de servicios de las instalaciones visitadas.
En todos los centros analizados en Córdoba se vieron salas de lectura, de estudio, de consulta a Internet, zonas wifi y puntos de auto-préstamo. Sin embargo, en ninguno había videotecas y fonotecas y sólo en uno, había salas de grupo. Entre otras carencias, también se comprobó que en una de las bibliotecas faltaba un servicio de fotocopistería y, en todas, taquillas para que los usuarios pudiesen dejar sus pertenencias. Por este motivo, Córdoba se quedó en el ‘aceptable’ de la media en el apartado servicios.
En las cuatro bibliotecas analizadas se prestaban libros (en tres de ellas, también CDs y DVDs; y en una, incluso revistas). Los usuarios podían llevarse a casa de una vez entre cinco y diez materiales por un plazo de dos semanas. Cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo otros 15 días (menos tiempo para los audiovisuales). Además, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, todas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario. Además, el horario era ininterrumpido todos los días de la semana, aunque sólo una abría los sábados.
Las bibliotecas visitadas en la capital cordobesa obtienen la misma calificación, un ‘aceptable’, en accesibilidad. Y es que se comprobó que en una de las instalaciones estudiadas las puertas de acceso e interiores, así como de las diferentes salas no eran lo suficientemente amplias como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas. Además, sus aseos tampoco estaban adaptados. En ninguno, había carteles en braille.
La situación mejora en materia de información (con un ‘bien’). En este apartado, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en la ciudad andaluza, así como la buena atención de los empleados que ofrecieron toda la información necesaria para la localización del libro (excepto en uno de los centros, donde las indicaciones del trabajador del lugar fueron escasas). Es más, en cuanto a señalización, todas las bibliotecas visitadas contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicaba el horario del centro y cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca.
Por último, los bloques mejor valorados son los de seguridad y limpieza, que obtienen un ‘muy bien’. En el primero, Córdoba supera con creces la media del estudio (un ‘aceptable’), debido a que todas las instalaciones visitadas, excepto una, contaban con salidas de emergencia sin obstáculos y se podían abrir con facilidad. Además, todas las dependencias contaban con iluminación de emergencia y extintores.
En limpieza, los centros incluidos en el estudio se encontraban en muy buen estado de mantenimiento y limpieza general, así como los materiales (libros, CDs, DVDs y revistas) ordenados y colocados en sus estanterías.
- Lo mejor: Iluminación correcta y adecuada en todas las salas de las bibliotecas, materiales ordenados y perfectamente colocados en sus estanterías, vigilantes de seguridad en la entrada de los recintos y buena dotación de salidas e iluminación de emergencia.
- Lo peor: Salas estrechas que no permiten el paso de usuarios en silla de ruedas, aseos donde faltan medidas para garantizar la accesibilidad, más ordenadores-catálogo en las diferentes plantas de las bibliotecas y una mayor adecuación de salas para acoger fonotecas y hemerotecas.
Las bibliotecas públicas granadinas, con una calidad superior a la media del país
La calificación media de los centros visitados en la ciudad andaluza supera la del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de servicios
En Granada, se analizaron cuatro bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y dos municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital granadina alcanza el ‘bien’, una de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Sólo les supera Bilbao (las bibliotecas vizcainas llegan hasta el ‘muy bien’) y en la misma nota se quedan los centros estudiados en A Coruña, Barcelona, Córdoba, Madrid, Murcia, San Sebastián y Vitoria. Esta buena nota se asienta en una muy buena limpieza, en una buena información, oferta de servicios y accesibilidad, y en una aceptable seguridad de las instalaciones visitadas.
En todos los centros analizados en Granada se vieron salas de lectura, de estudio, videotecas, fonotecas, espacios de consulta a Internet y zonas wifi. De ahí, que la ciudad obtuviese un ‘bien’ en materia de servicios. En las cuatro bibliotecas analizadas se prestaban libros, CDs y DVDs y los usuarios podían llevarse a casa de una vez entre tres y seis materiales por un plazo de dos semanas (un tiempo que se reduce normalmente en los materiales audiovisuales). Cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo otros 15 días (algunos menos en el caso de material audiovisual) y todos los centros ofrecen la posibilidad de realizar préstamos interbibliotecarios (en caso de que el ejemplar que se ha solicitado no se encuentre en esa biblioteca). Eso sí, únicamente dos de los centros analizados abrían de forma ininterrumpida todos los días de la semana.
Con todo, también existen algunas carencias en las bibliotecas granadinas: en dos, no había salas de grupo, puntos-autopréstamo, servicio de fotocopistería ni taquillas para que los usuarios pudiesen dejar sus pertenencias, y además, sólo una abre los sábados.
Las bibliotecas visitadas en la ciudad andaluza obtienen la misma calificación, un ‘bien’, en información y en accesibilidad. En este último apartado, se comprobó que, por regla general, en todas las instalaciones estudiadas los aseos estaban adaptados y que las puertas de acceso e interiores, así como de las diferentes salas eran lo suficientemente amplias como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas.
En información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en la ciudad andaluza, así como la buena atención de los empleados que ofrecieron toda la información necesaria para la localización del libro. Es más, en cuanto a señalización, todas las bibliotecas visitadas contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicaba el horario del centro y cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca.
La situación empeora en materia de seguridad (obtiene un ‘aceptable’, como la media nacional). Y es que sólo dos de las instalaciones visitadas en la capital granadina tenían salidas de emergencia (eso sí, abiertas y sin obstáculos) y aunque todos los centros contaban con iluminación de emergencia y extintores, se percibió una falta de puertas cortafuego, rociadores de agua y detectores de humo y fuego.
En limpieza, los centros incluidos en el estudio lograron un ‘muy bien’ (igual a la media nacional en esta materia): se encontraban en muy buen estado de mantenimiento y limpieza general y los materiales (libros, CDs, DVDs y revistas) estaban ordenados y colocados en sus estanterías. Además, las salas se encontraban bien iluminadas y con buena climatización.
