Muchas webs para estas entrañables fechas
Los árboles, Papá Noel y belenes del mundo real también tienen su sitio en la red, aunque navidad.com sea todavía un “future website”. Además de la decoración que lucen un sinfín de webs, los ordenadores incluyen su propia ornamentación: los salvapantallas, esas imágenes que adornan el escritorio del ordenador o que se activan cuando el PC se toma un respiro. Se pueden descargar los típicos modelos navideños en (http://home.stlnet.com/~binnie/screen.htm), algunos con villancico incluido (http://www.crl.com/~colocomp/santa.htm) o con muñecos de nieve en tres dimensiones (http://members.aol.com/zoosoftzip/ff.exe).
Tampoco hace falta salir de la red para comprar decoraciones más reales. Reyes magos, pastores y demás figuras para el belén, guirnaldas, estrellas luminosas y hasta árboles. Todo ello se puede adquirir en el web de unos artesanos valencianos (http://www.tangaworld.com/artbonet.htm). Aunque antes de meter las manos en el musgo es conveniente aprender de los belenistas, los auténticos expertos en este arte. La Asociación Riojana de Belenistas tiene un web (http://www.geocities.com/Heartland/Estates/9430/) plagado de información para confeccionar nacimientos y adornado por fotos de los mejores ejemplos. En el Mediterráneo, sin embargo, parecen preferir las cosas reales, como el Pesebre Viviente de Fontcoberta (http://www.xtec.es/~lalemany/).
Otro elemento ornamental cada vez más habitual es el árbol de Navidad. En Internet, se puede apreciar el pino con que adorna Hillary Clinton la Casa Blanca (http://www.whitehouse.gov/WH/EOP/First_Lady/images
/raw/christmas_tree.gif) o se puede decorar un árbol virtual en el que cada internauta pone un poco de su parte (http://www.webcom.com/float/act/).
Postales de Navidad virtuales
Pero antes de empezar a poner adornos, es habitual enviar tarjetas para felicitar a amigos y conocidos. El correo electrónico permite mandar “christmas” virtuales. Se pueden enviar las típicas, con árboles y santos (http://www.christmas98.com/cards.html) o (http://www.intelred.es/postales/temas/navidad/index.html). Y para llenar las tarjetas con algo de texto, qué mejor que incluir el “Feliz Navidad” en catalán, gallego, euskera o en otros 95 idiomas del mundo (http://www.flw.com/merry.htm).
Puestos a ser originales, hay incluso un simpático murciano, Mario (http://www.arrakis.es/~marcantud/) que, vestido de Papá Noel, felicita la Navidad con un divertido villancico. Hay también webs con selecta y finísima música barroca (http://rococo.ele.cie.uva.es/pepe/navidad.html), con villancicos infantiles (http://www.latintop.com/mensaje.htm) y con las mejores canciones de Navidad en inglés (http://www.ylw.mmtr.or.jp/~johnkoji/hymn/xmas/index.html). Los Adeste Fideles o Noche de paz vienen acompañados del villancico japonés “Asahi wa Noborite”.
Además de preparar la artillería de tarjetas y villancicos, también podemos avituallarnos, antes de que llegue el período festivo, de las casi inevitables participaciones de lotería. Algunos loteros han puesto números a la venta en la red.
Regalos, turrones y cava.
Armados de dinero e ilusiones, los más rápidos comienzan a pensar en los regalos. Afortunadamente, tanto Santa Claus (http://www.claus.com/) como los Reyes Magos (http://www.arrakis.es/~montoya/carta.htm) y el Olentzero vasco (http://www.dragonet.es/users/d1040/pag31.htm) disponen de su propio buzón en la red. Por cierto, una de las webs dedicadas al popular personaje escandinavo (http://www.SantaClaus.com) permitirá salir del apuro que nos “abruma” cuando los más pequeños preguntan cosas como ¿qué hace Santa Claus en verano?, ¿por qué baja por las chimeneas? o ¿cómo se llaman sus renos?
En el caso de Melchor, Gaspar y Baltasar, además de elegir mago, los más pequeños pueden especificar también si se han portado bien, mal o regular.
Las jugosas imágenes de los turrones están presentes en las páginas de una pastelería de Barcelona (http://www.pi-savall.es/renye/). También tienen su hueco en Internet las empresas que pagan esos lujosos anuncios que adornan las mejores películas del año (http://www.freixenet.es o http://www.codorniu.es). Sus páginas ofrecen abundante información sobre el proceso de elaboración del cava.
Los más refinados pueden consultar la “página navideña” (http://personal.redestb.es/ahdez/1999.htm) o el web de cocina de Koldo Royo (http://www.afuegolento.com), que incluyen varias recetas clásicas de esta época. Tampoco falta una “página de las angulas”, gentileza de una pescadería de… México (http://www.danubio.com/angula1.html).
Cuentos de Navidad, también en Internet.
También hay espacio para los cuentos, como el clásico Cuentos de Navidad (gopher://wiretap.spies.com/00/Library/Classic/carol.txt) o el menos conocido “Botas Rojas” (http://www.lhmint.org/botas/hist4.htm). Y es que en Internet caben hasta chistes (http://personal.redestb.es/ahdez/1999.htm), tan malos como éste: “¿Cómo se llaman los habitantes de Belén? Figuritas”.
A la hora del ocio, mayor en esta época, el cine ocupa una parte fundamental. La estrella es la repetidísima película del tacaño señor Scrooge (http://www.easttexas.com/pdlg/c-story/default.html), pero tampoco ha faltado a su cita con la red una de terror, “Pesadilla antes de Navidad” (http://www.etsetb.upc.es/carne/0397/burton/fam/jack.htm), en la que un tal Jack secuestra a Santa Claus para suplantarlo y sustituir sus renos por vampiros.
Y al que le aburre todo esto, ¿qué mejor ocasión para irse de vacaciones? Puede ser una buena ocasión de visitar el país de Santa Claus, aunque convendría mirar antes qué tal tiempo hace por esas latitudes (http://www.christmas98.com/northpole.html). Para los frioleros, es el momento de darse una vuelta por la Bahía mexicana de Navidad (http://mexico-travel.com/estados/e14/165zz1.htm), donde sólo llueve en julio y agosto. Parecido tiempo hace en esa época en la Fortaleza de los Reyes Magos, en Brasil (http://www.pucsp.br/%7emarcio/doc/brcartaz/s1/brctl114.html). Y a los amigos del riesgo, les recomendamos una visita al volcán Navidad, en Chile (http://www.dci.ubiobio.cl/%7egpoo/Pictures/chilelindo).