Rebajas
Resulta difícil resistirse a las rebajas, especialmente en unas fechas en la que todo son reclamos para caer en la tentación de la compra. Hay que evitar un consumo descontrolado y sin planificar, de lo contrario el bolsillo se resentirá en uno de los meses más complicados para la economía doméstica. Pero las rebajas, bien aprovechadas, pueden servirnos también para adquirir, con importantes descuentos, productos que de otro modo resultan inalcanzables. Para esquivar descalabros, conviene planificar bien las compras y saber cuando ha llegado el momento de dejar de comprar.
Planifique la compra
- Haga una lista de los artículos que realmente necesita, y fije la cantidad máxima que quiere gastar. Tenga en cuenta las necesidades de su hogar (menaje, electrodomésticos…), las personales y las familiares (ropa, calzado, complementos…). Evitará gastar más de la cuenta y adquirir cosas que pronto no utilizará.
- No se deje llevar por las prisas. El agobio y los empujones de los primeros días de las rebajas pueden llevarle a comprar de forma impulsiva. Compare precios en varios establecimientos.
- Recuerde que las rebajas no pueden tener una duración inferior a quince días ni superior a dos meses, y que los productos que se ofertan en rebajas deben estar durante un mes, como mínimo, expuestos en las tiendas. Desconfíe de los establecimientos que cambian los artículos de sus escaparates para las rebajas.
Igual producto y garantías
- Las rebajas deben contar con las mismas garantías y con las mismas políticas para cambios y devoluciones -siempre y cuando no se haya usado el producto- que los artículos adquiridos antes de este período.
- Los productos rebajados deben ofrecer igual calidad a menor precio. Deben ser artículos de temporada y en perfectas condiciones. Rechace los artículos que no reúnan las debidas condiciones sanitarias, los que se encuentren en mal estado o los que incumplan las medidas de seguridad.
- Es obligatorio que en las etiquetas aparezca el doble precio (el antiguo y el rebajado) o bien el porcentaje de rebaja (se suele aplicar un descuento mínimo del 20% sobre el precio de temporada alta y, normalmente, el descuento aumenta progresivamente).
- Asegúrese de que el etiquetado es correcto y legible en castellano (u otra lengua oficial del Estado). En el caso de la ropa, la etiqueta debe incluir instrucciones de lavado y planchado, e informar de los materiales de confección y de los datos de la empresa fabricante (con el país de manufactura).
Devoluciones, arreglos, tarjetas…
- Si un establecimiento admite devoluciones durante toda la temporada, también habrá de hacerlo en época de rebajas. De lo contrario, deberá advertirlo explícitamente (mediante letreros, por ejemplo).
- En caso de arreglos a prendas (acortar largos o mangas, estrechar cintura…) ocurre lo mismo. Si son gratuitos durante la temporada pero se cobran en época de rebajas, el establecimiento también deberá advertirlo.
- Los establecimientos que admiten el pago con tarjetas de crédito durante el resto del año están obligados a hacerlos también en época de rebajas, sin recargo sobre el precio.
Mismos derechos
- Guarde siempre el ticket de compra. Su presentación es imprescindible a la hora de efectuar cualquier cambio o devolución.
- Si compra un electrodoméstico, exija que le den el mismo período de garantía que tiene el artículo con su precio normal. Compruebe que toda la documentación está sellada y en regla.
- En rebajas, los consumidores tenemos los mismos derechos que en cualquier otro momento. Si cree que algún comercio no ha respetado sus derechos como consumidor, exija la hoja de reclamaciones e intente resolver el problema de forma amistosa. También puede dirigirse a la Oficina Municipal de Información al Consumidor, al Servicio de Consumo de su comunidad autónoma o a cualquier asociación de consumidores.