- Lo mejor: Nada que objetar en cuanto a la limpieza, orden y mantenimiento de estas instalaciones así como en relación a la preocupación por los usuarios discapacitados, los servicios que se ofrecen (fotocopistería, salas de estudio personal?) y la información que reciben los socios (carteles, aparte de en castellano, escritos en inglés o francés).
- Lo peor: Las medidas de seguridad son un tanto escasas (faltan cámaras de videovigilancia en las entradas, señalización de salidas de emergencia o detectores de humo y fuego).
La calificación media de los centros visitados en la capital madrileña se queda en el ‘bien’, superior a la del informe (un ‘aceptable’), motivada por la buena oferta de servicios y la limpieza y accesibilidad de sus instalaciones
En Madrid, se analizaron 10 bibliotecas (una Pública del Estado y el resto municipales o regionales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital logra una satisfactoria nota de ‘bien’, una calificación que se encuentra por encima de la media global del informe (un mediocre ‘aceptable’) y que también comparte con A Coruña, Barcelona, Córdoba, Granada, Murcia, San Sebastián y Vitoria. Esta valoración se asienta en los buenos resultados obtenidos en los apartados de limpieza y accesibilidad (ambos consiguen un ‘muy bien’) y la oferta de servicios para el usuario (que obtiene un ‘bien’). Sin embargo, la nota podría haber sido mejor de no ser por los fallos encontrados en información y elementos de seguridad (en ambos casos no escapan de un mediocre ‘aceptable’).
Como se ha comentado anteriormente, los llamativos fallos en información al usuario y en la puesta a punto de estas instalaciones para garantizar la seguridad han hecho que estas diez bibliotecas hayan empeorado su valoración. Así, en cuanto al apartado relativo a la información que reciben los usuarios, hay que destacar el hecho de que en siete de los diez centros no se facilita por escrito la documentación necesaria para hacerse el carné de socio; que la ayuda prestada por los trabajadores es más bien escasa en seis de las diez bibliotecas de la muestra madrileña o que todos los carteles están escritos únicamente en castellano.
Por otra parte, los técnicos de CONSUMER EROSKI pusieron de manifiesto la evidente falta de cámaras de seguridad a la entrada y salida de estos edificios (en seis casos), así como de salidas de emergencia señalizadas (en dos centros), iluminación de emergencia (en dos bibliotecas no aparece y en otra más, apenas se ha instalado en un par de salas) o extintores (estos brillaban por su ausencia en un espacio de los diez visitados).
Unos ejemplos, los anteriormente descritos, que resultan totalmente alejados de la realidad observada en estas diez bibliotecas en cuanto a los servicios que ofrecen al usuario. Así, su sistema de préstamo de fondos y materiales es uno de los mejores de todo el informe: según la biblioteca uno puede llevarse entre seis y nueve materiales a su casa (libros, CDs, DVDs?), por un periodo que en la mayoría de las ocasiones es de cuatro semanas. Si después de este mes, el usuario necesita alargar el tiempo de préstamo, en casi la mitad de estas bibliotecas madrileñas se ofrece la posibilidad de hacer una renovación por otros 30 días complementarios.
Con todo, sólo hay un par de pegas en este sentido: que sólo los socios de cinco de las diez bibliotecas pueden llevarse revistas prestadas a casa y que, en nueve de los diez espacios seleccionados en Madrid no hay servicio interbibliotecario.
Por último, la limpieza y las medidas para garantizar la accesibilidad de estos espacios fueron reconocidas con calificaciones muy óptimas. Los técnicos comprobaron que el estado de conservación tanto de la estructura como del mobiliario de las bibliotecas era bueno o muy bueno en todos los casos, que todos los materiales estaban en perfectas condiciones y correctamente colocados en sus estanterías correspondientes, que las rampas para salvar escaleras aparecían en nueve de los diez centros o que los aseos estaban adaptados para personas con movilidad reducida en siete bibliotecas de la muestra.
- Lo mejor: Las condiciones de accesibilidad y el buen estado y limpieza de todos los ejemplares (libros, DVD, CD?) que se prestan.
- Lo peor: Escasa atención y ayuda por parte del personal de estos espacios públicos y dificultades para lograr préstamos interbibliotecarios.
La calificación de los centros visitados en la capital malagueña no supera el mediocre ‘aceptable’ de la media del informe. Unos espacios públicos que fallan en servicios, seguridad y accesibilidad de sus instalaciones
En Málaga, se analizaron seis bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y las restantes de carácter municipal). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la ciudad andaluza no supera el mediocre ‘aceptable’, con lo que se sitúan en la media global del informe. Así, Málaga comparte nota con los centros estudiados en Valladolid, Cádiz, Oviedo, Sevilla y Valencia. Esta nota un tanto mejorable se debe a las carencias encontradas en materia de seguridad, en medidas de accesibilidad y en los servicios que se ofrecen (apartados, todos ellos, calificados con un ‘aceptable’). Con todo, estas seis bibliotecas únicamente aprueban con comodidad el examen realizado en relación a la información facilitada (un ‘bien’) y al nivel de limpieza y mantenimiento de las instalaciones y fondos de los centros (valorado con un ‘muy bien’).
Tras el exhaustivo examen visual y práctico realizado por los técnicos de la revista se llegó a la conclusión que los fallos eran de lo más evidentes y llamativos en los servicios que ofrecen: horarios de atención al público insuficientes en cuatro de las seis bibliotecas, tan sólo dos semanas de préstamo como máximo, en la mitad de los centros no hay videoteca y ni rastro de terminales de auto-préstamo en ninguna de las seis seleccionadas. Lo mismo ocurre en las medidas adoptadas para garantizar la seguridad y la accesibilidad de estas seis bibliotecas malagueñas. Los técnicos no vieron cámaras de seguridad en los accesos a ninguno de estos centros; en dos bibliotecas, las salidas de emergencia no están señalizadas y otro espacio ni siquiera cuenta con ellas; y los detectores de humo y fuego sólo estaban presentes en cuatro bibliotecas del conjunto de la muestra. Más carencias, pero en este caso a la hora de adecuar estas bibliotecas para que puedan ser usadas por aquellas personas con movilidad reducida: los aseos de la mitad de los centros están sin adaptar, lo mismo ocurre en el caso de los mostradores de atención el público (sólo se vieron más bajos de lo normal en dos ejemplos) y en una de las bibliotecas no se ha instalado una rampa para poder salvar las escaleras.
