Proyecto Gutenberg

Literatura para todos

Miles de libros cuyos derechos de autor han prescrito se pueden encontrar gratis en Internet, editados y agrupados por el Proyecto Gutenberg
1 noviembre de 2003
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Literatura para todos

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Hay iniciativas en Internet que mantienen intacto el espíritu de sus pioneros. El Proyecto Gutenberg, nacido en 1971 de la cabeza de Michael Hart, es una de ellas. Se trata, nada menos, de universalizar la literatura, publicando en Internet miles de títulos accesibles de manera sencilla y gratuita. Pero como toda empresa ambiciosa, tiene que salvar muchos obstáculos. Para empezar, los derechos de autor, que obligan a dar marcha atrás casi 100 años para encontrar obras de dominio público. Y luego está encontrar un sistema sencillo, accesible para todo el mundo, compatible con todo tipo de ordenadores y programas.

Cuando Hart soñó la biblioteca electrónica universal Internet era sólo un embrión. De hecho, todavía se conocía como Arpanet, y el primer ‘e-texto’ que envió, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, iba dirigido a un centenar de usuarios. Pero la Red creció y con ella el Proyecto Gutenberg, que alberga ya cerca de 8.000 libros digitalizados y mantiene sus dos premisas fundamentales: los libros deben ser tan baratos que nadie se preocupe por su precio y tan fáciles de utilizar que nadie se tenga que preocupar de cómo manejarlos, leerlos o buscarlos.

Nace una utopía
Un problema: de los casi 8.000 títulos de la Biblioteca virtual Gutenberg sólo tres están en español

Cuando el Proyecto dio sus primeros pasos los ordenadores contaban con un pequeño disco duro y la Red era un reducido instrumento universitario. Por eso Hart eligió para empezar textos breves y un formato, ASCII (sólo caracteres de texto), inteligible para cualquier máquina.

Y esa idea inicial sigue vigente: los libros del Proyecto Gutenberg están disponibles en versión ‘.txt’ (sólo texto, sin imágenes) y ‘.zip’ (también sólo texto, pero comprimidos), de forma que varios caben en un disquete y pueden ser leídos por el ordenador más antiguo que se pueda encontrar. Lejos de intentar distribuir libros muy bien editados, lo importante es que llegasen al mayor público posible. Sin embargo, el texto plano sirve de base para realizar nuevas ediciones en formatos más avanzados, como Adobe Reader o Microsoft Reader, que pueden ser leídas más cómodamente en cualquier dispositivo.

Pronto, decenas de internautas se prestaron a ayudar en la digitalización y edición de textos. Porque Gutenberg es un Proyecto colaborativo y desinteresado que, sólo ocasionalmente, ha recibido ayudas de alguna empresa o institución.

Libros populares

Esa pretensión de universalidad alcanzó a los mismos textos: el Proyecto Gutenberg selecciona los títulos solicitados por el mayor número de lectores y no edita obras de temas marginales ni pretende que sus versiones sean perfectas, irrebatibles por los expertos.

Los libros electrónicos que se pueden encontrar en www.gutenberg.net son, a grosso modo, de tres tipos: literatura ‘ligera’ (como Peter Pan o las Fábulas de Esopo), literatura ‘pesada’ (que incluiría desde la Biblia hasta Moby Dick pasando por las obras de Shakespeare) y un tercer grupo formado por tesauros, almanaques, diccionarios, etc. Y conseguirlos es tan fácil como hacer clic sobre su nombre.

Según los datos de la página oficial del Proyecto Gutenberg, durante 2002 se editaron 1.975 nuevos e-books, para conseguir un total de 6.267 en noviembre del año pasado. Hart se había propuesto alcanzar los 10.000 en 2001, pero, como él mismo apunta, “siempre fijamos objetivos más altos de los que podemos alcanzar”.

¿Y el futuro? Situando de nuevo el listón muy alto, Hart pretende “alcanzar el millón de libros en los próximos 10 años”. Bueno, no sólo libros, porque en el proyecto bullen ideas para completar la biblioteca con música, arte, audio-libros, objetos 3D, etc. También está en el horizonte digitalizar periódicos y revistas, así como ampliar los idiomas en los que se publican los textos, ahora mayoritariamente en inglés. En español, por ejemplo, sólo se pueden encontrar tres clásicos entre los clásicos: Don Quijote, La Celestina, y El Lazarillo de Tormes.

Trabajo en equipo

Cualquiera que desee colaborar, puede hacerlo desde su casa con un PC, siguiendo las directrices que se pueden encontrar en www.gutenberg.net/vol/wannabe.html Los más de 5.000 voluntarios aportan su tiempo de diversas formas. Para empezar, un trabajo consiste en averiguar qué obras están o van quedar libres del copyright. En casi todos los países los derechos de autor se han ido ampliando, pasando de 50 a 70 años tras la muerte del autor. Así, una obra publicada recientemente es poco probable que entre en el dominio público antes de 100 años.

Una vez encontrado el libro de dominio público deseado (y obtenido el permiso de reproducción), hay que escanear o teclear el texto para almacenarlo en la computadora. Después se comprueban los posibles errores y se envía el trabajo a otro voluntario, que hará una segunda corrección. Cuando se considera que el texto está listo, se envía al equipo editor que lo añade a la colección del Proyecto.

Además de la limitación del copyright, el proyecto Gutemberg debe lidiar con un obstáculo mucho más importante: la dificultad de leer libros en formato electrónico. El usuario debe optar por leerlos en una pantalla o imprimirlos, opción que menoscaba su carácter gratuito.

Los archivos ‘.txt’ del Gutemberg se pueden transformar para adaptarlos a cualquier dispositivo. Pero la tecnología todavía no ha desarrollado algo tan ligero, flexible y fácil de transportar como el papel que consiga la misma resolución. Los dispositivos específicos, como el Rocket Ebook o el Softbook Reader, que permiten leer, subrayar, anotar, buscar palabras, etc. en un formato parecido al HTML, no han tenido ningún éxito debido a su elevado precio y la escasa oferta editorial.

Sin embargo, ya hay usuarios acostumbrados a descargar un libro electrónico en la PDA y leerlo en su pequeña pantalla. Y el futuro cercano promete una gran revolución. La tinta electrónica permite volcar textos digitales sobre un soporte prácticamente igual que el papel.

Navegar a la carta

Cervantes virtual

www.cervantesvirtual.com

La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes es un proyecto de edición digital del patrimonio bibliográfico, documental y crítico de la cultura española e hispanoamericana, que se pone libremente a disposición de los usuarios de Internet para difundir obras y documentos destacados.

Libros online

www.library.upenn.edu

La biblioteca de la Universidad de Pennsylvania contiene numerosos recursos relacionados con la edición electrónica. Entre ellos, la “página de los libros online” ofrece más de 20.000 e-books.

Con restricciones

www.librodot.com

Más de 2.200 títulos de 380 autores gratis, aunque para descargar más de un libro a la semana hay que pagar una pequeña suscripción (12 dólares al año). De la misma forma, elaleph.com vende libros en diversos formatos pero también regala 1.300 en PDF o para PDA.