La realidad cambia, a mejor, si se evalúa la información y atención dada en los centros malagueños cuando los técnicos preguntaron por los requisitos y pasos a seguir para hacerse el carné de la biblioteca así como para encontrar un ejemplar en ese centro. De esta forma, se pudo comprobar que todas las bibliotecas disponen de una sección donde colocar las novedades que reciben cada mes, que el trato dado por el personal fue calificado como bueno o muy bueno en todas las visitas, que cinco de los seis centros contaban con tablones con información cultural o que todas las indicaciones en las que se explicaban cómo estaban organizados los materiales eran fáciles de seguir.
Por último, las seis bibliotecas estudiadas en Málaga sobresalen de forma más que positiva (con un ‘muy bien’) en el apartado de limpieza y mantenimiento. Así, la iluminación era adecuada para la lectura en todos los casos; los aseos se encontraban limpios y apenas les faltaban papeleras, jabón, papel higiénico o secadores automáticos para las manos y las seis bibliotecas en general podían presumir de estar en buen estado de conservación y mantenimiento.
- Lo mejor: Iluminación, dotación de ordenadores para navegar por la red y servicio de préstamo interbibliotecario.
- Lo peor: Imposibilidad, en más de la mitad de los centros, de reservar materiales de la biblioteca que tenga otro usuario. Accesibilidad mejorable. Se hallaron obstáculos en las salidas de emergencia de una biblioteca.
La calificación media de los centros visitados en la capital murciana supera la del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de servicios
En Murcia, se analizaron seis bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y el resto municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital murciana alcanza el ‘bien’, una de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Sólo le supera Bilbao (con un ‘muy bien) y en la misma nota se quedan los centros estudiados en A Coruña, Barcelona, Córdoba, Granada, Madrid, San Sebastián y Vitoria. Esta buena nota se asienta en una buena limpieza, información, oferta de servicios y accesibilidad, y en una aceptable seguridad de las instalaciones visitadas.
En todos los centros analizados en Murcia se vieron salas de lectura, de consulta de Internet y zonas wifi. En cuatro, también había videotecas y fonotecas. Además, dos de ellos tienen horario ininterrumpido todos los días laborables de la semana, cinco abren los sábados y una de ellas incluso los domingos por la mañana. De ahí, que la ciudad obtuviese un ‘bien’ en materia de servicios.
En las seis bibliotecas analizadas se prestaban libros, CDs y DVDs y los usuarios podían llevarse a casa de una vez 10 materiales por un plazo de dos semanas. Cuando el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo otros 15 días. Además, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, todas ellas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario. Con todo, también existen algunas carencias en las bibliotecas murcianas: en tres, no había salas de grupo, de estudio ni puestos de vídeo y audio. Además, sólo en una había taquillas para que los usuarios dejaran sus pertenencias.
Las bibliotecas visitadas en Murcia obtienen la misma calificación, un ‘bien’, en información, limpieza y accesibilidad. En este último apartado, se comprobó que en cinco de las seis bibliotecas visitadas los aseos estaban adaptados y las puertas de acceso e interiores, así como de las diferentes salas, eran lo suficientemente amplias como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas. Por su parte, en limpieza también se percibió que las instalaciones se encontraban en un estado general bueno o muy bueno y lo mismo ocurrió con los materiales (libros, CDs, DVDs y revistas) que estaban bien ordenados y colocados en sus estanterías.
En el apartado de información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en Murcia (sólo en una los ordenadores de consulta estaban estropeados), y la atención de los empleados fue buena en la mitad de los centros porque ofrecieron información detallada para la localización del libro (en el resto, sólo dieron indicaciones generales). Es más, en cuanto a señalización, todas las bibliotecas visitadas en la capital murciana contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicaba el horario del centro y cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca.
La situación empeora en cuanto a la seguridad, que obtiene un ‘aceptable’, (igual a la media nacional en este apartado). Y es que en una de las instalaciones visitadas en la capital murciana no había salidas de emergencia, y dos de las que sí contaban con ellas se abrían con dificultad. Es más, aunque en todos los centros había extintores, en uno no había iluminación de emergencia y en la mitad faltaban puertas cortafuego y bocas de incendios.
- Lo mejor: La información facilitada a los usuarios, las herramientas para garantizar la accesibilidad de las personas discapacitadas, la oferta de servicios y la limpieza de las instalaciones.
- Lo peor: Los técnicos observaron un gran número de fallos en materia de seguridad: faltan cámaras de vigilancia en la entrada de las instalaciones, hay salidas de emergencia sin señalizar en una biblioteca y en general, pocas mangueras y sistemas de detección de fuego y humo.
La calificación de los centros visitados en la capital ovetense no supera el mediocre ‘aceptable’ de la media del informe. Unos espacios públicos que fallan en seguridad de las instalaciones y en la oferta de servicios al usuario
En Oviedo, se analizaron cuatro bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y las dos restantes de carácter municipal). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital asturiana no supera el mediocre ‘aceptable’, con lo que se sitúan en la media global del informe. Así, Oviedo comparte nota con los centros estudiados en Valladolid, Málaga, Sevilla, Cádiz y Valencia. Esta nota un tanto mejorable se debe a las carencias encontradas en materia de seguridad (‘regular’) y oferta de servicios (‘aceptable). Sin embargo, estas cuatro bibliotecas superan cómodamente el estudio de la revista (con notas de ‘bien’ y ‘muy bien’) en el resto de apartados estudiados para elaborar este informe: medidas de accesibilidad, información y atención que se brinda a los usuarios, y limpieza y mantenimiento de las instalaciones y de los fondos que albergan.
Tras el exhaustivo examen visual y práctico (solicitar información para hacerse el carné o intentar buscar un libro de esa biblioteca), las carencias más evidentes se observaron en las medidas de seguridad y en la oferta de servicios para sus usuarios.
De esta manera, los técnicos de CONSUMER EROSKI observaron, en el primero de los casos, que en tres de las cuatro bibliotecas no había cámaras de seguridad ni dentro ni fuera del recinto o, en su defecto, carteles que avisen de ello; en ese mismo porcentaje tampoco se vieron salidas de emergencia (aunque, eso sí, las salidas que había se abrían con facilidad y no tenían obstáculos). Asimismo, en ninguna de las cuatro bibliotecas públicas ovetenses se observaron ni bocas de incendio, ni puertas cortafuego y tan sólo una no contaba con detectores de humo y fuego.
Por su parte, en la oferta de servicios, destaca de manera positiva el hecho de todas las bibliotecas disponían de salas de lectura y estudio, fotocopiadora y servicio interbibliotecario, aunque únicamente una de ellas tenía habilitada zona wifi para poder conectarse a Internet con un ordenador portátil. Se echó de menos que en ninguna de las cuatro hubiera puestos de video y audio, puntos de auto-préstamo o taquillas para que los usuarios pudieran dejar sus enseres personales
Las tornas cambian cuando nos referimos a los apartados de información, accesibilidad y limpieza (las dos primeras con sendas valoraciones de ‘bien’ y la última con una más que satisfactoria nota de ‘muy bien’). La justificación: en la mitad de las bibliotecas avisan a los usuarios por correo electrónico o carta de las novedades que llegan al centro, la ayuda dada por el personal cuando el técnico preguntó por la búsqueda de un libro fue muy buena y detallada y las indicaciones en las que se explica cómo están distribuidos estos cuatro espacios son sencillas y fáciles de seguir por los usuarios. En lo que respecta a las medidas accesibles para usuarios con discapacidad o movilidad reducida, hay que señalar que faltaban carteles en braille (no se encontró ni uno) pero tanto las puertas exteriores de la calle como las de entrada a las diferentes salas del interior eran lo suficientemente amplias como para permitir el paso de una silla de ruedas y los aseos y mostradores de todas las bibliotecas (salvo una) estaban convenientemente adaptados.
- Lo mejor: Mantenimiento, accesibilidad y la información que ofrecen al usuario (secciones donde se colocan las novedades, sistema de aviso al usuario de las nuevas adquisiciones; ordenadores-catálogos con un manejo sencillo y la excelente ayuda brindada por el personal cuando el usuario la requería).
- Lo peor: Carencias en servicios (no hay salas de trabajo en grupo ni rastro de terminales para el auto-préstamo) y seguridad (no hay mangueras a la vista ni puertas cortafuego).
Aunque su limpieza y mantenimiento son buenos, la atención que prestan a los usuarios es insuficiente, al igual que la accesibilidad para personas con discapacidad
En Pamplona, se estudiaron cinco bibliotecas públicas (una autonómica, tres municipales y una universitaria). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
Los centros estudiados en la capital navarra no superaron la prueba y suspendieron con un ‘regular’, por debajo de la media del conjunto de las 18 capitales (un ‘aceptable’). Esta pobre valoración se debe a las carencias registradas en la atención, información recibida y las medidas para garantizar la accesibilidad de todos los usuarios (‘regular’). Las medidas de seguridad y la dotación de servicios no pasan de un mediocre ‘aceptable’ y sólo la limpieza, orden y mantenimiento, tanto de las instalaciones como de los fondos de cada centro, recibieron una buena calificación (‘bien’).
En información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en Pamplona, así como la buena atención de los empleados que ofrecieron toda la información necesaria para la localización del libro. Sin embargo, también se constató el reducido horario de servicio de estas bibliotecas (las tres municipales sólo abren por las tardes y sólo una de las cinco está en funcionamiento los sábados en horario de mañana y tarde) y la nula información que facilitaban por escrito cuando un usuario está interesado en hacerse el carné de socio (así ocurrió en cuatro de las cinco bibliotecas). En uno de los centros no se hallaron carteles con el horario de la biblioteca, mientras que las señales con la distribución de las diferentes salas de estos espacios brillaban por su ausencia en cuatro de los cinco seleccionados (la información de los carteles del único centro que sí contaba con ellos era, además, confusa).
Las carencias también se registraron en la accesibilidad de estas instalaciones para personas con discapacidad. Pese a contar con rampas en aquellos accesos donde es necesario salvar escaleras, faltan metros cuadrados para que las salas sean lo suficientemente anchas como para permitir el paso de una silla de ruedas, los mostradores de atención al público resultan demasiado altos en una biblioteca y sería necesario adaptar más ascensores (botones a una altura correcta, puertas amplias?). Pero, sin duda, el ejemplo más llamativo y grave en este sentido es que ninguno de los baños observados en estas bibliotecas estaba adaptado para personas con discapacidad.
La oferta de servicios también es mejorable. Los usuarios no pueden llevarse prestados periódicos, no se permite renovar el plazo de los materiales prestados en la página web, los ordenadores de búsqueda de material deberían estar mejor distribuidos por toda la biblioteca (cosa que sólo sucede en un centro) y en los cinco espacios no habilitan salas específicas para trabajo en grupo. Lo mejor: el usuario puede coger prestados a la vez siete materiales, y el plazo máximo de entrega asciende a tres semanas.
Respecto a la seguridad, las salidas de emergencia sólo estaban convenientemente señalizadas en una de las cinco bibliotecas visitadas y el número de cortafuegos o mangueras se calificó como escaso.
La limpieza, el orden y el mantenimiento general de las instalaciones y fondos custodiados era óptimo en todos los casos: iluminación perfecta en todas las salas, la mayoría de los baños (salvo los de una biblioteca) se encontraban limpios y no se vio ningún libro fuera de sus estanterías, ya fuese en el suelo o colocado en mesas y sillas.
- Lo mejor: Limpieza y conservación de edificios y materiales.
- Lo peor: Carencias en atención (tres bibliotecas de las cinco seleccionadas sólo abren por las tardes) y accesibilidad (ni uno solo de los baños encontrados en estos cinco edificios estaban acondicionados para una persona en silla de ruedas).
La calificación media de los centros visitados en la capital donostiarra supera la del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de servicios y seguridad
En San Sebastián, se analizaron cinco bibliotecas (una universitaria y el resto municipales o forales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer, el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital guipuzcoana alcanza el ‘bien’, una de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Sólo le supera Bilbao (con un ‘muy bien) y en la misma nota se quedan los centros estudiados en A Coruña, Barcelona, Córdoba, Granada, Madrid, Murcia y Vitoria. Esta buena calificación se asienta en una muy buena información, atención, limpieza y mantenimiento; y en una buena seguridad, oferta de servicios y medidas para garantizar la accesibilidad.
En todos los centros analizados en San Sebastián se vieron salas de lectura, y excepto en uno, el resto contaban con videoteca, fonoteca, sala de estudio y espacios de consulta de Internet. Las salas de grupo y las zonas wifi eran menos frecuentes y se hallaron en tres de las cinco instalaciones visitadas. Por este motivo, San Sebastián obtuvo una de las mejores notas en materia de servicios (un ‘bien’), superando el ‘aceptable’ de la media.
En cuatro de los cinco centros analizados se prestaban libros, CDs, DVDs, partituras y mapas (en tres de ellas, incluso revistas). Los usuarios podían llevarse a casa estos materiales por un plazo de tres semanas, cuando lo más común en la mayoría de los casos del resto de ciudades del informe son 15 días. Si el tiempo de préstamo es insuficiente, puede prorrogarse el plazo (excepto los CDs, DVDs y CD-ROM), aunque los tiempos varían entre 7 y 28 días en función de los materiales a renovar. Además, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, dos de ellas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario.
Entre las carencias, se percibió que ninguno de los espacios estudiados contaba con puntos de auto-préstamo y tampoco se vieron taquillas para que los usuarios pudiesen dejar sus pertenencias. Además, sólo tres de los cinco centros visitados tienen un horario ininterrumpido de mañana y tarde y el mismo porcentaje abre los sábados.
Las bibliotecas visitadas en la capital donostiarra obtienen la misma calificación, un ‘bien’, en seguridad y accesibilidad. Y es que en cuatro de los cinco centros estudiados, las puertas de acceso e interiores eran lo suficientemente anchas como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas y sus aseos estaban adaptados. Sólo uno de los centros no contaba con estos servicios. A todo ello, hay que sumar que dos de los cinco centros analizados en San Sebastián son de los pocos incluidos en el estudio que disponen de carteles escritos en braille.
Por otra parte, en materia de seguridad, todas las instalaciones visitadas contaban con salidas de emergencia sin obstáculos (excepto en una de las bibliotecas) y se podían abrir con facilidad. Además, en todos los centros estudiados las dependencias contaban con iluminación de emergencia y extintores. Sin embargo, no se vieron puertas cortafuegos en tres de los cinco centros y ninguno tenía bocas de incendio.
Los apartados mejor valorados, en ambos casos con un ‘muy bien’ son limpieza e información. En el primero, la buena nota se explica porque los centros incluidos en el estudio se encontraban en muy buen estado de mantenimiento y limpieza general, y en cuatro de los cinco espacios visitados los materiales (libros, CDs, DVDs y revistas) estaban ordenados y colocados en su lugar.
En información, los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en todos los casos analizados en San Sebastián, así como la buena atención de los empleados, que ofrecieron toda la información necesaria para la localización del libro. Es más, en cuanto a señalización, todas las bibliotecas visitadas contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicaba el horario del centro y cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca.
- Lo mejor: Las notas no bajan de un ‘bien’ en todos los apartados seleccionados, pero son especialmente satisfactorias en limpieza, mantenimiento e información facilitada a los usuarios.
- Lo peor: En tres de las cinco no existe el préstamo interbibliotecario, las salidas de emergencia de un centro tenían obstáculos y en otra biblioteca, los aseos no estaban convenientemente adaptados.
La calificación de los centros visitados en la capital andaluza no supera el mediocre ‘aceptable’ de la media del informe. Las mayores carencias se hallan en accesibilidad y seguridad de las instalaciones
En Sevilla, se analizaron seis bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y las dos restantes de carácter municipal). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital hispalense no supera el mediocre ‘aceptable’, con lo que se sitúa en la media global del informe. Así, Sevilla comparte nota con los centros estudiados en Valladolid, Málaga, Oviedo, Cádiz y Valencia. Esta nota un tanto mejorable se debe a las carencias encontradas en materia de seguridad y accesibilidad (apartados calificados con un ‘aceptable’ y un ‘regular’, respectivamente). Sin embargo, estas seis bibliotecas superan cómodamente el estudio de la revista (con notas de ‘bien’) en el resto de apartados estudiados para elaborar este informe: servicios que ofrecen a los usuarios, la información y atención que les brindan, así como la limpieza y mantenimiento tanto de las instalaciones como de los fondos de esos centros culturales.
Tras el exhaustivo examen visual y práctico (solicitar información para hacerse el carné o intentar buscar un libro de esa biblioteca), las carencias más evidentes se observaron en las medidas de seguridad y accesibilidad instaladas en las bibiotecas. En materia de seguridad, los técnicos de CONSUMER EROSKI observaron que no había puertas cortafuego en ninguna de las seis bibliotecas, hubo cuatro en las que no se vieron mangueras y dos no tenían salidas de emergencia suficientes. Por su parte, las medidas de accesibilidad también resultaron escasas a tenor de lo visto durante esas seis visitas: faltan rampas en los accesos de dos bibliotecas, los aseos y los mostradores de atención al público de la mitad de los centros no están adaptados y en ningún caso se vieron carteles escritos en braille en el interior de las instalaciones.
Con todo, estos seis centros estudiados en la capital andaluza mejoran considerablemente y aprueban con buena nota cuando se evalúan los servicios que se ofertan, las condiciones de limpieza y mantenimiento y la atención dada a los usuarios (los técnicos de CONSUMER EROSKI solicitaron información para conocer los requisitos de hacerse el carné de socio y preguntaron cómo encontrar un ejemplar concreto de los fondos de la biblioteca).
Así, en la mayoría de los casos, además de explicar todo lo concerniente a cómo hacerse el carné de lector de esa biblioteca, se adjuntó por escrito esa misma información para que el usuario pudiese llevarla a casa y consultarla con detenimiento; la ayuda ofrecida por el personal ante una duda del técnico fue buena o muy buena en todos los ejemplos analizados; los puestos informáticos de prácticamente la totalidad de la muestra funcionaban correctamente y las indicaciones para que el usuario pudiera guiarse dentro de la biblioteca eran correctas y sencillas en los seis centros sevillanos.
La capital hispalense cuenta, asimismo, con la tercera biblioteca que tiene el horario más amplio de todo el informe (hasta 77 horas semanales permanecen sus puertas abiertas). El resto de centros abren una media de 53 horas de lunes a sábado. Además, el sistema de préstamo también es acertado en comparación con otras ciudades del estudio: de media, los usuarios pueden llevarse seis ejemplares a casa por un par de semanas (cifras muy similares a las observadas en la media global del informe). Incluso uno de ellas ofrece hasta nueve unidades, aproximadamente. A esto hay que añadir que todos los centros, sin excepción, cuentan con videoteca, fonoteca, hemeroteca, salas para consultar Internet o terminales-catálogo. Con estas premisas, no es difícil comprender la buena nota otorgada en el apartado de servicios.
Por último, la misma satisfacción también se refleja en las óptimas condiciones de limpieza sy mantenimiento tanto de las propias instalaciones como de los ejemplares y materiales que allí se guardan.
- Lo mejor: Información (la ayuda prestada por el personal de estos centros es concreta y correcta) y limpieza (iluminación adecuada en todas las dependencias).
- Lo peor: Faltan medidas para garantizar la accesibilidad y la seguridad de las instalaciones.
La calificación de los centros visitados en la capital valenciana no supera el mediocre ‘aceptable’ de la media del informe. Las bibliotecas analizadas fallan en la oferta de servicios para sus usuarios y en las medidas de seguridad de sus instalaciones
En Valencia, se analizaron seis bibliotecas (una universitaria, una Pública del Estado y las dos restantes de carácter municipal). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital valenciana no supera el mediocre ‘aceptable’, con lo que se sitúan en la media global del informe. Así, Valencia comparte nota con los centros estudiados en Valladolid, Málaga, Oviedo, Cádiz y Sevilla. Esta calificación un tanto mejorable se debe a las carencias encontradas en materia de seguridad y en la oferta de servicios (apartados valorados con un ‘aceptable’). Sin embargo, las seis bibliotecas superan cómodamente el estudio de la revista en la información y atención que se brindó a sus usuarios, en las medidas de accesibilidad instaladas (ambos apartados obtuvieron un ‘bien’) y, sobre todo, en las condiciones de limpieza y mantenimiento (calificadas con un ‘muy bien’).
Tras el exhaustivo examen visual y práctico (se solicitó información para hacerse el carné y se buscaron libros en cada biblioteca), las carencias más evidentes se observaron en las medidas de seguridad y la oferta de servicios. En materia de seguridad, los técnicos de CONSUMER EROSKI observaron que un centro no disponía de salidas de emergencia, en cuatro de seis era necesario incrementar la dotación de detectores de humo/fuego y en dos de seis faltaban mangueras en varias salas. Además, tres bibliotecas no tenían puertas cortafuego. Por su parte, la oferta de servicios también resultó escasa a tenor de lo visto durante esas seis visitas: los horarios de apertura de estas instalaciones valencianas son de los más reducidos del estudio (salvo uno de los centros que supera ampliamente la media de horas semanales del resto de ciudades del informe), en ninguna de estas seis bibliotecas se prestan periódicos o revistas, en dos casos no se puede reservar un ordenador para consultar Internet, hay cuatro bibliotecas que no tienen fotocopiadora y sólo una tenía taquillas para que los usuarios dejaran sus enseres personales.
Sin embargo el sistema de préstamo es óptimo: un usuario puede llevarse a casa entre seis y trece ejemplares, según biblioteca, por un plazo de dos semanas (la prórroga del préstamo es de otros 15 días como máximo). Igual de óptimo es el resultado que se desprende después de observar con detenimiento las medidas para garantizar la accesibilidad de estos recintos públicos: la mayoría de las bibliotecas disponían de puertas de entrada y de salas interiores lo suficientemente anchas como para permitir el paso de una silla de ruedas, los aseos de todas las bibliotecas están adaptados y la mostradores de la mitad de los centros seleccionados estaban a un altura adecuada para una persona en silla de ruedas.
Por último, la satisfacción también se refleja en las óptimas condiciones de limpieza y mantenimiento tanto de las propias instalaciones como de los ejemplares y materiales que allí se guardan.
- Lo mejor: Limpieza, accesibilidad e información facilitada al público.
- Lo peor: Faltan medidas de seguridad como salidas de emergencia, puertas cortafuego y mangueras en todas las salas.
Las bibliotecas públicas de Valladolid, en la media de calidad del país
La calificación de los centros visitados en la capital vallisoletana no supera el mediocre ‘aceptable’ de la media del informe. Las bibliotecas visitadas fallan en información y seguridad pero, especialmente, en servicios
En Valladolid, se analizaron cuatro bibliotecas (una universitaria y el resto municipales o del Estado). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital castellana no supera el mediocre ‘aceptable’, con lo que se sitúa en la media global del informe. Así, comparte nota con los centros estudiados en Cádiz, Málaga, Oviedo, Sevilla y Valencia. Esta mediocre calificación se debe a las carencias encontradas en materia de seguridad e información (ambas valoradas con un ‘aceptable’) pero, especialmente, en los graves fallos observados en los servicios que se ofrecen a los lectores (suspenden con un ‘regular’). Estas cuatro bibliotecas únicamente aprueban con comodidad el examen realizado a la limpieza y mantenimiento de las instalaciones y fondos de los centros, así como a las medidas de accesibilidad instaladas (ambas categorías consiguen un ‘bien’).
Tras el exhaustivo examen visual y práctico realizado por los técnicos de la revista se llegó a la conclusión que los fallos y carencias eran de lo más evidentes y llamativos en materia de servicios que prestan estas cuatro bibliotecas públicas a sus usuarios: en la mitad de los centros no puede renovarse el préstamo de material audiovisual y en la misma proporción faltan salas de estudio personal; además, únicamente en una de las cuatro hay dependencias para que un grupo de personas pueda trabajar sin molestar al resto de usuarios; ninguna tiene puntos de auto-préstamo o de zonas wifi y en tres de las cuatro tampoco hay fotocopiadora. Además, una de las bibliotecas vallisoletanas tiene el dudoso honor de ser la peor de todo el informe en lo que se refiere a horas de apertura: su horario es de lunes a viernes de 17.30 a 20 horas (alrededor de 12 horas semanales).
Con todo, siempre hay cosas que merecen la pena reseñarse: todas estas bibliotecas disponen de préstamo interbibliotecario y, de media, permiten al usuario llevarse a casa entre 3 y 10 unidades según la biblioteca.
Algo mejor, aunque mediocre, es la calificación que obtuvieron los centros visitados en materia de información facilitada a los usuarios y medidas de seguridad adoptadas en cada recinto público. Sería necesario que una de las cuatro bibliotecas incluyese una sección para avisar a los usuarios de las novedades que reciben cada mes, que otra habilitara salidas de emergencia o extintores, que se instalaran más puestos informáticos en todos los centros y que los ordenadores ofrecieran información en más idiomas extranjeros.
Sin embargo, no todo es malo en los espacios culturales y de lectura escogidos en la capital vallisoletana ya que los apartados dedicados a la limpieza y mantenimiento de las instalaciones y fondos, además de las medidas para garantizar la accesibilidad del edificio han superado sin esfuerzos el examen de CONSUMER EROSKI. Los materiales y fondos de estas cuatro bibliotecas se encuentran perfectamente ordenados y situados en sus estanterías correspondientes, la iluminación es acertada en todas las dependencias, los cuartos de baño están impolutos, todos los ascensores adaptados para personas con discapacidad y la mayor parte de los aseos tienen elementos que garantizan que todos los usuarios puedan usarlos.
- Lo mejor: Limpieza y accesibilidad.
- Lo peor: Las carencias en los servicios que se ofrecen, las medidas de seguridad instaladas para casos de emergencia y la información que se facilita a los usuarios sobre el fondo bibliográfico o el funcionamiento de la biblioteca.
La calificación media de los centros visitados en la capital alavesa supera la media del informe (un ‘bien’ a diferencia del ‘aceptable’ global), especialmente en materia de limpieza y accesibilidad. Pese a todo, estos centros necesitan mejorar las medidas de seguridad de sus instalaciones
En Vitoria, se analizaron cinco bibliotecas (una universitaria y el resto municipales o forales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital alavesa alcanza el ‘bien’, de las mejores calificaciones del informe y por encima de la media global, un mediocre ‘aceptable’, del estudio. Vitoria comparte nota con los centros estudiados en A Coruña, Barcelona, Córdoba, Granada, Madrid, Murcia y San Sebastián. Esta buena calificación se asienta en los apartados de limpieza y accesibilidad (ambos con sendas valoraciones de ‘muy bien’) y la buena oferta de servicios e información que ofrecen a los ciudadanos (un ‘bien’, en ambos casos). El único punto flaco que precisan mejorar estos espacios públicos de lectura se refiere a las medidas de seguridad de sus instalaciones (logran un mediocre ‘aceptable’, al igual que el índice general).
En todos los centros analizados en la capital alavesa se vieron salas de lectura, de estudio, hemerotecas, videotecas o fonoteca. Por este motivo, las bibliotecas públicas estudiadas en Vitoria obtuvieron una de las mejores notas en materia de servicios (un ‘bien’), superando el ‘aceptable’ de la media.
En todos los centros analizados en la capital alavesa se vieron salas de lectura, de estudio, hemerotecas, videotecas o fonoteca. Por este motivo, las bibliotecas públicas estudiadas en Vitoria obtuvieron una de las mejores notas en materia de servicios (un ‘bien’), superando el ‘aceptable’ de la media.
En las cinco bibliotecas se prestaban libros, CDs y DVDs (en cuatro de ellas, incluso revistas, pero nada de periódicos). En uno de los centros analizados, los usuarios pueden llevarse a casa hasta 24 materiales de una sola vez por plazos que oscilan entre una y dos semanas (en el resto de bibliotecas estudiadas, la media es de ocho ejemplares por el mismo periodo de tiempo). Cuando esas semanas de préstamo resultan insuficientes, puede prorrogarse el plazo: en las bibliotecas vitorianas, la prórroga se amplía hasta las dos semanas en la mayoría de los casos (en comparación a Madrid y San Sebastián que permiten un mes complementario). Eso sí, si el libro no se encuentra en ese edificio, todas las bibliotecas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario. Entre las carencias, se percibió que ninguna de las bibliotecas dispone de servicio de auto-préstamo y que no hay zonas wifi para poder conectarse a Internet. Además, de las cinco bibliotecas seleccionadas en Vitoria, sólo el centro universitario cuenta con un horario ininterrumpido de mañana y tarde (incluso tres municipales cierran los lunes por la mañana). También se valoró como mejorable el hecho de que todas las bibliotecas visitadas en la capital alavesa permanezcan abiertas las mañanas de los sábados pero no la tarde.
Las bibliotecas estudiadas en Vitoria obtienen una muy buena calificación en accesibilidad, lo que las sitúa entre las mejores del informe en esta materia, junto a Madrid, Alicante, Barcelona y Bilbao (estas dos últimas ciudades obtuvieron un inmejorable ‘excelente’). Y es que las puertas de acceso y de las salas interiores de todos los centros estudiados eran lo suficientemente anchas como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas y los aseos y ascensores de la mayoría de las bibliotecas estaban adaptados. Pero sin duda, lo más reseñable en este apartado, es que los centros de Vitoria sean, junto con los de Bilbao y San Sebastián, los únicos donde se pudieron ver carteles escritos en braille.
Con todo, la seguridad es el apartado que peor nota saca en la visita a estas cinco instalaciones culturales (apenas un mediocre ‘aceptable’, igual que la media nacional). Faltaban cámaras de seguridad en el interior de cuatro de las cinco bibliotecas estudiadas, un centro no tenía salidas de emergencia señalizadas y las puertas cortafuegos brillaban por su ausencia en todos los centros.
- Lo mejor: Muy buenas calificaciones en limpieza y accesibilidad.
- Lo peor: Seguridad (en cuatro de los cinco centros culturales no se vieron muchos detectores de humo y en una de las bibliotecas no se hallaron salidas de emergencia señalizadas).
La calificación media de los centros visitados en la capital aragonesa se queda en el ‘regular’, inferior a la del informe (un ‘aceptable’), motivada por la escasez de servicios, información al usuario y seguridad de las instalaciones
En Zaragoza, se analizaron seis bibliotecas (una Pública del Estado y el resto municipales). Los técnicos de CONSUMER EROSKI visitaron sus instalaciones a mediados de diciembre para valorar el estado general de cada una de ellas en los apartados de información, servicios, accesibilidad, seguridad y limpieza. Además, preguntaron por los pasos para tramitar el carné con el fin de conocer el funcionamiento del sistema de préstamo y consulta.
La valoración final del servicio que ofrecen las bibliotecas visitadas en la capital zaragozana se queda en el suspenso con un ‘regular’, la peor calificación del informe junto con Alicante y Pamplona. Esta mala nota se debe a los suspensos en servicios, información y seguridad. La limpieza consigue aprobar con un mediocre ‘aceptable’ y la ‘accesibilidad’ es el único apartado con buena nota (consigue un ‘bien’)
Aunque todos los centros analizados en Zaragoza cuentan con espacios de préstamo de CDs y DVDs (videotecas y fonotecas), existe una evidente escasez de otro tipo de salas como las de grupo (no se vieron en ninguna biblioteca), de estudio, (sólo existían en dos de los centros) y de lectura (únicamente tres bibliotecas las tenían). Ninguna de las bibliotecas disponía de taquillas, sólo dos no tenían servicio de fotocopistería y faltaban puestos de vídeo y/o audio, zona wifi y puntos de auto-préstamo en cinco de los seis centros.
La evidente falta de prestaciones en algunas bibliotecas zaragozanas motivó la nota media de ‘regular’, pero el aspecto determinante para evaluarlas con un suspenso fue que en dos de las seis instalaciones visitadas no había siquiera ordenadores-catálogo disponibles para que el usuario buscase el material en el que estaba interesado (de ello se encargaban los empleados).
Con todo, en todos los centros analizados se prestaban libros, CDs, DVDs, (en uno de ellos, incluso revistas). Los usuarios podían llevarse a casa de una vez tan sólo dos materiales (excepto en la biblioteca Pública del Estado que se visitó, donde permitían coger prestados hasta once materiales distintos). El plazo de préstamo es de dos semanas y puede prorrogarse el plazo 15 días. Esta misma semana, las bibliotecas municipales de Zaragoza han modificado su sistema de préstamo: a partir de ahora se pueden coger cinco materiales por un tiempo máximo de tres semanas.
Además, si el libro no se encuentra en las bibliotecas, cuatro de ellas ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario.
Algo similar ocurrió en los apartados de seguridad e información (ambos valorados con un ‘regular’). En cinco de los seis centros estudiados no se vieron cámaras de seguridad en el interior ni exterior de las instalaciones (o al menos, no se anunciaban en carteles), y en la mitad de los analizados tampoco se observaron salidas de emergencia. También faltaba iluminación de emergencia en las dependencias de una de las bibliotecas incluidas en el informe y se comprobó una escasez de puertas cortafuego, rociadores de agua, bocas de incendio y detectores de humo.
En el apartado de información (que obtuvo un ‘regular’), los técnicos de CONSUMER EROSKI realizaron una prueba práctica de búsqueda de un libro en los ordenadores-catálogo de las bibliotecas (se eligió ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin, para las bibliotecas universitarias y ‘El Perfume’, de Patrick Süskind, para el resto). Se comprobó la sencillez del manejo del sistema implantado en tres de las cuatro bibliotecas que disponían de ordenadores-catálogo pero en la cuarta, el único monitor de este tipo disponible se encontraba estropeado. En cuanto a la señalización, en una de las instalaciones visitadas no contaban con carteles a la vista del usuario donde se indicase cómo encontrar las distintas salas de la biblioteca, y en ninguna había paneles donde se señalase la existencia de un libro de reclamaciones.
En limpieza, la situación mejora sensiblemente y obtiene un ‘aceptable”. Eso sí, aunque las instalaciones se encontraban en un correcto estado de mantenimiento en su interior, a las fachadas de dos de ellas les faltaba una mano de pintura, tenían roturas y estaban sucias.
En accesibilidad las bibliotecas zaragozanas lograron un ‘bien’, su mejor nota. Y es que las puertas de acceso e interiores de la mayoría de los centros estudiados, así como el espacio entre las estanterías eran lo suficientemente anchas como para permitir que una persona en silla de ruedas se desplazase sin problemas.
- Lo mejor: La accesibilidad, único aspecto positivo de las bibliotecas de Zaragoza.
- Lo peor: Los bibliotecas seleccionadas no lograron superar la prueba propuesta por la revista en seguridad (se vieron obstáculos en algunas salidas de emergencia), información (los indicativos acerca de cómo está distribuida la biblioteca resultan confusos para el usuario) y servicios (dos de los espacios no cuentan con un catálogo informatizado a disposición de los usuarios).